Tras las elecciones vascas
08-10-2016
Transcurridas las elecciones al Parlamento Vasco, y a la espera de la formación del nuevo Gobierno en Euskadi, lo primero que podemos decir es que una de nuestras principales reivindicaciones se ha cumplido. La posibilidad de que la política vasca se contagiara de la incertidumbre de Madrid nos preocupaba, porque la salida de la crisis no espera. Y todo lo que añada dudas a un panorama económico todavía incierto lejos de ayudar, perjudica. Finalmente, la sociedad vasca ha hablado, y parece que ese riesgo queda definitivamente conjurado. La estabilidad en Euskadi, en gran medida sustentada por la cultura del pacto y el diálogo entre diferentes, garantiza una transición suave hacia el nuevo gobierno y la continuidad de una serie de políticas, como la relativa a la industria, que se antojan clave para mejorar nuestra posición como país; y que exigen de una visión y una ‘misión’ a largo plazo: construir sobre lo ya construido para avanzar.