20220618

El consejero de Economía del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, aleja de Euskadi los malos presagios económicos y asegura tajante que «aquí no hay riesgo de recesión». Justifica su optimismo en que «la tasa de crecimiento es sólida». Azpiazu defiende también la subida de los salarios para «compensar una parte de la inflación, pero no toda». Se niega a hablar de crisis. El término le espanta. Como economista que es, asegura que habrá una crisis en algún momento, cosa de los ciclos, pero que ese no será ahora pese a los nubarrones, la inflación desbocada y los temores del Banco Central Europeo a un descontrol de la prima de riesgo de algunos países, entre ellos España. Pedro Azpiazu, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, prefiere situarse entre los que ven la botella medio llena, con buenos datos de fondo en la actividad económica vasca. Tiene también el síndrome habitual del político, acostumbrado a vislumbrar fantasmas aunque no existan. Así, defiende la idea de que muchos análisis pesimistas esconden, en realidad, intencionalidades políticas. "Sí, el informe de Zedarriak me molestó...Me parece que es un trabajo de parte, interesado...No es un buen trabajo, la verdad. Nosotros lo hemos analizado con detalle y no es riguroso. Yo, si fuese el profesor de un alumno que hace ese informe... le hubiese puesto un suspenso clamoroso..."

"Las haciendas forales vascas han aumentado sus ingresos en lo que llevamos de 2022. Así, las diputaciones han ingresado hasta mayo 390 millones de euros más que en el mismo periodo del pasado año. Este crecimiento es superior a lo que las propias administraciones tenían contemplado en sus presupuestos...Si la raíz de la mayor recaudación se encontrase en la dinamización de la actividad económica, como sería deseable en una situación de reactivación posterior a la crisis sanitaria, podríamos concluir que el aumento de los ingresos públicos sería una noticia positiva. Sin embargo, en estos momentos, el incremento recaudatorio, en buena medida, tiene su origen en una inflación que sube a la carrera...En resumen, la causa del aumento de la recaudación no se puede decir que sea la consecuencia de algo positivo...La segunda reflexión es si el aumento de los ingresos de naturaleza impositiva es sostenible y controlado e, incluso, puede ayudar al crecimiento económico de nuestro entorno...La inflación disparada genera ralentización de la economía y, en consecuencia, a la larga, menor recaudación. Tengo serias dudas sobre la sostenibilidad del incremento...Por último, ¿es realmente equitativo y distributivo, socialmente eficiente, tener una presión fiscal como la que tenemos? Y es cierto que nos faltaría hablar de las contribuciones a la Seguridad Social, para tener la foto completa de dicha presión. Y aquí debemos llegar a hablar del capítulo de gastos de nuestras administraciones. De todas, que no son pocas. Por supuesto que debemos, pero lo que no sé es si vamos a poder mantener nuestro Estado del bienestar. Nos debemos plantear si el peso del sector público, que no para de crecer, es el que necesitamos. Baste con una pequeña muestra: el sector público ha generado el 63% del empleo en el País Vasco desde que estalló el covid..."

Ignacio Galán consiguió ayer el objetivo que se había marcado desde hace meses, con un llamamiento especial para que en la junta de accionistas de Iberdrola participase, de forma directa o bajo representación, más del 70% del capital social. Y los datos oficiales de la junta reflejaron la participación de propietarios que representan el 72,13%, lo que supone seis puntos más que en la convocatoria del pasado año. Ese porcentaje significa que participaron en el cónclave un total de 71.400 accionistas, la mayor parte de ellos de forma telemática o mediante delegación de voto en el presidente. Además, las propuestas de acuerdo y la gestión de la compañía recibieron un respaldo mayoritario, con el 98% de los votos emitidos. La estimación es que el beneficio crezca este año por encima de los 4.000 millones de euros, frente a los 3.885 millones del pasado ejercicio. Y todo ello en un contexto complejo porque Galán trasladó de nuevo que la actual situación de las tarifas, lejos de beneficiar a la compañía, supone un lastre en España. «Tenemos vendida toda nuestra producción a los clientes con contratos de largo plazo. Si no podemos acceder a una parte de la generación, tenemos que comprar la energía y a precios muy elevados», dijo. De hecho, en los últimos resultados trimestrales, Galán ya anticipó que el margen de beneficio en España había retrocedido un 30% debido a esta circunstancia. El presidente de Iberdrola reiteró ayer la decisión de la compañía de realizar inversiones por importe de 300 millones de euros en Euskadi en los próximos años en generación renovable, con proyectos en los que participa de forma conjunta con el Gobierno vasco. Galán señaló que en la empresa se sienten «orgullosos del origen vasco» de la empresa, al tiempo que se refirió a la comunidad autónoma como un «territorio pujante». Ver nota Iberdrola. 

La reunión número 35 en la negociación del convenio en la planta de Mercedes Benz en Vitoria celebrada ayer fue la de mayor duración –casi tres horas y media– desde que hace año y medio comenzaran los encuentros entre dirección y comité. Pero como las anteriores, finalizó sin acuerdo y también sin «avances significativos», según confesaron diferentes portavoces sindicales. A partir de ahora, la negociación va a entrar en una fase de ‘punto muerto’ porque no hay fijada una próxima cita. La empresa trasladó a los representantes sindicales que «desde Alemania nos indican que se paralice la negociación hasta que finalicen los paros» convocados por las diferentes centrales, según los miembros del comité. La multinacional quiere conocer el desarrollo de estas movilizaciones y protestas anunciadas por las secciones, en principio con convocatorias divididas. Porque ELA, LAB y ESK hacen un llamamiento a la plantilla para hacer huelga el próximo miércoles y salir a la calle para decir ‘no a ampliar la flexibilidad, no a la sexta noche’. Mientras que UGT y CC OO han previsto paros de 24 horas ese mismo día 22 y una manifestación a las once de la mañana desde la fábrica con el lema ‘Por tu convenio. Sin siglas. Solo personas’. Además, numerosos trabajadores a título individual, molestos con el trato por parte de la empresa y con la «falta de empatía que nos muestra al rechazar subidas salariales ligadas al IPC». 

La dirección de Seat y los sindicatos UGT y CC OO informaron este viernes de que han alcanzado un preacuerdo para el nuevo convenio colectivo de las plantas que la automovilística tiene en Barcelona. El pacto contempla, según la parte sindical, la vinculación de los salarios a la evolución de la inflación en el periodo 2022-2026, que es el tiempo en el que estará vigente este nuevo marco laboral. “Un preacuerdo que recoge de forma amplia los objetivos establecidos en la plataforma conjunta de CC OO y UGT y que someteremos a referéndum vinculante el próximo 29 de junio”, han señalado en un comunicado conjunto ambas formaciones sindicales. Además de la vinculación de los salarios a la evolución del IPC, el pacto fija un incremento en tablas del 6,5% de los sueldos de los trabajadores y “recoge los atrasos correspondientes a la firma del acuerdo definitivo”. Por su parte, desde la empresa, si bien confirmaron un preacuerdo, no dieron detalles del mismo. “Hemos dado un paso clave para garantizar un marco estable para el futuro de la compañía. Estamos en un momento de transformación hacia la electromovilidad que hace que nos tengamos que replantear nuestra estructura para tener una organización más robusta y ágil. Aun así, hemos sido capaces de garantizar la estabilidad del empleo en la compañía a la par que avanzamos en construir un futuro sostenible”, ha indicado Seat. La compañía había alertado durante la negociación del convenio que la llegada del coche eléctrico iba a acarrear un excedente de hasta 2.800 trabajadores (la compañía emplea en Cataluña a unas 15.000 personas). Empresa y sindicatos han acordado que esa reducción se lleve a cabo mediante la no sustitución de las bajas que se vayan produciendo, así como la puesta en marcha de planes de prejubilación voluntarios.

El Consejo Gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha aprobado la ayuda financiera solicitada por el grupo metalúrgico Celsa, con tres plantas en Euskadi, por valor de 550 millones de euros, según comunicó ayer la sociedad estatal. Cuando el Consejo de Ministros le dé luz verde, antes del 30 de junio, este será el mayor rescate por la pandemia aprobado por el Gobierno. El estudio se había concluido a mitad de marzo y estaba desde entonces a expensas de un acuerdo de la compañía con sus acreedores. El pacto aún no se ha cerrado, pero ambas partes han aceptado los términos establecidos por la SEPI. La inyección pública puede continuar así con los trámites antes de que expire el plazo para estos rescates el 30 de junio. La cuantía será canalizada a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones y otro ordinario de 269,5 millones a devolver ambos en siete años. Dado que el primero de los créditos es superior a 250 millones de euros, es necesaria la autorización por parte de la Comisión Europea antes de su elevación al Consejo de Ministros, de ahí la celeridad de la sociedad estatal cumplir con los plazos. Es la mayor ayuda financiera a una firma española por la pandemia. 

En torno a 35.000 personas de 51 países, según las primeras estimaciones, han participado esta semana en la 31ª edición de la Bienal de MáquinaHerramienta, que sus organizadores calificaron ayer de «éxito», tras los cuatro años transcurridos desde la última edición. El director del BEC, Xabier Basañez, subrayó la «satisfacción» generalizada de los expositores en una cita que también ha servido «para volver a demostrar el potencial y la capacidad industrial de este país». Más allá de la cifra de visitantes, por debajo de los 42.000 de la edición de 2018, se ha puesto en valor el perfil de los participantes –un 45% de fuera de Euskadi– y que a nivel internacional procedían fundamentalmente de Alemania, Argentina, Francia y Portugal.  El presidente del cluster de Máquina-Herramienta AFM, José Pérez Berdud, puso también en valor la calidad del evento que permitió a las empresas «trabajar bien», con «un altísimo nivel de expositores, nacionales y extranjeros, que han acercado tecnología en cantidad», lo que ha permitido demostrar que el de la Máquina-Herramienta es «un sector con futuro». «Se nota que el sector ha hecho un esfuerzo sobrehumano en un periodo muy difícil. No se ha parado nadie, todo el mundo ha estado trabajando para traer cosas aquí», añadió. La encuesta realizada entre los asociados de la AFM ha arrojado una satisfacción muy similar a la de 2018, con una valoración general de 7,6 según explicó el director gerente del cluster, Xabier Ortueta. «Aunque no es el propósito de una feria de este nivel, también se han cerrado ventas en las máquinas más sencillas», señaló, y remarcó la cantidad de visitas institucionales a las que han conseguido transmitir la sensación de «fortaleza» del sector. 

. 

Euskadi lleva años encabezando el ránking de comunidades autónomas con mayor absentismo laboral, pero la tendencia en el último trimestre del año pasado se ha acentuado. La actual tasa de absentismo en el País Vasco, del 7,9%, crece tres décimas en relación al trimestre inmediatamente anterior (julio-septiembre del 2021), y se sitúa dos puntos por encima de la media estatal (5,9%). Así lo radiografía el reciente informe elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad Research –a partir de los datos de la Encuesta trimestral de costes laborales del Instituto Nacional de Estadística–. El estudio pone de manifiesto que a cierre del año pasado faltaron a su puesto de trabajo en el País Vasco 77.421 trabajadores, lo que representa el 7,9% del total de afiliados. La cifra de empleados que no se presentaron a su trabajo por contar con una baja médica (incapacidad temporal, IT) se reduce a 58.801 empleados, mientras que 18.620 lo habrían hecho, reza el estudio, sin que mediara una causa que justificase su ausencia.

El 28,7% de las personas ocupadas residentes en Euskadi, una de cada cuatro, tiene muchas dificultades a la hora de compaginar el trabajo con el cuidado de hijos e hijas y el 25,9% para atender a las personas dependientes. Así lo corrobora la última encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, familiar y personal elaborada por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat. Las mujeres que trabajan fuera de casa y con hijos menores de 15 años destinan de media 4,9 horas al día a su cuidado, 1,4 horas más que los hombres en su misma situación. Además, mientras la mitad de las mujeres (51%) destina 5 o más horas al día al cuidado de sus menores, en el caso de los hombres el porcentaje se queda en la cuarta parte (27%), en tanto que el 34% colabora con 2 o menos horas en el cuidado de sus hijos e hijas. En cuanto a las horas dedicadas al cuidado de las personas dependientes, las mujeres ocupadas dedican de media tres cuartos de hora más al día que los hombres.

En 2050 habrá en Euskadi el doble de personas mayores de 65 años que menores de 15. Esa es al menos la previsión. La pirámide demográfica hace ya años que no es tal, con una distribución poblacional en la que la base es más estrecha que la cumbre. El aumento de la esperanza de vida, la capacidad de elección de un modelo de vida, más allá del histórico binomio matrimonio-hijos y, sobre todo, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo son factores de los que estar orgullosos. Pero en la otra cara de la moneda están la bajada de la natalidad, la crisis de los cuidados y la sostenibilidad del sistema de pensiones. La estructura social es distinta, la sociedad es distinta, por lo que las soluciones no deben dirigirse a volver a lo anterior, sino a construir otro futuro. Y en ese camino hay que prestar especial atención a lo que necesitan los jóvenes y los inmigrantes. Y a la igualdad entre mujeres y hombres, claves para reactivar la natalidad. Estas son algunas de las lecturas de este «desafío» que hacen los expertos participantes en el Foro Reto Demográfico, segunda entrega del ciclo ‘Encuentros Mundo Futuro. Claves para construirlo’. La ausencia de «recetas mágicas» estuvo presente en una mesa redonda organizada por El Correo.

El 32 Encuentro Empresarial de Elkargi que se celebrará este próximo martes en el Kursaal de Donostia reunirá al vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Ricardo Mourinho-Félix, la directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio, Anabel González y el presidente de Repsol, Antonio Brufau. La clausura correrá a cargo del lehendakari Urkullu. Elkargi quiere poner el foco en la economía actual que se enfrenta a sus grandes trasformaciones, siendo energía, comercio y actividad financiera tres vectores clave.

El Gobierno vasco ya cerró definitivamente la puerta a explorar los yacimientos de gas que hay en el subsuelo de Euskadi y esa decisión no se mueve. Así lo recordó ayer la consejera de Desarrollo Económico del Ejecutivo, Arantxa Tapia, en el Parlamento vasco. A pesar de las dificultades para el suministro provocadas por la invasión de Ucrania y el conflicto diplomático con Argelia, así como su impacto en la escalada del precio de la luz, se mantiene la decisión del 10 de abril de 2021 cuando el Gobierno autonómico anunció que abandonaba su proyecto de prospección en Subijana (Álava). En los últimos días han sido diversas las voces que han planteado reabrir el debate sobre el uso del gas que hay en el subsuelo del País Vasco o, al menos, analizar sus posibilidades. El director del cluster de Energía, Ignacio Hormaeche, en una entrevista en este periódico lamentaba la oportunidad perdida; el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, criticaba los plazos de la prohibición que establece la Ley de Cambio Climático para abandonar estas fuentes de energía; y con más vehemencia, el presidente de Bahía de Bizkaia Gas, Juan Andrés Díez de Ulzurrun, señalaba hace tan solo una semana sobre este debate que «no perdamos el tiempo. Lo que hay que hacer es explorarlo cuanto antes, arrancando con pequeñas inversiones. Con los precios actuales del gas tenemos un tesoro que no aprovechamos», concluyó.

Argelia no es un país significativo para las exportaciones vascas, dado que su peso no alcanza ni el 0,3%, con 66 millones el año pasado. Sin embargo, el país norteafricano sí es importante para algunas compañías, especialmente para las papeleras, que concentran más del 40% de las ventas. Este sector es el que más está sufriendo la crisis diplomática entre Argel y Madrid por el cambio de posición del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental, que ha derivado en el bloqueo de las transacciones comerciales. Entre las papeleras vascas más afectadas destaca la planta de la multinacional Smurfit Kappa en Iurreta, que supone cerca del 31% de las exportaciones de Euskadi a Argelia. Así consta en un informe del Eustat, que señala como la partida arancelaria más importante el ‘papel y cartón Kraft’ que se fabrica en la planta, con 20,6 millones de euros. En concreto, la compañía vende al país africano papel para sacos de cemento y otros materiales de construcción, un sector con gran empuje en Argelia. El peso de este país en la cartera de Smurfit Kappa Nervión alcanza el 10%, según reconocen fuentes de la compañía. La empresa, no obstante, confía en que el conflicto se solucione en los próximos meses y explica que atraviesa un buen momento en pedidos. Pese a que Argelia es un cliente importante, recuerda que exporta un 80% de lo que produce.

Cuando hace nueve meses la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde señalaba, con una tasa de inflación todavía del 3,4%, su compromiso de mantener una “política monetaria acomodaticia” este año, con la esperanza de que los precios se empezaran a moderar en un futuro próximo, probablemente no contemplaba que en mayo la tasa anual del IPC escalaría hasta el 8,1%. Pero tampoco que lo que entonces era un incremento concentrado fundamentalmente sobre los precios de la electricidad se acabaría filtrando, y no solo por la guerra en Ucrania, hacia todo tipo de bienes y servicios e impactando con gran fuerza en los precios de los alimentos. De hecho, la inflación subyacente escala ya hasta el 3,8% y reclama una acción contundente por parte del BCE, que se ve a la vez entre la espada de dejar que la espiral inflacionista se descontrole y la pared de provocar un frenazo en seco a la economía europea y una crisis de deuda en países como España o Italia.

Los bancos centrales más importantes del mundo han vuelto a ser el epicentro del debate político y social. Ante la escalada imparable de la inflación, el desplome de los principales mercados bursátiles y, en el caso de algunos países europeos, de indicadores de riesgo como los seguros de impago (CDS, o credit default swaps) o las primas de riesgo, cada decisión que se toma en Fráncfort o en Washington supone un golpe encima de la mesa que cambia el panorama por completo. Vayamos por partes: la Reserva Federal ha decidido declarar la guerra a la inflación y, además de ejecutar la mayor subida desde 1995 (+0,75%) en los tipos de interés de referencia en Estados Unidos, ha anunciado una senda de incremento de tipos hasta el 3% en 2023. Por otra parte, lo que sabemos del Banco Central Europeo es: I) Que ya ha comenzado a reducir el volumen de compra de deuda pública soberana; II) Que va a subir los tipos 0,25% en julio; y III) Que está desarrollando una “nueva herramienta” para evitar la fragmentación de los mercados financieros de la Eurozona. Merece la pena detenerse en el tercer punto, pues es el más desconcertante. Ha sido suficiente una subida de tipos generalizada en las principales economías del mundo y una ligera reducción en el volumen de compras del BCE para que los tipos de interés de la deuda soberana se disparen (el bono a 10 años español ya está en el 3%), la prima de riesgo de países como Italia o España se incremente en pocas semanas hasta los 200 y los 130 puntos básicos, y respectivamente, y que vuelvan las dudas a los mercados financieros europeos...

Santander ya tiene nuevo líder para la etapa pos-Covid. Finalmente, el elegido para sustituir a José Antonio Álvarez como consejero delegado de uno de los bancos más grandes del mundo será Héctor Grisi, primer ejecutivo de Santander Norteamérica y de Santander México, quinto mercado para el grupo. El banquero azteca, de 55 años, asumirá el cargo el 1 de enero de 2023, aunque desde septiembre trabajará codo con codo con Álvarez para facilitar una transición ordenada. La designación debe recibir el visto bueno final del supervisor, pero no se esperan objeciones por parte del BCE, que está al tanto del proceso del nombramiento. Santander buscará en las próximas semanas un sustituto para Grisi. El actual responsable de la filial mexicana tomará el relevo de José Antonio Álvarez, de 61 años, que fue designado numero dos de Santander en 2015, tras la llegada de Ana Botín a la presidencia del grupo.

China se ha quedado atrapada en su perenne estrategia de Covid cero. Es la única gran economía que no ha salido todavía del bucle pandémico de principios de 2020: continuos cierres de ciudades enteras por un puñado de contagios, apagón en megacentros de fabricación mundial como Guangdong y congestión en el puerto de Shanghai, el más transitado del mundo. En los últimos tres meses, 87 de las 100 ciudades más grandes del gigante asiático por PIB han estado bajo alguna restricción. El golpe interno está dejando una descontrolada desaceleración del crecimiento. El externo: otro tortazo a las mermadas cadenas de suministro globales y el éxodo de muchas empresas y grandes inversores. Una encuesta realizada en abril por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Pekín reveló que el 23% de los encuestados estaba planteando trasladar las inversiones a otros mercados. China seguirá siendo un gran mercado y no se librará de la etiqueta de ser la fábrica del mundo. Pero ha dejado de ser tierra prometida para muchas compañías internacionales que, hastiadas de no saber si mañana tendrán que detener su producción por nuevos e improvisados bloqueos, buscan asentarse en nuevas tierras, mirando más al Sudeste Asiático. Aquí es donde entra Vietnam.

La Comisión Europea aprobó ayer la recomendación de que Ucrania y Moldavia pasen en un futuro a formar parte de la Unión, si se dotan de unos Estados acordes con los modelos democráticos. Bruselas supedita la futura apertura de negociaciones para la adhesión a ambiciosas reformas. El Kremlin advirtió ayer de que la UE se está transformando en una plataforma militar. La futura Ucrania, en paz y con un Estado acorde a los estándares democráticos occidentales, tendrá un hueco en la Unión Europea, según la recomendación aprobada ayer por la Comisión Europea. El organismo presidido por Ursula von der Leyen concluyó que debe aceptarse la candidatura del país al ingreso en el club comunitario, una decisión que deberán tomar los líderes europeos en la cumbre de la semana que viene. A cambio, Bruselas exige al Gobierno de Volodímir Zelenski una serie de reformas tan profundas que, de llevarse a cabo, transformarán el país y lo alejarán definitivamente de Rusia. Solo entonces podrán comenzar las negociaciones de adhesión, que es el siguiente paso hacia la UE. Moldavia, que se ha colocado a rebufo de Kiev, también obtiene el reconocimiento de su candidatura al ingreso, mientras que Georgia se descuelga del grupo y tendrá que conformarse con una vaga promesa de que se tendrán en cuenta sus aspiraciones para el futuro.

Miren Onaindia pide políticas «valientes» para poder combatir el cambio climático. La catedrática de Ecología en la UPV/EHU remarca que todos los pequeños cambios individuales en favor del planeta cuentan. "El desarrollo sostenible es un tipo de desarrollo que cubre las necesidades básicas de las actuales generaciones sin comprometer las de las futuras, sin esquilmar el medio ambiente. Tiene una lógica aplastante. No podemos sacar del planeta más de lo que hay. Sería a costa de explotar el terreno y a terceros países, de la desaparición de terrenos naturales y de especies, de la contaminación... De algún modo, estamos derrochando los recursos naturales..."