Sobre empleo y contratación indefinida en Euskadi

Empleo y contratación

Cada vez que se publican los datos de empleo referidos a Euskadi, y esta última semana no es una excepción, enseguida salen voces, y no pocas, que prácticamente pasan de largo sobre los aspectos positivos de esas estadísticas, como el descenso del paro o una mayor ocupación, y se centran en la alta temporalidad de los nuevos contratos y una menor remuneración. De ahí deducen  una precariedad genérica de los ocupados vascos, y un empobrecimiento general de la sociedad, cuando las cifras oficiales demuestran que no es así. Con un añadido importante: la recuperación se va consolidando en Euskadi, y con ella la creación de empleo, también del empleo indefinido.

Es cierto que ahora mismo los empresarios vascos nos movemos en un ambiente de incipiente confianza que nos impide realizar un  número mayor de contrataciones indefinidas. No en vanovenimos de una crisis desconocida por estos lares, que en los últimos siete años ha forzado la desaparición de más de 6.500 empresas, prácticamente una de cada diez, con un enorme retroceso de actividad económica: nuestro PIB es todavía un 6% inferior al que teníamos en 2008. Pero afortunadamente, como decía antes, las cosas están cambiando.

Al respecto, varias cifras: primero, y con los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social en la mano, la contratación indefinida en Euskadi está creciendo gracias a la mejor evolución de nuestra economía, y de hecho, la previsión que hacemos en Confebask es  que este 2015 sea el año de mayor contratación indefinida desde el inicio de la crisis. Hasta el mes de agosto, el número de contratos indefinidos realizados por las empresas vascas ya nos sitúa casi a niveles pre-crisis. A esto hay que añadir que, lejos de lo que mayoritariamente se sugiere,  los trabajadores con contrato indefinido son mayoritarios en las empresas vascas: en el tercer trimestre de este año había 560.000 empleados indefinidos; esto es, casi 4 de cada 5 trabajadores vascos.

Segundo, que según datos del Eustat,  el 83% es trabajo a tiempo completo, y sólo el 17% es a tiempo parcial. Y tercero, que según publica el INE, el coste salarial mensual medio en Euskadi no ha bajado de los 2.000 euros en ningún año de la crisis, y que si en 2008 el salario medio del trabajador vasco era un 18’5%  superior al de un empleado en España, en 2014 era un 20% superior.

En definitiva: es verdad que de momento la contratación no es lo vigorosa que quisiéramos, pero la recuperación económica está  generando empleo, y lo hará más en la medida en que ese crecimiento sea más pujante y menos sujeto a incertidumbres.

Y eso que las empresas vascas ya están generando puestos de trabajo con un crecimiento del PIB estimado para este año del 2’7%, cuando hasta ahora nunca se había creado empleo con crecimientos de la economía inferiores al 3%.

No estaría de más recordar  todo esto, porque todos estamos en el mismo barco y queremos lo mismo: más empleo, y empleo firme. Entre otras cosas, porque eso significaría que la economía marcha, las empresas marchan y que la sociedad vasca avanza en bienestar y progreso. Los empresarios vascos trabajamos para eso.