Tal y como se recoge en un reportaje publicado en el Diario Vasco, el grupo vasco Egile está ampliando su planta en Mendaro para destinarla a superaleaciones y a fabricación aditiva. En el nuevo edificio se producirán piezas ultrarresistentes para las turbinas de los líderes mundiales, como Rolls Royce, General Electric, Snecma o Pratt & W.
Este reto ha llevado a la compañía a construir un pabellón de 2.000 metros cuadrados colindante con las instalaciones actuales. La inversión ha superado los 9 millones de euros, presupuesto que incluye la compra de maquinaria de última generación: robótica colaborativa, integración digital, ciberseguridad... Todo un arsenal de industria 4.0 al servicio de las actividades de dos de las compañías del grupo: DMP (aeronáutica) y Zehatz (troquelería). Las instalaciones se inaugurarán el próximo mes y requerirán la incorporación progresiva de veinte trabajadores altamente cualificados.
El objetivo principal del pabellón radica en atender un nuevo nicho de mercado. Egile ya es una referencia para las grandes compañías del sector aeronáutico, dada su excelencia en la mecánica de alta precisión, pero el grupo ha decido dar un paso adelante. La compañía quiere convertirse en proveedor de piezas fabricadas mediante superaleaciones, una labor que dada su extrema complejidad –un fallo puede provocar la caída de un avión– se la reservan los propios fabricantes de motores.