2015-10-02
La economía vasca y con ella sus empresas han tenido que enfrentarse durante estos últimos años a una crisis sin precedentes por su intensidad y duración. Una crisis de la que estamos apenas iniciando una tímida y lenta recuperación y que, junto al recuerdo de los sacrificios pasados, nos deja también algunas lecciones pero, sobre todo, muchos retos.
El más urgente de esos retos será recuperar lo perdido en términos de actividad, empresas y empleo, pero el más importante adaptarnos con celeridad a un mundo en transformacióncaracterizado, en primer lugar, por la existencia de un único mercado global donde sólo nos cabe ser crecientemente competitivos para seguir existiendo y, en segundo lugar, por una continua revolución científico-tecnológica que cambia cada poco nuestros parámetros y viejos esquemas. Todo ello en un universo cada vez más digital e interconectado donde cualquier suceso puede impactarnos de inmediato y con la incertidumbre como permanente compañera de viaje.
Los nuevos tiempos van a implicar para todos nuevas exigencias, nuevas formas de pensar y de actuar siempre en busca de las mejores oportunidades. Oportunidades que en el caso del País Vasco van a estar muy ligadas a nuestra industria y al esperado incremento de la demanda de bienes y servicios que se está produciendo muy especialmente en los países emergentes. La industria ha sido siempre para nuestra Comunidad sinónimo de crecimiento, dinamismo y desarrollo y lo puede seguir siendo, si sabemos acertar en el impulso y el ritmo que demos a nuestra participación en la carrera hacia la cuarta revolución industrial que ya está en marcha, hacia la reindustrialización de la que hemos tenido oportunidad de hablar esta misma semana en la Jornada organizada al efecto en Bilbao.
Esfuerzos alineados
En el esfuerzo colectivo que requeriremos para afrontar este nuevo patrón de crecimiento y de competencia global, será básico contar con empresas tecnológicamente avanzadas, internacionalizadas, innovadoras, con visión y empuje, con la masa crítica suficiente para explorar el mercado con garantías. Preciso, del mismo modo, seguir incidiendo en lacolaboración público-privada que tan buenos resultados nos dio en el pasado y que a día de hoy sigue siendo asumida por nuestras instituciones como un gran objetivo de país.
Necesitaremos, igualmente, personas que contribuyan con su cualificación, buen hacer y motivación a hacer mejor empresa dentro de empresas que se entiendan cada vez más como un proyecto compartido donde todo suma y el esfuerzo de todos importa. Una empresa y una sociedad con unas relaciones laborales y una negociación colectiva acordes a la envergadura del desafío que se nos presenta y que, desgraciadamente, en el ámbito sectorial son todavía hoy en Euskadi una gran tarea pendiente.
Aportar mi grano de arena a este conjunto de propósitos, así como intentar acercar un poco más el colectivo empresarial a la sociedad y poner en valor su figura y su función, son, precisamente, algunas de las tareas que quiero enmarquen mi recientemente iniciado mandato al frente de Confebask. Confío en tener la oportunidad de trasladar, también a través de este Blog que hoy estreno, las inquietudes, reflexiones y aportaciones que en torno a todo ello vayan surgiendo. Os doy la bienvenida y os invito ya desde este mismo momento a seguirlas, compartirlas o comentarlas.
Gracias de antemano por vuestra receptividad, interés y colaboración.