El sexto informe anual del Observatorio de los ODS se publica en un momento crítico para las sociedades modernas, que enfrentan dos retos importantes relacionados con la sostenibilidad: (1) el diseño de medidas que nos permitan mitigar y adaptarnos a los efectos -muy visibles ya- del calentamiento global, y minimizar los impactos en los sectores más vulnerables de la sociedad; (2) la definición de nuevos modelos socioeconómicos y productivos que nos permitan mejorar la relación con los ecosistemas naturales y construir unas
bases sociales más sólidas y justas para el futuro.
Es decir, debemos resolver el trilema de generar nuevas formas de prosperidad, y cuidar a la vez del planeta y de las personas que lo habitan, sin dejar a nadie atrás. Estos retos, ya de por sí complejos, se han visto magnificados por la concatenación de nuevas adversidades (p. ej. la Guerra de Ucrania y sus consecuencias) que se suman a las anteriormente existentes. A principios de año, el Foro Económico Mundial, en su Informe de riesgos globales, se refirió a este escenario con el término policrisis, un concepto que hemos querido acuñar en el presente informe. Describe una situación en la que chocan riesgos distintos y donde su interdependencia interactúa de forma que el impacto global que provoca supera con creces la suma de cada parte.
