
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Autopistas (NHTSA) de EE. UU y la AAA Foundation for Traffic Safety presentan el primer estudio que realmente cuantifica la relación entre la falta de sueño y el riesgo de tener un accidente con un vehículo con motor. Entre las conclusiones principales se destaca que ponerse al volante después de haber dormido solamente 4 o 5 horas cuadruplica el riesgo de accidente. Según los autores del estudio, eso es comparable a los efectos que el alcohol produce en la conducción.
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