La empresa, que en 2016 tuvo un crecimiento bruto del 12%, recibe 39,7 millones de ayudas públicas pero revierte 43,7 millones en impuestos. En declaraciones a Diario Vasco, Iñigo Oyarzabal, director general de la empresa sin ánimo de lucro, califica de positivo el balance del ejercicio pasado. La plantilla alcanzó las 5.137 personas – de las que 4.236 tenían alguna discapacidad–, dentro de un escenario de sostenibilidad económica, que resulta clave porque «garantiza que los puestos de trabajo que creamos y gestionamos se mantengan en el tiempo. Además, nos permite reinvertir los márgenes que generamos para seguir cumpliendo la misión del grupo, que no es otra que crear puestos de trabajo para personas con discapacidad».
La cifra de beneficios superó los ocho millones de euros, algo más que en 2015, cifras importantes que «nos dan seguridad para el futuro». El 16% de los ingresos de Gureak proceden de las aportaciones públicas, y el 84% de la facturación de los servicios.
En cuanto a las inversiones, en 2016 se destinaron 13 millones de euros a instalaciones y maquinaria, de los cuales el 10% (1,3 millones) se dedicó a la adaptación de nuevos puestos de trabajo para personas con discapacidad.