“No tenemos intención de anular el acuerdo de empleo firmado con el gobierno vasco porque lo necesitamos con urgencia”

En una entrevista con Europa Press difundida durante este pasado fin de semana, el presidente de Confebask Roberto Larrañaga ha recordado que el Acuerdo por el Empleo y la Cualificación 2018-2020 firmado recientemente con el Gobierno Vasco pretende dar respuesta a la “urgente necesidad que tenemos las empresas vascas de dotarnos de personas en número y cualificación necesaria a corto y medio plazo”.

Larrañaga recuerda que tal y como se detalla en el último estudio de Confebask siete de cada diez empresas reconocen dificultades a la hora de contratar. A partir de ese análisis, y ante la “necesidad de casar la demanda de las empresas con la oferta” se iniciaron conversaciones con el Gobierno Vasco.

“Aquí lo importante – añade Roberto Larrañaga – es que podamos emplear a todo aquél  que esté desempleado, y no se puede supeditar eso, que es el fondo de la cuestión, a las formas”, máxime cuando Confebask ya había mostrado en reiteradas ocasiones su intención de trasladar a la Mesa de Diálogo Social algunos de los aspectos de ese acuerdo, incluso antes de que CCOO y UGT anunciaran su renuncia a seguir participando en ese foro.

 “Por nuestra parte – concluye el presidente de Confebask - no tenemos ninguna intención de anular el acuerdo ni tampoco de hacer autocrítica en las formas, porque nuestra voluntad nunca ha sido  la de apartar a nadie. Yo me quedo con el fondo antes que con las formas, y no vamos a esperar a nadie porque no podemos esperar: lo vamos a ir haciendo porque lo necesitamos con urgencia. Pedir su revocación es un disparate”.

En la entrevista, publicada en varias tomas durante el fin de semana, Roberto Larrañaga también se ha referido entre otras cosas, al final de ETA – manifestándose en la misma línea de la nota oficial de Confebask publicada el 4 de mayo – y a la posible aprobación de los presupuestos generales del estado. Sobre esta última cuestión Larrañaga ha afirmado que ojalá se aprobaran “si son buenos para Euskadi”, porque “los empresarios nos movemos mejor en entornos estables y con presupuestos firmados que sin ellos. En todo caso, las negociaciones corresponden a los políticos y a nosotros no nos toca hacer valoraciones políticas”.