“Qué quieren y qué esperan las empresas vascas de los jóvenes”

Por Jon Bilbao, director del Departamento Jurídico Laboral de Confebask

2016-10-21

Jon Bilbao durante su intervención en Prestik

Ha sido impresionante la cantidad de jóvenes que se podían ver en la Feria de Empleo DEMA que se celebró en Portugalete el pasado 20 y 21 de octubre.

Confebask había sido invitada a desarrollar el tema del enunciado y hubo que cambiar varias veces de sitio para dar cabida al enorme aforo de jóvenes que siguió la exposición, habría que añadir, con toda la atención del mundo.

En nuestra charla empezamos por comentar los datos que se desprenden de la encuesta que sobre necesidades de contratación en 2016 hicimos hace unos meses a unas 1000 empresas vascas. Incidimos en los datos que se pueden consultar en esta misma página: que en 2016 aparecerían más de 25.000 oportunidades de empleo, que 3 de cada 4 de las mismas serían para cualificaciones altas o medias, que cinco de los ciclos de FP acapararían el 70% de los puestos o que las empresas vascas contratan en función de los que llamábamos el triángulo de oro: actitud, experiencia y cualificación. Intentamos recalcar que la actitud es el primero de los elementos de la selección entendiendo por tal la responsabilidad, la adaptabilidad y, en general, la actitud positiva hacia el trabajo.

Si éstos son los elementos que facilitan encontrar un puesto de trabajo aquí y ahora, a continuación intentamos compartir con los jóvenes cuales van a ser, a nuestro juicio, las claves de las que va a depender el desarrollo de la vida profesional.. Pues bien, apoyándonos en los hábitos de los propios jóvenes como consumidores de, por ejemplo, móviles o videojuegos, llamábamos la atención sobre cómo los  propios jóvenes buscan en estos productos, y en casi todos, fundamentalmente dos elementos: nuevas aplicaciones y un precio razonable.

Esta tipología de demanda requiere para las empresas un esfuerzo de constante innovación y también constante contención de costes. Este reto doble solo es posible uniendo fuerzas. Es por ello que cada vez más se van a requerir empresas colaborativas, no confrontativas, que van a exigir a sus empleados implicación en el proyecto empresarial; una implicación que solo es posible en contextos de confianza que ha habido que generar por parte de la empresa a través de información abundante y veraz, una gestión transparente y una creciente participación de los empleados.

Esta persecución constante de la innovación exigirá de las empresas y de las personas que trabajan en ellas una gran capacidad de adaptación al cambio y  la necesidad de cualificación permanente que conlleva. Ambos aspectos, adaptación y cualificación permanente van a ser la llave del progreso profesional y de ambas va a depender, tanto el acceso a una retribución equivalente como la estabilidad en la empresa y/o en el mercado de trabajo.

Animábamos a nuestro auditorio a estar atentos a estos vectores porque les van a servir tanto para progresar profesionalmente como para evaluar si la empresa en la que prestan sus servicios es o no un buen entorno laboral.

Desde una perspectiva todavía más general, intentamos compartir con el auditorio cómo la transformación que ha experimentado el mundo en las últimas décadas está en el origen de estos cambios a los que se ven sometidas las empresas y las personas que forman parte de las mismas. Y en esa transformación mundial aparecen dos vectores omnipresentes: el desarrollo tecnológico y la globalización del planeta que ha creado un solo mercado donde antes existían tres bloques aislados.

Como colofón, insistíamos en que, antes y ahora, quien entienda la dinámica del tiempo que le toca vivir y se prepare adecuadamente tendrá grandes oportunidades profesionales que, especialmente para un joven, pasaran por el dominio de los dos lenguajes básicos: el digital para un mundo tecnológico y el inglés para un mundo global.