20220730

Nueva vuelta de tuerca a los precios en julio, con una inflación que cada vez afecta a un mayor número de productos y, especialmente, el vestido y el calzado, donde las rebajas apenas se han notado este año. El índice de precios de consumo (IPC) se disparó al 10,8% en el séptimo mes del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística, seis décimas por encima del dato de junio y ya un punto por encima de la cifra de marzo, cuando el Gobierno aprobó el paquete de medidas para contener la inflación. Con ello, los precios alcanzan su máximo ritmo desde septiembre de 1984, lo que significa que los consumidores están tirando de ahorros para mantener un nivel de consumo creciente. La inflación está cada vez más extendida por todo tipo de productos, ya que el incremento de los costes de la electricidad y de los carburantes (que, si bien es mas atenuado que en los meses anteriores, sigue siendo muy significativo) se está repercutiendo a numerosos bienes de consumo, como es el caso de la cesta de la compra. Hay que tener en cuenta que la industria alimentaria ha sufrido una fuerte subida de costes, dado que al incremento de los precios del transporte hay que sumar también los pesticidas y abonos, entre otros. Además, los establecimientos ligados al turismo (hoteles, restaurantes, determinadas tiendas...) también están incrementando precios, ante rápida recuperación de los visitantes, especialmente los internacionales, que empieza a desbordar a la oferta.

 El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha afirmado que Euskadi afronta la actual incertidumbre con "evidente prudencia y cautela", y tratando de amortiguar los efectos de la inflación en la ciudadanía, pero "desde una situación económica sólida". En una rueda de prensa en Bilbao para presentar el Informe Anual de la Economía Vasca 2021, Pedro Azpiazu ha subrayado que la incertidumbre "sigue siendo notable", más aún, a raíz del "miedo" a un corte del gas ruso a Europa y ha indicado que ese "hipotético suceso", en caso de producirse, no se sabe la dimensión del mismo. Por ello, cree que hay que estar preparados y el Gobierno vasco "ya está tomando las medidas necesarias para estar en las mejores condiciones si eso sucediera". Azpiazu ha apuntado que el "punto más preocupante" es la inflación y ha recordado que en 2021 la "pujante" salida de la crisis pandémica vino acompañada de subidas de precios de las materias primas en los mercados internacionales que eran el resultado de la "incapacidad de la oferta de hacer frente a la creciente demanda". Según ha subrayado, esta subida de precios se ha acelerado "notablemente" a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el último dato disponible (junio) sitúa la tasa de variación anual del IPC de Euskadi en el 9,6%, la del Estado en el 10,2% y la de la zona del euro en el 8,6%. "Son cifras muy elevadas, que no está claro que hayan tocado techo y que nos retrotraen a situaciones vividas en crisis anteriores y que pensábamos que habíamos dejado atrás", ha añadido.  Ver discurso Pedro Azpiazu. 

Las ventas de las empresas no financieras de Gipuzkoa han crecido un 17,4% hasta junio respecto al mismo periodo del año pasado y un 18% en relación al primer semestre de 2019. Una fortaleza que se asienta más en el mercado exterior que en el interior, aunque ambos tiran con fuerza, con un aumento del 19,4% y del 17,3%, respecticamente, si se compara con el año prepandemia. Según el informe de la Diputación, las ventas crecen respecto al año pasado en todos los sectores, aunque lo hace con más intensidad en la industria y en los servicios, y en relación a 2019 aumentan un 21% en la industria, un 18,9% en los servicios, mientras que en la construcción bajan un 14,8%. El empleo sube un 2,5% interanual, mientras que la retribución media crece un 4%. En la industria lo hace un 4,7%, en la construcción un 3,7% y en los servicios un 3,1%.

CAF ha logrado un resultado neto después de impuestos de 32 millones en el primer semestre, lo que supone un descenso del 22% respecto al año anterior, pese a que ha registrado una mayor actividad y exhibe una cartera de pedidos récord. Los menores resultados se deben, según informó ayer la compañía beasaindarra, a la disminución del margen como consecuencia de la presión inflacionaria, que se ha visto agravada por tensiones geopolíticas, como la guerra de Ucrania, y por el efecto de acontecimientos no recurrentes. Y es que hay que recordar que la firma ferroviaria padeció de lleno la huelga del transporte en España, con la parada de la producción durante casi una semana por la falta de suministros. A eso se añade también la huelga registrada en su filial de autobuses eléctricos (Solaris) por la negociación del convenio colectivo, lo que llegó a afectar a la producción y a la entrega de pedidos, como admitió la propia compañía. Al igual que otras empresas, CAF ha tenido que soportar un incremento significativo en la factura energética, y también una subida de los costes de materiales y salariales, lo que ha incidido en los márgenes. Con todo, señalan que tienen músculo suficiente para darle la vuelta a los resultados en la segunda parte del año, ya que cuentan con una cartera de pedidos en máximos. Ver nota CAF. 

CAF prevé cerrar este agosto la compra de los activos de Alstom, acordada hace 8 meses y con la que reforzará su posición en Francia, un mercado dominado por su gran rival galo. Alstom se vio forzada a desinvertir por exigencia de la UE para autorizar su fusión con Bombardier; y el fabricante español aprovechó la oportunidad y adquirió la planta de trenes de Reichs-hoffen, en la región de Alsacia; y dos plataformas de ingeniería para modelos ya asentados en Europa: el tren Coradia, muy introducido en Francia; y el Talent3, que opera en Alemania. A falta de concretar detalles, el importe ronda 75 millones de euros. En espera de un mejor posicionamiento en el vecino mercado galo, el fabricante de Beasain (Gipuzkoa) logra un récord de cartera de pedidos, según sus datos del primer semestre de 2022: 10.753 millones, un 12% más, claramente dominada por el negocio de trenes (9.826 millones), mientras que los autobuses suponen 927 millones. El grupo que preside Andrés Arizkorreta destaca que el nuevo máximo de pedidos refuerza “la visibilidad futura de la actividad”, y supone un alza en todos los negocios, así como una alta diversificación por segmentos. La cartera está compuesta de manera mayoritaria por encargos de países europeos, no expuestos a las zonas de conflicto bélico.

La economía española está demostrando una fortaleza inusitada en un escenario internacional muy complejo, marcado por la guerra de Ucrania, la crisis energética y unos precios disparados. Así, el Producto Interior Bruto (PIB) creció un 1,1% trimestral entre abril y junio y mantiene su tasa interanual en el 6,3%, según el INE. Se trata del quinto alza consecutivo y se sitúa siete décimas por encima del previsto por el Banco de España. A su vez, cabe resaltar que es el mayor repunte de la Unión Europea y cuatro décimas más que la media de la zona euro, que superó expectativas gracias a la reactivación del turismo en Francia, Italia y España. Por el contrario, Alemania, el gran motor de Europa, se estanca por su mayor afectación a la guerra de Ucrania, avivando los temores de una recesión, como ya está sufriendo Estados Unidos. «Ni la pandemia ni la guerra nos han frenado», presumió ayer el presidente, Pedro Sánchez, quien destacó los «extraordinarios» datos conocidos esta semana de PIB y empleo. La demanda nacional lidera el crecimiento económico español en este segundo trimestre del año, gracias, principalmente, a la fuerte recuperación del consumo de los hogares (pasa de tener un crecimiento negativo a crecer el 3,2%) y al mantenimiento del dinamismo de las inversiones. El tirón del consumo es sorprendente al coincidir con la inflación tan alta registrada a lo largo del trimestre. En cualquier caso, este repunte del PIB obedece en parte a un efecto de normalización de la actividad, especialmente visible en el sector turístico, tras la notable desaceleración del primer trimestre, sobre todo en marzo por el impacto del inicio de la invasión rusa. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arremetió ayer con dureza contra los presidentes del Banco Santander y de Iberdrola, Ana Botín e Ignacio Sánchez Galán respectivamente, por su rechazo a los nuevos impuestos a la banca y a las energéticas que acaban de proponer el PSOE y Unidas Podemos en una proposición de ley conjunta registrada en el Congreso. «He escuchado a algunos dirigentes de bancos, a la señora Botín, al señor Galán, en fin, creo que si protestan es que vamos en la buena dirección», proclamó en su tradicional comparecencia en La Moncloa para hacer balance del curso político. De hecho, Sánchez aprovechó una de las preguntas relacionadas con el nuevo gravamen para señalar directamente a la presidenta del Santander y el de Iberdrola. Es más, apostilló «que son los mismos que protestaron y dijeron que subiendo el salario mínimo y con la reforma laboral se iba a caer España, y ha sucedido todo lo contrario». Según la proposición de ley que presentaron el jueves en el Congreso, el Ejecutivo propone gravar temporalmente con un tipo del 4,8% los intereses y las comisiones netas de las entidades financieras con ingresos superiores a los 800 millones de euros, y con un tipo del 1,2% las ventas totales de las energéticas que facturen más de 1.000 millones al año, así como una sanción para aquellas compañías que trasladen el impuesto a los usuarios. Sánchez no se quedó aquí y criticó las «declaraciones bastante desafortunadas» del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, citando al dramaturgo Bertolt Brecht para oponerse a estos dos nuevos impuestos. «Primero los judíos, luego fueron los comunistas y luego me tocó a mi», dijo. El presidente del Gobierno le respondió que «el sufrimiento de muchos conciudadanos de clase media trabajadora no puede ser la alegría de unos pocos».

Es el sentimiento generalizado que según admitían ayer dos vicepresidentes de CEOE, Lorenzo Amor y Miguel Garrido, se extiende en la patronal «desde el presidente Antonio Garamendi al último miembro de los órganos de gobierno de la institución», según Amor. Ambos aseguran que en la patronal se entiende claramente el cambio de rumbo en el Gobierno y el anuncio de nuevos impuestos como «una deriva populista por intereses partidistas». Garamendi advirtió el pasado mes de junio a los socios de CEOE que el impuesto anunciado a las eléctricas se extendería a otros sectores y llamó a cerrar filas. En las últimas 48 horas, el Gobierno ha pasado de pedir a los empresarios que «arrimen el hombro» con las consecuencias de la inflación a demandar solidaridad a energéticas y banca por sus beneficios caídos del cielo o, directamente en el caso de las entidades financieras, recordarles como hizo el portavoz parlamentario Patxi López «el rescate de 60.000 millones de euros» de la pasada década como justificante del nuevo impuesto extraordinario de 3.000 millones a comisiones e intereses en los próximos dos años. «La medida tiene peligro porque ahuyentará inversores, va en sentido contrario al que debería tener una respuesta a la inflación y trata de poner a la opinión pública en contra de los empresarios», explica Garrido, presidente de los empresarios madrileños. Garrido es coincidente en este sentido con Josep Sánchez Lliure, presidente de la patronal catalana Foment del Treball y vicepresidente de CEOE, quien el pasado jueves apuntó que la deriva del Gobierno «ha ampliado el efecto perjudicial a la imagen reputacional y credibilidad del país».

El consejero de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha cargado contra el impuesto temporal a la banca diseñado por el Gobierno. El consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, explicó que según las primeras estimaciones, la entidad desembolsará entre 400 y 450 millones en 2023 a cargo del ejercicio 2022. Y al igual que el resto de ejecutivos bancarios que se han venido pronunciando estos días sobre el nuevo gravamen rechazó la tasa. “Valoramos que la medida es equivocada. Lo es por tres motivos: es una medida injusta, distorsionadora y contraproducente”, valoró. El ejecutivo de CaixaBank aludió a la baja rentabilidad media del sector, que todavía no cubre el coste del capital, situado en torno al 10%. “No es cierto que las entidades financieras están teniendo unos resultados extraordinariamente elevados. La rentabilidad media del sector en los últimos 12 meses es del 5,37%”. Por otro lado, Gortázar consideró injusto que el impuesto solo se aplique a las entidades que sumen al menos 800 millones entre comisiones netas y margen de intereses en el ejercicio 2019. En ese sentido, apuntó a una distorsión de la competencia. “Competimos en todo el territorio español, a veces con entidades locales que tienen una presencia muy fuerte, pero no llegan a ese umbral de los 800 millones. También con la banca extranjera que como no llegan a ese requisito no estarán sujetos. No tiene sentido económico y de competencia alguno”, expresó.

BBVA ha cerrado un primer semestre del año con magníficos resultados, que le han permitido obtener un beneficio de 3.001 millones de euros, lo que supone un aumento del 57% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La actividad del banco vasco no ha sido sin embargo lineal y hay importantes diferencias en función del área geográfica donde opera. Así, los resultados más brillantes y cuantiosos los ha obtenido en México, país que es en estos momentos la principal área de negocio de la entidad financiera que preside Carlos Torres. «Estos sólidos resultados han sido posibles gracias a la positiva evolución de los ingresos, impulsados por el crecimiento de la actividad y al buen comportamiento de los indicadores de riesgo. Todo ello, a pesar de aplicar la contabilidad por hiperinflación en Turquía», señaló ayer el consejero delegado de la entidad, Onur Genç. Al igual que ha sucedido estos días con las empresas energéticas, BBVA también ha transmitido a través de su cuenta de resultados trimestral que las principales máquinas de generar dinero no se encuentran en España, sino en el exterior; y que el dinamismo de la economía nacional es bueno, pero inferior al de otras latitudes del mundo. Una situación que contrasta y choca con los mensajes lanzados por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la existencia de beneficios extraordinarios obtenidos por banca y energéticas en España, la base para plantear el denominado ‘impuestazo’ que se tramita ya en el Congreso. «No es bueno para España, al margen del impacto que tenga en BBVA», dijo el consejero delegado, tras indicar que las últimas estimaciones apuntan a una merma del beneficio neto en torno a los 250 millones de euros. «No descartamos la alternativa judicial», advirtió ante un supuesto recurso de la ley que pueda aprobar el Parlamento.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, mostró ayer su sorpresa e indignación para con el Gobierno central al explicar que la propuesta del pretendido impuesto extraordinario a la banca y las compañías energéticas, con el que se aspira a recaudar 7.000 millones en dos para dar soporte a las medidas contra la crisis energética, deja completamente fuera de juego a Euskadi. De hecho, apuntó Azpiazu, tal y como está planteado el País Vasco no vería «ni un euro» de esa figura, que, en contra de lo que se daba por hecho, «esquiva el Concierto Económico», dijo. «Justificando la medida en los beneficios obtenidos por las empresas del sector financiero y energético, adoptan unas decisiones que curiosamente califican de no tributarias, con el resultado de que Euskadi no recaude ni reciba ni un euro de dichos recursos aunque éstos sean pagados por empresas con domicilio en Euskadi», denunció. «Consideramos que ignorar el Concierto Económico no es aceptable, esperemos que en la tramitación parlamentaria se subsane esta cuestión», remachó, para insistir en que «han calificado algo como no tributario cuando técnicamente lo es».

Las compañías estrella de la Bolsa española siguen desafiando la incertidumbre económica y la elevada inflación con unos resultados que se mantienen en niveles récord pese al fuerte impacto de los atípicos a nivel global. Excluyendo a Naturgy, Solaria, Inditex y Siemens Gamesa, que no han presentado resultados o tienen un ejercicio fiscal diferente, los grupos del Ibex ganaron 27.967 millones de euros en el primer semestre del año. Con los datos disponibles hasta ahora, y suponiendo que la composición del selectivo fuera la misma, las ganancias son un 61% superiores a las de 2019, antes de la pandemia. La fortaleza se apoya en los excelentes resultados de las siderúrgicas (ArcelorMittal y Acerinox), petroleras (Repsol) y energéticas por el alza de precios y la demanda; el tirón de la banca, que reduce provisiones y sube márgenes; y la mejora de los grupos turísticos, que han vuelto a números negros o reducido con fuerza las pérdidas. ArcelorMittal cerró su mejor semestre en dos décadas y lidera el ránking de beneficios tras ganar 7.926 millones por el alza del acero y la mayor demanda. Acerinox triplicó el beneficio, hasta 609 millones, anotando el mejor semestre de su historia, y la petrolera Repsol duplicó el resultado (2.539 millones) gracias a la subida del crudo y ya gana más que en todo 2021. Iberdrola elevó las ganancias un 35,5%, hasta 2.075 millones, impulsada por el negocio internacional. Endesa subió el resultado neto un 10% (916 millones), gracias a la venta de activos, y Acciona Energía ganó 390 millones, un 155% más. En banca, que ahora se beneficiará de las subidas de tipos, Santander disparó las ganancias un 33%, hasta 4.894 millones, y podría cerrar el año con beneficio récord. BBVA ganó 3.001 millones, un 57% más, y Banco Sabadell elevó el resultado un 78%.

Julio cierra con dos semanas históricas para los bancos centrales. Sorpresa del BCE estrenándose tras 11 años, con una subida de tipos de 50 puntos básicos (los analistas apostaban por solo 25 puntos básicos), mientras la Reserva Federal (Fed) cumplía el pasado miércoles el guion con alza de 75 puntos básicos: cuatro subidas en el año y un precio del dinero en el 2,5%. Y al día siguiente, se conocía que Estados Unidos ya estaba en recesión técnica con la caída de su PIB en dos trimestres consecutivos. ¿Casualidad? No, para Keith Wade, economista jefe de Schroders: “La rigidez del IPC general se podría mantener, ya que la inflación del sector servicios tardará en moderarse. En consecuencia, los riesgos se inclinan todavía hacia la necesidad de que la Reserva Federal genere una recesión para controlar la inflación”, explica. Una idea que comparte Tiffany Wilding, economista para América del Norte de la gestora Pimco: “La inflación en gran parte del mundo ha sido más persistente de lo que muchos banqueros centrales preveían. Esto ha suscitado la preocupación de que pueda ser necesaria una recesión –y no solo un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia– para restablecer la estabilidad de los precios”, indica.

El euríbor a 12 meses ha cerrado julio con una media mensual del 0,992%, por encima del 0,852% registrado en junio, con lo que continúa la tendencia de subidas que inició a principios de 2022, si bien los datos muestran que el indicador ha ralentizado su avance en el último mes. La subida es de casi 1,5 puntos respecto a hace un año, cuando se situó en una media de -0,491%, lo que representa el mayor incremento interanual registrado hasta la fecha. Sin embargo, ha dado leves muestras de moderación en su crecimiento a lo largo de este mes, pues tras marcar en junio la mayor subida mensual de su historia, en julio solo ha avanzado 0,14 puntos. El valor diario más alto tuvo lugar el 22 de julio, tras el anuncio del BCE de subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, el doble de lo previsto. Ese día, se situó en el 1,2%. Sin embargo, las jornadas posteriores se desinfló. Con una media mensual de julio del 0,992%, una persona que tenga contratada una hipoteca variable a 30 años de 150.000 euros y con un diferencial del 0,99% más euríbor, sufrirá un aumento de su cuota de 100,77 euros, es decir, pasaría de pagar 448,72 euros al mes a abonar 549,49 a partir de la revisión, lo que equivale a un incremento de 1.209,24 euros anuales. Los expertos estiman que como se espera que el BCE siga subiendo los tipos de interés para contener la inflación, el euríbor se mantendrá al alza, al menos, hasta final de 2022.

MásMóvil facturó en los seis primeros meses del año 1.443 millones de euros, un 37% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. La operadora de telecomunicaciones cierra con esta fuerte progresión su periplo en solitario, antes de su fusión con Orange España, cerrada recientemente. Su socio en la operación, Orange, ha tenido un comportamiento peor, con un retroceso del 4% en los ingresos. Sin embargo, sigue disponiendo del mayor negocio, de 2.265 millones de euros, según la información ofrecida el jueves. MásMóvil informó ayer de que sus ingresos por servicios aumentaron un 39% en el primer semestre y lo hicieron, orgánicamente, un 5%, hasta alcanzar los 1.324 millones. La compañía de telecomunicaciones registró un aumento del 43% del ebitda ajustado en este mismo periodo, hasta los 540 millones de euros, mientras que el margen alcanzó el 37%, casi dos puntos más que el reportado en el mismo periodo del año pasado. El consejero delegado del Grupo MásMóvil, Meinrad Spenger, explicó que en el primer semestre la empresa fue capaz de añadir 420.000 servicios de banda ancha y móvil pospago.

Los establecimientos de Hoteles de Gipuzkoa comienzan a recuperar el pulso después de dos veranos marcados por las limitaciones propias de la pandemia. Tras un «buen» mes de julio, en el que la ocupación se ha situado entre el 85 y el 90%, las previsiones para agosto «indican que esos niveles de ocupación se mantendrán», aseguran desde Adegi, la asociación de empresas de Gipuzkoa. De esta manera, la ocupación en los hoteles del territorio en estos dos primeros meses de verano han recuperado «niveles similares a los de 2019». Sin ir más lejos, varios establecimientos de Eibar, como es el caso de Unzaga Plaza y Arriarte, tienen colgado el cartel de aforo completo desde hace días para el mes que está a punto de comenzar. Entre tanto, el sector celebra la «progresiva recuperación» del turista internacional y el retorno de los viajeros de determinados países emisores, especialmente extracomunitarios, que «tiene recorrido para situarse en los niveles prepandemia». En ese sentido, aseguran que Gipuzkoa, cuya expansión hotelera ha superado por primera vez las 13.000 plazas tras ganar 1.634 camas desde que estallara la crisis sanitaria, mantiene patrones de estacionalidad superiores al del resto de territorios de Euskadi, al concentrar la ocupación, fundamentalmente, durante este periodo de vacaciones.

El sindicato LAB ha alcanzado un preacuerdo para renovar el convenio colectivo de estaciones de servicio de Gipuzkoa, tras más de dos años y medio de negociaciones, según informó ayer la central en un comunicado. El citado preacuerdo contempla una vigencia entre 2020-2024 con ultractividad indefinida, incrementos salariales del IPC para todos los años de vigencia, actualización de licencias retribuidas y un plan de igualdad. El preacuerdo, que se ratificará en el mes de septiembre con la firma del convenio colectivo, «permite recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores del sector desde el año 2020 y garantizarlo hasta el año 2024», explicó el sindicato. LAB valoró el pacto en el que «se da un paso importante en la lucha contra la precariedad», en un sector que durante la pandemia «fue declarado como esencial».

Centros comerciales, oficinas de bancos y empresas, negocios, hoteles y transportes públicos no podrán poner el aire acondicionado a menos de 27 grados centígrados. Y cuando llegue el invierno, la calefacción no deberá superar los 19. Esta restricción de las temperaturas es la acción más relevante incluida en el decreto-ley que el Consejo de Ministros aprobará este lunes, un plan de ahorro energético anunciado ayer por Pedro Sánchez que supondrá la traslación a buena parte del sector privado, así como a instalaciones de uso público, de las medidas que la Administración tienen en vigor desde mayo. El objetivo: reducir un 7% el consumo de energía, como exige a España la Comisión Europea. Por cada grado que se sube o baja la temperatura más allá de las referencias señaladas, el consumo de electricidad aumenta entre un 5% y un 7%. De ahí la decisión adoptada por el Gobierno central, que, también con la vista puesta en el control de la temperatura, impondrá a los comercios que mantengan las puertas cerradas para evitar el despilfarro de frío o, en su momento, de calor. «No hay más que pasarse por un centro comercial para ver que la temperatura está demasiado baja», señaló Pedro Sánchez en la comparecencia con la que cerró el curso político, en la que no concretó las medidas que incluirá el decreto. Algunas de ellas, sin embargo, se filtraron de forma no oficial a lo largo de la tarde.

Toca ahorrar energía. Y toca hacerlo desde ya. Es la consigna general en toda Europa a la luz de la amenaza rusa de cortar el suministro de gas de manera permanente y también al calor de los precios en los que se mueve el gas en los mercados internacionales. Precisamente el calor, al menos el artificial, es el que habrá modular cuando antes. Igual que la refrigeración y el aire acondicionado. También en Euskadi. Así lo defendió ayer la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, quien detalló que su departamento ha propuesto al conjunto de las administraciones vascas una serie de medidas a aplicar en absolutamente todos los edificios públicos a partir del mes de septiembre. Entre esas medidas destacan las relativas a la calefacción y el aire acondicionado, que el Ejecutivo aconseja a Diputaciones y ayuntamientos situar en 20 grados en invierno y en 25 en verano, respectivamente. «Es una recomendación, no es una obligación ni el incumplimiento es sancionable», apuntó la consejera, que a renglón seguido dejó claro que en esa batalla por el ahorro y la eficiencia energética son las administraciones públicas las que «han de dar ejemplo». Un aviso bien claro para cualquier navegante.