20240227

La emoción quebró la voz de uno de los discursos de ayer en la entrega de los premios anuales ‘Euskadi Avanza’ organizados por El Correo y el Banco Sabadell. Y es que detrás de la piel del empresario, muchas veces endurecida por el esfuerzo y los malos momentos, la pasión sigue siendo el principal motor que impulsa un proyecto que trasciende lo profesional para comprometer lo vital. El acto celebrado en el Museo Guggenheim sirvió para reconocer cuatro iniciativas y trayectorias de la empresa vasca que reflejan fielmente la idiosincrasia de su industria. Los cuatro galardonados han fabricado piezas estratégicas que vuelan a diario a 10.000 metros de altura en un Airbus, llevan energía a hogares en más de 175 países, fabrican piezas de un tren del AVE o mejoran el rendimiento de deportistas de élite. Herdit Tecnología ‘made in Euskadi’ sobre raíles, premio Pyme del año: Con una cartera de clientes puntera e internacional, los productos de Herdit llevan el ‘made in Euskadi’ por medio mundo. Especializada en componentes metálicos de alta complejidad, está en la cadena de proveedores de firmas como Talgo, CAF, Stadler, Alstom o Siemens Gamesa. «Podemos decir con satisfacción que una parte de los trenes de alta velocidad que circulan por el mundo y que han sido ensamblados en Euskadi cuentan con componentes fabricados en Vitoria», presume su directora general, Marta Barredo. Iñaki López Gandásegui, el profesional que se transformó en empresario, premio Trayectoria: Iñaki López Gandásegui representa con fidelidad los rasgos más clásicos del empresario vasco. Austero, discreto, entregado a la misión de hacer crecer su proyecto empresarial sin barreras horarias, amante de la industria y aglutinador de un equipo directivo que le ha seguido con fidelidad durante décadas, ha demostrado con creces el compromiso con la tierra en la que nació y en la que ha vivido. Tiene todos los rasgos que permiten identificar ese atributo que se denomina liderazgo. Arteche, toda una vida transformando el futuro, premio Empresa del año: una aventura que comenzó en un taller de la calle Gordóniz de Bilbao, en 1946, gracias al empeño de Aurelio Arteche, el primero de la saga en la empresa familiar. Hoy es una compañía con presencia en 175 países, 13 centros de producción y más de 2.500 trabajadores. Un largo viaje que rebasó fronteras en 1979 con el inicio de sus exportaciones y que supera ahora los 300 millones de euros de facturación, en un crecimiento constante que ha pasado por la compra de compañías y sigue explorando nuevos campos. Emen4Sport,  ciencia para lograr la mejor versión de cada deportista, premio Novel: La carrera como futbolista de Oskar Tabuenka, que debutó en el Athletic en 1990 con 19 años, se vio lastrada por las frecuentes lesiones que le obligaron a colgar las botas al de una década. Esa dura experiencia le marcó y fue de la que surgió la idea de crear lo que hoy es Emen4Sport. «Salió en una conversación con mi socio, Andoni Igartua. Queríamos dar un servicio integral a deportistas que no tienen a su alcance una estructura médica como la de los grandes clubes deportivos para que puedan mejorar su rendimiento y conseguir su mejor versión», explica Tabuenka, fundador y CEO de la compañía.

A pesar de todas las incertidumbres que rodean al sector automovilístico en plena revolución por la llegada del coche eléctrico, el fabricante vasco de componentes CIE Automotive cerró en 2023 un nuevo año histórico. La compañía firmó un crecimiento de sus beneficios del 7%, hasta alcanzar un nuevo récord de 320 millones de euros gracias a unas ventas que alcanzaron los 3.959 millones. La buena marcha de Europa y América tiró de la compañía, que anuncia inversiones de 1.500 millones en los próximos dos años para compras de empresas. Los datos revelan una rentabilidad del 8%. Es decir, de cada 100 euros que facturó 8 se convierten en beneficio neto. Es uno de los ratios más elevado del sector y se apoya en una importante diversificación de mercados. CIE cuenta con plantas en 16 países que le dan presencia y cercanía a los grandes fabricantes de Europa, América del Norte y del Sur, India y China. Esta apuesta le permite amortiguar caídas locales de la actividad. Así, el año pasado China registró una frenazo en las ventas del 20% para la empresa vasca. En cambio, en Estados Unidos y México crecieron un 14%, por un 12% en Europa. El mercado europeo de la automoción, a pesar de la desaceleración económica vivida en 2023 y la subida de costes de la financiación por los altos tipos de interés, se comportó con gran fortaleza, con un crecimiento de casi el 13% en el conjunto del sector. Eso permitió elevar las ventas de CIE Automotive hasta los 1.426 millones, 500 más que en el ejercicio anterior. En total, Europa representa el 36% de las ventas de la compañía; el siguiente mercado es el de México y Estados Unidos, con 31,1% (1.233 millones); seguido de India con un 15% y 617 millones.

Las ventas de la cadena de supermercados BM en 2023 rebasaron por primera vez los mil millones de euros. Una barrera psicológica superada gracias a la expansión que vive la marca adquirida por el fondo inversor francés, Pai Partners. El pasado año se incorporaron once nuevas aperturas y el idilio con Madrid crece al asentar allí ya más de un 25% de su red comercial, tras la reciente adquisición de la cadena Super Hiber. La marca madrileña aportará 31 tiendas que se suman a las 11 aperturas del año pasado y las ocho previstas para este 2024. La subida de precios también ayudó, como en todo el sector en el que la compra acumuló en 2023 un incremento medio del 11,8%. La cifra, eso sí, es superior al 8,8% en que aumentaron las ventas de Uvesco, el grupo en que se enmarca la cadena BM. El presidente de la compañía, José Ramón Fernández de Barrena, explicó ayer en la presentación de estos datos que la tensión de los precios sigue presionando al beneficio de la empresa, que destinó el año pasado un total de 28 millones a descuentos y promociones para aliviar las subidas de precios. Fernández de Barrena también se refirió a las protestas de ganaderos y agricultores. «Tienen razón», dijo, y denunció las «trabas» que encuentran en su labor porque suponen un encarecimiento de costes que «les debilita para competir con productos que vienen de fuera». A este respecto, indicó que BM adquirió el año pasado productos locales por valor de 248 millones. La expansión es la gran apuesta de la cadena que acaba de adquirir 31 tiendas en la Comunidad de Madrid al comprar la marca Super Hiber. BM espera hacer la integración –permisos del regulador incluidos– para antes del verano. Las nuevas superficies se unirán a las 11 aperturas realizadas en 2023: cuatro en Madrid, tres en Azkoitia, Vitoria y Pamplona, y cuatro nuevas franquicias en Gipuzkoa, Bizkaia, Cantabria y Aragón. Unas acciones que supusieron una inversión de 36,5 millones. Para este año, la carrera de aperturas seguirá con otros 36 millones y ocho nuevos establecimientos: uno en Gipuzkoa, otro en Navarra, dos en Bizkaia y cuatro más en la Comunidad de Madrid, que centrará ya el 26% de la red de 280 tiendas de la marca fundada por la familia Fernández de Barrena.

La estabilidad no es precisamente el atributo más destacado de la compañía Siemens Gamesa en los últimos años. La rotación en las primeras líneas ejecutivas ha sido una constante desde la fusión en 2017. Ahora han sido tres altos ejecutivos los que han abandonado la compañía. Hace algunas semanas se conocía la salida de dos responsables de la división de servicios. Uno de ellos es Juan Gutiérrez, hasta ese momento máximo responsable de esa división del negocio que se ocupa del mantenimiento y la reparación de parques eólicos. El encargado de esa división para Europa, Juan Suarez, también ha abandonado la firma. La multinacional que tiene su sede en el País Vasco hizo público ayer el último relevo en el organigrama. En este caso ha sido Frank Coetzee, que hace apenas un año fue nombrado máximo responsable mundial de recursos humanos. Su lugar, según anunció ayer el consejero delegado de la compañía en un comunicado interno, será ocupada ahora por Kirsten Schütz, que era la número dos de recursos humanos del grupo Siemens Energy. Por otra parte, la empresa admitió ayer que los avales públicos que le ha concedido el Gobierno alemán para reforzar su estructura financiera no serán gratis. Tendrán un coste estimado de 100 millones de euros anuales que la empresa deberá abonar a la Administración germana. Como ya es conocido el Gobierno alemán aceptó conceder avales al holding Siemens Energy por un importe de 7.500 millones de euros. La empresa aclaró que estos avales son necesarios para afrontar la financiación de la cartera de pedidos que tiene la multinacional, en un momento un tanto esquizofrénico.

El consejo de administración de Renfe ha aprobado una actualización del valor de los pedidos de trenes encargados a CAF, Alstom y Stadler por valor de unos 4.000 millones de euros. El operador, tras un informe encargado a Ineco, concluye que los fabricantes tienen derecho a una revisión al alza de los contratos por los sobrecostes de las materias primas y de la energía provocados tras el Covid y la guerra en Ucrania. Según Renfe, el informe de Ineco determina el impacto de la escalada de precios de los componentes en los contratos de CAF para la fabricación de 31 trenes de ancho métrico, seis trenes llamados alpinos, 28 trenes eléctricos de media distancia, 29 trenes eléctricos de Cercanías y las opciones posteriores ejercidas. Con Alstom, la revisión afecta a la fabricación de 152 trenes de gran capacidad de Cercanías y sus opciones. Stadler mejorará el encargo de 24 trenes de gran capacidad de Cercanías (en su versión de 100 metros de longitud) y 35 trenes de gran capacidad (en su versión de 200 metros de longitud), con sus posteriores opciones. Entre los encarecimientos detectados figuran los precios del acero, aluminio, cobre, plásticos, químicos, vidrio y material electrónico, entre otros. La revisión de precios no incluye, según Renfe, los pedidos que la compañía ha realizado a Talgo. En 2021, por ejemplo, Renfe encargó al fabricante español la producción de hasta 40 cabezas motrices para trenes de alta velocidad por un importe global de 281 millones de euros. Estas cabezas motrices permitirán a Renfe formar trenes AVE con las composiciones de coches Talgo transformados en lo que será la nueva serie 107 de Renfe.

Ayer fueron los empleados de banca los llamados a realizar un paro de dos horas, entre las 8 y las 10 de la mañana, en demanda de mejoras salariales. La convocatoria era histórica porque se dirigía de forma simultánea a los 152.000 trabajadores del sector en toda España (80.000 del convenio colectivo de Banca, 55.000 del de Ahorro y 17.000 del de Cooperativa de Crédito), que reivindican una subida acorde a la inflación y a los beneficios récord obtenidos por las entidades. De no tener repuesta a sus demandas, la próxima protesta se llevará a cabo en forma de huelga general de 24 horas en el sector el próximo 22 de marzo. En Euskadi, eran cerca de 4.750 empleados de bancos, antiguas cajas de ahorro y cooperativas de crédito los llamados al paro de ayer. Al margen de esta movilización quedaban los trabajadores de Kutxabank, que recientemente firmó un pacto laboral propio con la mayoría sindical de la entidad que contempla una subida salarial del 5,25% este año. «El seguimiento en las oficinas del País Vasco ha sido masivo, del 90%», explicó Susana García, de la federación de servicios en Euskadi de CC OO, uno de los sindicatos convocantes junto a UGT y el del sector FINE. En el conjunto de España «han cerrado entre un 80% y un 85% de las oficinas», según estimaron fuentes de UGT, que situaron en el 84,7% la media del seguimiento de los trabajadores del sector en el país. No obstante, fuentes de las patronales bancarias rebajaron el nivel de seguimiento de este paro parcial al 21% del total de empleados convocados en España. Los trabajadores piden un incremento salarial acorde a los beneficios récord registrados por las entidades, un alza del 26% el pasado año en el caso de las cotizadas, hasta los 26.088 millones de euros. En concreto, reclaman subidas de entre el 17% y el 23% para el conjunto de los cuatro años que duren los convenios colectivos. Sin embargo, sus respectivas patronales se quedan muy lejos de esas exigencias. La AEB (banca) ofrece un aumento del 8% en cuatro años, mientras que Unacc y Asemecc (cooperativas de crédito) asignan el mismo porcentaje, pero en tres años; por último, CECA (antiguas cajas de ahorro) sitúa el aumento en el 7,5% para cuatro años.

La actividad en el sector de la construcción en Euskadi creció un 6,2% en 2023 respecto al año anterior, con un mayor impulso en la edificación de viviendas, que aumentó un 9,8%, que en la obra civil, dedicada a la construcción de infraestructuras, que creció un 5,6%. Este aumento viene precedido de un mayor incremento en 2022, cuando el sector vasco de la construcción repuntó un 11,1%. El Instituto Vasco de Estadística-Eustat ha precisado que el empleo en el sector creció en 2023 un 0,2%. En cuanto a la evolución en el cuarto trimestre del año pasado, se observa que la actividad creció un 4,5% interanual, con comportamientos positivos tanto de la edificación (viviendas), que ascendió un 4,6%, como de la obra civil (infraestructuras), que subió un 4,3% en relación al mismo trimestre del año anterior. Las plantillas aumentaron un 0,3% en el cuarto trimestre respecto al índice de los tres últimos meses de 2022. 

La construcción de la ‘Y’ ferroviaria vasca sigue quemando etapas y cada vez está más cerca el día en que la estructura que permitirá la llegada del tren de alta velocidad (TAV) a Euskadi pueda estar concluida. Si hace dos semanas el Gobierno Vasco anunció la culminación de los trabajos que ha acometido en Gipuzkoa a través de una encomienda del Ejecutivo central, ayer el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, el irundarra José Antonio Santano, anunció que el Gobierno de Pedro Sánchez finalizará este 2024 tres de los seis tramos pendientes en la plataforma que unirá Bilbao y Vitoria. De esta forma, solo quedarán tres tramos más para concluir toda la plataforma del TAV en Euskadi, que Santano prevé culminar para «el primer semestre de 2025». La finalización de las obras de la plataforma no significará la puesta en marcha de la infraestructura, porque aún faltará la instalación de la superestructura que permite que los trenes circulen (vías, catenaria, señalización...), pero sí que supondrá un hito en unas obras de la ‘Y’ vasca que comenzaron hace casi 20 años. Santano no se quiso pronunciar ayer sobre la fecha concreta en la que el TAV podría circular por Euskadi; lo más que señaló es que «debemos tener la ‘Y’ vasca operativa en esta década». Las previsiones más optimistas apuntan a 2028.

Entrevista a Víctor Martín, presidente de Ateia Euskadi. Visibilidad, formación y talento, estos son los grandes retos que enfrenta el sector del transporte y la logística. "En el País Vasco, al igual que en el resto de la península, la logística y el transporte enfrentan desafíos significativos. La situación se ve complicada debido a problemáticas geopolíticas, como el conflicto en el Mar Rojo, que afecta a la disponibilidad de contenedores para la industria en la CAPV. Además de la guerra de Ucrania, que ha desbaratado bastante la logística tanto a nivel terrestre como aéreo. Es decir, todos los aviones que antes volaban por la zona aérea rusa, ahora tienen que dar una vuelta, con lo cual hay un mayor tiempo de tránsito, más consumo de combustible, se encarecen los productos…, generando una escasez, en todo lo que significa transporte y logística, añadida en Euskadi y en toda España...Nos defendemos con los medios que tenemos, las navieras nos están dando unos precios, casi tan buenos como en el Mediterráneo, con unos tiempos de tránsito un poco más largos, pero contamos con el Puerto de Bilbao, que es bastante dinámico y da un servicio muchísimo más rápido que cualquier otro. Por otra parte, tenemos una serie de retos que son, por ejemplo, la falta de suelo logístico, tener zonas aduaneras, almacenes aduaneros, almacenes ADT. Ahora mismo, hay una escasez brutal, y no sólo está la carencia de esto, sino que lo necesitamos a un precio razonable. Luego hay algo que es muy importante, que a mí me duele sobremanera, y es la invisibilidad que tiene el transitario de cara a las instituciones. Es decir, somos los grandes desconocidos para las instituciones. Eso sí, cuando luego tenemos una pandemia o un problema grave que afecta a la inmensa mayoría de los ciudadanos, enseguida recurren a nosotros, y, he aquí, somos los grandes hacedores de la solución...Estamos teniendo necesidades importantes de personas. No estamos encontrando gente preparada que pueda dar ese salto al mundo de la logística, y que cubra el relevo generacional, que lastimosamente a muchos nos está llegando. En cuanto a la formación, no hace mucho ha habido una serie de centros educativos que están dando formación profesional de cara a cubrir estos puestos de trabajos, aunque vamos tarde. Echamos mucho de menos la colaboración, por ejemplo, con la Universidad, así como en otros países hay licenciaturas de agentes transitarios, como en Alemania, yo lo echo de menos en este país. Ahora mismo hay una falta de vocación, absoluta y es una pena, porque es un sector, como he dicho antes, que siempre va a necesitar personal. Aquí no hay paros..."

Artículo de Luis Ramón Arrieta: "...Somos un caso único en el mundo occidental. Ningún país sufrió como nosotros y durante tantos años (casi seis décadas) el impacto negativo del terror. Así, perdimos el 43% de ‘stock’ de capital y el 24% de PIB relativos con el conjunto del Estado (esa pérdida es mucho mayor si nos comparamos con Cataluña). En nuestro caso, no se puede estimar con precisión el número de empresas que salieron, ya que los datos de los registros mercantiles de la época no están digitalizados; pero diversos estudios cifran en más de 15.000 los empresarios y directivos extorsionados, en 30.000 los empleos perdidos y varias decenas de miles de personas (entre 80.000 y 150.000) las que tuvieron que abandonar Euskadi por el terror. Pero, y quizás es lo más preocupante ahora, en los últimos diez años, desde la declaración del fin de ETA (que curiosamente coincide con el período de inestabilidad en Cataluña derivado del ‘procés’), nuestros datos macroecómicos siguen evolucionando peor que los de Cataluña y los correspondientes a la media española. Así, en este tiempo, el PIB del País Vasco ha crecido menos que el del Estado, un 28,7% frente al 31,9%; y mucho menos que otras comunidades como Cataluña (32,8%) o Madrid (36,2%). Adicionalmente, y de acuerdo a un reciente informe (septiembre 2023), el crecimiento del empleo en el sector privado en Euskadi, en los últimos cinco años, ha sido el menor de España, un 1,8%, frente al 5,7% de Cataluña o el 6,2% del promedio de las autonomías. Por último, y a diferencia de Cataluña, que se encuentra por encima de la media, nos situamos en los últimos lugares en emprendimiento de todas las comunidades (informes GEM). Frente a la evidencia de los datos, en Euskadi no estamos impulsando una acción de recuperación de las empresas y empresarios que salieron de nuestra tierra en los años del terrorismo, que tanto impactó en nuestro tamaño y modelo económico, pero que, además, sigue comprometiendo nuestro futuro. Hoy tenemos la oportunidad y las herramientas para hacerlo. ¿Nos ponemos a ello?". 

Artículo de Itziar Epalza, directora general de Parque Tecnológico de Euskadi: "Euskadi tiene la enorme fortuna de contar con un sistema de Formación Profesional fuerte y consolidado, capaz de dar respuesta a las necesidades de la industria y de adaptarse a los desafíos del sector productivo. Es una maquinaria bien engrasada, en la que instituciones, empresas y centros académicos aportan y reciben en una proporción equilibrada. Además, su dimensión es cada vez mayor, ya que, según los datos del curso actual, alrededor de 49.000 jóvenes están estudiando en Euskadi ciclos de Formación Profesional, de los cuales más de la mitad lo hacen en ciclos de grado superior. Son cifras significativas que, sin embargo, esconden un par de aspectos a tener en cuenta. Por un lado, la participación femenina. La presencia de chicas en este nivel educativo se sitúa en torno al 35% y desciende a menos del 10% en los ciclos Steam (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en conexión con artes y humanidades). Y, por otro lado, el acceso desde la FP al ecosistema científico-tecnológico, representado esencialmente por el Parque Tecnológico de Euskadi y sus empresas...El impulso de la presencia de más mujeres en trayectorias Steam es un reto contemplado en la legislación educativa actual, ya que estos estudios ofrecen mayores oportunidades de empleo, mejores salarios y opciones de un mayor desarrollo profesional. Son razones más que suficientes para que los principales agentes del país, empresariales y educativos, se hayan unido para implementar iniciativas y proyectos conjuntos que promuevan la participación de las jóvenes en los estudios Steam...La Formación Profesional representa músculo, en el sentido de fortaleza y capacidad, pero también talento, asociado a la precisión y la excelencia. Son dos ingredientes que nuestras empresas, nuestro país, necesitan de forma estable y continua. Y tenemos que ser muy exigentes con ello, porque nos jugamos mucho. Los agentes de referencia del ecosistema de ciencia y tecnología, como el Parque Tecnológico de Euskadi, debemos cumplir un papel esencial en el desarrollo de todas las potencialidades de la FP. Es una tarea que comienza mucho antes de que un joven o una joven de 16 años acuda a un centro académico para comenzar sus estudios. La idea, la posibilidad de crecer profesionalmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología, tiene que haber sido implantada con anterioridad..."

Hay jóvenes a los que la ilusión por las prácticas se les esfuma enseguida. A unos no les hacen mucho caso, así que si logran o no aprender algo depende de la buena fe del compañero de turno. A otros, por el contrario, les acaban encomendando las mismas tareas que a un trabajador asalariado, pero sin su nómina. Para evitar lo uno y lo otro, y de paso desenredar un poco la maraña de las diferentes modalidades de becas y prácticas laborales que actualmente existen, el Gobierno y los sindicatos han elaborado el llamado ‘Estatuto del becario’, un texto que no ha convencido ni a la patronal ni a las universidades y que aún no está aprobado, pero que pone negro sobre blanco derechos hoy difíciles de reclamar. La norma será aplicable a los estudiantes que realicen prácticas externas (fuera del centro educativo) incluidas en programas de formación, ya sean universitarios, de FP –salvo los de formación profesional intensiva–, de enseñanzas artísticas superiores y deportivas. Además, dará igual si son o no retribuidas y si se trata de prácticas curriculares –dentro del plan de estudios– o extracurriculares, que, pese a ser voluntarias, según el Estatuto, deberán tener el mismo objetivo formativo y estar vinculadas con los estudios cursados. Ojo a un matiz; no es lo mismo realizar prácticas que trabajar bajo un contrato de formación, o contrato de prácticas como se denominaba alguna modalidad hasta 2022. Los convenios para la realización de prácticas no suponen la formalización de una relación laboral, salvo que el becario acabe asumiendo las mismas tareas que un asalariado u otras que no estén relacionadas con el itinerario formativo. ¿Es obligatoria la cotización? Esta es la principal novedad y la que sí está ya en vigor porque se incluyó en la reforma de las pensiones. Hasta enero, la cotización iba ligada a la remuneración, pero ahora también los becarios cuyas prácticas no estén pagadas quedarán incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social como asimilados a trabajadores por cuenta ajena. En todos los casos las cuotas están bonificadas con una reducción del 95% en la cotización por contingencias comunes. El 5% restante se repartirá entre la empresa y el becario si hay una remuneración o correrá a cargo de la entidad que financie las prácticas si no son pagadas. En el caso de la Formación Profesional, está previsto que este gasto lo asuma el Ministerio de Educación. Ligada a esta cotización, los becarios adquieren una serie de derechos, aunque no son exactamente los mismos que tienen los asalariados.

El porcentaje de mujeres en consejos de administración de las empresas vascas se mantiene en el 22%, «lejos de llegar a una diversidad de género y de la cuota recomendada de al menos 40%», según los datos del Observatorio Mujer Empresa correspondientes a 2023 y elaborado por la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED). Además, el porcentaje de mujeres en puestos de dirección en las empresas vascas se mantiene en el 24%, sin cambios significativos respecto al año anterior, y son las empresas más grandes las que presentan un porcentaje más elevado. Según la presidenta de la AED, Isabel Iturbe, «no se observan cambios significativos» en la incorporación de las mujeres a los órganos de decisión y dirección de las empresas, «incluso el ritmo del progreso parece más lento». En esta línea, señala que «las mujeres siguen evolucionando pero con ciertas barreras». Por ello, desde la asociación inciden en la importancia de tomar medidas urgentes. Así, se reivindica «equidad en el acceso, enfatizando la importancia de aumentar la transparencia en los procesos de selección», así como «compromiso con la flexibilidad en el trabajo, apostando por el desarrollo de una cultura organizativa que permita compatibilizar la vida personal y profesional».

Euskadi fue el pasado año, por primera vez, la comunidad autónoma con la tasa de riesgo de pobreza más baja. Ese indicador mide cuántas personas tienen pocos ingresos en relación al conjunto de la población y se situó en un 10,2%, dos puntos menos que en ejercicio anterior y en casi la mitad que la media nacional (20,2%). Hasta ahora solía ser Navarra la región que lideraba este ranking, pero la mejoría vasca y el notable empeoramiento de la comunidad vecina (de un 10,9% a un 13,8%) sitúan al País Vasco en cabeza. La distancia con otros lugares es grande. En Andalucía, Ceuta y Melilla, por ejemplo, esa tasa es tres veces la de Euskadi. El riesgo de pobreza es el tercer indicador, junto con la carencia material y social severa y la baja intensidad en el empleo, con el que se calcula el índice Arope, creado en 2010 para medir la pobreza relativa en Europa ampliando el concepto de riesgo de pobreza, que solo contempla los ingresos. En el sumatorio de las tres variables, el País Vasco también es la autonomía con los mejores datos, con un 15,5% de la población en riesgo de exclusión (en 2022 era un 15,7%), por delante del 17,2% de Navarra. La media nacional está en un 26,5%, aunque varía en función del sexo (afecta a un 27,5% de mujeres frente a un 25,5% de hombres) y de la edad, con grandes diferencias entre los menores de 18 años (34,5%), la población de entre 18 y 64 (26,1%) y los mayores de 65 (20,9%).

La renta que ingresan anualmente de media las personas de 65 o más años en España después de impuestos ha crecido desde el año 2008 un 48,6%, el doble de lo que se ha incrementado la que perciben en promedio los jóvenes de 16 a 29 años, que ha aumentado en el periodo un 24,2%, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En términos absolutos, esto supone que la renta media neta de los mayores de 65 años –que son pensionistas en su inmensa mayoría– ha pasado de 10.893 euros a 16.185 euros, mientras que la de los jóvenes de esa edad ha pasado de 10.321 euros a 12.822 euros, 3.363 euros de diferencia. Esto sitúa a los mayores de 65 años como el colectivo con una renta media anual neta más elevada en el país, seguidos de los de 45 a 64 años (con 15.251 euros en media); los de 30 a 44 años (14.078 euros); los de 16 a 29 años (12.822 euros) y los menores de 16 años (10.129 euros). Estas diferencias serían aún más acusadas de no ser porque en los últimos cinco años la renta media anual de los jóvenes ha subido por encima de la media (un 23,9% la de los de 16 a 29 años, frente a una media del 20,5%), debido a la fuerte subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que afecta con más intensidad a este colectivo. El aumento del SMI (se ha elevado un 54% desde 2019) y del resto de sueldos por el efecto de la inflación –que ha llevado a los sindicatos a pelear en las empresas incrementos salariales para compensar la pérdida de poder adquisitivo– y por la dificultad para cubrir vacantes, ha permitido que la renta media de los ocupados rebase por primera vez los 15.960 euros en términos netos, una cantidad que sigue siendo superada por la de los jubilados. 

Va para diez años ya la intensa pérdida vegetativa de población y no hay ni una sola pista que permita predecir que la endemoniada curva dará la vuelta en los próximos lustros, y solo los saldos migratorios pueden equilibrar cuantitativamente, en el mejor de los casos, la balanza demográfica. Porque el envejecimiento, esa buena noticia que es alargar la vida, tiene ya muy mal arreglo y seguirá presionando a la economía, que siempre será un espejo del panorama demográfico, de la misma forma que la pirámide de edades evolucionará a resultas del crecimiento y la prosperidad...El país tiene un problema muy serio, que no ha sabido afrontar hasta ahora, que solo ha trampeado con ayuda del exterior, y que exige una revisión integral de las políticas demográficas para enderezar la cuestión, a sabiendas de que tardarán décadas en dar frutos. Ningún Gobierno en las últimas décadas ha hecho planteamientos integrales en tal sentido. Los esfuerzos se centran más en la protección de las cohortes ya envejecidas que en promover el crecimiento de las más jóvenes, incluso de las que están por nacer. Y el país que destina más desvelos y dineros a su pasado que a su futuro no solo no soluciona un problema, sino que lo engorda...Si estos déficits no se corrigen, que nadie espere virtudes de la economía, sino los vicios propios de una sociedad envejecida con problemas para sostener su Estado de bienestar. Están todos identificados: más gasto en pensiones y atención sanitaria; menor demanda de consumo y menor crecimiento; déficit de fuerza laboral competente; menos ingresos fiscales por renta y consumo; menos ahorro y, en consecuencia, menos capitalización de la economía y la inversión; incluso, y no por ello lo último, riesgos muy serios de deflación. En definitiva, una prosperidad declinante.

El ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, José Luis Escrivá, aprovechó este lunes su presencia en el Mobile World Congress (MWC), que se celebra en Barcelona, para anunciar la creación de la Sociedad Estatal de Transformación Tecnológica (SETT), una empresa pública en la que el Gobierno pretende agrupar sus diferentes activos tecnológicos. El ministro aseguró en redes sociales que su intención es llevar la iniciativa al próximo Consejo de Ministros, con la posibilidad de que esa firma sea el vehículo que, en el futuro, canalice la anunciada inversión del Ejecutivo en Telefónica, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Escrivá abrió la puerta a esta posibilidad al asegurar que “tiene sentido incluirla”, si bien precisó que será algo que se verá “con el tiempo”. De hecho, fuentes del ministerio precisaron tras la declaración del ministro que, inicialmente, la SEPI quedará fuera de esa sociedad. El Gobierno ha dado autorización para la compra por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales de hasta un 10% del capital de Telefónica, después de que hace casi seis meses la operadora saudí STC anunciara la adquisición del 9,9% de la operadora española por un importe de 2.100 millones de euros. El mercado esperaba desde hacía tiempo un posicionamiento oficial respecto a la operación de Telefónica, y este ha sido el primer indicio de las posibles intenciones del Gobierno. 

El pasado 15 de diciembre la Secretaría de Estado de Energía sometió a trámite de audiencia un borrador de propuesta de modificación extraordinaria de la actual planificación de las redes de transporte de REE (2021-2026), a la vista de la fuerte demanda de capacidad que las distribuidoras eléctricas están recibiendo de industrias que deben descarbonizarse (cambiando el uso de gas natural por electricidad en sus procesos productivos, como es el caso del sector alimentario o el químico y, muy especialmente, de los centros de datos que quieren instalarse en España y se convertirán en los grandes consumidores del futuro, a la manera del papel que jugaron en su día (y aún juega) la gran industria pesada, como la siderúrgica. Precisamente, fueron las distribuidoras (filiales de las grandes compañías eléctricas Iberdrola, Endesa o Naturgy) las que habían solicitado en marzo del año pasado lo que se conoce como modificación de aspectos puntuales del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte (MAP) para avanzar en la actual planificación sin esperar a la del siguiente periodo (aprobada para los años 2026-2030) y dar salida urgente a la demanda de nueva capacidad de la red que asciende a 6.000 MW en toda España, según los cálculos de las compañías. Las distribuidoras no pueden ofrecer dicha potencia en tanto no la reciban de REE, que gestiona la red de alta tensión y que requiere ser transformada para que las distribuidoras puedan dar acceso a su red de media y baja tensión.

En solo una década Nvidia ha logrado multiplicar por mil el rendimiento de sus procesadores, y, aprovechando que son idóneos para entrenar modelos de IA –en 2010 arrancó este camino con un sistema de aprendizaje automático que identificaba vídeos de gatos en YouTube– y que pueden realizar innumerables cálculos matemáticos, ahora ha logrado subirse a la ola de la inteligencia artificial como ninguna otra compañía. El H100 es el chip de moda en el sector, y tal es su importancia que Estados Unidos incluso ha prohibido su exportación a China. El apetito que despierta la IA entre los inversores ha impulsado la valoración de Nvidia de uno a dos billones –listón que rebasó el viernes– en solo nueve meses, la mitad de lo que tardaron otros gigantes de este selecto club como Apple o Microsoft. Por eso, el nombre de esta marca que en su día era de nicho comienza a colonizar todo tipo de conversaciones, ya que está presente en los productos que están dando forma al futuro: desde los drones o los vehículos autónomos, hasta la robótica y ChatGPT. Es el premio a la osadía y la perseverancia, porque los comienzos no fueron fáciles. Los fundadores, Jensen Huang, Christopher Malachowsky y Curtis Priem, se estamparon con su primer producto, el NV1, y tuvieron que despedir a la mitad de la plantilla. Si no hubiesen tenido suerte con el segundo chip –el Riva 128–, que logró vender un millón de unidades en solo cuatro meses, Nvidia no existiría hoy.

Según un informe de Randstad, en los próximos diez años –desde 2023 a 2033–, la inteligencia artificial destruirá, en términos netos, 400.000 puestos de trabajo. Es el resultado del impacto de la IA, entre la destrucción, en ese tiempo, de dos millones de empleos y la creación de otros 1,6 millones de puestos de trabajo. Es la repercusión de la expansión de las nuevas tecnologías en el mercado de trabajo, al margen de otras variables que también pueden repercutir en la economía española, como las circunstancias económicas, geopolíticas o regulatorias. El informe vaticina que, poco a poco, la IA irá penetrando en la economía, en las empresas y en el mercado laboral. Por lo tanto, el 9,8% de los empleos en España –unos dos millones– están en riesgo de ser sustituidos por la IA, por las nuevas tecnologías adaptadas para los procesos de producción. Es más, un 15,9% de los puestos de trabajo actuales –que pueden significar 3,24 millones– verá incrementada su productividad por la adopción de la IA. Por contraste, para el resto de los empleos actuales –unos 15,19 millones–, prácticamente tres de cada cuatro, no se esperan efectos significativos en su forma de trabajar. Bien es verdad que el estudio señala que, todavía, el 54,5% de las empresas españolas no utiliza la nueva tecnología. El restante 45,5% de empresas, que sí reconocen utilizarla, lo hacen de forma principal en el análisis de los datos, en la optimización de tareas administrativas o en la automatización de procesos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y sus socios europeos quisieron enviar ayer lunes un mensaje al ruso Vladimir Putin: Europa, dos años después del ataque a gran escala contra Ucrania, ni está cansada de la guerra ni permitirá que Rusia la gane. Porque después de Ucrania, según Macron, miembros de la UE o la OTAN pueden ser los próximos objetivos rusos. “Rusia, de entrada, no puede ni debe ganar esta guerra en Ucrania, por la propia Ucrania”, dijo el presidente francés al abrir la conferencia junto a una veintena de líderes y ministros de la Unión Europa y la OTAN. “Segundo, estamos garantizando nuestra seguridad colectiva, la de hoy y la de mañana”. El presidente francés recordó los ciberataques y campañas de desinformación rusas de los últimos meses, y añadió, en alusión a los avisos en varias capitales europeas, sobre una futura amenaza militar más allá de Ucrania: “El consenso, el análisis colectivo [entre los participantes] es que de aquí a unos años hay que prepararse para que Rusia ataque a estos países”. Europa, según este análisis, debe ayudar a Ucrania, porque una victoria de Rusia envalentonaría a Putin para atacar más países. El argumento es que, al defender Ucrania con asistencia militar y económica, se defiende a Europa.