20240113

Tal y como puede consultarse en el último newsletter de Confebask, el número de empresas vascas inscritas en la Seguridad Social ascendió en diciembre a 57.911. Apenas son 2 más que en noviembre, si bien en el conjunto del año 2023 había registradas casi cien más (91), un aumento que rompe la tendencia descendente del año anterior.  Eso sí, respecto a febrero de 2020 (comienzo de la pandemia), todavía hay 982 empresas menos (-1,7%), habiéndose recuperado tan solo poco más de la mitad (53%) de las empresas perdidas en la pandemia. Por lo que respecta al balance de 2023, la industria es el único sector que registra menos empresas que el año anterior, mientras que construcción y servicios experimentan un ascenso. Por lo que respecta a lo ocurrido con los autónomos en Euskadi, 2023 ha sido el peor año en su evolución desde 2012. Su número se ha reducido en 1.844 personas, quedando el total de autónomos situado en 167.151, con un descenso interanual del -1,1%, y sumando así, dos años consecutivos de caídas.  Por último, y en cuanto al número de empresas vascas concursadas, ascendió en el tercer trimestre de 2023 a 56, un -35,6% menos que en el tercer trimestre de 2022, volviendo así a la tendencia de descensos de esta variable de los últimos trimestres. Ver más en Confebask. Ver informe completo aquí. 

El número de empresas en Gipuzkoa bajó en 2023 en 20, sumando un total de 20.382 empresas (-0,1%). Gipuzkoa fue precisamente el único de los tres territorios que arrojó cifras en rojo. El número de firmas el año pasado creció en Bizkaia un 0,4% y un 0,3% en Álava. Si la comparación de diciembre de 2023 se realiza con febrero de 2020, es decir, con la situación prepandemia, la caída más intensa tiene lugar en Álava (-2,5%, con 239 empresas menos) y Bizkaia (-1,2%, y 380 empresas menos), seguido de Gipuzkoa (-0,9%, y 187 empresas menos), según un informe emitido ayer por Confebask con datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Si ampliamos el mapa al conjunto de Euskadi, el número de compañías creció en 2023 en 91, frente a la pérdida de 325 registrada en 2022, sumando un total de 57.911 empresas. En relación a febrero de 2020 hay 982 empresas menos (-1,7%), habiéndose recuperado el 53% de las empresas perdidas.Por sectores, en 2023 creció el número de empresas en Servicios y Construcción, y se redujo en Industria. Respecto a febrero de 2020, las caídas más intensas tienen lugar en Industria (-4,6% y 306 empresas menos), seguido de Servicios (-1,3% y 620 empresas menos), mientras que en Construcción se registran 41 empresas más que en febrero de 2020, un 0,8% más.Otros de los indicadores que recoge el informe es el número de autónomos, que en Euskadi se redujo en 1.844 personas, el peor dato desde 2012, quedando el total de autónomos en 167.151, con un descenso interanual del 1,1%, sumando dos años consecutivos de caídas. Respecto a febrero de 2020, se ha reducido el número de autónomos en 3.093 personas, lo que supone una reducción porcentual del 1,8%.

Artículo del director general de Adegi, Jose Miguel Ayerza: "El 17 de Enero de 2014 Adegi, con más de 45 años de existencia al servicio y en representación de la empresa guipuzcoana, presentaba en sociedad una novedosa iniciativa que tenía como objetivo hacer de las empresas proyectos compartidos basados en la confianza, en los que todos remaran juntos en la misma dirección. El objetivo, mejorar la competitividad de nuestro tejido empresarial a la vez que responder a una creciente demanda de mayor protagonismo de las personas y su bienestar, que encontraba además en Gipuzkoa, la mejor tierra abonada...Las empresas integradas en Adegi, entendieron que era el momento de iniciar un cambio de rumbo, arriesgar y dar el primer paso para transformar el modo de hacer empresa, pasar de la Soka Tira a la Trainera e ir tejiendo una nueva cultura de empresa. No fue fácil. Las reacciones a la presentación en el Parque Tecnológico de Miramon el 17 de enero de 2014 fueron muy duras por parte de los sindicatos (algo predecible) pero también por parte de algunos dirigentes de partidos políticos, así como de miembros del Gobierno Vasco, con la excepción de la Consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, quien compartió y defendió la propuesta desde un inicio...En esta dirección resulta reseñable que en estos años más de 600 empresas de nuestro entorno refieran haber puesto en marcha acciones de nueva cultura mientras Gipuzkoa iba reduciendo su conflictividad hasta ser el territorio con menor conflictividad de la CAV. Queda mucho recorrido, pero aquel objetivo estratégico de 2014 cada vez cobra mayor sentido... La contribución de Adegi ante estos retos está y seguirá siendo la sensibilización y difusión de una nueva cultura entre sus empresas asociadas, así como lo ha sido la puesta en marcha de Fabrika, centro de alto rendimiento para la transición de la cultura de las organizaciones, como herramienta para la implantación de una nueva cultura de empresa, no solo en Gipuzkoa, sino también fuera de ella. Su inauguración se produjo en enero de 2023 y desde Gipuzkoa está abierta a un mundo centrado cada vez más en la sostenibilidad de los proyectos con y a través de las personas y por donde en solo un año ya han pasado cerca de 100 organizaciones tanto de nuestro entono como del resto del estado con incluso alguna incursión de carácter internacional. Además de Adegi integran al patronato de Fabrika, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia. En definitiva, han pasado diez años en los que la necesidad de adaptación a un entorno cada vez más complejo se ha convertido en un reto crucial para todas las empresas y organizaciones que quieran preservar su competitividad, un futuro en el que las personas adquieren una nueva dimensión y que requiere una transición cultural ad hoc..."

El Gobierno acordó ayer con los sindicatos una subida del 5% del salario mínimo interprofesional (SMI), hasta 1.134 euros al mes. Por catorce pagas, suponen 15.876 euros al año. En términos absolutos, la renta sube en 54 euros al mes y 756 euros anuales. Unas cifras que benefician a alrededor de 2,5 millones de trabajadores. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, castiga así a los empresarios por no querer pactar una subida del 4%. Por lo tanto, las bases mínimas de cotización a la Seguridad Social, que representan a los salarios más bajos de cada grupo profesional, también subirán un 5%. Esto significa un incremento adicional de costes para las empresas, además del salario. En definitiva, el Gobierno aplicará la subida del SMI y de las bases mínimas de cotización con efectos retroactivos desde el 1 de enero. Entre otras cosas, porque el Consejo de Ministros tardará en aprobar el decreto que haga efectiva la mejora de esta renta. Esto se debe a la tramitación administrativa que debe recorrer ahora la norma. Con el gobierno socialista, y desde 2018, el SMI ha pasado de 736 euros al mes a 1.134 euros, lo que supone un incremento del 54%, esto es, 5.573 euros más al año, según informó ayer el Ministerio de Trabajo y Economía Social. En este ultimo período, hasta 2023, esta renta que decide el Ejecutivo ha ganado a la inflación un 30,7% de poder adquisitivo. En cualquier caso, el Gobierno castiga así a CEOE y a Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa, por no aceptar un acuerdo con los sindicatos para subir la renta un 4%. Ver nota CEOE Cepyme. 

El idilio que vivió la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la legislatura pasada con las centrales sindicales y con los empresarios —se firmaron más de 15 acuerdos tripartitos—, se ha resentido en los últimos tiempos. Si hay alguien del panorama económico y social cercano a Díaz, ese es el líder del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), Unai Sordo. Y, sin embargo, la tirantez del líder sindical con el Ejecutivo ha llegado hasta el punto de que Sordo llegó a lanzar el miércoles una amenaza al Gobierno: o volvían al redil del diálogo social o habría que “hablar de movilizaciones”. Díaz no tardó ni 24 horas en recoger el guante y a primera de hora del jueves, una vez ya tumbada la reforma de los subsidios de paro en el Congreso, anunciaba que “ahora sí” iba a convocar con “carácter urgente” a los agentes sociales para “trabajar de nuevo en el diálogo social” esta reforma. Además, ayer mismo dio otra zanahoria a los sindicatos: una nueva subida del salario mínimo del 5%, que es lo mínimo que reclamaban si la patronal no se sumaba a la propuesta de elevar esta renta un 4%. La vicepresidenta hacía con estos anuncios una petición soterrada para la vuelta a un diálogo social fructífero que pueda servirle de muleta en las batallas que deba afrontar durante la legislatura. El respaldo de futuros acuerdos sociales podría ser crucial en una lucha que se presenta más complicada de lo esperado, tras el atrevimiento de Podemos a tumbar el jueves la reforma del subsidio de desempleo.

La moderación de la inflación ya es un hecho con el IPC situándose en el 3,1% en diciembre, según el dato confirmado por el INE ayer. Pero ese respiro no se traducirá, de momento, en un alivio palpable para los bolsillos, que siguen sufriendo el alto coste de llenar la cesta de la compra. En concreto, el precio de los alimentos subió un 7,3% interanual en diciembre. La cifra es claramente inferior al pico del 16,7% que se alcanzó en febrero de 2023 y supone la tasa más baja desde marzo de 2022. No obstante el menor ritmo de subidas no implica, ni mucho menos, un abaratamiento ni tampoco que en todos los productos esa moderación se esté dando por igual. Desde abril de 2022 y durante 18 meses consecutivos las familias han sufrido subidas mes a mes superiores al doble dígito. Hubo que esperar hasta octubre pasado para que el alza del precio de los alimentos fuese inferior al 10%. Aquel mes la subida interanual fue del 9,3%, seguida del 9% de noviembre y del 7,3% de diciembre. La moderación del mes pasado se debió, en su mayor parte, «a que los precios de la leche, huevos y queso, el pan y cereales y la carne subieron menos que en diciembre del año 2022», explican desde el INE. Además, los precios de las legumbres y hortalizas bajaron frente a las subidas del año anterior. En todo caso, la moderación del ritmo de incremento está siendo mucho más lenta de lo que sin duda fue la subida. 

La compañía alavesa Tubos Reunidos ha aprovechado el buen momento de liquidez de tesorería que atraviesa para afrontar una reducción de su abultado endeudamiento, mejorar la estética patrimonial de su balance y reducir también los costes financieros. La operación se ha saldado tras destinar un total de 35 millones de euros a esa amortización anticipada de deuda, que ha incluido la negociación de una quita parcial con varias entidades financieras. La reducción real de deuda en la empresa alcanza los 114 millones de euros. Así, la compañía ha cancelado anticipadamente un total de 7,5 millones de euros en créditos que consiguió gracias a los avales que instrumentó el ICO para inyectar liquidez en las empresas cuando se declaró la pandemia del covid. Sin embargo, la parte más importante de esta operación está centrada en la amortización de algo más de 107 millones de deuda bancaria, que era convertible en acciones. Esa deuda es producto de una refinanciación que fue objeto de un acuerdo amplio con las entidades financieras en junio de 2019 y que afectaba a 170 millones, de un total de 351 millones de pasivo financiero estructurado en varios tramos. El método utilizado en esta ocasión por Tubos Reunidos para esta amortización extraordinaria ha sido el de subasta. Esto es, ha ofrecido a los bancos anticipar el pago de una parte de sus créditos a cambio de un descuento, en este caso muy importante. Con ello, los bancos renuncian a su derecho de recuperar un total de 107 millones de euros o a convertirlo en acciones en el futuro, a cambio de ingresar de forma anticipada 27 millones.

El lehendakari visita en Donostia la firma Irisbond, líder mundial en ‘eye-tracking’, y conoce la experiencia de una joven zarauztarra de 15 años. Más allá del aplauso a una empresa que en su décimo aniversario (recién cumplido) está abriendo brecha en el mundo y rompiendo barreras impensables hasta hace poco, la visita tuvo su culmen cuando Paule, una joven zarauztarra de quince años que desde pocos minutos después de su nacimiento sufre una parálisis en todo el cuerpo y la imposibilidad de hablar o comer por sí misma, mantuvo una animada conversación con el lehendakari Urkullu gracias a la tecnología de Irisbond. Un ejemplo de superación y de ganas de vivir y de aprender (Paule sigue sus estudios con sus amigas de siempre en el instituto de Lekeitio) que tocó la fibra de los presentes, incluida la del lehendakari. Fuera de lo más protocolario, Paule –que conserva toda su capacidad intelectual– explicó a Urkullu que le gustaría ser informática y que le encanta jugar al FIFA y al Candy Crush, aplicaciones que, confesó divertido Urkullu, le pillan fuera de juego. Paule no se olvidó de Izaro, la persona que, gracias a Osakidetza, le acompaña en clase y se encarga de adaptar todo su material escolar, y le pidió al lehendakari que no se separe de ella «en toda la vida». La joven abrió también con sus ojos sus apuntes de matemáticas, y ahí apareció un binomio y una matriz bien complicadas.

El palacio foral se vistió ayer de gala para acoger la ceremonia de entrega de la Medalla de Oro de Gipuzkoa –el máximo galardón que concede el territorio– a Andrés Arizkorreta García, presidente e histórico directivo de CAF y hoy cabeza visible también del Círculo de Empresarios Vascos. Una ceremonia que, precisamente, estuvo plagada de referencias a la importancia y el papel en la sociedad y la economía guipuzcoanas de los hombres y mujeres de empresa. Un colectivo que la diputada general, Eider Mendoza, ensalzó y del que quiso subrayar su compromiso, a veces nada sencillo en lo personal, para con el país y su desarrollo. Arizkorreta, de perfil siempre discreto y alejado al máximo de los fastos, recibió el primer pulso con ese volar bajo suyo al llegar poco antes de las seis de la tarde a la plaza de Gipuzkoa para recibir una ‘ezpatadantza’ interpretada por una cuarentena de dantzaris, acompañado de la propia Eider Mendoza y a escasos metros de donde permanecía todo el Gobierno foral. Ya en el interior, el profesor de Deusto Business School y amigo personal del homenajeado, Juan José Arrieta, pronunció la tradicional ‘laudatio’ en la que recordó que Arizkorreta es el más claro ejemplo del «estilo guipuzcoano de hacer y trabajar más que de decir y alardear». Junto a esto, recordó que el ‘one club man’ de CAF, donde ha desarrollado toda su carrera, es un koxkero amante de la Real que se desvive por su ama, María Jesús, de 99 años. Esa referencia materna sirvió precisamente al empresario donostiarra para cerrar su discurso recordando cómo al comunicarle que iba a recibir el premio aquella le dijo «es todo un honor». Honor que el presidente de CAF aceptó emocionado y hasta «abrumado».

«Clarísimamente cerraré una etapa en Euskadi». La vicelehendakari segunda y ex secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, confirmó ayer lo que era un secreto a voces, que su prolija trayectoria en la política vasca acabará tras las elecciones autonómicas de primavera, para las que todavía no hay fecha aunque las opciones más factibles son el 14 y el 21 de abril. Su adiós acelera el cambio de ciclo en la política vasca, una ‘operación renove’ protagonizada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y que ha tenido otros muchos protagonistas como el todavía portavoz del PP vasco en el Parlamento autonómico, Carlos Iturgaiz. El futuro de Mendia, secretaria de Estudios y programas de la ejecutiva federal del PSOE, podría ser el Parlamento Europeo ya que la UE también celebra comicios el 9 de junio. Es una opción que está encima de la mesa, pero el partido todavía no ha activado el mecanismo electoral para la confección de las listas (es circunscripción única, estas elecciones no tienen nada que ver con otras). La vicelehendakari lleva tiempo protagonizando muchas quinielas, de ahí que su futuro es un abanico aún abierto. No hay que olvidar que durante las últimas crisis de Gobierno, siempre ha estado en las apuestas para sentarse en el Consejo de Ministros. La marcha de Mendia supone un punto y seguido a las despedidas que se vienen produciendo en los últimos meses. Porque aunque el de Urkullu es el más sonado, destacan otros nombres como el del vicelehendakari Josu Erkoreka y el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu. Gran parte de los integrantes del PNV del actual Gobierno vasco dirá también adiós para dar paso a una nueva generación de políticos que liderará el candidato a lehendakari, Imanol Pradales. También habrá destacadas bajas entre los parlamentarios, como la del jeltzale guipuzcoano Joseba Egibar, el más veterano de la Cámara junto al popular Carmelo Barrio. Un grupo que también integran, entre otros, los socialistas Txarli Prieto y José Antonio Pastor, cuya continuidad está en entredicho.

La transferencia de Inmigración que reclama el Gobierno Vasco abarca solo el traspaso de los programas de los itinerarios de inclusión de las personas solicitantes de protección internacional que han recibido el asilo, El acuerdo de investidura de Pedro Sánchez alcanzado entre el PNV y el PSOE recoge esa transferencia sobre esa base ante la que ambas administraciones mantienen abierta una vía de negociación que debería plasmarse en marzo en cumplimiento del pacto de investidura por el que el PNV respaldó la elección del candidato socialista a presidente del Gobierno. El lehendakari Iñigo Urkullu emplazó el jueves al Ejecutivo de coalición PSOE-Sumar a cumplir su compromiso, materializar la transferencia y culminar el Estatuto. En el paquete de traspasos pendientes, Cercanías, la homologación de los títulos universitarios y la puesta en marcha de un proceso para la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social. No obstante, la transferencia del ámbito de la Inmigración responde a unos criterios ya tasados. En ese contexto, el Estado mantiene la titularidad de la extranjería, la concesión de visados, la primera acogida de los migrantes, así como la concesión de los permisos de trabajo y de residencia. En Cataluña, la Generalitat dispone de la facultad de dar los permisos de trabajo. No así en el País Vasco ni en resto de Comunidades Autónomas. Desde Junts se ha aireado en los últimos días que el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo de Sánchez puede permitir a la Generalitat de Cataluña asumir la capacidad de expulsión de aquellas personas multirreincidentes en la comisión de delitos. La controversia ha suscitado un frente de agravios en numerosas comunidades autónomas gobernadas por el PP por considerar que abre un frente de insolidaridad en una materia clave de cohesión del Estado.

El sector del automóvil español continúa lejos de su nivel prepandemia, pero la producción se está recuperando a un ritmo mucho mayor que el de las ventas. En 2023, las fábricas españolas ensamblaron unos 2,45 millones de coches, según datos de los fabricantes y fuentes del sector consultadas por este periódico, una cifra que se sitúa un 13,1% por debajo de la producción de 2019, cuando se hicieron 2,82 millones de unidades. Sin embargo, ya hay cinco fábricas españolas por encima de sus números prepandemia, destacando Stellantis Madrid, que prácticamente ha duplicado su producción, hasta los 105.830 coches. La planta madrileña, la más pequeña de las tres que el grupo tiene en España, logró estos buenos números gracias a las buenas ventas de sus dos modelos: el Citroën C4 y el C4 X. Esta factoría firmó en diciembre el nuevo convenio colectivo para el periodo 2024-2027, que permitirá a la fábrica “optar, llegado el momento, a un plan de futuro”, indicó Stellantis en un comunicado. La compañía ha dejado fuera de momento a Madrid de sus planes de traer la plataforma de producción STLA Small a España. Esta irá a sus fábricas de Zaragoza y Vigo, aunque el grupo no se pronunciará hasta no saber el dinero que recibirá del Perte del Vehículo Eléctrico II, del que todavía no se ha publicado la asignación de fondos de la línea de cadena de valor, que es a la que se ha presentado la STLA. Entre las que crecen se encuentra la fábrica de Mercedes Vitoria, que en 2023 produjo 157.500 vehículos comerciales, superando así el récord que había alcanzado en 2017 con 150.000 unidades. La automovilística explica este éxito por el buen andar de modelos como la Vito, de la que no han podido atender toda la demanda recibida.

Danone vuelve a reducir su estructura industrial en España empujada por la caída del consumo de productos lácteos. La filial de la multinacional francesa, que es líder del yogur en España, cerró en 2022 su fábrica de Sales (Asturias) y ayer comunicó sus planes para clausurar la de Parets del Vallès (Barcelona). Con una plantilla de 157 trabajadores, en esta factoría se fabrican diariamente tres millones de unidades de yogures y productos alternativos de base vegetal con las marcas Oikos, Vitalínea y Alpro. La empresa, con oficinas en Barcelona, tiene otras dos plantas de lácteos en España, ubicadas en Tres Cantos (Madrid) y Aldaya (Valencia), pero no aclaró si la producción de Parets se derivará a estas fábricas. “Tras un profundo período de análisis”, la compañía anunció ayer al comité de empresa y a la Generalitat catalana su intención de cesar la actividad en Parets, donde produce desde hace 40 años. Danone encuadró la medida en “un proceso local de racionalización con el objeto de fortalecer la competitividad de las marcas y ganar eficiencia industrial”. CCOO mostró su “rotundo rechazo” a la decisión del grupo, que el dirigente del sindicato en la planta barcelonesa, Pedro Gutiérrez, calificó de “puñetazo”. La organización sindical adelantó además su oposición a un hipotético traslado de la producción a Francia. 

Semana negra para Grifols en Bolsa. Tras despeñarse ayer otro 10,4%, la compañía de hemoderivados ha sumado una histórica caída de casi el 40% desde que Gotham City publicase el polémico informe en el que acusa a la firma de realizar ingeniería financiera para ocultar deuda. Los nervios siguen a flor de piel entre los inversores. Y lejos de calmar los ánimos con las explicaciones que sus responsables dieron el jueves, las órdenes de venta corrieron como la pólvora dejando el valor de mercado de Grifols en apenas 3.700 millones de euros, prácticamente la mitad de lo que valía hace una semana. En concreto, sus títulos han pasado de los 14,24 euros previos a la publicación del informe a los 8,87 del cierre de ayer. Un movimiento muy brusco en el que, aunque algunos especuladores pueden haber «hecho su agosto», los pequeños inversores han visto esfumarse el rally que llevó a la compañía a ser uno de los mejores valores del Ibex-35 en 2023, con una subida del 43%. Fuentes del mercado indican que en el descenso de la última sesión de la semana tuvo mucho que ver un error de Refinitiv (la antigua Reuters), al publicar una recomendación negativa errónea de una firma de análisis nacional sobre Grifols, que posteriormente corrigió. Además, en medio del terremoto bursátil, coincidió con la decisión de Capital Group, uno de los grandes accionistas de la empresa, de rebajar su participación del 5,7% al 5,1%. «En nuestra opinión, la caída está justificada. El mercado esperaba unas explicaciones más clarificadoras; la empresa apenas ha aportado novedades», indicaron desde el departamento de análisis de Bankinter. 

La compra de Global Infrastructure Partners (GIP) por parte de BlackRock, en una operación de 12.500 millones de dólares (11.400 millones al cambio actual), pondrá patas arriba al conjunto del mapa energético español. De consumarse, BlackRock se convertirá en el mayor propietario de empresas energéticas en España, con presencia en Iberdrola, Enagás, Redeia (Red Eléctrica), Solaria y Repsol, además de Naturgy, donde además estará en el consejo. Hasta ahora, BlackRock ha sido un inversor institucional silente en las compañías españolas que participa, sin presencia en los consejos de administración. Al comprar GIP, la gestora estadounidense asume la participación que este fondo tiene en Naturgy, donde con el 20% es uno de los tres mayores inversores, junto al grupo Criteria (La Caixa) y el fondo CVC. GIP tiene dos puestos en el consejo de Naturgy, lo que dará lugar a numerosas aristas desde el punto de vista legal y de gobierno corporativo que trascienden el ámbito de esa compañía. Además de pasar a ser uno de los tres primeros accionistas de Naturgy, BlackRock ya tiene negocios compartidos con la filial de este grupo que gestiona el estratégico gasoducto Medgaz. En concreto, BlackRock y Naturgy controlan conjuntamente el 49% de Medgaz. Otro 51% está en manos de Sonatrach. BlackRock es por otra parte el segundo mayor accionista de Iberdrola, con el 5,39%, solo tras Qatar Investment, que tiene el 8%, y por delante de Norges, que tiene el 4%.

El Gobierno ha anunciado la subida de casi un 40% de la tarifa que abonan los titulares de las centrales nucleares (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) para la gestión de sus residuos radiactivos y el futuro achatarramiento de esas instalaciones cuando se clausuren. Es la conocida como tasa Enresa, así llamada por el nombre de la empresa estatal que acomete los trabajos de gestión de residuos y futuro desmantelamiento de las centrales nucleares. La tasa pasaría de los 7,98 euros por megavatio hora producido a 11,14 euros. El Ministerio para la Transición Ecológica, a cuyo frente está Teresa Ribera, hizo ayer público el proyecto de real decreto por el que se regula esta prestación patrimonial de carácter no tributario. Es decir, técnicamente no es una tasa sino un coste operativo de las propias centrales, según la terminología del sector. Durante las próximas dos semanas estará en fase de alegaciones. Las eléctricas, antes de conocerse la nueva tasa, y ante la previsión de una fuerte subida, ya se pusieron en contra. El Foro Nuclear, la asociación que engloba a la industria atómica en España (incluidas eléctricas) arremetió contra el nuevo plan planteado por el Gobierno para llevar a cabo el cierre definitivo de las centrales nucleares.

Tesla y Volvo Cars paralizarán temporalmente su producción en factorías europeas por la falta de componentes procedentes de Asia debido al cierre de la ruta del mar Rojo y el Canal de Suez debido a los ataques a los cargueros de los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán que protestan por los bombardeos de Israel sobre Gaza. El fabricante estadounidense Tesla anunció ayer que detendrá casi toda su producción en la gigafactoría de Berlín (Alemania), su única planta en Europa, entre el 29 de enero y el 12 de febrero por falta de componentes. Desde hace semanas, las grandes navieras están desviando los buques que atraviesan el mar Rojo hacia el cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), por lo que la ruta es más larga y costosa, y está comenzando a provocar problemas de suministro que amenazan con recrudecerse si el conflicto en la región se alarga en el tiempo. La compañía dirigida por Elon Musk señaló que “los tiempos de transporte considerablemente más largos están creando interrupciones en la cadena de suministro” y “la falta de componentes” obliga a “suspender la producción” en su planta alemana. Tesla caía ayer un 3,7% a media sesión en Wall Street. Al anuncio de Tesla, pocas horas después le sucedió otro similar del fabricante sueco Volvo Cars, controlado por el grupo chino Geely. La compañía escandinava indicó que parará durante tres días la producción de su factoría de Gante (Bélgica) por el retraso en la recepción de cajas de cambios debido al conflicto en el mar Rojo.

El petróleo subió ayer con fuerza por la mañana hasta rebasar los 80 dólares debido a que los ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra los hutíes en Yemen no parecen estar surtiendo un gran efecto, si bien posteriormente la escalada se moderó. Ambos países lanzaron el jueves 73 bombardeos contra posiciones militares de los hutíes en varias provincias del Yemen, dejando cinco bajas en sus filas, de acuerdo con los insurgentes. Esta acción se produjo en respuesta a los repetidos ataques hutíes a buques que transitan por el mar Rojo y el golfo de Adén y en ella utilizó municiones guiadas de precisión, lanzadas desde aviones y barcos para destruir objetivos militares específicos, si bien la intervención ha suscitado críticas por ser tardía e ineficaz, lo que hace temer incluso por un corte del suministro de petróleo. Sin embargo, por el momento el petróleo se está visto afectado de forma moderada por la paralización de operaciones en el mar Rojo, ya que los expertos subrayan que los buques que transportan crudo están sufriendo menos interrupciones en sus rutas que los barcos de mercancías (ver información adjunta). Esto se debe a que los rebeldes hutíes de Yemen están respaldados por Irán que, a su vez, obtiene una gran parte de sus ingresos de las ventas de crudo, buena parte de las cuales se dirigen hacia Europa. Esta incertidumbre está tensionando los precios del petróleo en un momento en el que los analistas apuntaban a una cierta relajación, debido al frenazo de la demanda global y del comercio internacional y a la probable moderación del recorte de suministro petrolero de los grandes exportadores, con la posibilidad añadida de que Arabia Saudí siguiera la estrategia opuesta a la de los últimos años y aumentara su producción en una guerra comercial contra Irán, que ha aprovechado el ajuste de suministro por parte del cártel de la OPEP para incrementar su cuota de mercado frente a Riad. 

El conflicto en Gaza se extiende a Yemen, donde los hutíes claman venganza tras el bombardeo lanzado por Estados Unidos y sus aliados en respuesta a los sucesivos ataques de los rebeldes contra barcos comerciales a su paso por el mar Rojo. Joe Biden dio luz verde a esta «respuesta directa» en la que se alcanzaron decenas de objetivos en todo el país y que, según los rebeldes apoyados por Irán, provocó al menos cinco muertos y seis heridos. La milicia calificó los hechos de «bárbaros» y organizó una manifestación multitudinaria en las calles de Saná en señal de protesta y para mostrar que no dará un paso atrás en su apoyo a Palestina, un respaldo que en las últimas semanas se ha traducido en lanzamiento de misiles a Israel o asaltos a cargueros en sus costas. El ataque de EE UU y sus socios supone toda una victoria para la propaganda del grupo yemení, que ahora se enfrenta cara a cara con quien considera su enemigo real, los norteamericanos. Reino Unido, Australia, Baréin, Canadá y Holanda se sumaron a esta operación liderada por la Casa Blanca en la que el gran ausente fue Arabia Saudí. Este país lanzó una guerra contra los hutíes en 2015 y después de ocho años de intensos bombardeos trata de cerrar esa etapa sin haber podido derrotar a un enemigo que controla el centro y norte del territorio. Los saudíes pidieron «moderación» a todas las partes para intentar frenar una escalada que parece inevitable y que hace temblar al mercado marítimo mundial. El proceso de paz entre Riad y Saná ahora queda en pausa. La operación de EE UU fue más simbólica que práctica, un mensaje directo a los líderes de los rebeldes y a su principal apoyo regional, Irán, para hacerles ver que van a «garantizar la libertad de navegación», en palabras de Biden.

Microsoft vivió el jueves un nuevo minuto de gloria al convertirse brevemente en la empresa con más valor en Bolsa del mundo, destronando a Apple. Los astros se alinearon por la mañana: la apreciación del 1% en sus acciones le dio un valor de mercado de 2,87 billones de dólares, que, debido a la caída por el mismo porcentaje de las acciones del fabricante de los iPhone, le otorgó el trono bursátil hasta el mediodía. Fue un chispazo que recordó el glorioso pasado de la empresa que fundaron Bill Gates y Paul Allen hace casi medio siglo, aquella que dominó el mercado de los sistemas operativos primero con MS-DOS y luego con Windows, pero también un aviso a navegantes: Microsoft podría estar a las puertas de una nueva era dorada. Aunque la sesión concluyó de nuevo con la corona en manos de Apple (2,89 billones de dólares frente a 2,86 billones), la compañía que ahora dirige Satya Nadella apunta a que podría regresar con más rotundidad al liderato del que fue expulsada por su archienemiga en 2010. La clave de este renovado éxito está ahora en su apuesta por las nuevas tecnologías que van a dominar el mundo, sobre todo la inteligencia artificial y la computación en la nube, dos ámbitos en los que Apple también está presente pero con menos fuerza. Al fin y al cabo, Microsoft es uno de los grandes inversores de OpenAI, la empresa que ha desarrollado la herramienta más extendida de esta tecnología, ChatGPT, y también ha lanzado Copilot, la herramienta de inteligencia artificial para los programas ofimáticos de Office, bajo el lema ‘Tu acompañante para las tareas del día a día’. Aunque esa última ha sido criticada por su elevado precio (30 dólares al mes por cada usuario), demuestra que estas aplicaciones son el futuro del sector.