20240327

La nueva era de la automoción eléctrica vasca ya ha arrancado. La confirmación de la inversión de «alrededor de mil millones de euros» de Mercedes-Benz en su planta de Vitoria para crear la futurista furgoneta VAN.EA desde «principios de 2026» supuso este martes el esperado pistoletazo de salida a la gran apuesta de la movilidad eléctrica en Euskadi en un acto al más alto nivel empresarial e institucional. La nueva furgoneta, pionera por fabricarse en base a una plataforma 100% eléctrica (Van Electric Architecture en inglés), busca ser la punta de lanza de la movilidad eléctrica a nivel europeo y convertir la fábrica vasca en la más importante de este tipo del continente. El impacto de la inversión se entiende por sus cifras y repercusión en la economía vasca, donde Mercedes representa el 5,2% del PIB autonómico (a nivel de Álava supera el 33%). Pero también por el amplio respaldo que recibió el acto de presentación, que coincide con el 70 aniversario de la fábrica y el primer año del nuevo director, Bernd Krottmayer. En esta nueva etapa la planta se expandirá en más de 100.000 metros cuadrados hasta alcanzar los 800.000.La ambiciosa inversión de Mercedes-Benz había sobrevolado durante más de un año la fábrica vasca, pero no fue hasta este martes cuando el máximo responsable de la sección de furgonetas a nivel mundial, Mathias Geisen, lo verbalizó en un reducido encuentro con periodistas junto con el director de operaciones de la compañía, Francesco Ciancia, y el CEO de Mercedes Vitoria, Bernd Krottmeyer. Los tres dirigentes destacaron como clave la «flexibilidad» de la factoría a la hora de ajustarse «a todo tipo de escenarios».

«Futuro». Esa fue la palabra mantra que más se escuchó ayer en la planta de la Avenida de los Huetos. Pedro Sánchez se arrancó con ella en una intervención trufada de elogios a la factoría alavesa, a su plantilla y, en definitiva, a una trayectoria de 70 años en la que, resaltó, ha quedado acreditado el «valor, la perseverancia y la confianza mutua» entre la empresa y la propia ciudad. Ese «legado» es el que permite, a juicio del presidente, la nueva etapa que se abre en la factoría alavesa. La fidelidad tiene premio», planteó. «En esta era del cambio acelerado, resultan gratificantes apuestas de futuro que se reflejen en forma de transición ecológica y empleo», subrayaba tras recorrer las instalaciones y desde un escenario que se montó precisamente en una de las nuevas naves de la factoría. Desde allí Sánchez puso en valor la inversión en industria y transición energética (sustentado en más de 5.000 millones de fondos públicos) de la automoción y desveló también la siguiente convocatoria del Perte por un importe de 1.700 millones de euros. El presidente recordó que Mercedes-Benz obtuvo 130 millones con el segundo Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado, sobre los 160 millones concedidos en esta partida. Tuvo que renunciar, eso sí, a una cuantía similar, que se le asignó en la primera fase de este «Una empresa como Mercedes no arriesga si no hay una base sólida para levantar un gran proyecto» plan de ayudas europeas por la demora en el proyecto VAN.EA, que inicialmente se anunció para 2025. Del total de fondos que se han dirigido a este sector productivo hasta el momento, «ya se han adjudicado un 80% y se conseguirá llegar al 100% de lo previsto este año». En esa línea también destacó que se han creado «6.000 nuevas plazas» de Formación Profesional orientadas a la automoción.

«Estamos creando la industria del siglo XXI». Con esas palabras ensalzó el lehendakari, Iñigo Urkullu, la transformación de Mercedes-Benz en Vitoria que culminará con la fabricación en masa de la furgoneta sobre la plataforma modular eléctrica VAN.EA a partir de marzo de 2026. El jefe del Ejecutivo vasco, que intervino después del director de la sección de furgonetas de Mercedes, Mathias Geisen, y del CEO de la planta de Vitoria, Bernd Krottmeyer, puso el proyecto de la multinacional alemana como «ejemplo de la colaboración público-privada que tan buenos resultados ha dado en Euskadi». Y colocó en el centro el objetivo de conseguir una movilidad sostenible en el sector de la automoción en el que Euskadi debe continuar manteniendo su posición de vanguardia. Conservar esa posición de cabeza y la repercusión notable en el PIB vasco (superior al 5% sólo con Mercedes) se encuentran entre los principales retos en materia de transición energética. «Somos un pueblo industrial, está en nuestras raíces, pero siempre hemos sabido adaptarnos», destacó Urkullu, quien destacó el impacto del proyecto de Mercedes para abrir camino hacia la movilidad libre de emisiones. El lehendakari enmarcó la presentación de este martes en la culminación de una secuencia de hitos que arrancó en 2014 con un protocolo de colaboración para la formación y la creación de nuevos perfiles profesionales entre las instituciones y la multinacional. A ese acuerdo siguieron varios encuentros, incluida una visita institucional a las instalaciones de Stuttgart y, como mayor hito, el anuncio de la inversión de mil millones en la planta alavesa.

Pascal Gómez Presidente de SEA Empresas Alavesas. «Es una oportunidad para todas las empresas». El presidente de la patronal alavesa, Pascal Gómez, se mostró convencido de que «la ampliación de Mercedes y la inversión que esta iniciativa supone es una grana noticia para Álava y, además, es una gran oportunidad para que todas las empresas del territorio, grandes y pequeñas, sigamos trabajando juntas en la misma dirección». Gregorio Rojo Presidente de la Cámara de Comercio «Tenemos mucho que agradecerle a Mercedes». «Me he sentido muy satisfecho de comprobar esa voluntad de colaboración que existe entre las distintas administraciones para acompañar a Mercedes, a la que tenemos mucho que agradecer», destacaba el presidente de la Cámara de Comercio de Álava, Gregorio Rojo, poco después del acto de ayer. Rojo valoró la multimillonaria inversión de la casa alemana como «una gran noticia para la economía nacional, para Euskadi y, sobre todo, para Vitoria» y una muestra de lo necesario que es realizar «un esfuerzo conjunto». Tomás Pérez Merino Presidente de la Asociación de Empresas de Júndiz. «Supone un alivio para la provincia y para Euskadi». El presidente de la Asociación de Empresas del polígono industrial de Júndiz está convencido de que el anuncio de Mercedes es «un alivio para la provincia y para Euskadi». «La competencia ahora mismo es brutal, en Alemania se están cerrando fábricas y trasladando la producción a otros países más competitivos: por eso la apuesta por Vitoria tiene tanto significado, al margen de la repercusión y la magnitud social que tiene», destacó. Josu Sánchez Empresario «Ahora toca ser los mejores dentro de Daimler». El consejero delegado de Sarkis Lagunketa y expresidente de Elkargi, Josu Sánchez, está convencido de que «una inversión de este calibre es muy positiva por lo que supone para el mantenimiento de los puestos de trabajo y también los de nueva creación». Además de en el empleo, Sánchez apunta a «las sinergias» que en el futuro se puedan crear para «la actividad industrial auxiliar siempre que sea alavesa o vasca». «Ahora toca ser los mejores dentro de un grupo como es Daimler, tan globalizado, con diferentes plantas en el mundo. No me queda la menor duda de que así será», subraya...

La dirección de Sidenor ha planteado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con porcentaje de aplicación del cien por cien para el tren de laminado tanto en su planta de Azkoitia como en la cántabra de Reinosa, según informa CCOO. La dirección de Sidenor comunicó hace 20 días a los sindicatos la puesta en marcha de un ERTE para estas dos plantas por razones productivas y organizativas. Sidenor cuenta con 313 trabajadores en la fábrica de Azkoitia y 120 en Reinosa. En el caso del centro de trabajo de Azkoitia, la empresa ha propuesto el cien por cien para el Tren de laminación grande, el 31% para el pequeño y el 53% para el departamento de acabados, según COOO. La sección sindical de Comisiones Obreras en Sidenor en Reinosa ha subrayado en un comunicado que las medidas planteadas por la empresa para el Expediente de Regulación Temporal de Empleo son "desproporcionadas, tanto en el ámbito temporal como en los porcentajes de aplicación", aunque la causa del ERTE "estuviera debidamente justificada".

La planta de carburantes sintéticos de Petronor ya ha recibido luz verde para fondear en Euskadi. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Bilbao aprobó el lunes los tres proyectos que pondrán en marcha el denominado ‘hub de descarbonización’, una planta experimental que producirá combustibles con un balance neto de cero emisiones de carbono. La inversión superará los 200 millones de euros y se iniciarán los movimientos de tierras entre los próximos meses de abril y julio. Las primeras instalaciones estarán operativas a comienzos de 2026. Entrará en funcionamiento un electrolizador de 10 MW capaz de producir hidrógeno renovable para los combustibles sintéticos. La futura planta llevará incorporada la palabra ‘demo’ para describir sus instalaciones que, por su innovación y tamaño, se ubican entre un proyecto piloto y una factoría de carácter industrial. En concreto, tendrá capacidad para producir 2.000 toneladas anuales de combustible sintético, unos 50 barriles diarios, suficientes para suministrar este tipo de carburante a 200 coches. Los ‘e-fuel’ que se produzcan pretenden aportar una opción adicional para suministrar al transporte, que además pueda ser compatible con otras tecnologías. A la planta de combustibles sintéticos, con 165 millones de euros de inversión, se le suma también el segundo de los proyectos aprobados ahora por el Puerto de Bilbao: una planta de pirólisis con otra inversión de 30 millones, que comenzará a edificarse en 2026. Se prevé que esté lista para 2028 y que permita crear biofuel marino y plásticos de economía circular a través de un proceso que haga posible descomponer sustancias sin llegar a la combustión.

Repsol, la primera petrolera en España, ha llegado a un acuerdo con el gigante agroalimentario americano Bunge para operar juntos en el negocio de los biocombustibles y liderar en España esta nueva carrera dentro de la transición ecológica. La alianza se inicia con la compra, por parte de Repsol, del 40% de tres instalaciones industriales que forman parte de Bunge Ibérica, una de las filiales de Bunge en la Península Ibérica, por un importe total de 300 millones de dólares y hasta 40 millones de dólares adicionales en pagos contingentes (en total, más de 314 millones de euros al cambio actual). El acuerdo contempla las plantas operadas por Bunge dedicadas a la producción de aceites y biocombustibles en Bilbao, Barcelona y Cartagena, cercanas a complejos industriales de Repsol. Bunge continuará siendo un productor y proveedor clave de harinas proteicas, aceites vegetales, oleaginosas y cereales en España. Mediante esta alianza, Repsol “incrementa su acceso a una amplia cartera de materias primas de baja intensidad de carbono para producir combustibles renovables, que suponen una ruta inmediata para acelerar la reducción de las emisiones del transporte, incluidos coches, camiones, aviones y barcos”, explican sus responsables.

Orange y MásMóvil cerraron definitivamente ayer la fusión de sus negocios en España, que crea el líder nacional del sector de las telecomunicaciones en clientes, aunque no en ingresos ni en margen bruto de explotación (ebitda). Se trata de la mayor operación corporativa de la historia de las telecos en España, con un valor conjunto de 18.600 millones de euros. La fusión se ha producido algo más de dos años después del anuncio del acuerdo inicial, el 9 de marzo de 2022, tras un tortuoso proceso de aprobación por parte de la Comisión Europea que luego fue extendido por parte del Gobierno español, que quiso atar determinados “compromisos” y garantías, sobre los planes de la firma resultante. Así, la suma de las dos compañías fusionadas dará una base de clientes de banda ancha fija, fundamentalmente a través de redes de fibra óptica, de 7,33 millones de líneas, con la suma de los datos de ambas en el ejercicio 2023, frente a los casi 6 millones que tiene Telefónica. Es decir, que Orange-MásMóvil tiene un 24% más de clientes. La diferencia a favor de Orange-MásMóvil es aún mayor en el negocio móvil, puesto que la nueva firma sumaba 30,2 millones de líneas móviles a finales del pasado año, frente a los 20,1 millones de Movistar, lo que supone que la recién nacida tiene una base de clientes un 50% superior a la de su rival. Pero, sobre todo, la gran diferencia se produce en el segmento de los móviles de contrato –descontando los de tarjetas prepago–, que es la base de clientes que más gasta y más fiel.

Mejora la confianza de los hogares vascos a medida que la situación económica da síntomas de estabilizarse. El índice que mide la positividad de los ciudadanos en sus compras e inversiones ha experimentado en el primer trimestre del año una «mejora relevante» de cuatro puntos, de forma que se va aproximando a valores positivos (-5), pero sin alcanzarlos, según el estudio de confianza de los hogares vascos realizado en el primer trimestre de este año por el Departamento de Estudios de Laboral Kutxa. No obstante, pese a la «prevalencia de la cautela», es el mejor resultado de los últimos ocho trimestres, con el mejor nivel desde 2022, cuando empezó la guerra en Ucrania. Estas conclusiones se desprenden de la encuesta realizada a 800 personas entre el 12 y el 24 de febrero, según ha precisado la entidad financiera cooperativa de crédito. Entre los motivos que condicionan la confianza de los hogares vascos y que han sido determinantes en su pesimismo, desde el segundo trimestre de 2022, destacan dos: de una parte el escenario inflacionista y de tipos de interés más elevados y, de otra, la inestabilidad geopolítica (mundial) que condiciona el recorrido del impulso económico. Y es que la guerra tras la invasión de Rusia de Ucrania cambió de golpe los parámetros económicos que parecían ir mejorando tras superarse la pandemia del Covid. Según Laboral Kutxa, ambos aspectos deberían ir mitigando su impacto, pero todavía están conteniendo la confianza de los hogares vascos. Ver nota completa de Laboral Kutxa. 

En mayo del año pasado, las Cortes aprobaron la nueva Ley de Vivienda. La medida tenía como objetivo dar una mayor seguridad a los inquilinos y evitar que los precios se disparasen de un año a otro al establecer una serie de obligaciones para los propietarios y ciertas garantías a los inquilinos. La realidad, según los agentes de la propiedad inmobiliaria, parece que ha sido otra. Aseguran que la nueva legislación ha retirado viviendas del mercado. Algunas, insisten, se han puesto a la venta, otras han cambiado a alojamiento turístico, un importante número han optado por hacer contratos temporales inferiores a un año -que permiten esquivar la norma- y otras cuantas directamente ya no aparecen en ninguna de estas estadísticas. Una apreciación que se apoyaría en los recientes datos publicados por el Observatorio vasco de la Vivienda. Si en el tercer trimestre del 2022 se firmaron un total de 2.623 contratos de alquiler, un año después el número de fianzas cayó hasta las 2.113, lo que representa un descenso de casi el 20%. Algo que rompe por completo con la tendencia alzista que venía registrando el mercado inmobiliario durante los últimos ejercicios.

El consejero vasco de Educación, Jokin Bildarratz, pidió ayer oficialmente al Gobierno central que Euskadi pueda llevar a cabo directamente la contratación del personal docente sustituto. Educación y el Ministerio de Universidades acuerdan dotar a la universidad pública vasca de 150 nuevas plazas para personal ayudante doctor.

El Consejo de Ministros aprobó este martes un real decreto con el desarrollo reglamentario necesario para aplicar, desde 2025, la cotización de solidaridad para los salarios más altos que excedan de la base máxima, según ha informado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esta medida, que forma parte de la reforma de las pensiones aprobada hace un año se desplegará gradualmente, partiendo de cuotas de alrededor del 1% en 2025, e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar a cerca del 6% en 2045 (5% a cargo de la empresa y 1% a cargo del trabajador). Según la reforma de pensiones, esta cuota se aplicará por tramos salariales hasta 2045. Al final de este periodo, el tipo de cotización será del 5,5% para los que tengan un salario comprendido entre la base máxima y un 10% más; del 6% para los salarios que superen la base máxima entre un 10% y un 50%; y del 7% cuando el salario sobrepase la base máxima en un 50%. Esta cuota solidaria no se aplicará a trabajadores autónomos.

El euríbor cerrará marzo con la segunda subida consecutiva del año (a tres días para cerrar el mes está en 3,72%, superior al 3,67% de febrero), con lo que consolida el cambio de tendencia alcista y esfuma el posible abaratamiento de cuotas. El inicio de este año llegó con cantos de sirena para los más de 122.000 vascos que tienen referenciada su hipoteca a un tipo variable. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, aseguró en enero que la transmisión de las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) a la economía real estaba «casi completada», indicando además que uno de cada tres hogares experimentaría bajadas en sus hipotecas en este primer trimestre. Sin embargo, a falta tan solo de cuatro días para dar por finalizado marzo, el euríbor –índice al que se encuentran referenciadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable– va camino de cerrar el tercer mes del año con una nueva subida, la segunda de forma consecutiva tras el repunte de enero. En concreto, este indicador arroja ahora una media del 3,722%, frente al 3,671% de febrero. Conviene recordar, no obstante, que de los 122.000 vascos que tienen referenciada su hipoteca a tipo variable se desconoce cuántos de ellos deben revisar ahora su crédito sobre vivienda. 

La economía española de los últimos dos años ha marchado con más fuerza de lo anticipado por todas las proyecciones previas. El mercado laboral, las exportaciones y hasta el consumo público han demostrado ser resilientes. Pero no la inversión, que sigue sin poder restablecer los niveles previos a la pandemia. En 2019, la formación bruta de capital fijo en España –que es la manera en la que se mide la inversión– superó los 255.000 millones de euros, según los datos de Eurostat. Para 2023, la cifra seguía casi un 4% por debajo, pues no alcanzaba los 246.000 millones. Es uno de los países de la Unión Europea, junto a Alemania, que sigue sin recuperar en este terreno los niveles precovid, posicionándose como el gran obstáculo a batir para garantizar en el futuro un aumento sostenido del producto interior bruto (PIB). Si se mira al detalle la fotografía que se extrae de los datos de contabilidad del Instituto Nacional de Estadística (INE), se observa que todos los sectores que conforman la formación bruta de capital sufren la misma incapacidad para alcanzar los niveles anteriores a la pandemia. La diferencia en el caso de la construcción es de un 6,3% si se compara el cierre de 2019 respecto al de 2023; en la maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento, la brecha es del 11,3%; y supera el 16% en lo que se denominan recursos biológicos cultivados, que son todas las plantas y animales a partir de los cuales se producen otros productos. El desfase respecto al conjunto de la UE es, en todos los casos, enorme.

“Ha llegado el momento de tomar decisiones”. Estas fueron las palabras que trasmitió el viernes pasado el sindicato mayoritario en la planta de Ford Almussafes (Valencia), UGT. La dirección mundial de la marca se reúne con los empleados ante la falta de carga de trabajo Automoción. La factoría valenciana ha pasado en apenas seis años de producir casi 370.000 coches en 2018 de cinco modelos distintos, a manufacturar el año pasado poco menos de 212.000, lo que significa una disminución del 42%. 

En un entorno marcado por la languidez de las principales economía europeas, España despuntó en 2023 por su resiliencia, que quedó plasmada en un inesperado esprint final de la actividad en el cuarto trimestre. El INE confirmó ayer que el PIB creció un 0,6% entre octubre y diciembre del año pasado, elevando el crecimiento anual acumulado al 2,5%, muy por encima del paupérrimo promedio europeo, que apenas avanzó un 0,5%. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, reivindicó ayer “la buena marcha de la economía española frente a las predicciones catastrofistas y los relatos sesgados”, asegurando que “las cifras son claras e incontestables”, con un crecimiento del PIB nacional “cinco veces superior al de la media de la zona euro y el más elevado entre las principales economías europeas”. Todo eso es cierto, y también que los pronósticos de los principales organismos económicos sitúan a España al frente del crecimiento en 2024, pero no lo es menos que entre las luces también hay sombras, en un contexto en el que la economía española también se desacelera, aunque menos que sus homólogas europeas: el crecimiento del 2,5% de 2023 es muy inferior al 6,4% de 2021 y al 5,8% de 2022, mientras que las proyecciones de consenso apuntan este año a un avance ligeramente por debajo del 2%. Además, la composición del crecimiento en los últimos meses suscita dudas o, como señaló el Banco de España al conocer el primer avance del INE, deja entrever “algunos elementos de debilidad”, entre los que resaltó la inversión y el consumo privado, que, según el supervisor, se comportaron peor de lo esperado, mientras que habrían sido el alza del consumo público y la acumulación de inventarios los que habrían tirado del carro en la recta final de 2023.

España tiene un impuesto del IVA comparativamente muy complejo. Con muchas más exenciones y tipos reducidos que buena parte del resto de las economías europeas, lo que a su vez reduce de manera sensible la capacidad de recaudación de la figura. Y para revertir esta situación, la Comisión Europea quiere que el Gobierno simplifique y en, consecuencia, endurezca este impuesto. La Comisión, y también otros organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco de España, e incluso los expertos fiscales que la propia María Jesús Montero nombró para su, al menos por el momento, frustrada reforma fiscal. Pero el Ejecutivo siempre ha rechazado aplicar esta medida por miedo al coste político y electoral que conllevaría. «Entre las posibles medidas para aumentar los ingresos se podría incluir la simplificación del IVA», exponía esta misma semana Bruselas en un extenso análisis sobre la economía española. A continuación, la Comisión propone actuar en los impuestos medioambientales, algo que el Gobierno, en cambio, sí se plantea. Es más, ya ha tomado algunas iniciativas en ese sentido, como la figura sobre el plástico o los depósitos en vertedero, y España se ha comprometido con Bruselas en seguir incidiendo en esa vía. Pero en el caso del IVA la predisposición no es la misma.

Francia gasta más de lo que ingresa, mucho más, y Emmanuel Macron no logra controlarlo. Hubo en 2023 un agujero de 154.000 millones de euros, un déficit de un 5,5% del producto interior bruto, según publicó ayer el INSEE, el instituto estadístico francés. La cifra, un 0,6% más de lo previsto, siembra dudas sobre la capacidad del Gobierno francés para cumplir el objetivo de reducir dentro de tres años el déficit por debajo del 3%, el límite que fijan las normas europeas. La deuda se sitúa en 110,6% del PIB. La respuesta de Macron y su ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha consistido por ahora en aplicar recortes por un valor de 10.000 millones de euros. A la hora de reducir el déficit y la deuda, “está en juego el interés nacional para afrontar inversiones necesarias o cualquier nueva crisis que requiera movilizar fondos públicos”, escribe Le Maire, que además de político es un prolífico escritor, en su nuevo libro, La voie française (La vía francesa). “Está en juego nuestra independencia: una nación endeudada es una nación dependiente de sus acreedores”. Le Maire atribuye el déficit excesivo a la caída el año pasado de los ingresos fiscales. El escaso crecimiento tampoco ayuda: en 2024 debería ser del 1%, o menor. El ministro no quiere renunciar al objetivo de controlar el déficit en 2027, cuando termina el segundo y último quinquenio de la presidencia de Macron. Al mismo tiempo, se niega a desviarse del principio que ha aplicado desde que en 2017 el presidente le nombró al frente del superministerio de Economía y Finanzas: no aumentar impuestos.

Para el presidente de BlackRock, primera gestora mundial de fondos, la prosperidad exige “un mercado de capitales robusto”. El presidente de BlackRock defiende la importancia de tener un mercado fuerte para afrontar retos como el envejecimiento y la inversión en infraestructuras.

Un portacontenedores gigante de 300 metros de eslora (longitud) y 95.000 toneladas de peso muerto bautizado Dali (en homenaje a Salvador Dalí) embistió ayer el puente de 2,6 kilómetros Francis Scott Key (que toma su nombre del creador del himno nacional de EEUU) dejando dos heridos y al menos seis desaparecidos. El puente se vino abajo, y con él su precio, estimado en unos 80.000 millones de euros. También cayeron a las aguas del puerto de la ciudad de Baltimore, donde tuvo lugar el siniestro, seis trabajadores de la construcción que estaban realizando reparaciones en una de las calzadas del puente. Por el momento, se les ha dado por desaparecidos. Las posibilidades de que hayan sobrevivido no parecen muchas. Primero, una caída al agua desde una altura de 15 metros, en medio de una lluvia de miles de toneladas de acero y hormigón. Después, sobrevivir en el puerto, en un canal de navegación que tiene grandes corrientes y en el que la temperatura del agua era de 6,3 grados centígrados cuando se produjo el accidente. Dentro de la tragedia, hubo suerte. El Dali embistió una de las pilastras del puente, cuando el tráfico era mínimo. Los servicios de emergencia acordonaron rápidamente la zona, impidiendo que más coches entraran al puente, lo que podría haber aumentado las pérdidas humanas. El barco emitió una llamada de auxilio que permitió detener el tránsito y salvar vidas, declaró el gobernador del estado de Maryland, Wes Moore. «Esas personas son héroes», agregó. Instantes antes de que se produjera la colisión, las luces del Dali parpadearon, y el barco emitió una señal automática de socorro, lo que podría indicar «un fallo en el sistema eléctrico» que tal vez justifiquen el accidente. Ninguna de las personas de la tripulación del barco, que lleva 20.000 contenedores con destino a Singapur, sufrió daños personales.