20230108

Un año de oportunidades para las que hay que estar preparados, pero también de obligada prudencia. Treinta líderes empresariales analizan para El Correo el horizonte económico de 2023 y los retos que esperan a la sociedad. Coinciden en el diagnóstico: pocas certezas, pero confianza en nuestras capacidades. Carolina Pérez Toledo, presidenta de Cebek: "Demasiadas incógnitas sin resolver. Las empresas terminamos este 2022 con serias dificultades y con enormes incrementos de costes, que mayoritariamente no estamos trasladando a nuestros precios. Esta circunstancia convive con una importante caída de los márgenes que lastran nuestra recuperación, nuestras expectativas y también algunos planes de inversión y crecimiento, especialmente en nuestras pymes...Estas circunstancias están afectando sobremanera a la negociación colectiva, dificultando el logro de acuerdos tan necesarios para la estabilidad sociolaboral en Euskadi..." Tamara Yagüe, presidenta de FVEM: "...Dentro de nuestro territorio terminamos el año sin haber conseguido pactar un nuevo convenio colectivo para los y las trabajadoras del metal. A pesar de las múltiples ofertas y acercamientos que hemos realizado los sindicatos continúan sin hacer unas peticiones que se ajusten a la realidad actual y a los acuerdos que se están firmando en nuestro entorno. 2023 se nos presenta como un año clave para nuestra industria y su competitividad futura. Año clave para profundizar en las transiciones que nos afectan, la energética y ambiental y la tecnológico y digital, además de aprovechar las oportunidades que se abren ante la nueva situación geopolítica global. Para ello es vital que se materialice la ansiada llegada de los fondos Next Generation...". Javier Ormazabal, presidente de Velatia: "Oportunidades y complejidad: Una vez más, las empresas tendremos que encontrar y generar oportunidades y el reto sigue siendo tomar decisiones bien orientadas, elegir el momento adecuado para implementarlas y saber ejecutarlas con precisión. Para conseguirlo sería deseable que todos los que formamos parte o influimos en las empresas, desde el equipo, a los accionistas, sindicatos, reguladores, instituciones y partidos políticos, estuviéramos alineados para maximizar la creación de valor. No parece que, por desgracia, ese alineamiento sea fácil, pero no por ello debemos frenar nuestro impulso y responsabilidad hacia el conjunto de la sociedad a la que proveemos de bienestar....". Anton Pradera, presidente de CIE Automotive: "confianza en nuestras posibilidades...Quizá estemos viviendo uno de los momentos de la historia reciente más complejos por su inestabilidad y por su estupidez. Todo ello no debe llevarnos al desánimo. Al contrario, tiene que ser un acicate para ser más resistentes a las dificultades y desarrollar esas capacidades de las que somos valedores y que hemos adquirido a lo largo de anteriores crisis. .."

Si usted es un empresario vasco, es muy probable que le cueste horrores conseguir un programador informático. Por otro lado, si es ingeniero industrial, seguro que recibe con frecuencia ofertas de otras compañías. El mercado laboral de Euskadi no es ajeno a la escasez de mano de obra cualificada que padecen determinados sectores. De ahí que exista una soterrada pelea entre las empresas en la pugna por la retención y atracción de talento. ¿Pero cuáles son los perfiles más demandados en el tejido económico vasco? Ahora mismo, las empresas se rifan a profesionales de ámbitos tan diversos como la informática, la ingeniería industrial, la sanidad y la construcción. También hay necesidad en el transporte, la automoción y la hostelería. Según el último estudio del grupo consultor Adecco, más de la mitad de los directores de recursos humanos reconoce tener dificultades para encontrar candidatos. ¿Pero cuáles son las causas por las que cuesta cubrir algunos puestos? Paloma Gurruchaga, responsable de la delegación de Adecco en Gipuzkoa, corrobora la falta de mano de obra que Gipuzkoa padece en los citados sectores, pese a que descarte análisis catastrofistas ya que el territorio tiene «casi pleno empleo». Gurruchaga explica que todos los perfiles técnicos del sector industrial están muy demandados. Hablamos de «soldadores, caldereros, fresadores, carretilleros, electricistas, toda la parte del almacén... El problema es que el territorio no es capaz de cubrir el relevo generacional que está empezando a suceder y que se acentuará en los próximos años con el ‘baby boom’». La responsable de Adecco en nuestro territorio opina que una de las causas para sufrir esa falta de personal tiene que ver con la preferencia de los jóvenes por las carreras universitarias. «Hay que casar más el ámbito educativo con el profesional y vender el proyecto en los jóvenes. Se ha inculcado desde hace años que las carreras universitarias tienen más salidas y la Formación Profesional se quedaba en segundo plano. Pienso que desde el ámbito institucional hay que hacer un esfuerzo en marketing y pedagogía», asevera.

Europa está falta de fontaneros, enfermeros, soldadores y transportistas, entre otras profesiones, y no los encuentra en casa. Países Bajos, Bélgica y República Checa tienen casi un 5% de empleos sin cubrir. Alemania alrededor de un 4,5%. Francia e Italia rozan el 2,5% y España el 0,8%, con 144.000 vacantes. A la espera de que cuajen en Bruselas iniciativas para afrontar la escasez de mano de obra, los países se han apresurado a legislar. Alemania ha reducido la burocracia y facilitado la homologación de títulos, Francia prepara una ley migratoria que permitirá la contratación de inmigrantes y demandantes de asilo. Bélgica ha implantado un permiso único de trabajo y residencia. Y España ha aplicado cambios normativos para agilizar la contratación en origen. El envejecimiento de la población, la revolución del mercado laboral, el impacto de la pandemia y los bajos salarios en algunos sectores están tras esta realidad. El paro cayó al mínimo del siglo XXI en octubre, un 6%, dice Eurostat; el 3,1% de las ofertas de empleo en la zona euro quedaron sin cubrir hasta el tercer trimestre; en una treintena de profesiones la escasez de mano de obra es honda, y la Comisión Europea calcula que si ahora un 70% de la población se halla en edad de trabajar, en 2070 el porcentaje bajará hasta el 54%. La traducción de tanta cifra es que las empresas necesitan trabajadores. Ante esta situación, cada vez más países europeos buscan activamente mano de obra en el extranjero, aprobando nuevas normas.

España está variando poco a poco su forma de abordar la inmigración laboral, de modo que contratar a extranjeros en sus países resulte algo más habitual y flexible. Hace solo una semana, se publicaba una orden ministerial que diseña cómo se captará a trabajadores en el exterior en los próximos años, de temporeros a camioneros pasando por electricistas. El ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, está detrás de todos los cambios que se han ido sucediendo desde 2019. En sus casi cuatro años de mandato, ha imprimido en la política migratoria una perspectiva práctica y económica —y utilitarista, según sus críticos— bastante novedosa. El objetivo de Escrivá es crear un modelo más ágil que permita incorporar talento y mano de obra en sectores clave en momentos concretos de alta demanda de plantilla. Quiere también dar más estabilidad y oportunidades a miles de trabajadores que prestan servicios en España de forma estacional desde hace años. La contratación en origen, defiende su ministerio, supone también una baza geopolítica y ayuda a estrechar lazos con países con los que se colabora en materia migratoria. El gran paso se dio este verano con la reforma del reglamento de la ley de Extranjería que, entre otras cosas, facilita la contratación de trabajadores en el exterior y plantea una vía de obtener los papeles a los inmigrantes que ya viven en España a cambio de que se formen en sectores necesitados de personal. Miles de personas podrán beneficiarse de esta reforma, con la que tendrán más facilidades para incorporarse al mercado laboral y vivir regularmente en España.

El gasto en I+D en Euskadi ascendió en 2021 a 1.647 millones de euros, un 10,5% más que el año anterior, con lo que alcanzó el máximo en su serie histórica. Fue una cifra récord que supuso el 2,11% del PIB, muy por encima del 1,43% de media en el resto de España. Buena parte de la responsabilidad en esta diferencia la tiene Gipuzkoa. Según datos del Eustat, el año pasado el 46,9% del gasto total en I+D del País Vasco se llevó a cabo en Bizkaia, el 42,7% en nuestro territorio y el 10,5% en Álava. El escalafón cambia cuando la inversión en I+D se compara con el PIB. Desde este punto de vista, el gasto representa el 2,69% del PIB de Gipuzkoa, el 1,95% de Bizkaia y el 1,40% de Álava. Si nuestro territorio lidera la inversión en I+D en el País Vasco, también lo hace en cuanto al número de personas dedicadas a la ciencia. En Gipuzkoa trabajaban en 2020 un total de 8.221 investigadores, lo que supone el 2,42% de la población activa, un porcentaje que se halla por encima del 1,93% de Bizkaia y el 1,62% de Álava. En valores absolutos, en 2020 Euskadi alcanzó la cifra récord de 21.314 investigadores, lo que supone que el total de personas que se dedican a la investigación ha aumentado más de un 1% respecto al año anterior. Este crecimiento ha hecho que en 2020 el 2% de la población activa de Euskadi se dedique total o parcialmente a la investigación.

las empresas de Gipuzkoa están empezando a entrenar esa interactividad entre los trabajadores. Alinear a todos los empleados con la estrategia de la compañía y mejorar la comunicación para un trabajo más armónico comienza a ser tan importante como acertar con la estrategia productiva y la cuenta de resultados. El centro de alto rendimiento de Fabrika en Miramon (Donostia) acoge ya a las primeras empresas que están realizando sesiones de entrenamiento. Fabrika será inaugurada por Adegi el próximo viernes 13 de enero pero ya echa humo con la presencia de distintos grupos. Tres de ellos cuentan su experiencia. Eduardo Jauregi Irisbond «Hay que entender por qué tu compañero de trabajo hace determinadas cosas». Catorce empleados están sentados en una sala dispuestos en círculo, con unas cartas y fotos con distintas imágenes inundando el centro de la escena. A cada uno, las imágenes les sugieren una emoción o un pensamiento. Los trabajadores se abren delante de sus compañeros y reciben la comprensión y empatía de quienes trabajan con ellos. Una forma de conocerse mejor de cara a una tarea conjunta y «mejores reuniones» que redunde en la buena marcha de la empresa. Los empleados son de la firma donostiarra Irisbond y su responsable es Eduardo Jauregi. «Somos una compañia joven, de nueve años, y estamos en un proceso de crecimiento importante y necesitamos una estructura sólida y amarrada, con unos valores compartidos, y la experiencia en Fabrika ha sido muy positiva», explica el fundador y CEO de esta firma ubicada en la Avenida de Tolosa, que emplea a unas 30 personas que se dedican a tecnologías de EyeTracking que dan soluciones de comunicación a personas que no tienen voz. Jauregi explica que «uno de los problemas hoy de las empresas es atraer y fidelizar talento, engancharles con tu proyecto y hay que hacerlo atractivo».

Nuevo encuentro Aupa Zuek+FuckUp Nights. Citas organizadas conjuntamente por el Foro de Emprendedores de Adegi y la agencia de comunicación En Clave de Sol para inspirar y extender el emprendimiento, tanto por cuenta propia como ajena. Así, en cada cita, tres personas empresarias y emprendedoras comparten de forma cercana y en clave de humor algún fracaso significativo de su trayectoria profesional demostrando que solo gracias a la superación, al esfuerzo y al afán de crecimiento se logran alcanzar los éxitos. La Fundación del Cambio Climático de Gipuzkoa, NaturKlima, en atención a su misión de promover la transformación de las empresas en materia de sostenibilidad, servir de motor en el fortalecimiento de la economía circular y el consumo responsable, se sumó como colaboradora de esta velada que giró en torno al reto de Gipuzkoa en materia medioambiental. Josean Rodríguez y Sol Busca moderaron la cita, en la que se escucharon las inspiradoras historias de Aritz Gartzia, CEO de Ekomodo, empresa que diseña, produce y vende productos elaborados y reciclados; Sandra Montes de la startup ScrapAd, plataforma digital que pone en contacto a compradores y vendedores de residuos metálicos para su reuso y reciclaje, y Luis Artola, gerente de PlastiGaur, que diseña y fabrica envases y embalajes bajo los principios de la economía circular.

Entrevista con Jon Lekue, representante de Faconauto en Euskadi. Euskadi registró en 2022 la quinta mayor bajada del Estado en la venta de automóviles nuevos, un descenso que confirma la tendencia de los últimos años. Las ventas de coches han constituido, de forma tradicional, uno de los mejores medidores para constatar el optimismo social en la marcha de una economía. Pero, desde hace una década, el mercado parece caminar en una trayectoria distinta a la del resto de vectores del consumo y, así, este importante segmento de la industria no percibió la reactivación general del gasto familiar que se produjo el año pasado. "“Prevemos que el primer semestre siga siendo tibio y que la situación mejore después, con un aumento del 5%”, dice el también director general de Autonervión. A nivel general ha sido un año bastante complicado, y para nuestro sector también, debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania, la alta inflación y la subida de los tipos de interés. Eso ha provocado que la confianza del consumidor haya sido mucho más baja que en años anteriores. También ha habido una caída en la capacidad de producción de los fabricantes y, por último, una crisis en el transporte que ha derivado en que haya menos coches disponibles en los concesionarios. Todo esto se traduce en unos niveles de actividad bastante por debajo de los de antes de la pandemia. Nos parece urgente un nuevo plan de estímulos, similar a los anteriores de ámbito vasco o estatal, para el achatarramiento de vehículos. Contamos con un parque automovilístico dos años más envejecido que la media europea y, cuanto más antiguo sea, más difícil va a ser reducir las emisiones contaminantes..."

El pago de la próxima pensión de finales de enero incluirá una exponencial subida de la prestación: un 8,5% más. La escalada de la inflación ha derivado en una revalorización histórica, hasta tal punto que una parte de los trabajadores que se encontraban próximos a la edad de jubilarse se han llegado a plantear anticipar su retiro para aprovechar este alza de la pensión, aun a costa de que la Seguridad Social les aplique la penalización legal establecida por anticipar su jubilación frente a la edad determinada por la normativa actual. En cualquier caso, es una alternativa que, una vez cerrado el año 2022 y con la revalorización puesta en marcha, ahora no tiene sentido para los futuros jubilados. Las calculadoras de una parte de estos ciudadanos han echado humo en las últimas semanas, cuando han estado comprobando en cuánto se les quedaría su pensión con este cambio de los importes que ha entrado en vigor desde el 1 de enero, tal y como aprobó el Gobierno a finales de 2022. En la Administración Pública asumen que ha existido este movimiento y que se han podido registrar casos, aunque en ningún momento de forma masiva. No será hasta que la Seguridad Social tenga los datos de la nómina de pensiones de diciembre encima de la mesa cuando el organismo revelará cuántos ciudadanos han preferido adelantar su jubilación acogiéndose a esta modalidad. En realidad puede haber casos de cotizantes que se lo han pensado, pero que realmente después no materializan esa decisión. 

"Vivimos inmersos en un océano de ideas preconcebidas. Por aquello de los misterios de la química social, la mayoría de ellas resisten perfectamente el corrosivo pH de los datos, de tal manera que sobreviven sin dificultad y se expanden con facilidad por la sociedad, sobre todo si se repiten y utilizan con la suficiente insistencia. Por eso, si le ha escuchado a cualquiera de lo múltiples representantes de los progresistas que asisten al Gobierno de progreso será consciente de que la mayoría de las empresas se están forrando con esto de la inflación y que bancos y energéticas no saben dónde almacenar los beneficios extraordinarios que obtienen a costa de los sufrimientos ciudadanos. Hasta tal punto es así que, el Gobierno se ha visto obligado a elevarles la carga fiscal para cortar de raíz tanto abuso. Es cierto que la manera de hacerlo ha sido bastante chapucera y que es muy probable que las nuevas normas terminen tumbadas por los tribunales por culpa de su falta de equidad, por su carácter discriminatorio, por su insistencia en el mismo hecho gravado o por todo a la vez. Pero, qué quiere, no puede estar en todo y las urgencias recaudatorios eran muchas, a pesar de haber obtenido 33.000 millones extras. Unos millones que, a su vez, empujan a la inflación que tantos daños causa a la población y en cuya lucha tantos esfuerzos invierte luego el Gobierno. Bueno pues esta semana hemos conocido los datos del INE referentes a la evolución de las empresas no financieras a lo largo de los tres primeros trimestres del año recién terminado. Se los resumo a continuación y podrá comprobar que la realidad circula a cierta distancia de las ideas preconcebidas..."

La Unión Europea genera más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año y los derivados de la construcción y la demolición (RCD) ocupan la primera posición en el ranking, según datos de Eurostat. España no es ajena a esta realidad; el sector de la edificación se sitúa también en primer lugar con el 29,8% del total de residuos que se generan en el país. Para poder reducir estas cifras, la nueva Ley de Residuos aprobada el pasado mes de abril obliga a separar los cascotes en obra y establece el objetivo de alcanzar el 70% de valorización de los residuos generados por la construcción. Según los resultados de una encuesta elaborada por el Clúster de la Edificación, el 75% de las constructoras incumplen esta ley. Beatriz de Diego, experta del Área Técnica de Green Building Council España (GBCe), cree que hay una razón de peso para este incumplimiento: el encarecimiento del coste. “Se complica el proceso y hace falta más espacio en obra para llevar a cabo la separación, que incluye las fracciones de madera, minerales, metales, vidrio, plástico y yeso. Además, se deben separar aquellos productos que pueden ser reutilizados y que por tanto retienen más valor, por ejemplo, tejas, sanitarios o elementos estructurales”, argumenta. Alfons Ventura, experto de GBCe, también apunta que la separación del yeso representa un verdadero reto, en especial en las obras de rehabilitación en las que se encuentra adherido al paramento y para su separación se debería repicar con anterioridad a la demolición de cualquier tabique, “lo cual es probable que tampoco se esté cumpliendo”.

El Gobierno aspiraba a que más de medio millón de jóvenes que cumplían 18 años en 2022 se beneficiaran del bono cultural joven –un cheque de 400 euros que se puede canjear en ir al cine, comprar videojuegos y libros o ir al teatro, entre otros servicios y productos culturales–. Una ayuda para la que había consignado 210 millones de euros en los Presupuestos. Sin embargo, finalmente fueron 272.962 jóvenes a los que se concedió esta ayuda el año pasado, algo más de la mitad del objetivo que se pretendía lograr, y hubo importantes diferencias de un extremo a otro del país. El gasto finalmente se ha quedado en 112 millones de euros en 2022, algo más de la mitad de lo previsto, a los que se sumarán otros 210 millones que el Ejecutivo destinará a una nueva convocatoria para los jóvenes que cumplan 18 años en este ya iniciado 2023 y que será lanzada próximamente. Pese a que la ayuda tiene como destinatario directo a los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad, y que por cierto votarán por primera vez en las elecciones de este año, en realidad se trata de una ayuda destinada al sector cultural.

Las matriculaciones en las escuelas infantiles autorizadas de Euskadi, centros privados pero subvencionados con fondos públicos, han caído un 16% en los últimos seis años. O lo que es lo mismo: más de un millar de niños menos. El desplome imparable de la natalidad, las mejoras sociales como la ampliación de las bajas de maternidad y paternidad, que han hecho que las familias apuren al máximo el cuidado de sus hijos y recurran a este recurso más tarde que hace unos años; el teletrabajo o los tiempos de vacas flacas por la subida de la inflación, han abocado al sector a una situación de «incertidumbre y gran inquietud». A lo largo de 2022 han tenido que bajar la persiana un total de seis centros en Bizkaia y otros dos en Álava y Gipuzkoa. Sin embargo, los próximos cambios en la escolarización de los menores de 3 años en el País Vasco como la gratuidad total de las Haurreskolak y la concertación de las aulas de 2 años en los colegios privados, hacen que los pronósticos para el próximo curso sean aún más desoladores: vaticinan nuevos cierres y el despido del «20%» de la plantilla. «Nuestra situación se va a ver muy amenazada y no sabemos cómo responderá la población. Si las familias se pueden ahorrar dinero, muchas elegirán centros públicos o concertados, donde las cuotas serán más bajas que en los nuestros. El futuro es muy incierto», advierte Eder Zaldivar, presidente de Giarbi, una de las asociaciones del sector en la comunidad junto a Haurpribi.

«Somos un proyecto nacionalista que se mueve en un territorio fronterizo con la socialdemocracia», afirma el dirigente jeltzale Burukide del EBB y responsable de Innovación, al guipuzcoano Xabier Barandiaran (Ataun, 1969) se le notan sus tablas de sociólogo cuando explica con un punto de entusiasmo las conclusiones del proceso de escucha ‘Entzunez Eraiki’ que los jeltzales han llevado a cabo en el último año. «El PNV debe abrirse más a la sociedad, Euskadi es muy diversa y ha cambiado mucho en 40 años», concluye. "La vulnerabilidad es la que tienen todos los partidos. La profunda desafección hacia la política y que se tiende a establecer una relación entre la ciudadanía y la política muy puntual en términos electorales. Un partido que aspira a transformar a través de las políticas públicas necesita una vinculación sólida con la sociedad. En los tiempos actuales todos los partidos son vulnerables. Hay una tendencia generalizada en las sociedades de consumo, también en Euskadi, a que la relación sea ir a votar y ha descendido mucho la relación de las personas con la comunidad política en términos de compromiso real..."

El Partido Republicano ha recuperado una parcela de poder después de dos años de poder total de los demócratas en Washington. Lo ha conseguido, eso sí, después de un bloqueo que casi acaba en fractura permanente por la lealtad de un último reducto al expresidente Donald Trump, que tuvo que intervenir en la madrugada de ayer con una ronda de llamadas personales a los rebeldes. Ahora, los republicanos, bajo la dirección de Kevin McCarthy, diputado de California, comienzan una agenda dedicada sobre todo a investigar a la Administración Biden por su retirada de Afganistán, el aumento histórico de la inmigración irregular y otras graves crisis. Tras la decimoquinta votación, ya pasada la medianoche del sábado –seis de la mañana en España–, McCarthy logró los apoyos necesarios para ser designado presidente de la Cámara de Representantes. Ahora los republicanos ya pueden aprobar las normas de funcionamiento de la 118 legislatura, algo que harán mañana. Después se repartirán los cargos en las comisiones y de éstas emanarán las investigaciones formales. Los republicanos no tendrán mucho más poder, pues en realidad para aprobar leyes y ratificarlas se necesita al Senado, y allí los demócratas mantienen su mayoría. En caso de querer recusar al presidente Biden por una proceso de ‘impeachment’, también fracasarían, al estar dividido el Legislativo.