20231027

Artículo de la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, para la edición estatal de Cinco Días: "A pesar de las muchas incertidumbres que nos rodean – una constante de los últimos años – lo cierto es que, de momento al menos, las empresas vascas están aguantando el tirón. La gran mayoría prevé para cerrar el año una desaceleración de su actividad, pero es verdad que muy pocas creen que las cosas irán a mayores...Tal y como recogen las últimas encuestas realizadas a las empresas por nuestras territoriales -Adegi, Cebek y Sea-, aproximadamente, siete de cada diez auguran un estancamiento de su producción y ventas, e incluso una ligera reactivación. Sólo una de cada diez cree que su sector de actividad entrará en recesión. También es cierto que estos datos son algo peores que a principios de año. Pero, en todo caso, en materia de empleo, más del 90% estima que, en los próximos meses, o mantendrán su plantilla o, incluso, aumentarán la contratación...Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses, en un contexto global enrevesado al que se acaba de unir la guerra en Israel...En Euskadi, por lo demás, tenemos otro problema añadido: el reto demográfico y el envejecimiento de nuestra población en edad laboral...Es cierto que la inmigración extranjera está suavizando algo la situación, pero no está frenando el grave problema demográfico y de capacitación profesional que tenemos en Euskadi.  Y, atención, porque no podemos perder oportunidades y proyectos punteros por no poder encontrar suficientes personas cualificadas para llevarlos a cabo. Simplemente, no nos lo podemos permitir...Rozamos el récord histórico de empleados en Euskadi, en torno al millón de ocupados; y el paro se sitúa también en mínimos de hace muchos años. Una magnífica noticia que, por cierto, alude al compromiso de la empresa vasca por generar riqueza y bienestar en Euskadi. Pero que el árbol no nos impida ver el bosque. El problema está ahí y tenemos que acelerar en la búsqueda de soluciones".

Siemens Energy decidió comprar el 100% de las acciones de Siemens Gamesa, su filial dedicada a la generación eólica, para salvarla de la bancarrota y darle respaldo y pulmón financiero, en un momento en que las entidades financieras amenazaban con dejar de financiar a la compañía que tiene su sede en el Parque Tecnológico de Bizkaia. Todo ha ido de mal en peor. Ahora es el conjunto de Siemens Energy el que está en peligro, las entidades financieras han comenzado a mostrar sus dudas y a transmitir advertencias de que no están dispuestas a asumir más riesgos y la empresa acaba de ponerse de rodillas ante el Gobierno alemán suplicando el rescate. La compañía ha admitido ya de forma oficial que ha pedido ese rescate, al tiempo que las acciones de la matriz germana se han hundido en Bolsa y en la jornada de hoy pierden casi el 40% de su valor. Algunas fuentes cifran en 15.000 millones de euros los avales que la empresa ha pedido al Gobierno. El argumento que ha esgrimido Siemens Energy ante el Gobierno alemán es claro. Los negocios más tradicionales de la compañía, ligados a la tecnología energética convencional del gas, el carbón o los combustibles va viento en popa en este momento. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha disparado las inversiones en nuevas plantas de generación convencional de energía -el carbón es una de las opciones, incluso en Alemania-, al tiempo que hay muchos proyectos de infraestructura de suministro de gas para buscar alternativas a Rusia. Así, Siemens Energy se encuentran con fuerte tirón de pedidos en ese ámbito, pero la aventura de la generación eólica ha drenado no solo sus resultados y su tesorería, sino también su crédito ante el sector financiero.

Repsol ha aprovechado la presentación de resultados trimestrales para lanzar una advertencia al Gobierno si propuesta el acuerdo entre PSOE y Sumar por el que se mantendrá el gravamen extraordinario a las energéticas y la banca, aunque solo estaba pensado para dos años. La compañía avisa de que pueden peligrar sus inversiones en España si sale adelante esta medida que, a su juicio, «castiga» a las empresas que, como Repsol, «invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país». La llamada de atención llega apenas dos días después de que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz rubricaran el acuerdo de gobierno con la prórroga del gravamen extraordinario por el que las energéticas tributan a un tipo superior al 4% sus ingresos y del que Hacienda ha recaudado solo este año 2.900 millones de euros. Para Repsol, esta posibilidad implica que «la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España».  La advertencia llega el día en el que Repsol ha presentado sus resultados trimestrales hasta septiembre con un beneficio neto de 2.785 millones de euros entre enero y septiembre, lo que supone un 14% menos que en el mismo período de 2022. Esta reducción se explica, en buena medida, precisamente por la caída del precio del crudo en lo que va de ejercicio. En los primeros nueve meses de 2023 el barril de Brent cotizó a una media de 82,1 dólares por barril, un 22% menos que en el mismo periodo del año anterior. Repsol destinó la mayor parte de sus inversiones entre enero y septiembre a proyectos en España (41%) y Estados Unidos (37%).

El anuncio del consejero delegado de Repsol ha situado en una especie de limbo varias inversiones que el grupo había proyectado para Petronor. En concreto, la instalación de un electrolizador de 100 megavatios que debía alimentar de hidrógeno a la refinería a partir de 2025 se sitúa así en riesgo. Algunas estimaciones apuntan a que el conjunto de proyectos que pueden peligrar en Petronor superan los 200 millones de inversión en los próximos cuatro años. Por el momento, la compañía no ha concretado qué proyectos concretos, que aún estaban en fase de estudio, pueden quedar dormidos en el cajón o cancelarse de forma definitiva. Repsol ha aclarado que no corren peligro las inversiones que estaban definitivamente aprobadas o ya en fase de implementación. Así, Petronor mantendrá la construcción de su planta de experimentación en combustibles sintéticos, que ya está en periodo de montaje en el Puerto de Bilbao. En esas instalaciones, en las que también se instalará un electrolizador –aunque de tan solo 10 megavatios–, la compañía quiere hacer los primeros desarrollos sobre un tipo de combustible que encaja en la transición energética. Se producen a partir de hidrógeno y de la captura de CO2. El dióxido de carbono que emiten en el momento de la combustión es equivalente al que se ha usado en su producción, de ahí que el saldo neto sea cero. El electrolizador de 100 megavatios que sí puede verse afectado por la congelación de inversiones forma parte también de los proyectos ligados a la descarbonización.

Las medidas económicas que han pactado PSOE y Sumar de cara a la formación del futuro Gobierno y que fueron presentadas en la mañana del martes con el boato de un pacto de Estado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han soliviantado a toda la clase empresarial, sin excepciones por territorios o sectores. Los empresarios han virado de un mensaje moderado de rechazo el martes a un tono mucho más duro ayer jueves, alertando del impacto negativo de las medidas en actividad y empleo e incluso avisando de deslocalizaciones de actividad. La reducción de la jornada laboral sin rebaja de sueldo, la consolidación del impuesto temporal a los beneficios de la banca o de las empresas energéticas, el aumento de la presión fiscal en el impuesto de sociedades o la eliminación de los vuelos de menos de dos horas y media de duración donde existan alternativas por tren han desatado una catarata de críticas que anticipa un clima de conflictividad social para la próxima legislatura. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, aprovechó ayer su intervención en el XXII Congreso de Directivos CEDE, que se celebra desde el miércoles en Granada, para cargar contra lo que consideró “medidas populistas” que solo van en contra de las empresas. “Rotundamente estamos en contra de este populismo que va a conseguir que vayamos hacia abajo. En la vida, hay veces que hay decir ya vale”, aseguró, lamentando que el pacto incluya incluso planteamientos de cogestión en las empresas. “Es más peligroso que lo de las horas”, subrayó. Garamendi recalcó que hay un montón de convenios que ya marcan menos de 37,5 horas. “Hacerlo por ley es intervencionismo. Hay gobernantes que no han visto la empresa en su vida y por eso les animo a pagar alguna nómina”, recalcó visiblemente enfadado. El líder de la patronal insistió en poner en valor la gestión. “Aplicar fórmulas populistas, que solo van en contra de las empresas, oyendo no al Gobierno, sino a dos partidos que quieren gobernar, son fórmulas que lo único que pueden hacer es entorpecer el crecimiento”, remachó. 

 La vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, ha afirmado este jueves que "a los empresarios nunca les ha ido tan bien como con este Gobierno". Así respondía Calviño, en declaraciones a La Sexta recogidas por Europa Press, a la amenaza de Repsol de desinvertir en el Estado si se mantiene el impuesto a las empresas energéticas, tal y como recoge el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar. "Estamos viendo que las empresas publican y anuncian en estos días beneficios récord. A los empresarios nunca les ha ido tan bien como con nuestro Gobierno y el programa para la próxima legislatura sigue una línea de responsabilidad para culminar todo este proceso de modernización de nuestra economía. Ése es el mensaje que yo creo que estamos dando en estos días y tendría que llevar a un mensaje positivo también del mundo empresarial, porque les ha ido muy bien en estos años, incluso en una coyuntura tan difícil", ha remarcado la vicepresidenta. 

Iberdrola ha anunciado una revisión al alza de sus previsiones económicas para este año en el mismo momento en que ha presentado sus resultados de los nueve primeros meses del ejercicio, que apuntan con claridad a un nuevo récord de beneficios el próximo diciembre. Hasta septiembre, la eléctrica vasca ha ganado 3.637 millones de euros, lo que supone un aumento del 17,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El aumento es del 22% si se deja fuera de la ecuación el efecto derivado de varias instalaciones de generación en México. La compañía ha anunciado este jueves que espera terminar el año con un aumento porcentual de dos dígitos sobre el beneficio cosechado en 2022, lo que va a situar el rendimiento neto de la compañía en el entorno de los 5.000 millones. En los nueve primeros meses del año la empresa ha invertido 7.700 millones de euros. Buena parte de esta cantidad se ha destinado a incrementar la capacidad de producción en parques renovables. Las claves del buen resultado de la empresa se deben, principalmente, a un doble efecto. De un lado, la empresa ha incrementado de forma sustancial la producción de energía renovable de sus parques, por la entrada en funcionamiento de nuevas instalaciones y también por la mejora de las condiciones climáticas en comparación con 2022. Sólo en España la producción renovable –solar y eólica- de la empresa ha crecido el 7% hasta septiembre. Ello ha permitido también reducir la dependencia de la generación de ciclos combinados, que utilizan y gas y resultan más caros, con un descenso en España del 8,29%. Ver nota de Iberdrola. 

Iberdrola continúa siendo fiel a su firme compromiso con el crecimiento de la tierra que la vio nacer, desarrollarse y convertirse en una de las mayores empresas eléctricas del mundo y líder en energías renovables. Euskadi es una pieza fundamental en el negocio de la compañía. Su responsabilidad con la comunidad autónoma le ha llevado a convertirse en uno de los principales motores de la economía vasca y a tener un profundo efecto tractor en el empleo y en la industria. Este compromiso tiene dos caras. En un lado están las cifras. El impacto económico de Iberdrola en el País Vasco fue de 2.700 millones en 2022. Es un 30% superior al conseguido en 2021 y equivale a más del 2% del PIB de Euskadi. Las inversiones en el ejercicio anterior en la comunidad autónoma fueron de 241 millones y la contribución fiscal rebasó los 400 millones. Y en el otro lado está algo menos tangible pero igualmente importante. El enorme impulso que toda esta actividad tiene en una industria vasca que es más dinámica, competitiva e internacional, demostrando su altos niveles de calidad y siendo capaz de llevar sus productos a los mercados de todo el mundo. También este efecto se puede medir. Iberdrola efectuó compras a cerca de 600 proveedores repartidos por toda Euskadi por más de 1.700 millones, como Ormazabal, SGRE, Ingeteam, Arteche, Mesa o Lizelan, creando empleo de calidad en sectores de futuro, vertebrando el territorio y generando oportunidades industriales basadas en la innovación. Es una apuesta además de largo recorrido. Gracias al plan estratégico a medio plazo, la contribución de Iberdrola al País Vasco alcanzará los 10.000 millones durante el periodo 2022-2025, un 15% más que en el cuatrienio anterior. El liderazgo de Iberdrola en las energías renovables se refleja en los proyectos que sitúan a Euskadi como un referente europeo en esta industria. Así, la eléctrica ha constituido junto con el Ente Vasco de la Energía (EVE) la sociedad Aixeindar, para impulsar nuevos proyectos renovables y avanzar en los objetivos de la transición energética.

Kutxabank sigue la senda que se registra en todo el sector bancario, con una sustancial mejora de los resultados, gracias a la evolución de los tipos de interés, a un crecimiento que comienza a resentirse pero que aún tiene tono positivo y a una morosidad muy moderada, que está ligada también a la buena evolución del empleo. En los nueve primeros meses del año la entidad financiera vasca ha obtenido un beneficio neto de 385 millones de euros, lo que supone un 54% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio. El banco ha destinado en este periodo 250 millones de euros al pago de impuestos, ya que además del tradicional de Sociedades que grava los beneficios de la entidad, también está sometido al nuevo tributo que grava los ingresos de la banca. La principal clave de esta evolución, aunque no la única, hay que buscarla en el margen de intereses. Esto es, entre la diferencia de lo que el banco abona a los depositantes o inversores por el dinero que han depositado en sus manos y lo que cobra por los préstamos que concede. En el periodo de enero a septiembre ese concepto ha permitido a Kutxabank un saldo de 836,2 millones de euros, que prácticamente duplica el del mismo periodo de 2022. Exactamente ha crecido un 94,6%. La otra pata del negocio típico bancario, los ingresos por comisiones y servicios, han aportado 464,5 millones de euros, con un ligero descenso del 1,9%. Una evolución ligeramente negativa que se debe a nuevas normas de contabilización sobre la actividad de seguros y también a un descenso en las comisiones. Con ello, lo que se considera negocio típico, ha experimentado un crecimiento del 44%.

Dominion registró un beneficio neto atribuido de 27,3 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, lo que supone un incremento del 18,7% respecto a un año antes, según ha informado este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre enero y septiembre, la empresa de servicios y proyectos multi-tecnológicos elevó su cifra de negocios comparable un 8%, hasta 850,9 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) superó los 100 millones de euros, un 14% superior a pesar de los "costes punturales de reestructuración de áreas de negocios llevados a cabo durante todo el año. El beneficio operativo (Ebit) se situó en 53,9 millones de euros, un 3% más que en 2022. Dominion ha explicado que el crecimiento de su resultado neto atribuible se ve impactado "por un incremento significativo de los gastos financieros". La firma ha detallado en la presentación de sus resultados que continúa la línea de crecimiento del negocio recurrente, a pesar del entorno y en línea con los objetivos estratégicos establecidos para 2023. Asimismo, ha subrayado que estas cuentas incorporan costes 'one-off' por reestructuración de áreas de negocio.

La multinacional noruega Statkraft, que proyecta dos parques eólicos en Gipuzkoa, ha firmado un acuerdo con la ingeniería y promotora Krean, del Grupo Mondragon, para «socializar» entre la población los dos proyectos de energías renovables. Ambas compañías trabajarán conjuntamente para «centrar esfuerzos» para que los dos parques sean «comprendidos e integrados en la sociedad» y «convivan con industrias, entidades públicas locales y ciudadanos, enfocando los desarrollos a la utilidad para la sociedad en la que se implantan». Los dos parques eólicos cuya construcción tramita ya la empresa pública de Noruega, que buscan desarrollar proyectos renovables en Euskadi en plena crisis energética, se han encontrado con cierta contestación social en Gipuzkoa por su impacto ambiental en el monte. Y ello pese a que algunos ayuntamientos concernidos en manos de EH Bildu, en este caso Azpeitia, Zestoa, Errezil y Eskoriatza se han mostrado receptivos a los proyectos, pese al rechazo de parte de su base social, siempre que Statkraf se comprometa a revertir en la zona los beneficios de los parques eólicos. El Gobierno Vasco, por su parte, sí está dando cobertura a esta empresa para desarrollar las energías limpias en el País Vasco. Itsaraz y Piaspe prevén dotar de energía limpia y autóctona a 68.000 familias desde 2027. En concreto, Itsaraz se ubicaría en la frontera entre Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, –entre los municipios de Aramaio y Eskoriatza–, y contaría con una capacidad de 60,4 megavatios (MW) de potencia. 

El fuerte repunte del paro que registró Euskadi en el tercer trimestre del año le ha hecho perder posiciones en el ránking del Estado, en el que tradicionalmente era líder. Así, de acuerdo con la encuesta que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE), el País Vasco ha caído al cuarto puesto como la comunidad con menos desempleo, con un 8,3%. Se sitúa por detrás de Baleares (5,7%), Cantabria (7,5%) y Aragón (7,8%). Eso sí, la media nacional continúa muy por encima, en el 11,8%. Este empeoramiento de Euskadi en términos comparativos es consecuencia de que la EPA recoge un notable aumento de las personas en desempleo en el territorio entre julio y septiembre. El incremento es casi del 18% respecto al trimestre anterior (13.400 parados más) hasta alcanzar un total de 88.500. Los datos no coinciden con los de la encuesta que elabora el Eustat (la PRA), que también contemplan un aumento del paro en el tercer trimestre, aunque mucho más contenido que el de la EPA. De este modo, sitúa la tasa de desempleo en la comunidad autónoma en el 7,5%. En cuanto a la ocupación, la estadística del INE refleja destrucción de empleo en Euskadi en el tercer trimestre, algo en lo que discrepa del Eustat. Así, registra la pérdida de 2.800 puestos de trabajo en el verano, una época en la que la comunidad autónoma se suele comportar peor que la media nacional por el menor empuje del turismo. El total se sitúa en 974.800 ocupados. La destrucción de empleo coincidió con un notable aumento de la población activa, esto es, las personas en disposición de trabajar, lo que explica el aumento del paro en el periodo.

El empleo marca un nuevo récord en el tercer trimestre del año, con 21.265.900 trabajadores de acuerdo con las cifras de la última Encuesta de Población Activa publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, los datos son algo más endebles de lo que parece a primera vista, ya que lo único que sostiene este máximo es el empleo público, mientras que el número de ocupados en el sector privado todavía sigue por debajo de los niveles de 2007. Además, el número de autónomos está en retroceso y las horas trabajadas caen a pesar del aumento del número de trabajadores. Todo ello es coherente con el frenazo del PIB (o incluso la contracción) al que apuntan todos los centros de estudios. El último año se han creado 720.200 puestos de trabajo, 209.200 de ellos entre julio y septiembre, lo que suponen unas muy buenas cifras en ambos casos. En tasa anual, porque este incremento supera con creces los avances de los cuatro trimestres anteriores y vuelve a ritmos propios del año pasado, cuando todavía estaba funcionando el efecto rebote desde los mínimos de la pandemia; en tasa trimestral, porque esta alza queda un 40% por encima del avance promedio este trimestre en las dos décadas anteriores y en máximos desde 2017, si se excluyen los años anómalos del coronavirus. Sin embargo, este récord de empleo queda desdibujado si se desglosan las cifras entre el sector privado y el público. Así, si bien el empleo total se sitúa en niveles máximos históricos, el número de ocupados entre las empresas privadas se sitúa en 17.731.100 trabajadores, 32.000 personas menos que en el mismo trimestre de 2007, mientras que el número de trabajadores en la Administración Pública se ha incrementado en 544.400 personas, hasta los 3.534700 ocupados. Con ello, si hace 16 años había seis trabajadores en el sector privado para sostener cada puesto en el sector público, hoy son solo cinco. Y eso que en los últimos meses esta ratio se ha moderado.

Confebask ha destacado que el coste de la financiación de las empresas marca en el Estado los niveles más altos desde 2014 en el caso de las pymes, y desde 2008, en el de las grandes empresas, todo ello como consecuencia de la subida de los tipos de interés. Estos datos se recogen en el último Newsletter sobre financiación empresarial dado a conocer este jueves por la patronal vasca Confebask, donde indica que los tipos de interés se sitúan en máximos desde 2008, una subida que también se da en el bono a 10 años, que marca el nivel mayor desde 2014, si bien la prima de riesgo se mantiene estable. Ante esta subida de tipos, ha apuntado que el coste de financiación de las empresas españolas marca los niveles más altos desde 2014 en el caso de las pymes, y desde 2008 en el de las grandes empresas. En el conjunto del Estado, el crédito nuevo a las empresas ha bajado un 9% hasta agosto, frente al aumento del 19,9% de 2022. En concreto, hasta agosto se reduce el crédito a grandes empresas un 22,8%, mientras que el crédito nuevo a pymes han aumentado un 6,5%. La financiación no bancaria de las empresas no financieras en el mercado primario de valores ha caído un 26% en el primer semestre del año. Según ha señalado, la morosidad se mantiene en niveles muy bajos, aunque comienza a subir ligeramente. Ver más en Confebask

El Banco Central Europeo (BCE) cambia el paso. Tras diez incrementos consecutivos de los tipos de interés –que se sitúan ahora en el 4,5%, su nivel más alto desde mayo de 2001– el Consejo Gobernador de la institución europea reunido en Atenas decidió llevar a cabo una pausa, que servirá para evaluar las consecuencias del endurecimiento de su política monetaria. La presidenta del Eurobanco, la francesa Christine Lagarde, subrayó que la entidad seguirá vigilante para ajustar estos niveles y determinar el tiempo en el que deberán mantenerse para cumplir con el objetivo de contener la inflación por debajo del mandato del 2% del BCE. «No tengan dudas, nuestra determinación sigue intacta», destacó. La pausa anunciada por el BCE no ha sido ninguna sorpresa. Ya en la anterior reunión del Consejo Gobernador, en septiembre, algunos países (entre ellos España) se mostraron a favor de pausar el ciclo de subidas. Finalmente, la institución decidió elevar una vez más el precio del dinero para dar «una señal de determinación» en la lucha contra la inflación. En esa misma reunión, Lagarde deslizó que creía que los tipos estaban en «niveles lo suficientemente altos para contener la inflación». Eso sí, no dio ninguna indicación del tiempo que el BCE mantendrá los tipos de interés altos. «Será el tiempo que sea necesario», se limitó a apuntar la francesa, asegurando que ni siquiera se ha discutido un calendario de reducción de los tipos. Los datos económicos recabados por el BCE han confirmado que frenar el ciclo de subidas era la decisión correcta y, de cara al futuro, la institución seguirá apoyándose en las cifras sobre la inflación, en la tasa subyacente y en la buena transmisión de la política monetaria.

Sabadell está en la antesala de un año histórico en resultados. En tres trimestres, el banco ha superado ya el beneficio anotado en el conjunto del año pasado, que ascendió a 859 millones. Para el cierre de este ejercicio, la rentabilidad sobre capital tangible Rote esperada del 11,5%. Eso significa que las ganancias totales ascenderán a 1.300 millones. En el acumulado hasta septiembre, el resultado atribuido de Sabadell está creciendo a tasas del 45%. El consejero delegado, César González-Bueno, aseguró ayer que el resultado seguirá aumentando el próximo año, aunque no de forma tan abultada. Lo hará pese a la atonía del crédito, al aumento de la competencia por los ingresos y a la posible subida de la morosidad. “El crecimiento será fruto de la transición de los tipos cero a los actuales y a la reforma de nuestra estructura de costes”, explicó González-Bueno. Este año acaba una contribución extraordinaria a los dos fondos de garantía (español y europeo) y eso ayudará mucho. En el caso de Sabadell, además, se suma una variable adicional. El margen de intereses, que este año crecerá un 25%, lo hará todavía más en el primer semestre de 2024 porque gran parte de su cartera de créditos es a tipo fijo y estos préstamos cobran tipos más altos que los variables. “Nuestro margen de intereses va a seguir creciendo al menos hasta el próximo verano”, afirmó ayer Leopoldo Alvear, director financiero.

La European Round Table (ERT), una asociación que agrupa a 60 primeros ejecutivos de grandes empresas europeas, divulgó ayer un informe, que confecciona cada tres años, en el que alerta, con más alarma que nunca hasta el momento, sobre el declive industrial y tecnológico europeo frente a EEUU, pero también frente a China. Destaca que el declive industrial de Europa en los últimos 20 años muestra pocos signos de detenerse. Así, señala que la cuota del mercado industrial global de Europa ha descendido de un 21% mundial en 2001 a un 14,5% en 2021, mientras que la de EEUU ha pasado del 21% al 16%, en el mismo plazo en la que China ha crecido del 10% al 28,3%. El documento señala que “detener la caída de la competitividad de Europa y sus posibles repercusiones en el modo de vida europeo no será fácil”. La ERT, el principal lobby empresarial europeo, reúne a los primeros ejecutivos de grupos como Vodafone, Shell, BP, Basf, Volvo, BMW, Mercedes Benz, Airbus, Air Liquide, Solvay, Michelin, Deutsche Telekom, Ericsson, Nestlé, Nokia, Rolls-Royce, Siemens o Thyssenkrupp, entre otras multinacionales. Por parte española están presentes Rafael del Pino, presidente de Ferrovial; Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, Óscar García Maceiras, CEO de Inditex, y José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica. El estudio de ERT destaca que la UE necesita encontrar un equilibrio entre unas normas sólidas y un entorno favorable a las empresas, un equilibrio que ahora no existe. Uno de los ámbitos en los que el documento recomienda cambios es el de la aplicación de las normas de competencia de la UE. Destaca que los mercados se han vuelto excesivamente competitivos en varios sectores, dejando a las empresas europeas sin la escala necesaria para competir con rivales estadounidenses y chinos. A menor escala, se atrae a menos inversores porque se obtienen menos beneficios. 

Hace unos meses, el guion de la economía estadounidense contemplaba que el país estaría adentrándose en una recesión a estas alturas del año, golpeada por la subida de los tipos de interés. La fortaleza del mercado laboral y del consumo han desafiado todas las expectativas y la mayor economía del mundo de momento no solo no ha frenado, sino que en el tercer trimestre aceleró su crecimiento hasta su mayor ritmo desde 2021. El producto interior bruto (PIB) aumentó en el trimestre veraniego un 1,2%, lo que equivale a una tasa anualizada del 4,9%, según la primera estimación publicada ayer por la Oficina de Análisis Económico. Los expertos atribuyen esa fortaleza del consumo, que representa más de dos tercios de la economía estadounidense, a factores temporales que impulsaron el gasto en ocio. Las giras de Taylor Swift (y en menor medida, de Beyoncé) batieron récords y atrajeron turistas a las ciudades. El estreno de las películas Barbie y Oppenheimer llevó a más consumidores al cine. En general, los estadounidenses aprovecharon el verano para viajar y salir más, una vez olvidadas las restricciones de la covid, pero con parte de la bolsa de ahorro acumulada disponible. La venta de coches repuntó. A eso se unió una política fiscal expansiva y que la inflación se moderó y los salarios empezaron a recuperar poder adquisitivo. 

El PNV ha puesto toda la carne en el asador en la negociación con el PSOE para permitir la investidura de Pedro Sánchez. Y el chuletón vuelve a ser la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. La joya de las transferencias, por delante incluso de lo que supuso en su día asumir sanidad, la Ertzaintza o más recientemente prisiones. Este traspaso permitiría además al PNV acometer las elecciones autonómicas con un trofeo de inestimable valor frente a EH Bildu, su principal contrincante. El propio presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ha declarado recientemente que en esta y en otras materias se debe llegar a un acuerdo como condición previa para que su partido dé sus cinco votos a Sánchez en el Congreso, un apoyo indispensable para que el presidente en funciones permanezca en La Moncloa. La reclamación viene de antiguo. La transferencia del régimen económico de la Seguridad Social ha sido una exigencia permanente de los jeltzales al tratarse de una competencia recogida en el Estatuto de Gernika. Considerada como una de las piezas clave del autogobierno, sin embargo, los sucesivos ejecutivos del Estado la han ido retrasando. Este arrastrar los pies también incluye a Sánchez quien relegó el trasvase en el primer calendario de transferencias, aunque fue incluida posteriormente en el marco de las negociaciones para propiciar su investidura en 2019. El 20 de febrero de 2020 la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, presentó al lehendakari un cronograma que marcaba un plazo de dos años para cerrar una treintena de traspasos. La previsión era que a mediados de 2021 deberían estar transferidas todas las competencias pendientes, a excepción de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Este traspaso, el más complejo técnica y políticamente, se relegó al última lugar del calendario, pero con el compromiso de que su «estudio» se iniciaría entre junio y diciembre de 2021.

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, y el de la CEOE, Antonio Garamendi, han transmitido a Iñigo Urkullu la petición de disculpas por el incidente que ocurrió el pasado lunes cuando iniciaba su discurso en euskera en el congreso anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que se celebró en Bilbao y acogió a medio millar de dirigentes, muchos de ellos primeros espadas a nivel nacional. Fuentes del Ejecutivo vasco confirmaron a EL CORREO que ambos dirigentes empresariales llamaron ayer al lehendakari para mostrar su disgusto y discrepancia con lo sucedido. El incidente se produjo en presencia del Rey Felipe VI, que había acudido al acto de inauguración del evento empresarial, y de otros líderes como el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (el presidente en funciones, Pedro Sánchez, volvió a rechazar la invitación). En el acto de inauguración del congreso nacional de la empresa familiar, convocado por el IEF en el Palacio Euskalduna, Urkullu inició su discurso ante más de medio millar de empresarios con unas palabras en euskera. Cuando el lehendakari llevaba ya algunos minutos hablando en este idioma comenzaron a escucharse toses, murmullos y carraspeos, que fueron en aumento aunque solo fueron protagonizados por un sector minoritario de los asistentes al acto. Urkullu detuvo su discurso durante al menos diez segundos y su mirada de malestar no dejaba lugar a la duda de que había interpretado esos ruidos como una falta de respeto. Así lo confirmaron el mismo lunes fuentes de Lehendakaritza y lo corroboró este martes el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, quien reclamó respeto para una lengua que es cooficial en el País Vasco. 

Los tanques y la infantería del ejército de Israel penetraron ayer durante unas horas en Gaza por primera vez en los 19 días transcurridos desde el ataque de Hamás. La captura del vídeo difundido por las Fuerzas Armadas israelíes muestra a los carros cruzando la frontera de madrugada. Preparan así el terreno para la invasión que anuncia el Gobierno de Netanyahu para destruir a Hamás. El ejército israelí efectuó en la madrugada de ayer su mayor incursión terrestre en Gaza desde el ataque de Hamás. No ha sido la invasión para “destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás” que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lleva días anunciando y prometió el miércoles que llegará en su debido momento. Pero sí la primera vez en 19 días que tanques e infantería penetraron “durante horas” en la Franja para “eliminar terroristas”, “neutralizar amenazas” y desactivar explosivos, según explicó el portavoz militar, Daniel Hagari, en su parte diario ante la prensa.