20231104

En un artículo publicado en el quincenal Empresa XXI, la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, asegura que “si hay algo que nos ha caracterizado a lo largo de estos cuarenta años en Confebask, y que sigue formando parte de nuestro acervo colectivo, es esa colaboración público-privada. Una colaboración basada en el compromiso por la mejora de nuestra sociedad y que tiene en el acuerdo su principal característica. Un detalle, el de las ganas de llegar a acuerdos que, como sabemos todos, en Euskadi cobra una especial relevancia porque hay determinados ámbitos que se enorgullecen del conflicto social y lo reivindican como su principal herramienta para lograr sus objetivos. No podemos estar más en desacuerdo”. En ese sentido, la presidenta de Confebask recuerda que “el progreso y el bienestar social nunca llegan por la vía del conflicto, si no, por la del diálogo y la negociación. Y, de hecho, gracias al entendimiento con aquellos dispuestos a acordar, Euskadi está batiendo este año tan complicado -por causas como la inflación y la reducción de márgenes-, récord de convenios y acuerdos en el seno de las empresas, con subidas salariales pactadas que ya están por encima de la inflación interanual, y unas condiciones laborales sin comparación en todo el Estado. Se trata de un exponente claro de la voluntad de la empresa vasca por llegar a acuerdos. Todos aunamos esfuerzos por la competitividad de nuestras empresas. O lo que es lo mismo: por el progreso de la sociedad en su conjunto..." Ver más en Confebask 

Valoración de Confebask de los últimos datos de paro y ocupación en Euskadi durante el mes de octubre. En declaraciones a diferentes medios de comunicación, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, ha asegurado que, “aunque el número de cotizantes ha vuelto a superar esa barrera del millón de personas, los datos del paro no son buenos, ya que crece en casi 3.000 personas. Y, de hecho, en Euskadi es el peor mes de octubre desde el año 2012. Además, el aumento se produce en todos los sectores de actividad”. En la parte positiva, el responsable de Economía de Confebask ha señalado que la ocupación "ha vuelto a marcar un récord, con casi 14.000 afiliados más que un mes antes y, salvo, el sector primario, ha vuelto a crecer tanto en industria como en construcción y servicios, de manera, que hay casi 19.000 afiliados más que hace un año”.  En cualquier caso, Pablo Martín advierte de que “se aprecia un crecimiento un poco más suave del empleo. La economía se está desacelerando y es de esperar que, en estos meses finales del año, el mercado laboral tenga menos dinamismo que el que tuvo a finales del año pasado". Ver más en Confebask 

Con el inicio del curso escolar el País Vasco está remontando el bache sufrido en el verano, cuando perdió 16.500 cotizantes. En septiembre ya experimentó una notable recuperación, al sumar 8.500 afiliados, y en octubre dio el salto definitivo con otros 13.675. La cifra es la habitual en el mes de octubre. De hecho, es casi clavada a la del ejercicio pasado y viene explicada, en gran medida, por el sector de educación, que aportó 10.433 nuevos cotizantes. Hay que tener en cuenta que en esta época arrancan las academias y las actividades extraescolares. Muchos de los trabajadores de este ámbito son fijos discontinuos, que pasan a cobrar el paro en verano, aunque no se registran como parados. De hecho, los afiliados en esta modalidad crecieron en casi 7.800 personas en el mes. El caso es que el aumento de octubre permitió a Euskadi superar con holgura el millón de cotizantes y colocarse en un nuevo récord de empleo. Pero los datos del mes también tienen una ‘cara B’, que es el notable repunte del paro. Así, 2.920 personas se incorporaron a las listas de Lanbide en búsqueda de un empleo, lo que supone el mayor incremento desde 2021. La cifra total de desempleados quedó en 109.645, lo que sigue siendo un mínimo desde 2008. Este aumento del paro se concentró en el sector servicios, que es el que más se beneficia del tirón del verano. En concreto, el número de desempleados se incrementó en 2.251 personas en ese ámbito, un 3%, hasta superar las 77.000 personas.

El mercado laboral creció en octubre en 92.862 puestos de trabajo con respecto al mes de septiembre, de acuerdo con las cifras de afiliación a la Seguridad Social publicadas ayer por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Algo que a primera vista puede parecer un buen dato pero que no lo es si se compara con la media histórica, ya que es habitual que el empleo crezca con mucho vigor este mes por la vuelta a la actividad normal de muchas empresas tras el fin de la temporada estival. De hecho, las cifras de este mes son las peores para el décimo mes del año desde 2015. Y, si se toma la evolución desestacionalizada del Ministerio, se observa un claro frenazo: si entre enero y mayo se crearon 468.184 puestos de trabajo, entre junio y octubre apenas se generaron 31.909 empleos, 5.077 de ellos el último mes. Los datos anuales siguen apuntando a una intensa creación de empleo en los últimos doce meses, con 533.871 puestos de trabajo más que el año pasado, hasta alcanzar los 20.817.657 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, si bien hay que tener en cuenta que este empujón se ha frenado significativamente en los últimos meses. Por sectores, este avance se concentra en la educación, que suma 127.395 puestos de trabajo, seguido de la hostelería (86.524), las actividades sanitarias y servicios Sociales (71.246), las actividades profesionales, científicas y técnicas (54.258), el comercio (45.616), la construcción (41.077), el transporte y almacenamiento (40.393), la información y las comunicaciones (35.675), la industria manufacturera (31.276) y las actividades administrativas y servicios auxiliares (22.725). En cambio, la Administración Pública y Defensa, incluyendo la Seguridad Social, pierde 40.866 afiliados, seguida de agricultura, ganadería y pesca (27.577). El segundo elemento donde se nota la desaceleración del mercado laboral es en el paro. Entre septiembre y octubre el número de desempleados registrados en los Servicios Públicos se elevó en 36.936 personas, debido a la pérdida de los empleos de la campaña estival, una cifra que supone un amplio contraste con el descenso de 27.027 personas el año pasado. En los últimos tres meses, además, el desempleo se ha incrementado en 81.530 personas, casi el triple que el año pasado. Por otra parte, en octubre se han registrado 1.396.514 contratos, lo que supone un descenso del 8,4% respecto al mismo mes del año pasado, y la caída es todavía mayor entre los indefinidos (12,7%), lo que pone de manifiesto las malas perspectivas de las empresas para los próximos meses.

Representantes de CC OO, UGT, ELA y LAB mostraron ayer su preocupación por el futuro de Siemens Gamesa y no ocultaron su temor a que una parte de la empresa esté en venta, con un impacto especial sobre las actividades que la compañía tiene en España. La firma atraviesa una prolongada crisis, agravada por el aumento de costes de materias primas pero, sobre todo, por los numerosos fallos técnicos en el aerogenerador que estaba llamado a ser la estrella en la generación terrestre, la plataforma 5.X. La sociedad matriz Siemens Energy presentará sus resultados anuales a mediados de este mes pero los anuncios previos de sus directivos ya apuntaban a pérdidas de 4.500 millones de euros. La compañía ha admitido que ha pedido ayuda financiera al Gobierno alemán para poder acceder a avales por importe de 15.000 millones de euros. En este contexto, los trabajadores de Siemens Gamesa protagonizaron ayer una nueva concentración ante la sede de la compañía en el Parque Tecnológico de Zamudio. «Está sobre la mesa la posible venta de la división ‘onshore’», encargada de diseñar y producir los equipos de generación terrestre y que concentra la práctica totalidad de las operaciones de la empresa en España. Esta división emplea de forma directa a unos 5.000 trabajadores, de los que un millar tienen su puesto de trabajo en el País Vasco entre las oficinas corporativas y la factoría de Mungia. En una comparecencia ante la sede social de la firma –sede formal, que ya no real porque la dirección se trasladó a Madrid hace tiempo– los representantes sindicales se mostraron convencidos de que la firma prepara un duro plan de ajuste laboral, que puede incorporar también la segregación de esa división ‘onshore’. En su opinión, el sector de los aerogeneradores terrestres corre el peligro de dejar una parte importante del mercado europeo en manos de fabricantes chinos.

A las puertas de recibir el calendario laboral de 2024, Michelin Vitoria vuelve a pisar el freno en el cierre de este 2023. La dirección de la planta alavesa comunicó ayer viernes a la plantilla nuevos ajustes productivos que afectarán a los turnos de los días 18, 19, 25 y 26 de noviembre, así como el 2 y el 3 de diciembre. Según fuentes sindicales, el impacto supondrá un recorte de 1.000 toneladas de producción de neumáticos y afectará a unos 1.300 empleados de la factoría de la Avenida del Cantábrico. Portavoces de la empresa rebajaron a 850 las toneladas descontadas: 450 en ingeniería civil y 400 en las líneas de turismo. La dirección, consultada por este periódico, justificó a el descenso de la demanda como la causa detrás de estas anulaciones. El recorte, una vez más, no tendrá impacto en los salarios de los trabajadores gracias al sistema de flexibilidad que tiene la plantilla de la multinacional en Vitoria. Cuando se producen desactivaciones, la empresa paga lo mismo a final de mes y ‘adelanta’ el dinero de las jornadas desactivadas, que más adelante se tendrán que recuperar. El sistema, pactado entre parte social y dirección, se creó para momentos de baja demanda de neumáticos, pero tras varios años sin que la actividad remonte el ‘debe’ de los empleados con la empresa empieza a ser alto. Según fuentes sindicales, en algunos talleres la deuda con la empresa asciende ya a una veintena de jornadas de trabajo. Y es en este contexto con el que se llega a la apertura de los calendarios laborales del 2024. Un procedimiento que, salvo sorpresa, tendrá lugar a finales de mes y supondrá la primera estimación cifrada de cuánto trabajo espera destinar Michelin a Vitoria a lo largo del próximo año. Es ahí donde algunas centrales esperan que se verifique el alcance de la pérdida de confianza que en algunas ocasiones ha aducido la empresa.

La caída de la carga de trabajo ha desatado los temores de los trabajadores de la planta de Ford en Almussafes (Valencia). Según confirma UGT, entre el jueves, 2 de noviembre, y este viernes la planta está teniendo un excedente de 1.000 personas “que no tienen una carga de trabajo real”, algo que también sucedió en septiembre durante cinco jornadas. El motivo de esta inactividad de una parte de la plantilla es la continua pérdida de modelos que ha ido sufriendo la factoría, que actualmente emplea a unas 4.700 personas (empezaron el año en cerca de 6.000). En abril dejó de ensamblar el S-Max y el Galaxy, dos modelos que se sumaron al adiós en 2022 del Ford Mondeo. Así, la planta se ha quedado únicamente con la fabricación del Ford Kuga y la Transit Connect. La plantilla, que este año sufrió un ERE que afectó a más de 1.100 personas, teme más recortes. El sindicato está dispuesto a negociar un nuevo ERE, a cambio de que el grupo aclare la electrificación de la fábrica. El 40% de la producción de esta última se destina al mercado estadounidense y el resto se comercializa en Europa. La furgoneta supone un tercio de la actividad de la planta valenciana y en poco tiempo también dirá adiós: a fines de 2023 se dejará de hacer la destinada a EE UU y al final del primer trimestre de 2024 se abandonará la producción de la europea. De esta forma, en abril del año próximo a la fábrica solo le quedará el Ford Kuga, un modelo de éxito de la marca con versión de combustión, híbrida e híbrida enchufable. Pero por sí solo no es suficiente para sostener el empleo en la planta, que espera como agua de mayo anuncios en relación a la llegada de modelos eléctricos. 

Acerinox redujo su beneficio neto un 53% entre enero y septiembre, hasta 348 millones de euros, por la caída de la facturación debido a la baja demanda aparente y los menores precios en la división de acero inoxidable. La facturación del fabricante de acero inoxidable y aleaciones especiales alcanzó los 5.079 millones, un 27% menos, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 607 millones, un 49% menos, situando el margen ebitda sobre ventas en el 12%. La producción de acería retrocedió un 19% hasta septiembre, con 1,45 millones de toneladas. En el tercer trimestre, el grupo ganó 70 millones, un 47% por debajo del segundo trimestre de 2023 y un 51% menos que en el tercer trimestre de 2022. Acerinox destaca que el ebitda ascendió a 146 millones “en un escenario complejo”, al tiempo que realizó un ajuste de inventarios a valor neto de realización de 75 millones. Para su consejero delegado, Bernardo Velázquez, los resultados, presentados en un entorno complejo, “reflejan la resiliencia de la compañía en los momentos bajos del ciclo” y añadió que los esfuerzos se centraron en reducir el capital circulante y la deuda. De hecho, la deuda financiera neta bajó en 221 millones en el tercer trimestre tras abonar un dividendo complementario de 75 millones. Según Acerinox, la complejidad geopolítica y las circunstancias macroeconómicas siguen teniendo una incidencia importante en la demanda real, lo que lleva al grupo a “no esperar una reactivación durante el cuarto trimestre”.

La vicelehendakari y consejera de Trabajo, Idoia Mendia, defendió ayer en el Parlamento vasco la reducción de jornada sin ajuste salarial. Una semana después del acuerdo de PSOE y Sumar para fijar las 37,5 horas semanales, y tras las protestas de las patronales, Mendia respaldó la medida y recordó que su Gobierno va más allá con el proyecto de las 32 horas para el que espera comenzar una prueba piloto el próximo año. Según la responsable de la cartera de Empleo del Ejecutivo vasco, «las empresas necesitan acompañamiento que las ilumine en el camino de reducción de jornada» e insistió en que hay países en Europa en los que se han reducido las horas de trabajo y ha crecido la productividad. El problema es «cuando se junta una larga jornada y baja productividad». De ahí que defendió el paso del Gobierno vasco para avanzar en el estudio de casos pilotos aplicando la jornada semanal de 4 días frente a los «agoreros del fin del mundo», que salieron también a criticar la subida del salario mínimo porque iba a ser el «apocalipsis». El Parlamento vasco aprobó el pasado mes de abril una iniciativa que buscaba crear en la mesa de diálogo social de Euskadi un estudio sobre esta reducción de la jornada de trabajo a 32 horas. La medida fue rechazada por la patronal vasca, Confebask, pero el Ejecutivo decidió seguir adelante con el respaldo de CC OO y UGT. En cualquier caso, Mendia ha recordado al parlamentario de Elkarrekin Podemos, Jon Hernández, que la iniciativa patrocinada por el Ejecutivo y acordada en la Cámara «debe trabajarse» para que tenga «sustrato en la mesa de diálogo social porque las empresas no son el enemigo, sino que tienen que ser el aliado». En este sentido, ha recordado que Confebask señaló que no se trataba de una prioridad, pero «la patronal no está cerrada».

La reducción de la jornada laboral semanal que PSOE y Sumar acordaron promover esta legislatura en su acuerdo para la reedición de un Gobierno de coalición inquieta al Banco de España. Pasar de una jornada laboral máxima de 40 horas semanas a una de 37,5 sin tomar a la vez medidas compensatorias que incrementen la productividad, avisa, aumentará la brecha de 15 puntos que ya existe entre el PIB per cápita de España frente al de la zona euro. “En términos de jornada laboral media, es mayor en la economía española que en otros países de nuestro entorno. Si esa jornada laboral, que ahora nos da un diferencial positivo, se reduce, el gap [la brecha] se incrementará a no ser que se incremente la productividad”, explicó el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, durante la clausura de las Jornadas de Información Macroeconómica de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). El acuerdo de Gobierno sellado entre PSOE y Podemos propone, concretamente, reducir “la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial para establecerla en 37 horas y media semanales”. “Su aplicación se producirá de forma progresiva reduciéndose hasta las 38,5 horas en 2024 y culminándose en 2025”, detalla, anticipando que “a partir de entonces se constituirá una mesa con los interlocutores sociales que evalúe los resultados de la reducción y siga avanzando en la disminución de la jornada legal teniendo en cuenta las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas”. “Tendremos que ver cómo se concreta”, expuso Gavilán, que recordó que hay amplias diferencias entre la jornada legal, la pactada y la efectiva, siendo esta última la inferior y la que cuenta. En su opinión, será clave el papel de la negociación colectiva para tratar de acomodar una norma general “a la heterogeneidad tan enorme que hay en términos de jornada laboral entre sectores y empresas”.

Después de año y medio con el euríbor al alza, la situación del mercado inmobiliario empieza a estabilizarse. Así lo certificaron ayer los expertos en la decimoséptima edición del Salón de Viviendas y Decoración de Euskadi (SIE Home), organizado por EL CORREO y patrocinado por Kutxabank y Pisos.com, que se celebra hasta mañana en el Euskalduna y oferta cientos de pisos. «Pese a la incertidumbre económica derivada de las tensiones geopolíticas, a pesar de la inflación los precios empiezan a moderarse y podríamos estar cerca de un punto de inflexión», aseguró en la apertura del evento Mª Cruz Ibáñez, delegada general de la Sociedad de Tasación. Iñaki Urresti, secretario general de la Asociación de Promotores y Constructores de Bizkaia (Ascobi), enfatizó la importancia de construir vivienda nueva, ya que «esos son los lugares donde se produce el desarrollo económico y demográfico». Sin embargo, el poco suelo urbanizable de Euskadi «y su marco normativo» dificulta que las inmobiliarias puedan llevar adelante esa labor. «En Euskadi se producen pocas viviendas y de forma localizada, lo que obliga a muchos vascos a desplazarse cuando quieren adquirir una casa», aseguró. El pasado año, de hecho, solo se construyeron dos viviendas por cada 1.000 habitantes, lo que derivó en que cientos de vascos recurrieran a la compraventa. De hecho, desde 2008 no se había recurrido tanto a esta práctica. José Manuel González, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Industrial en Bizkaia, corroboró esta tesis y añadió que «la escasez de la producción de vivienda ha provocado la subida de los tipos de interés». «Vamos por rachas, comunican un aumento, la demanda se resiente y al de un tiempo regresa al ritmo anterior», explicó.

Aumentar hasta en 200 millones de euros las operaciones que hacen las empresas de Euskadi con Norteamérica. Es el objetivo del Gobierno vasco al abrir una oficina comercial en Canadá, uno de los mercados en los que más posibilidades de crecimiento ve para la economía de Euskadi. Así lo señaló ayer la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en el Parlamento vasco al anunciar la apertura de una sede en aquel país antes de fin de año. En 2022, las exportaciones vascas a Canadá ascendieron a 200 millones. Además, se contempla también la puesta en funcionamiento de otra delegación en Australia que permita abrir las opciones en el Pacífico Sur. El pasado año, las ventas desde Euskadi al país de las antípodas ascendieron a 196 millones de euros. Esta sede se pondrá en funcionamiento el próximo año. Ambas aperturas, junto a las recientes de Turquía, Corea del Sur, Japón y Francia elevan a una veintena el conjunto de oficinas que el Gobierno vasco mantiene en diferentes países para tratar de facilitar el aterrizaje y las operaciones comerciales de empresas de Euskadi. La estructura está aglutinada en una sociedad pública, Basque Trade & Investment, dependiente de la SPRI, la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial. El organismo cuenta con presencia estable en más de 70 países gracias a esas 20 oficinas que se reparten por Europa (Bruselas, Alemania, Francia, Italia, Irlanda, Polonia, República Checa y Rusia), América (EE UU, México, Colombia, Argentina y Brasil) y Asia (China, Singapur, India, Corea del Sur). Tapia reivindicó también esta red en el pleno de la Cámara vasca celebrado ayer como artífice de que las exportaciones vascas hayan crecido en el acumulado de año un 0,5%. La cifra se salva por un primer trimestre muy positivo que soporta las caídas de abril, mayo, junio, julio y agosto motivadas por la desaceleración que atraviesa Europa.

Las grandes tecnológicas estadounidenses se recuperan tras el fuerte frenazo en la pospandemia, mientras se preparan para aprovechar las oportunidades de la inteligencia artificial generativa. El repunte de la demanda de publicidad digital, la mejora del consumo en comercio electrónico y otros servicios digitales, y la estabilización de la tendencia de contención del gasto empresarial en la nube impulsan unos negocios que ya mostraron en el trimestre previo señales que invitaban al optimismo. Apple, Amazon, Microsoft, Google y Meta sumaron en el tercer trimestre unos ingresos de 399.937 millones de dólares (376.700 millones de euros), un 10% más interanual. Sigue siendo una cifra de crecimiento modesta si se compara con las obtenidas durante la etapa explosiva que vivieron estos gigantes, gracias al boom digital de la pandemia, pero confirma la tendencia de aceleración tras las subidas del 4% y el 7% de los dos trimestres previos. Amazon, Meta, Google y Microsoft han batido previsiones de crecimiento de ingresos y continúan mejorando márgenes tras implantar planes agresivos de recortes de costes, incluyendo despidos que han afectado a 70.000 trabajadores. En el caso de Apple, la única de los cinco gigantes que sigue reduciendo ingresos, la mejora del beneficio descansa en su rentable negocio de servicios, que creció un 16% interanual. El beneficio operativo agregado trimestral de las cinco Big Tech se disparó un 40% interanual, hasta 100.143 millones de dólares, y el beneficio neto subió un 45%, hasta 86.395 millones de dólares. Sobre la base de unos negocios sólidos, los inversores señalan que la explosión de la inteligencia artificial generativa abre una gran oportunidad para estos gigantes digitales. Sin embargo, miran con atención el impacto que tendrá en los costes, debido a las fuertes inversiones necesarias para situarse en la cresta de la ola de esta tecnología, que ha sido la gran protagonista de las conferencias con analistas.

No todo está perdido, pero las cosas se le están poniendo cuesta arriba a Pedro Sánchez para cumplir su propósito de ser investido de nuevo como presidente del Gobierno la próxima semana, antes del encuentro que los socialdemócratas europeos celebrarán en Málaga los días 10 y 11. El ‘número tres’ del PSOE, Santos Cerdán, desplazado a Bruselas para tratar de desatascar las negociaciones con Carles Puigdemont en torno, según ambas partes, a la ley de amnistía, no logró ayer su objetivo y fuentes de la negociación admiten que parece «muy complicado» que el panorama se despeje a lo largo del fin de semana. Los socialistas quitan hierro a este revés y recuerdan que, en realidad, disponen aún de tiempo suficiente para que su líder sea reelegido por el Congreso antes de que el próximo 27 se produzca una convocatoria automática de elecciones generales que, eventualmente, tendrían lugar el 14 de enero. Junts y el expresidente de la Generalitat, prófugo de la justicia desde hace seis años, siguen mandando señales de que quieren aprovechar la oportunidad que la debilidad de Sánchez les sirve en bandeja para borrar los delitos del ‘procés’ y dar un nuevo impulso a sus aspiraciones secesionistas. Pero también dejan claro que serán ellos los que marquen los ritmos. La pugna con Esquerra ha resultado ser un condicionante claro. Los posconvergentes se han pasado los últimos cuatro años acusando a los republicanos de venderse por migajas a los socialistas. El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, acabó sellando este jueves en Barcelona con Oriol Junqueras un pacto de investidura que los socialistas habrían querido presentar con posterioridad o cuanto menos de forma más o menos simultánea al de Junts. Y ese paso, interpretado como un intento de presión, fue respondido por Puigdemont con el aviso en las redes sociales de que no se dejaría afectar por «las prisas de algunos».

En su momento más delicado y cuestionado como líder de Israel, Benjamín Netanyahu alzó ayer la voz con firmeza para decir a Antony Blinken y a Hassán Nasrala que no hay opción alguna para el alto el fuego en Gaza hasta que Hamás libere a los prisioneros y que el ejército seguirá adelante «con toda su fuerza». El secretario de Estado norteamericano viajó por tercera vez a Tel Aviv desde el inicio de la guerra para plantear la posibilidad de respetar «pausas humanitarias» y el líder de la milicia chií Hezbolá rompió el silencio que mantenía desde el 7 de octubre para decir que «todas las opciones están abiertas» si Tel Aviv no detiene su «agresión» contra la Franja. Nasrala no declaró la guerra total, como algunos esperaban, y eso pesó más que su interminable discurso. Fue un doble mensaje para Hamás e Israel. En el frente norte se registran choques diarios entre milicianos de Hezbolá y militares hebreos a lo largo de la zona de una frontera que desde hace una semana está vacía de civiles a ambos lados. El Ejército declaró el «estado de alerta máximo» con motivo del primer discurso de un Nasrala que congregó a miles de seguidores al sur de Beirut para seguir en directo su alocución a través de una enorme pantalla. Cada palabra de esta mezcla de líder político, religioso y militar fue vitoreada por la masa, sobre todo cuando alzó la voz para repetir en varias ocasiones que «todos los escenarios están abiertos» si Israel no frena su operación. Fue la única vez en la que se le vio airado, porque durante el resto del largo discurso de más de una hora empleó un tono sosegado con el que explicó que «la operación del 7 de octubre fue un plan secreto palestino» del que no recibió aviso previo, que «no tuvo ayuda exterior», en alusión a Irán, y detalló las batallas diarias de sus hombres a lo largo de la frontera.