20231112

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Domingo, 12 de noviembre de 2023
Núm 1487/2023
Año XXXVI

La desaceleración coge a la industria vasca sin acabar de superar el covid (El Correo)

Euskadi analizará mañana y el martes en el ‘Basque Open Industry’ la situación de la industria manufacturera vasca. El evento organizado por el Gobierno vasco y que será inaugurado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el Bilbao Exhibition Center (BEC) estudiará los retos de la digitalización y la aplicación de los criterios de fabricación flexible e industria 4.0. Conceptos de compleja definición, pero que se presentan como estratégicos para afrontar el desafío de un sector que todavía está lamiéndose las heridas tras el impacto provocado por la pandemia. Y es que según explicó el viernes el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, el Producto Interior Bruto (PIB) industrial vasco ha de afrontar la desaceleración que vive Europa sin haber recuperado todavía los niveles precovid. Así, ese PIB alcanzó en 2022 en términos reales –descontando el impacto del IPC– 16.797 millones, todavía por debajo de los 16.878 registrados en 2019. La previsión del Ejecutivo autonómico es que esa recuperación termine de materializarse a lo largo del año que viene, pero el horizonte tiene nubarrones. Una de las claves para afrontar ese reto es, como señala el profesor de la Deusto Business School y consultor en Zabala Innovation, Guillermo Dorronsoro, el «complejo equilibrio del contexto macroeconómico». A la desaceleración que atraviesa Europa, principal comprador de la producción vasca, se unen los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo que «generan debilidad y hacen muy difícil diagnosticar la situación». Supone una dificultad para la industria que acumula cinco meses continuados con caídas en las exportaciones. Otro obstáculo, que señala sobre todo la patronal en Euskadi, es el impacto en la competitividad del coste salarial y del absentismo laboral. Según el informe que elabora trimestralmente Ranstad, desde 2019 esta tasa ha subido en la industria vasca un 29,5% de tal modo que un 7,9% de las jornadas del calendario laboral no se trabajan en el País Vasco. Se trata del dato más elevado del conjunto de España. Igual ocurre con los costes salariales de la industria, que en Euskadi se sitúan en los 4.055 euros de media al mes, según el INE. Supone un incremento del 11% en euros constantes desde 2019, mientras que el volumen de negocio de las industrias vascas se incrementó en un 18,2%. En la parte del vaso medio llena están las materias primas y la energía. Dos elementos que se convirtieron en el primer problema de la industria en 2021 y 2022 y que acumulan ya un año de descensos en sus costes.

«Con el encarecimiento de la financiación ganar tamaño será clave para las empresas» (El Correo)

Las empresas en Euskadi cargaron en sus pasivos más de 6.500 millones en créditos avalados por el ICO o Elkargi durante la recuperación de la pandemia. Cantidades que hasta el año pasado, o bien estaban en periodos de carencia o se devolvían con intereses muy bajos. Pero ahora, con unos tipos al 4,5%, han encarecido mucho los costes financieros. Para las grandes compañías es un impacto más fácil de digerir, pero para pequeñas y medianas empresas «empieza a suponer un problema». Así lo explica la directora de la Fundación Artizarra –gestora de fondos de inversión con vocación de arraigo en Euskadi–, Amaia Jugo. Estas compañías son, además, las más numerosas: el 80% de las empresas vascas son pymes con menos de 50 empleados. La realidad es que este 2023, sobre todo en la primera parte del año, la actividad ha sido alta y las ventas han funcionado. Los pedidos han seguido llegando y, especialmente en el sector industrial, se mantienen cargas de trabajo abultadas. Pero las empresas han sufrido varios periodos de aumento de gastos que no han podido repercutir a sus clientes. En 2021 fueron las materias primas, en 2022 la energía y ahora los costes de financiación, justo cuando hay que empezar a devolver los créditos. La consecuencia es que los márgenes se reducen y si no hay un cambio de tendencia «aparecerán los problemas», señala Jugo. De hecho, las entidades financieras admiten que los préstamos de más de un millón de euros y con un plazo superior al año de devolución, es decir, los destinados a la inversión, se han frenado. Para la directiva de Artizarra, en el tejido de ‘pymes’ y compañías familiares, muy habitual en la industria vasca, «ganar tamaño es hago necesario». Por eso vaticina que se darán procesos de concentración en sectores industriales. Además, recuerda que por esas circunstancias han surgido en el País Vasco diferentes figuras inversoras como la propia Artizarra, Mirai (herramienta del grupo Sidenor) o Bidegiñ, impulsada por Kutxabank y Elkargi.

El 70% de los emprendedores vascos lo son por necesidad (El Correo)

Montar un negocio como vía para ganarse la vida ante la dificultad de encontrar empleo. Esa es la principal motivación que impulsa a los emprendedores vascos a tirarse a la piscina y ponerse por su cuenta, según el último informe del Observatorio vasco del Emprendimiento. En concreto, el 69,2% de los encuestados en el estudio señala que esa es su principal razón. Antes de la pandemia ese porcentaje era solo del 32% y pesaban más otros motivos como la expectativa de generar una renta muy alta o crear riqueza. «Con el covid, el emprendimiento por necesidad se disparó y se mantiene en cotas muy elevadas pese a la recuperación del empleo», apunta María Saiz, presidenta del citado observatorio y profesora de Economía de la UPV. Añade que en otros países como Alemania también creció con la pandemia la proporción de quienes montan un negocio por falta de alternativas, pero aún así allí ronda le 50% y la media europea es del 58%. «Aquí está costando más que baje», reflexiona. En 2020 llegó al 70% y ahí se mantiene. En las áreas de apoyo al emprendimiento de organismos como la Diputación de Bizkaia o el Ayuntamiento de Bilbao coinciden con las conclusiones del estudio. «La mayor parte de quienes montan un negocio lo hacen por dificultades para encontrar un empleo. A pesar de que estamos en récord de cotizantes, hay personas que el mercado laboral no absorbe por cuestiones como la baja cualificación», señala Beatriz Alejos, directora de Empresa y Emprendimiento de DEMA, la agencia de la Diputación de Bizkaia. En la misma línea, Javier Garcinuño, director general de Bilbao Ekintza, considera que el autoempleo es lo que mueve a un alto porcentaje de emprendedores. «Se nota especialmente entre los inmigrantes, que además tienen una menor aversión al riesgo que los autóctonos para lanzarse a poner su propio negocio. Los vascos, en general, buscan más la estabilidad y por eso hay tanta gente presentándose a las Ofertas Públicas de Empleo (OPE)», dice.

El parque de Miramon ganará un 30% de suelo para empresas junto a Illunbe (Diario Vasco)

El Parque Tecnológico y Científico de Gipuzkoa ganará un 30,1% más de suelo edificable (124.747 metros cuadrados) en los próximos años. Un espacio similar al de 17 campos de fútbol. Esta ampliación se encuadra en la futurible venta –las negociaciones aún están en una fase muy inicial– del Ayuntamiento donostiarra de las dos parcelas de hasta 40.000 metros cuadrados de Illunbe, y el nuevo campus Hondarribia que ya proyecta el organismo Parke en el área hondarribitarra de Zubieta (84.747 metros cuadrados). Con esta expansión, el Polo empresarial del territorio alcanzará los 546.747 metros cuadrados edificables, todavía muy lejos del de Bizkaia (1.300.000), pero muy cerca ya del de Álava (600.000). Esta expansión no solo daría respuesta al «altísimo» grado de peticiones de empresas que desean instalarse en el complejo empresarial del barrio donostiarra, tal y como aseguró a este periódico la gerente del Parque, Amaia Bernarás, sino que también busca aliviar la falta de nuevo suelo industrial que demanda Gipuzkoa. El Parque Tecnológico dispone a día de hoy de dos campus. El primero, el de Miramon, tiene una superficie edificable cercana a los 314.000 metros cuadrados, mientras que el cercano de Galarreta, en Hernani, alcanza los 108.000. En total, el Polo guipuzcoano arroja una superficie sobre la que poder construir edificios de 422.000 metros cuadrados, donde actualmente 192 empresas ya desarrollan su actividad empresarial. La tercera pieza de Parke es el campus Hondarribia, todavía en una fase muy inicial pero donde podrían recalar empresas relacionadas con las biociencias o la aviación eléctrica. Su construcción está contemplada en el Plan Estratégico 2024 y las estimaciones apuntan a que podría albergar unas 65 empresas y crear 2.000 puestos de trabajo. 

Arrancan en el lado vasco las obras del cable submarino con Francia (El Correo)

El plan para desmantelar las dos líneas de alta tensión que enlazan desde hace medio siglo Gatika y la vieja central de Lemoiz está íntimamente ligado al proyecto para unir España y Francia mediante un cable eléctrico submarino. La llegada de esta nueva infraestructura en 2028 hará que los dos trazados paralelos de 400 kV, que nunca entraron en funcionamiento, pasen a no tener ya ningún sentido al habilitarse una vía alternativa por la que podrá discurrir la energía. El cable partirá de Burdeos y desembarcará en la vieja nuclear tras recorrer 300 kilómetros a través del fondo marino del Cantábrico. Será una obra colosal. Cuenta con un presupuesto de partida de 2.850 millones de euros, que tendrán que aportar España, con un 54% de participación, y Francia, con el 46% restante. Gatika será uno de los eslabones clave de esa conexión, pensada para importar y exportar fluido eléctrico, en función de la demanda y de las posibilidades de producción de cada uno de los dos países. De hecho, será el punto exacto en el que la corriente alterna que viajará de forma submarina a través del Golfo de Bizkaia se transformará en corriente continua. Para eso, hará falta construir una estación conversora. Y esa obra es la que justo ha comenzado esta semana. Las máquinas han desbrozado ya una parcela de terreno cercana a la subestación de Gatika. Allí se ha instalado un campamento para que obreros y excavadoras puedan desarrollar su labor. Se trata de los primeros trabajos que se inician en el lado español de este proyecto. Hace un mes, las máquinas ya habían empezado a funcionar en la localidad francesa de Seignosse, cerca de Capbreton. Por delante quedan unos cuatro años de tajo. La corriente viajará por el mar hasta Lemoiz. En la central abandonada tocará tierra y tendrá que dirigirse a Gatika. Hay cerca de 10 kilómetros en línea recta. Pero la empresa de participación pública Redeia habilitará un trazado más largo. En total serán 13 kilómetros, a partir de dos zanjas soterradas. En cada uno de los tubos irán dos conectores eléctricos y dos de fibra óptica para comunicaciones.

Adiós después de 51 años a las dos líneas de alta tensión que unen la nuclear de Lemoiz y Gatika (El Correo)

Se desmantelarán 49 torretas y más de 120 kilómetros de cables que nunca llevaron luz pero que se han cuidado hasta hoy.  Dos líneas de alta tensión (400 kV) atraviesan la zona de norte a sur, afeando un paisaje digno de postal. Son 49 torretas de casi 20 metros de altura y un circuito de más de 120 kilómetros de cables para dar forma a dos tendidos paralelos de 9.950 y 9.410 metros. Dos infraestructuras, visibles casi desde cualquier punto de la comarca, que unen la central nuclear de Lemoiz y la subestación de Gatika. Estos dos trazados serán desmantelados en breve poniendo fin a medio siglo de espera. Porque, aquí viene lo más llamativo de esta historia, las torretas de alta tensión nunca llegaron a entrar en funcionamiento. En todo este tiempo, jamás han transportado electricidad. Y, pese a todo, se han seguido manteniendo en perfecto estado de revista. Periódicamente, se revisan sus estructuras. Se verifica que los cables están perfectamente atirantados y se da una mano de pintura. Nadie sabe con precisión cuándo se construyeron las líneas Gatika 1 y Gatika 2. Ni siquiera su actual propietaria: Redeia (el nombre moderno de la antigua Red Eléctrica Española). Esta compañía de participación pública las heredó de la extinta Iberduero. El único dato seguro es que su construcción empezó en 1972, casi al mismo tiempo que la vieja central nuclear. De hecho, estas estructuras se consideraron vitales para aquel proyecto porque estaban llamadas a evacuar la ingente cantidad de energía que se pensaba producir en la cala Basordas mediante la fisión del uranio. De ahí que fueran dos trazados, casi paralelos, y con una potencia tan bestial.

«La legislatura debe durar para que Sánchez cumpla su pacto con Euskadi» (Diario Vasco)

Entrevista con Andoni Ortuzar, presidente del EBB del PNV. "..Somos tan conscientes de la precariedad» del presidente en funciones que «vamos a aplicarnos en que la legislatura dure...Es un acuerdo de investidura que lógicamente por los compromisos que tiene necesita que la legislatura dure más de dos años. Nosotros no queremos que la legislatura sea corta. Tanto lo que se ha pactado con nosotros como con los catalanes necesita su tiempo para hablar porque son temas muy complejos. Todos lo necesitamos. Esa es nuestra vocación, pero no somos ilusos y sabemos lo difícil que puede ser gestionar todo esto, por ejemplo, ante la situación de Sumar, o nuestra experiencia en el final de legislatura pasada en la que Sánchez fue más maniobrero de lo que debía. Son elementos de riesgo. Nosotros mismos si viéramos que la legislatura no avanza en el cumplimiento de los compromisos podríamos ser un factor de riesgo. Si con nosotros no se cumple, ¿por qué tenemos que cumplir nosotros? Pero somos tan conscientes todos de la precariedad en la que está esto que vamos a aplicarnos para que no se rompa a la primera de cambio...Una tontería dicha con solemnidad es una solemne tontería y estamos escuchando solemnes tonterías todos los días por parte de la derecha española. Están haciéndose un flaco favor. Como sigan por esta línea solo van a poder volver algún día al poder cuando logren mayoría absoluta o cuando sumen con Vox. A los demás nos produce tanto rechazo lo que está diciendo y haciendo que está dinamitando todos los puentes. En el Estado español hace falta un PP razonable. Y el PP de hoy no lo es..."

"Las universidades públicas tienen que aprender a comunicar mejor su oferta" (Diario Vasco)

Entrevista con Eva Ferreira, rectora de la UPV/EHU. El curso 2023-24 ha comenzado en la UPV/EHU con una huelga por las condiciones de trabajo de los profesores sustitutos. La nueva ley que ordena la vida universitaria –LOSU– regula los contratos a tiempo parcial y desde los sindicatos se acusa a los gestores de la universidad de aplicar la norma de manera «estricta». La rectora de la universidad pública vasca, Eva Ferreira, reconoce sentirse «algo dolida» por las críticas ante esta cuestión. «Quienes debemos firmar los contratos debemos atender al principio de legalidad, no es una cuestión de voluntad», se defiende. Y asegura que están buscando las fórmulas para minimizar las consecuencias de la ley..."En la nueva ley la figura del sustituto está regulada a tiempo parcial porque solo puede sustituir la parte docente que es una dedicación parcial. Formalmente, como universidad no podíamos hacer enmiendas a la ley, que sí hicimos a través de partidos políticos pero no prosperaron...El Plan universitario 2023-26 nos da un suelo para poder saber a qué nos comprometemos los próximos años. Nuestros retos están en mejorar nuestras metodologías innovadoras, más formación dual e internacional, la internacionalización es importantísima, la relación con la sociedad, la digitalización. Debemos dar empujes a la aulas universidad-empresa pero también a las de universidad-sociedad, que son las que plantean un reto social...El ámbito privado tiene que ser consciente de que la investigación hay que financiarla, y que eso es bueno para el resultado final y las estrategias a medio-largo plazo...Darnos a conocer y de una manera atractiva, no vender. Si no nos conocen es difícil que los atraigamos y para eso tenemos que contar quiénes somos. En esto la presión demográfica también tiene su incidencia, y la bajada de natalidad marca mucho. De una manera sana, todo el sector productivo compite por las personas mejor preparadas...La formación dual no es ni mejor ni peor que la básica, es distinta. Ambas deben coexistir..."

La inteligencia artificial marca la diferencia en el trabajo (El País)

La inteligencia artificial (IA) es el presente y sobre todo es el futuro. Desde que a finales del año pasado se lanzara al mercado ChatGPT, que ha permitido visibilizar la inteligencia artificial generativa, que cualquier ciudadano pueda comprobar cómo el chatbot proporciona textos e imágenes bajo los parámetros que solicita simplemente pulsando algunos comandos, la formación para saber utilizar esta herramienta se ha multiplicado exponencialmente. En Udemy, plataforma de aprendizaje con 64 millones de alumnos en el mundo (1,1 millones en España), se disparó un 4.419% en el primer trimestre del año y, en el segundo, más de 1,5 millones de personas se habían inscrito en cursos relacionados con ChatGPT o aplicaciones de este tipo. “La inteligencia artificial ha sido la gran tendencia formativa mundial de 2023”, según Nagi Pérez, responsable de Udemy Business en España. Pero no solo los cursos vinculados con ChatGPT, sino con la IA generativa en general, que han experimentado un crecimiento del 278% en el segundo trimestre del año; así como los dedicados a ingeniería rápida o ingeniería de instrucciones, que han subido el 190%. Y es que esta tecnología va a transformar el trabajo del 49% de los empleados mundiales, a decir de Jeff Maggioncalda, consejero delegado de Coursera, plataforma de aprendizaje online con 136 millones de alumnos. En España, el 44% de las capacitaciones tendrán que modificarse en los próximos cuatro años. “Las empresas van a lanzarse a la IA generativa muy rápidamente”, sostiene. De ahí que sea fundamental formarse para garantizar la empleabilidad de las personas. 

"La IA generativa puede hacer que los incrementos de productividad se dupliquen" (El Mundo)

Entrevista con Ignacio de la Torre, considerado "uno de los gurús de la economía española". "-Usted es muy optimista acerca del papel beneficioso que va a tener la Inteligencia Artificial (IA) en la productividad. ¿Por qué?- . Primero, porque es muy fácil de usar. Hasta mi madre puede hablar con una máquina si ésta le responde de forma clara y concisa. Y segundo, porque tiene un aspecto muy práctico que hace que al usarla se genere fácilmente productividad.- ¿Cómo es eso en la práctica?-  Un ejemplo: un bufete de abogados toma todos sus datos de los últimos 40 o 50 años y los sube a Azure [la nube de Microsoft]. Azure ofrece un gran modelo de lenguaje, el Llama 2, de Meta, y lo lanza sobre esos datos. Así que, cuando el bufete quiere un borrador de un contrato de una fusión de empresas, Azure le ofrece un documento excelente porque ha analizado todos los datos que tiene ese bufete desde hace décadas. Eso genera muchísima productividad.- Y muchos despidos. ¿Cuál va a ser el impacto social?- Va a haber despidos sobre todo entre la gente joven, así que va a crecer la desigualdad generacional, que ya es muy preocupante. Y no se trata de despidos sólo de obreros industriales, sino de gestores con puestos de trabajo altamente remunerados. Dicho esto, los artículos publicados concuerdan en que la IA generativa puede hacer que los incrementos de productividad se dupliquen. Y eso puede hacer que se reequilibre la balanza de poder entre empresas y trabajadores, que lleva favoreciendo a las primeras desde mediados de la década de los 70...Los baby boomers se están jubilando, y hay menos gente joven, así que el factor trabajo está empezando a tener más poder a costa, claro, de una caída de los márgenes empresariales. Y la única forma de defender el margen es generando más productividad. Por eso la IA es tan estratégica, porque puede ayudar a las empresas a afrontar la escasez de personal sin necesidad de sacrificar márgenes..."

El Estado y su capacidad de acción (por Raymond Torres, El País)

"...Sería erróneo concluir que el viento de cola puede perdurar sin nuevos consensos en torno al papel del Estado en el actual contexto disruptivo. Hoy por hoy, el impulso proviene de dos factores transitorios. En primer lugar, la competitividad —factor clave del auge de nuestras exportaciones y del sólido superávit externo— depende sobremanera de los costes laborales. La moderación salarial ha sido la tónica de esta última década, y la disponibilidad de fuentes de energía renovables ha aportado un plus. Desde 2010, los costes laborales unitarios se han incrementado un 15% en euros corrientes, es decir, nueve puntos porcentuales por debajo de la media europea. No obstante, esto es poco relevante para acometer las adaptaciones productivas y la reasignación de recursos necesarias para realizar la transición digital y energética. Porque la clave está en potenciar la capacidad productiva, y ahí es precisamente donde tenemos un problema, con una inversión que no responde a las expectativas. Desde 2010, el gasto en equipamiento se ha elevado un 11% (en términos constantes, descontando la inflación), justo la mitad de la media europea. El sector automotriz es un caso paradigmático de la inviabilidad de competir con salarios atractivos sin adaptar las cadenas productivas hacia el vehículo eléctrico. Según los datos del sector, la producción de este segmento del mercado crece mucho menos que la demanda, evidenciando el camino que queda por recorrer. El segundo resorte, a saber la política fiscal, se encuentra en situación aún más precaria. Esta política ha ejercido un papel de estabilizador automático, protegiendo el tejido productivo ante las crisis de estos últimos años, y asegurando una cierta cohesión social, como en el caso de la reforma laboral o de la iniciación de las pensiones con la inflación. Todo ello, sin embargo, solo ha sido posible en la era, ya extinta, de abundancia monetaria. Ahora que las condiciones de financiación del Estado se han endurecido, al compás de la subida de tipos de interés y la desinversión progresiva del BCE del mercado de deuda, no queda margen de maniobra para asumir nuevas compensaciones que no encuentren una contraparte del lado de los ingresos públicos..."

Euro 7: ganadores y perdedores (El Mundo)

El pasado jueves, el Parlamento Europeo aprobaba por una amplia mayoría su propuesta sobre la norma Euro 7 que medirá las emisiones contaminantes de los vehículos nuevos. A finales de septiembre, los países miembros de la UE habían hecho otro tanto después de que, en noviembre de 2022, la Comisión Europea abriese el fuego con su propuesta, la más dura, pero por debajo de sus aspiraciones iniciales y de lo que pedían los expertos a los que contrató en 2018. El siguiente paso serán los trílogos, negociaciones entre las tres partes de la que debe salir el texto final de una norma que nunca despertó tanta polémica en sus anteriores desarrollos, el primero en 1992. ¿Su razón de ser? Mejorar la calidad del aire, especialmente en las ciudades, limitando las emisiones por el tubo de escape de elementos como el NOx (famoso por el dieselgate), las partículas o los hidrocarburos sin quemar. No el CO2, responsable del calentamiento global. Aunque es el objetivo de alguna de las partes, parece difícil que la norma esté lista antes de fin de año, cuando acaba la presidencia española del Consejo de la UE. España sería uno de los países más afectados por los vehículos que produce, sobre todo pequeños. Acea, la patronal europea de fabricantes, ha advertido del riesgo que una Euro 7 muy dura podría tener sobre un sector que emplea a 12,9 millones de personas y aporta casi el 9% del PIB en la UE. En España, segundo productor de vehículos en la región y con 17 factorías, representa el 9% de los puestos de trabajo y el 7,7% del PIB si se añaden las empresas de componentes.

El precio de mover las fábricas a ‘países amigos’ (El País)

Los crecientes conflictos geopolíticos siguen traduciéndose en un repliegue en bloques del comercio mundial. La guerra en Ucrania o las tensiones con Pekín han llevado a las multinacionales occidentales a buscar seguridad con la provisión de materias primas y la instalación de centros productivos a países amigos. Washington y Bruselas han impulsado esas tendencias al abogar por buscar socios “confiables” y “con ideas afines” para controlar los riesgos para sus empresas, que se dirigen a Indonesia, Malasia o incluso India. Según el Banco Central Europeo (BCE), el 42% de las grandes compañías del Viejo Continente que ha sondeado recientemente han decidido producir en países aliados para reducir riesgos. Sin embargo, esa reubicación tiene consecuencias económicas, e instituciones como el FMI o el BCE advierten de su impacto en el crecimiento y en el alza de precios. La política de covid cero, que puso en jaque la cadena global de suministros, obligó a Apple a decidir un traslado de producción de China a la India. No fue algo puntual: este verano la multinacional empezó a fabricar en Sriperumbudur (India) el iPhone 15 ante los crecientes recelos de Washington con Pekín. Es solo un ejemplo: EE UU y la UE miran a países con ideas y políticas similares para proteger a sus empresas. Se trata del llamado friend shoring. La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, fue la primera en abogar ya en septiembre de 2022 por un repliegue del engranaje productivo hacia Estados aliados. “No podemos permitir que los países usen su posición en el mercado de materias primas, tecnologías o productos clave para tener el poder de perturbar nuestra economía o ejercer una influencia geopolítica o deseada. Construyamos y profundicemos la integración económica con los países con los que sabemos que podemos contar”, sostuvo.

La geopolítica guía la brújula de Airbus (El País)

Pocas empresas pueden bascular sus negocios en función de cómo se mueve el tablero internacional. Airbus, el mayor fabricante de aviones del mundo, un cetro en constante —y férrea— disputa con su competidora estadounidense Boeing, es una de ellas: cuando las aguas de la geopolítica están calmas, como en las tres últimas décadas, su división de aviación comercial crece; en tiempos de sobresalto constante, como ahora, con dos guerras a las puertas del Viejo Continente, es su actividad de defensa la que florece. Lejos de caer, las acciones de este gigante europeo —casi 43.000 millones en ingresos; casi 8.000 aeronaves en su cartera de pedidos— suben un 5% desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Y un 10% desde que Vladímir Putin dio la orden de invadir Ucrania. “Me cuesta decir que es el momento más dulce para la industria militar, porque es producto de la brutal situación en la que estamos inmersos, pero lo que es cierto es que la industria de defensa está siendo reconocida de nuevo como esencial: como un sector que la Unión Europea necesita”, desliza el consejero delegado de la filial de Airbus para Defensa y Espacio, Michael Schoellhorn (Lagerlechfeld, 1965), en conversación desde la sede de Airbus en Getafe, un gigantesco complejo industrial —el tercero mayor del consorcio europeo—. “Y ese no ha sido siempre el caso”. El tono europeo empezó a cambiar, según desgrana el ejecutivo alemán, hace casi una década: con la invasión rusa de Crimea en 2014. Fue, sin embargo, el año pasado, con los primeros bombardeos sobre Kiev, cuando “la mayoría de políticos y ciudadanos empezaron verdaderamente a reconocer que la idea de que la paz sería eterna había llegado a su fin”. Schoellhorn tacha de “algo naíf” la línea seguida hasta entonces por la UE. “Y aún queda una gran dosis de ingenuidad: todo el orden mundial está cambiando”.

El mundo en llamas: de la «trampa de Tucídides» a una guerra en escalada (El Mundo)

Viejos conflictos se reproducen por el planeta mientras los países se rearman China busca arrebatar la supremacía de EEUU, dos gigantes en rumbo de colisión. Esperábamos un futuro de guerras asépticas, conflictos sin disparar un sólo tiro con ataques informáticos que paralizaran el suministro de luz, el funcionamiento de los hospitales, las cuentas bancarias o los resultados electorales. Creíamos en ofensivas sin carros de combate, sino con canales de propaganda, fake news en redes sociales para polarizar a la sociedad y el uso de masas de población pobre usada para asaltar fronteras. Los expertos nos explicaron que la violencia vendría de actuaciones clandestinas por parte de grupos insurgentes, cuya persecución sería más un problema policial que militar. El 24 de febrero de 2022, el sismógrafo de la guerra captó columnas de blindados rusos avanzando hacia las principales ciudades ucranianas con bombardeos de aviación e infantería empaquetada en camiones camino del frente. De repente, la anunciada guerra del futuro, sin sangre y sin muertos, languideció en los papers de los expertos para que el mundo regresara a la guerra antigua, la de los cañones y las trincheras, la que empobrece a naciones enteras pero enriquece a los fabricantes de armas y los carpinteros de ataúdes. Desde el comienzo de la invasión de Ucrania se han unido otros cuatro grandes conflictos, todos ellos convencionales, en cuatro puntos diferentes del mapa, entre estados o entidades que administran una determinada zona geográfica sea o no sea reconocida como país. Sudán se descosió el 15 de abril de 2023 con su tercera guerra civil entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido. Jartum se convirtió en un campo de batalla que recordó al Mogadiscio de los señores de la guerra en los años 90.

Israel ataca el mayor hospital de la Franja de Gaza en busca de los túneles de Hamás (Diario Vasco, El País)

Los principales hospitales de Ciudad de Gaza se han convertido en campo de batalla y ahora el gran objetivo de Israel es localizar los supuestos túneles de Hamás bajo el complejo sanitario de Al Shifa, el mayor de la Franja. Los militares insisten en que los islamistas tienen su cuartel general bajo este centro de referencia y apuntan a que ese puede ser también el lugar en el que retienen a la mayor parte de los más de 200 rehenes que tienen en su poder desde el 7 de octubre. Miles de enfermos, heridos y desplazados están atrapados en una infraestructura sin agua, electricidad, ni oxígeno de la que no pueden salir porque «los israelíes disparan a todo el que se mueva», en palabras de su director, Mohammed Abu Selmia, quien aseguró que el personal sanitario tampoco puede desplazarse de un edificio a otro. La organización solidaria Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó que resulta imposible abandonar el hospital y aseguró que «nuestro personal presente en el centro ha sido testigo de que ha habido gente a la que han disparado cuando trataba de huir». La organización médica denunció que Al Shifa «ha sido alcanzado varias veces, incluida la maternidad y las consultas externas, con el resultado de múltiples muertos y heridos». En esa zona atacada las incubadoras quedaron fuera de servicio y el Ministerio de Salud informó de la muerte de un recién nacido y de la extrema situación de riesgo para otros 39. En menos de dos semanas de operación terrestre el combate ha llegado a las puertas de Al Shifa, en el corazón de Ciudad de Gaza. Se trata de un avance fugaz en el que Hamás no ha mostrado la resistencia que los expertos preveían en cuanto los combates entraran en la zona urbana. El ejército informó de «choques con terroristas de Hamás en las inmediaciones del hospital», pero negó ataques directos contra el complejo y se mostró dispuesto a coordinar la evacuación de quien lo solicite por el lado este del recinto.