El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, lamenta la «torpeza» del sector financiero por dar cifras con las que solo buscan «sacar pecho» en los mercados. "– ¿Al PNV le incomodan las cifras de beneficios de los grandes bancos?– Es una torpeza por su parte porque encima no son verdad.– ¿Cómo?– Son beneficios antes de impuestos, de inversiones y de amortizaciones. Se hacen públicos por vanidad, por interés de mercado, porque tienen que sacar pecho para que su activo valga más en bolsa y se revalorice. Y esto pone de mala leche a los ciudadanos, empezando por mí. Quieren salir en las páginas salmón diciendo ‘soy el mejor’, a ver si de paso les cae algún bonus a los directivos, pero el impacto en la opinión pública les da igual. Es de una irresponsabilidad enorme. Están jugando con fuego y encima no responde a una realidad cierta. Es pornografía económica, impúdico, un error gravísimo del Ibex 57. Venga a presumir y a meterle dinero al cerdito mientras los demás nos apretamos el cinturón..."
20230212
Domingo 12 de febrero de 2023
Núm 1373/2023
Año XXXVI
«Los bancos hacen pornografía económica con beneficios que no son verdad» (El Correo)
«Podemos es, con Cs y Vox, lo peor de la política pero no hay alternativa a Sánchez» (El Correo)
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, admite que la ley del ‘solo sí es sí’, que su partido apoyó, «ha salido mal» y no entiende el «infantilismo de la ministra Montero». También ratifica que el PNV seguirá respaldando al bloque de izquierdas porque «lo que vendría sería peor». Ratifica que seguirá apoyando al bloque de izquierdas si da la suma: «Cualquiera te dice que lo que vendría sería peor». Si algo queda claro en la entrevista es que a Andoni Ortuzar no le gusta el «infantilismo» que ha demostrado Podemos al empecinarse en la ley del ‘sólo sí es sí’ ni su afán «sectario» por «normativizar su pensamiento político». Pero también que, pese a la convicción de que, junto a Cs y Vox, los morados representan «lo peor de la política española», el PNV ha asumido que «no hay más alternativa» que apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora y tras las próximas generales, si dan los números.
Euskadi afronta una reforma fiscal con el foco en las rentas altas y "sin revoluciones" (Diario Vasco)
PNV y PSE-EE se han decidido a abrir de una vez por todas el melón de aquella reforma fiscal que estaba prevista en Euskadi para 2020 y que la pandemia primero y la guerra de Ucrania después se encargaron de meter en un cajón. Una reforma –explican fuentes conocedoras de esos movimientos iniciales– que «no supondrá una gran revolución». «Tampoco se entendería cuando venimos de recaudaciones récord en los dos últimos ejercicios», añaden. No obstante, tampoco parece haber «líneas rojas», matizan fuentes jeltzales, que dejan abierta la puerta a analizar con calma lo que sea necesario. Sin embargo, y en esto el tiempo sí que apremia, antes de nada hay que encajar en la legislación foral (donde ya existe el Impuesto sobre el Patrimonio) el conocido como Impuesto de la Solidaridad o de las Grandes Fortunas. Ese que el Ejecutivo de Pedro Sánchez alumbró el año pasado en plena crisis energética y de precios para intentar armonizar en todo España la fiscalidad que se aplica a las rentas más altas cuando algunas autonomías, como Madrid o Andalucía, empezaron a mover ficha (eliminando o recortando Patrimonio) en un juego que el propio lehendakari Urkullu, calificó de ‘dumping’ fiscal. Es un nuevo tributo excepcional (solo para los años 2022 y 2023), finalista, y cuya recaudación (se espera obtener entre 1.500 y 2.000 millones de euros) irá a parar a manos del Estado y se dedicará a atender a los más vulnerables. El hecho de que el dinero acabe en manos estatales se supone que estimularía a las autonomías que han endulzado Patrimonio (que termina en sus arcas) a revisar su estrategia. Ese encaje o esa convivencia del Impuesto de la Solidaridad en nuestro Patrimonio va a ser lo que ocupe los primeros capítulos de la negociación entre el PNV y el PSE.
La administración vasca tiene 9.000 millones en el banco, el doble que antes de la pandemia (El Correo)
Un «buen colchón» de 8.995 millones. Es la cantidad que atesoran las administraciones públicas vascas en sus cuentas corrientes según el último dato del Banco de España, que data de septiembre del año pasado. Una cifra sin precedentes en la serie histórica y que supone duplicar los fondos que había en 2019 sin acusar el paso ni de la crisis de la pandemia, ni las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania con la escalada de precios que ahoga el consumo y ha frenado el crecimiento económico en Euskadi. Los números hablan por sí solos y no se puede achacar solamente al ahorro forzado en el confinamiento por la eliminación obligada de muchos gastos durante aquellos meses. Y es que el 31 de diciembre de 2019, los responsables de Hacienda de Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos veían en el saldo de sus cuentas un total de 4.799 millones de euros. Una cantidad que se ha elevado hasta llegar a esos 8.995 millones de euros a pesar del incremento del gasto sanitario –Osakidetza con 3.733 millones ha reforzado su presupuesto un 25% desde 2019– o los diversos planes de apoyo lanzados para colectivos más afectados por la crisis energética. Es el «colchón» al que ha hecho referencia en más de una ocasión el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu. El responsable del Presupuesto de Euskadi ha defendido siempre disponer de una bolsa de dinero «para poder hacer frente a las diferentes incertidumbres que se puedan presentar» y que sirva «para garantizar la calidad de las políticas públicas». Pues este «colchón» se ha incrementado un 87% en tres años, casi hasta duplicarse, y evidencia que la administración pública no ha recurrido a toda su capacidad de gasto tras la pandemia y una crisis energética que ha disparado el IPC hasta llegar al 10% y ha multiplicado por tres el precio de la luz. El hecho se convierte casi en un agravio comparativo si se analiza lo ocurrido en las cuentas corrientes de ciudadanos y empresas en Euskadi.
Los inmigrantes ocupan nueve de cada diez empleos creados en Gipuzkoa (Diario Vasco)
La mano de obra extranjera se ha convertido en esencial para el mercado laboral guipuzcoano y vasco, hasta el punto de que casi la totalidad del empleo neto creado el año pasado en nuestro territorio lo copan ya afiliados inmigrantes. El protagonismo que están adquiriendo los trabajadores extranjeros es creciente en los últimos años y se está acentuando a marchas forzadas. Y es que con datos de la Seguridad Social de cierre del año pasado, la cifra total de afiliados creció en ese ejercicio en 3.099 personas hasta situarse en los 330.685 cotizantes en Gipuzkoa, lo que supone un ligero avance del 1% respecto al año anterior. Sin embargo, el registro de afiliados extranjeros sigue creciendo a buen ritmo, un 11% interanual, lo que supone que sumaron 2.897 cotizantes más que el año anterior hasta los 28.982. El 93% del nuevo empleado creado, nueve de cada diez puestos, es de este colectivo. Esto supone que casi nueve de cada cien afiliados guipuzcoanos (8,76%) son de origen extranjero. En el caso de Euskadi, el incremento de la afiliación extranjera el último año ha sido del 11,42% al sumar 8.532 y alcanzar los 83.223 cotizantes. Pero en este caso la cifra total de afiliados se incrementó en 14.055 hasta las 994.077, lo que supone que las personas de origen extranjero han copado seis de cada diez empleos netos creados. Así, en el País Vasco el peso total de los trabajadores inmigrantes sobre el total es algo menor que el de Gipuzkoa, ya que se queda en el 8,37%. En una sociedad cada vez más envejecida como la nuestra y con una pirámide demográfica endiablada, sin suficiente mano de obra autóctona para poder compensar las miles y miles de personas que se jubilarán en los próximos años, el recurso a la mano de obra extranjera se hace imprescindible.
La inversión extranjera en Euskadi se multiplica por siete (Diario Vasco)
La inversión extranjera que se dirigió a Euskadi en los nueve primeros meses de 2022 alcanzó los 2.275,2 millones de euros, lo que supone siete veces más que los 312,5 millones de euros captados en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Por sectores económicos, la mayor inversión foránea en el País Vasco (el 47,7% del total invertido) fue en construcción aeronáutica, espacial y su maquinaria, con 1.085,8 millones de euros. El suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire atrajo 613,3 millones de euros (27% del total), seguido de la construcción de edificios (191 millones), el comercio al por menor, excepto vehículos de motor, captó 136,8 millones, las artes gráficas y reproducción de soportes grabados absorbió 71 millones y la investigación y desarrollo, 58. De esta forma, y a falta del cierre del año 2022, el País Vasco conseguirá los mejores datos desde 2017, cuando de enero a diciembre de ese año captó inversiones extranjeras por un coste de 2.691,3 millones de euros, superando así las cuantías de los siguientes cuatro años. En 2018 las incursiones extranjeras aportaron 1.190 millones de euros, en 2019 se desplomaron hasta los 535,7 millones, para subir a 878,1 millones en 2020 y alcanzar los 1.539,8 millones en 2021.
«Está bien el salario mínimo actual pero puede tener efectos en algunos sectores» (El Correo)
Sara de la Rica advierte de que la subida de las pensiones ligada al IPC está incentivando las prejubilaciones. Catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco, directora de la Fundación Iseak y vocal del consejo de administración de Iberdrola, está considerada como una de las voces más autorizadas en el análisis del mercado laboral español. Ha dedicado buena parte de su vida profesional y como investigadora a tratar de desentrañar las cifras que rodean ese mundo. Uno de los últimos estudios que dirigió en torno a las consecuencias del aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) resultó polémico. No tanto por el hecho de que sus conclusiones apuntasen a una ligera incidencia negativa en el empleo –tan ligera que incluso bien mirado podía considerarse un espaldarazo–, sino porque el Ministerio de Trabajo tuvo a bien ocultarlo en primera instancia. Sara de la Rica cree que es buena la evolución que el SMI ha tenido en España en los últimos años, aunque no oculta que en la actual coyuntura puede tener alguna contraindicación. Cree que las empresas tienen mucha responsabilidad en la brecha que se ha abierto entre la demanda de determinados perfiles profesionales y la escasez de gente preparada, que algunas decisiones en torno a las pensiones van en dirección contraria a la filosofía que se pregona y que la escasez de grandes empresas es el principal lastre de la productividad.
La mano alavesa que viajará a Marte (El Correo Araba)
Desde hace año y medio, AVS dispone de parte de un enorme pabellón en el parque alavés. Allí se trasladó la firma guiada por su CEO, el vitoriano Miguel Ángel Carrera. Tras «muchos años» viajando hasta las oficinas de Elgoibar y visto que «cada año éramos más vitorianos haciendo ese viaje, surgió la oportunidad de crecer. Ya tenemos oficinas en Madrid o Sevilla y dije: por qué no en Vitoria». Dicho y hecho. En Miñano se han centralizado todos los proyectos relacionados con el espacio y no son pocos. Entre ellos está la mano, como se la conoce coloquialmente. Que la sencillez del nombre no lleve a engaños porque tras ella se esconde un trabajo de muchos años que aún no ha concluido. Se trata en realidad de tres sistemas, formados por pinza, muñeca y cámaras, que forman parte del brazo con el que el Rover de la misión Mars Sample Return, prevista para 2028, recogerá las muestras diseminadas por varias zonas; las colocará en una cápsula y, una vez llena, la cerrará. «Es un momento clave porque si falla, la misión fracasa». La importancia de lo que allí se recoge es alta. En esos testigos pueden encontrarse minerales o restos de vida marciana. «Marte es un planeta muerto pero nos puede contar muchas cosas», asegura Carrera, para quien la exploración del universo es uno de los grandes retos de la Humanidad. «La Tierra se agotará, será en miles de años pero lo hará y debemos buscar otros lugares donde sobrevivir como especie», argumenta. La participación de AVS en esa aventura no ha sido un viaje de última hora, sino más bien fruto del trabajo concienzudo del equipo de ingenieros (mecánicos, eléctricos, aeroespaciales y aeronáuticos).
"Si los números no dan por la caída de la natalidad, algunos colegios tendrán que cerrar" (El Correo)
María Eugenia Iparragirre, directora de Kristau Eskola, reconoce que la ‘tarta’ a repartirse es «muy escasa» y es prudente ante las nuevas medidas contra la segregación: «Habrá que esperar». Asume las riendas de la patronal de los colegios concertados católicos, Kristau Eskola (123 centros), en un momento vibrante. Sin embargo, esta maestra con experiencia en política (fue senadora por el PNV) asume el reto con ilusión. "Las previsiones no son buenas. No seríamos honestos con la realidad si dijéramos lo contrario...Es una realidad que está ahí, aunque no nos guste. La oferta de los centros existentes es superior a la demanda por las tasas de natalidad que tenemos. Entonces, claro, si los números no dan, por mucho que las ratios se vayan reduciendo, habrá que pensárselo. Y eso a lo mejor pasa porque en el medio o corto plazo algunos centros tengan que cerrar.– Frente a la caída de la natalidad, es indudable la importancia de la inmigración. La red pública acoge al doble de alumnado inmigrante que la concertada. ¿A qué lo achaca?– A veces hay grandes titulares sobre que la concertada segrega. Pero nosotros tenemos centros con alumnado vulnerable por encima de la media de su zona. Y otros que no, lógicamente como todos, pero como la pública también, ¿eh? En el ADN de Kristau Eskola tenemos el tratamiento al diferente, al necesitado. Somos la escuela cristiana. ¿Qué hizo Jesús de Nazaret, sino rodearse de los más vulnerables? Tenemos 123 colegios con 75 instituciones, la diversidad nos caracteriza..."
El gran reto verde: el reciclaje de las renovables (El País)
Europa prohibirá a partir de 2025 acumular en vertederos los aerogeneradores, placas solares y baterías que llegan al fin de su vida útil. Los parques eólicos instalados a principios de siglo apuran la vida útil de los aerogeneradores y se acerca el momento de gestionar una gran masa de paneles solares usados. A la vez, los fabricantes de baterías calculan que los residuos que generan van a crecer un 1.000% hasta 2050. La normativa comunitaria obliga a reciclar y a partir de 2025 no será posible acumular materiales como las palas de los aerogeneradores en vertederos. Grandes compañías energéticas como Naturgy, Iberdrola, Endesa o Acciona, pero también más modestas, han puesto en marcha proyectos para reciclar y recuperar materiales y componentes. Y están descubriendo que también pueden ganar dinero. En Navarra, Teruel, León y Soria, el procesamiento del material renovable abre puertas a la actividad industrial y al empleo. Parece claro que el despliegue renovable es imparable. En Europa, en apenas un soplo —cuatro años—, la mitad de la generación eléctrica será verde. El impulso plantea problemas no resueltos. Nadie quiere ver las palas de los aerogeneradores, los paneles de las plantas fotovoltaicas o las baterías acumuladas en montañas de restos, sobre todo cuando se comercializan como ecológicos. Los números imponen. En España, con 1.260 parques eólicos y más de 20.000 aerogeneradores, una tercera parte —7.500— están llegando al límite porque fueron instalados antes de 2005. La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha traducido el reto a peso. Solo el volumen de palas con potencial de ser desmanteladas podría alcanzar las 145.000 toneladas, el equivalente en peso de tres petroleros. Y hay que tratar 15.000 palas anuales a partir de 2025.
Europa asume el reto de relanzar su industria en pleno auge proteccionista (El Correo)
Los problemas en las cadenas de suministro y el desabastecimiento de ciertos productos pusieron de manifiesto la necesidad de repensar la industria europea. La guerra en Ucrania y el impulso de industrias competidoras han llevado finalmente a Europa a reaccionar con un plan para reforzar este sector. El plan para ponerse al día deberá enfrentar cuatro grandes desafíos...entre ellos, el de la reducción de la mano de obra. La población en edad de trabajar se reducirá un 4% en los próximos diez años, lo que dejará a la UE con 13,5 millones de empleados menos, un fenómeno que se cebará especialmente con Alemania. El sector industrial ya sufre para encontrar profesionales que cubran determinados puestos. «Cerca del 30% de las empresas manufactureras tienen dificultades para cubrir vacantes. Solo seremos exitosos si tenemos mano de obra cualificada, con habilidades para el mundo digital», destacó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La UE debe centrarse, por tanto, en atraer talento extranjero –con sueldos competitivos– y en fomentar la formación adaptada a las necesidades del mercado laboral. Las industrias manufactureras, de textil y ropa y las relacionadas con el tratamiento de metales básicos y productos metálicos estarán más expuestas a la pérdida de mano de obra. También debe combatir la deslocalización, una tendencia al alza en los países de Europa del Este, que mueven sus plantas a países del norte de África y Asia.
La alta dependencia de 137 productos críticos pone en jaque la transición limpia (El Correo)
El hallazgo en enero del mayor yacimiento de tierras raras en Suecia ha supuesto un balón de oxígeno para la UE. Su industria es altamente dependiente de la importación de 137 productos clave y uno de los más críticos, es precisamente las tierras raras. Este elemento es crucial para fabricar componentes de vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Actualmente se importa cerca del 98% de este material desde China. La UE también precisa de iridio y galio –necesarios para crear bombillas LED– y de borato –utilizado en la producción de acero y metal, y que llega a Europa desde Turquía–. Los metales del grupo del platino, en cambio, provienen en su mayoría de Sudáfrica y se utilizan en la fabricación de pilas de hidrógeno y electrolizadores. Asegurar la disponibilidad de todos estos elementos es fundamental para impulsar las tecnologías limpias y, en definitiva, para que la industria y todos los demás sectores del continente puedan llevar a cabo la transición ecológica. El Pacto sobre Materias Primas Críticas quiere asegurar el suministro de estos productos críticos, diversificando proveedores y fomentando su reciclaje. La innovación también será clave. Como ejemplo, algunas compañías europeas ya están usando un polímero que se extrae de la madera para sustituir al grafito en la fabricación de baterías.
Vientos de cola (por Raymond Torres, El País)
"En poco tiempo, las expectativas acerca de la economía española han cambiado radicalmente. Los propios hechos han desmentido los augurios de recesión: la actividad sigue creciendo desde el inicio del año, según los principales índices de coyuntura (como los PMI de gestores de compra), avalando el buen comportamiento del mercado laboral. Son buenas noticias que conviene ponderar a la luz de los riesgos que todavía se ciernen sobre el futuro inmediato. El entorno internacional es sin duda menos hostil, no solo por el vuelco espectacular de los precios energéticos (hasta el otoño, los mercados a plazo apuntaban a una cotización del gas de 120 euros por MWh, un 60% más que en la actualidad). La economía alemana, el flanco más débil de la crisis energética, apenas se contrajo un 0,2% en el último trimestre. Nuestras exportaciones, impulsadas por una posición competitiva favorable, se han beneficiado de este contexto menos negativo. Y las amenazas derivadas de la invasión de Ucrania se han moderado, de ahí el repunte acusado de la confianza tanto de los consumidores como de las empresas. La inflexión de las expectativas también ha animado a las compañías a mantener la plantilla, incluso cuando la demanda se deterioraba. Por otra parte, el proceso de desendeudamiento del sector privado ha ayudado a atenuar el impacto del alza de tipos de interés. Pese a la apabullante subida del euríbor en cuatro puntos porcentuales —la más abrupta desde la creación del euro—, las hipotecas a tipo variable se han encarecido moderadamente para una mayoría de familias: aquellas que se endeudaron en la época anterior a la era de tipos negativos. Asimismo, gracias a la elevada antigüedad de los préstamos contraídos por las empresas, el golpe financiero de la restricción monetaria ha sido limitado en la mayoría de los casos, al menos de momento..."
Europa discute cómo jubilar a sus ciudadanos (El País)
La demografía condiciona los grandes debates en Europa. La creciente esperanza de vida en la UE (77,6 años en 2001 y 80,1 en 2021) y la menguada natalidad (1,57 nacimientos de media por mujer en 2010, frente a los 1,5 de 2020) son factores claves al analizar la falta de mano de obra en algunos sectores o los cambios de consumo. Pero, quizá, el asunto más afectado por esta pinza demográfica sean las pensiones. Los mayores de 65 años representaban en 2019 el 20,4% de la población de la UE, y la Comisión Europea estima que en 2050 serán el 29,6%. Ante estas cifras, el debate lleva varios años instalado en Europa, pero en los últimos meses ha aumentando los decibelios. El epicentro de la discusión se ha instalado en Francia, donde el Gobierno plantea una subida de la edad de retiro de 62 a 64 años. La propuesta está encontrando mucha contestación política y en la calle de un país que durante décadas ha sido el paradigma de la jubilación temprana. Con menor trifulca, también se discute en España: el Gobierno negocia la última fase de los cambios comprometidos con la UE. Pero la reforma de las pensiones empezó hace años, coincidiendo en varios países con la Gran Recesión. “En Europa, en la crisis anterior, incrementar la edad de jubilación fue un objetivo claro. La norma más extendida es ir hacia los 67 años”, explica Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CC OO. Coincide en este análisis Carlos García de Cortázar y Nebreda, vicepresidente de la Asociación Española de Salud y Seguridad Social y especializado en la reforma de las pensiones en Europa: “Todos los países europeos incrementaron o están incrementando la edad de jubilación. Hay una convergencia silente, es una carrera”, añade García.
India, un gigante demográfico con pies de barro (El País)
La India, que superará a China como el país más poblado, crece a buen ritmo, pero aún es presa de la desigualdad, la contaminación y el proteccionismo. Naciones Unidas calcula que en abril de este año superará como gigante demográfico a la cada vez más envejecida China, asolada por graves problemas de natalidad. Ambas rebasan ya la frontera de los 1.400 millones de habitantes, pero su evolución es distinta: mientras en 2020 la edad media china fue de 38 años, en la India era de solo 28 años. El próximo cambio de hegemonía ha convertido a la India en foco de atención para medios de comunicación, académicos y laboratorios de ideas, ansiosos por descifrar si el adelantamiento se limita al terreno de lo simbólico o supone un acontecimiento geopolítico mayor. La periodista india Sagarika Ghose, autora de varios libros sobre la situación del país, no tiene claro si el sorpasso a China traerá por sí mismo una inercia positiva. “Podría generar tanto un dividendo demográfico como convertirse en un desastre potencial. No solo tendremos la población más grande del mundo, sino también la población joven más grande. Si se utiliza productivamente, podría ser un motor para crecer mucho más rápido. Sin embargo, supone también una enorme carga para unos recursos escasos en áreas críticas como educación y atención médica”, reflexiona. El hito pilla al país en un momento dulce. La inflación se ha moderado al 5,7%, mínimos de 12 meses, en 2022 el PIB creció en torno al 7%, y si las predicciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) se cumplen, su economía vivirá este año una expansión superior al 6% —el doble que el conjunto del planeta—. Sumada a China, representará la mitad del crecimiento mundial de 2023, frente a solo la décima parte entre Estados Unidos y la zona euro. Ese robusto avance llevó hace apenas dos semanas al FMI a calificarla de “punto brillante” en un entorno internacional repleto de claroscuros por la presión inflacionista y la cronificación de la guerra en Ucrania.
Una nueva Guerra Fría se propaga por el tablero global (El País)
Rusia es una tormenta; China, el cambio climático. La metáfora, evocada en octubre por el jefe del servicio de inteligencia interior de Alemania, puede suscitar debate acerca del reparto de responsabilidades entre los grandes protagonistas del mundo —y en concreto de Occidente— en la turbulenta atmósfera geopolítica en la que vivimos, pero es indiscutible como certero retrato del orden de magnitud de los asuntos sobre la mesa de las relaciones internacionales. La crisis provocada por el órdago ruso en Ucrania copa desde hace un año la atención mundial, pero la principal fuerza motriz del siglo XXI es la competición entre EE UU y China. La reciente penetración en el espacio aéreo estadounidense de un globo chino —que según Washington era parte de un programa de espionaje de instalaciones militares alrededor del mundo— representa un llamativo recordatorio de que, pese a las señales de distensión emitidos en la cumbre de Bali en noviembre, las dos potencias andan embarcadas en un pulso descarnado por la primacía mundial. Su envergadura es de tal calibre que se desarrolla a lo largo y ancho del planeta. Múltiples hechos recientes muestran cómo, al margen de lo que las dos superpotencias hacen en el ámbito interno —buscando reforzar su músculo militar, tecnológico o económico— o en su relación bilateral, ambas operan en el atlas para avanzar sus posiciones de muchas maneras.