Entrevista con Carlos Torres Presidente de BBVA. «Las entidades financieras ya tenemos un tipo del 30% frente al 25% del resto». En la primera reacción de la banca ante el nuevo impuesto anunciado por Sánchez para sus ingresos extraordinarios, el presidente de BBVA desgrana los riesgos de la medida –«menos consumo, inversión y recaudación»– en una coyuntura poblada de «incertidumbres». No obstante, Carlos Torres cree que, salvo cortes en el suministro de gas, la crisis actual puede ser «muy moderada».. Mide las palabras como una máquina suiza de precisión, pero no oculta su opinión pesimista sobre la medida. No solo porque reducirá los recursos que el banco puede destinar a su capitalización, a las reservas. También el que puede distribuir entre sus accionistas, el dividendo. Sino porque está convencido de que obtendrá el objetivo diametralmente contrario al que persigue. En su visión sobre el momento económico, se muestra moderadamente optimista, aunque admite que la palabra que domina cualquier análisis es «incertidumbre»."Penalizar una actividad como la bancaria, que representa el sistema circulatorio de la economía y que, por tanto, dinamiza al resto de sectores, se puede traducir en una restricción de los flujos de capital a proyectos de crecimiento. En lugar de ayudar a que haya más consumo e inversión, más crecimiento y más recaudación, en lugar de abaratar los servicios en un momento de elevada inflación, puede acabar afectando negativamente a todas estas variables. Y así se desprende de la evidencia internacional disponible. El objetivo de recaudar más con un impuesto especial al sector financiero lo que suele terminar generando es un menor crecimiento económico a largo plazo y, en consecuencia, una recaudación muy inferior a la esperada..."
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Domingo, 17 de julio de 2022
Núm 1194/2022
Año XXXV
«El impuesto a la banca puede generar menos consumo, inversión y recaudación» (El Correo)
El sector biosanitario de Euskadi dispara su facturación y empleo (Diario Vasco)
El sector biosanitario continúa creciendo pese a las incertidumbres económicas procedentes del exterior y se consolida en Euskadi como una actividad estratégica en permanente crecimiento. Así lo atestigua el último informe publicado por Basque Health Cluster, en el que se realiza un pormenorizado retrato de la realidad que vivieron las empresas y los profesionales vascos en 2021. Y las cifras hablan por sí solas. En síntesis, pese a vivir el segundo año de la pandemia, con todas las limitaciones que produjo, el sector creció en todos los parámetros de importancia. Lo hizo en facturación y en empleo. También en las inversiones en I+D y en su peso en el PIB vasco. En definitiva, el sector ‘biotech’ vive un momento dulce en el País Vasco. Entrando en detalle, la industria biosanitaria vasca aumentó su facturación en un 8% respecto al ejercicio anterior, hasta los 1.800 millones de euros, y lo que quizá es más importante, prevé mantenerse en esos guarismos en 2022. Es decir, pese a los nubarrones (guerra en Ucrania, encarecimiento de las materias primas, alza de los tipos de interés...) el barco navega firme y con el rumbo fijo. En cuanto a la otra variable clave, el empleo, también se incrementó. En concreto a un ritmo del 11%, más que duplicando la evolución registrada en el año anterior. Natalia Elizalde es directora de desarrollo de negocio en VIVEbiotech: «Es una industria de futuro y con una inversión muy potente». María Fernández trabaja en una de las empresas punteras del sector: «En Viralgen hemos pasado en cuatro años de 10 a 400 empleados».
Asfixiados por el gas (El Correo)
Acero, papel y vidrio. Las empresas muy consumidoras del combustible sufren en primera línea la escalada de su precio, que se ha doblado en un mes. El grupo siderúrgico Sidenor está sufriendo la crisis del gas de forma muy directa y en varios frentes. Para empezar es un gran consumidor de este combustible, que utiliza en su proceso productivo tanto como la electricidad, prácticamente al 50%, con lo que está muy expuesto a su escalada. Por otro, su especialidad es el acero para automoción y, por tanto, gran parte de sus ventas terminan en la industria del automóvil alemana, que aguarda con terror el impacto que pueda tener el temido corte de suministro de Rusia en todo el país: «Hemos tenido que aplicar un recargo para sobrevivir». El grupo italiano Lucart, que en 2018 adquirió la papelera de Aranguren, dedicada al ‘tissue’, y la fábrica de jabones de Artziniega, ya tuvo que parar la producción en marzo por la desbocada factura energética. Ahora vuelve a estar en una situación complicada por la escalada del gas. «Solo con la subida de este mes, desde los 90 euros el megavatio hora hasta los 170 euros, el recibo del mes nos ha aumento en más de 800.000 euros», explica su director general, Luciano López: «Las ayudas no cubren ni la mitad de la subida de un mes». Los Los resultados del primer trimestre de Vidrala dejaron patente el daño que supone el alza del gas para el fabricante alavés de vidrio. Pese a alcanzar un récord de ventas por la fuerte demanda de botellas, sus beneficios se desplomaron un 98%. La razón no es otra que la escalada del combustible, que supone en torno a un 75%-80% de la energía que consume; el resto es electricidad: «El gas ha pasado a suponer más del 40% de los costes».
Europa se prepara ante el abismo energético (El País)
Cada minuto que pasa sin que Europa reduzca el consumo de energía, ya sea en hogares o en empresas, se convierte en una oportunidad perdida para protegerse ante el invierno más incierto. Ahorrar se ha convertido en una obligación frente a la amenaza de que Vladímir Putin cierre completamente el grifo del gas. Consciente del riesgo, la Unión Europea ya se prepara. Las tres repúblicas bálticas (Estonia, Lituania y Letonia), junto con Finlandia, son las naciones más expuestas. Deben recortar casi la mitad de su demanda. Y ya están aplicando medidas. Recién estrenado el verano, el goteo de mensajes de preocupación —cuando no directamente de pánico— es abrumador. Los Ejecutivos han empezado a deslizar, por todas las vías imaginables, su temor por lo que puede estar por venir. El danés ha pedido explícitamente a sus ciudadanos que reduzcan el tiempo que dedican a ducharse —una medida a la que también se ha sumado Alemania— y que sequen la ropa al aire libre en vez de en secadora. Y el austriaco habla sin reparos de situación “crítica”, y pide a su población que someta a revisión sus calefacciones para reducir pérdidas. En España, mientras, reina la tranquilidad: aunque el suministro está prácticamente garantizado gracias a sus seis regasificadoras en activo —la mayor red de toda la UE—, y a pesar de las palabras del presidente del Gobierno en la última sesión de control —“deberemos responder unidos también a esta agresión”—, los planes concretos no llegan.
Marcar la diferencia (El País)
Los tres mayores países del euro —Alemania, Francia e Italia— ya han movido ficha. Retórica al margen, España va con retraso respecto a sus socios comunitarios: Alemania: riesgo mayúsculo, demora en la acción. Alemania, el principal consumidor de gas de la UE, hace semanas que le ve las orejas al lobo. En junio decretó la segunda fase de nivel de alerta y ya está solo a un escalón del nivel de emergencia, que permite imponer restricciones al consumo. Los hogares serían los últimos en sufrir el racionamiento. Berlín ha puesto en marcha varias medidas de ahorro de gas, como sacar de la jubilación viejas centrales de carbón. La prioridad del Gobierno es usar el gas disponible para llenar los depósitos antes del invierno, cuando se dispare la demanda. Francia: el parón nuclear apremia. Los largos meses de campaña electoral en Francia mitigaron los mensajes de alarma ante una potencial precariedad energética de cara al invierno que sí han sonado con fuerza en otros vecinos europeos. La emergencia, política y electoral, era contener la inflación y preservar el poder adquisitivo. Pasados los comicios, las voces empiezan a sonar de forma apremiante. En su primer discurso ante la Asamblea Nacional, a comienzos de mes, la primera ministra, Élisabeth Borne, advirtió ya de que si Moscú corta el grifo del gas a Europa, aunque Francia sea menos dependiente que sus vecinos, sentirá también sus efectos. Sobre todo ahora que la eléctrica EDF, que el Gobierno quiere renacionalizar, ha reducido en varias ocasiones sus objetivos de producción por problemas en varios de sus reactores nucleares. Italia; la primera en apelar a la eficiencia. Italia se prepara para un otoño complicado debido a las posibles restricciones energéticas. El Gobierno de Mario Draghi fue uno de los primeros en Europa en proponer medidas de ahorro.
Claves de la batalla en Mercedes para garantizar veinte años de futuro (El Correo)
El ‘buque insignia’ de la industria vasca lleva tiempo tensionado. Mercedes-Benz Vitoria, el gigante de la automoción que aporta un 5% al Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi y un 30% al de Álava, ha conseguido esta semana armar –tras año y medio de negociaciones frustrantes y más de 35 reuniones– un preacuerdo de convenio. Lo firman la dirección de la compañía y la mayoría sindical (UGT, CC OO, Ekintza y PIM). El bloque nacionalista (ELA, LAB y ESK) se desmarca en una estrategia que ya es conocida porque tampoco se ha sumado a los anteriores pactos. Los 5.000 empleados de la factoría deciden mañana si lo aceptan o no. Y el resultado final tendrá una gran onda expansiva. Si Mercedes encuentra la paz, 30.000 trabajadores indirectos y 600 proveedores podrán descansar. Y alivio también en las instituciones (Gobierno vasco y Diputación de Álava) que celebraron el martes el acuerdo, aunque siguen cruzando los dedos ante el incierto desenlace de las urnas. Una inversión de más de 1.230 millones de euros del grupo alemán en Vitoria, que el lehendakari Urkullu intentó asegurar en su visita oficial a la matriz germana, apuntalaría todo el ecosistema vasco que se desarrollará en pos de una automoción electrificada incluido el proyecto de baterías BasqueVolt, del que Mercedes será principal cliente.
El récord de preinscripciones en la UPV/EHU revela la apuesta por la formación universitaria (El Correo)
El récord de preinscripciones revelado ayer por la institución académica, un total de 19.085, reafirma la apuesta de los jóvenes de la comunidad por la formación universitaria y, además, ha vuelto a elevar algunas notas de corte. Es el caso del doble grado de Física e Ingeniería Electrónica, que repite como la calificación de acceso más alta (13,351 sobre 14), y de Medicina en castellano, que se catapulta a la segunda posición (13,066). La demanda de estudios universitarios sigue al alza en Euskadi. Se han registrado 600 personas inscritas más que hace un año en la Universidad del País Vasco, una tendencia que demuestra que el desplome de la natalidad todavía no se siente en las enseñanzas superiores. El ‘top 20’ de las carreras con las notas de admisión más exigentes presenta pocas variaciones con respecto al del ejercicio anterior: se consolida el atractivo de los dobles grados, titulaciones de cinco años de duración que conjugan dos carreras y cuentan con un excelente encaje laboral; pero también una tendencia que se repite año tras año, ya que muchos alumnos con los expedientes más brillantes se decantan por las carreras biosanitarias. Medicina en Euskera también ha escalado un puesto y se ha situado quinta, aunque la nota de corte ha bajado una décima y se ha agrandado la brecha con la titulación en castellano. Un cambio que anticipa que este año será algo más fácil para los estudiantes euskaldunes iniciar su formación como médicos que para los que quieren estudiar en castellano, a pesar de haber conseguido mejores medias. En los puestos de cabeza también aparecen ‘clásicos’ como Biotecnología, Física, Matemáticas, Enfermería o Ingeniería Electrónica. También Inteligencia Artificial, una de las tecnologías más demandadas en el mercado laboral.
«El presente y el futuro de nuestra universidad pasa por Bilbao» (El Correo)
Mondragon Unibertsitatea (MU) cumple 25 años empeñada «en transformar la sociedad». Su rector, Vicente Atxa, explica los planes que baraja la institución académica para avanzar en ese objetivo y afrontar los cambios que exigen los nuevos tiempos. "Cuando alguien en el Estado piensa en formación dual, piensa en el País Vasco y en Mondragon, porque es una fórmula en la que tenemos fe ciega. Aglutina tres elementos: la universidad, que por su relación con la empresa puede identificar qué proyectos necesita desarrollar para ser competitiva a futuro y adaptar sus titulaciones; las propias empresas, que hacen un esfuerzo formando a esos estudiantes, que probablemente serán su mejor inversión a futuro en capital humano; y los estudiantes, que desarrollan unas competencias que no podrían adquirir de forma tan clara en los campus...Nuestra universidad es la primera vía de empleo para todos nuestros egregados. Tenemos una empleabilidad que ronda el 93%. – Las empresas se quejan a menudo de la falta de perfiles cualificados.– Nosotros nos adelantamos a las necesidades de las empresas, pero hay tener en cuenta que no es fácil...Hay que buscar el equilibrio entre lo que motiva a los estudiantes y la empleabilidad. Como sociedad debemos expresar hacia dónde van las necesidades del país para que sea competitivo. Estamos trabajando eso, y en cómo poder ser más atractivos para atraer talento exterior. Sabiendo cuál es el reto demográfico que tenemos vamos a seguir impulsando la formación dual, que se da en el 60% de nuestros grados y en casi el 50% de nuestros másteres. Es una apuesta que vamos a seguir impulsando..."
Dos vascos dirigen la expansión del tercer banco comercial de Alemania (El Correo)
Dos vascos son los que dirigen la estrategia de operaciones de uno de los líderes europeos de los llamados neobancos. Se trata de Pablo Reboiro y de Jon Mayor, un bilbaíno de 31 años y un donostiarra de 29, que están al frente de los mandos de la expansión de N26, una entidad que busca desarrollar el modelo de negocio de servicios bancarios sin oficinas, todo en la aplicación de un móvil y que, como explica Reboiro, llega «no solamente a jóvenes y millenials como creemos, ya que el 67% de nuestros clientes en España tienen entre 25 y 50 años». Este bilbaíno estudió ingeniería industrial en Deusto, a la vez que un master BBA en la gestión y dirección de empresas. De ahí saltó a la consultoría en la compañía Accenture y luego, a un puesto de analista en ING. En 2017, como él mismo explica, «percibí la importancia de la operación digital para el futuro». Fue cuando se incorporó al grupo germano para planificar su desarrollo en España y en Portugal. Mayor, donostiarra de 29 años, conoció a Pablo Reboiro en la Universidad de Deusto. Él también es un ingeniero industrial con un master en gestión y dirección de negocios que pasó durante cuatro años por la consultoría. Estas vidas paralelas hicieron que, cuando tuvo que organizar su equipo en España, Reboiro recurriera a Mayor. Como él mismo explica, «la doble vertiente de ingeniería y conocimiento tecnológico, junto a la formación económica, hacen un buen tándem de gran valor». Un gran capital de talento, que no encuentra hueco en Euskadi, pero que en Europa es demandado y que para este joven donostiarra, de cuya gestión dependen los depósitos de 600.000 clientes de la marca en España, es prueba «de la capacidad del sistema educativo en Euskadi y de una cultura vasca empresarial que sí es valorada fuera». Reboiro, que antes de aterrizar en la entidad berlinesa vivió un episodio profesional en Londres, reconoce que «la tendencia a volver a Euskadi está ahí». Aunque también es cierto, apostilla Mayor, que «aquí se percibe una cultura del teletrabajo más desarrollada», lo que se traduce en que «tenemos muchísima flexibilidad».
Un polo de plástico sostenible en Gipuzkoa (Diario Vasco)
El Departamento de Medio Ambiente de la diputación de Gipuzkoa proyecta la construcción de una planta de reciclaje de plástico en Zumarraga para impulsar la creación de un Polo del Plástico Sostenible en el territorio. La nueva instalación tratará más de 30.000 Tn. anuales de residuos plásticos y los transformará en un aceite, denominado Tacoil, que será la materia prima para la producción de nuevos plásticos sostenibles. Esta nueva instalación será uno de los proyectos tractores de la economía circular en Gipuzkoa y será decisiva para que el sector del plástico del territorio, sujeto a normativas cada vez más estrictas, se posicione en el mercado de los productos sostenibles. La creación del Polo del Plástico permitirá a nuestras empresas disponer de una materia prima de alta calidad, como el Tacoil, que cumple con los requisitos y certificaciones europeas para mercados como el del envasado de alimentos. Además, el proyecto mejorará el reciclaje de residuos plásticos, reducirá la huella de carbono y nuestra dependencia de combustibles fósiles. El Departamento, que ya ha destinado un millón de euros a esta iniciativa, impulsa el proyecto junto con el Ayuntamiento de Zumarraga y cuenta con la compañía británica, Plastic Energy, como socio tecnológico.
Los Toribio Echevarria seleccionan 15 finalistas (Noticias de Gipuzkoa)
Los Premios Toribio Echevarria que reconocen proyectos con un alto potencial de innovación tecnológica han seleccionado a los 15 finalistas que optarán a los galardones cuya ceremonia de entrega se celebrará el próximo 20 de julio en Eibar. Este acto servirá también de homenaje al ex director general del centro tecnológico eibarrés Tekniker, que falleció el pasado año. La organización de estos galardones, en los que participa Confebask como jurado, ha dado a conocer la lista de empresas que competirán en la fase final, con propuestas centradas en la salud y alimentación en buena medida, aunque el deporte, la sostenibilidad o el textil también tienen su espacio. Estos premios se conceden en las categorías de Ideas/Proyectos empresariales y de Nueva Empresa, con una dotación económica cada una de 10.500 euros y el acceso a programas de ayuda, financiación, asesoramiento y formación.
Mario Draghi, otra grieta en el muro europeo (El País)
La renuncia como primer ministro de Italia de Mario Draghi, apóstol del euro, se percibe en Rusia como otra victoria política en la guerra. Especialmente cuando Boris Johnson ha anunciado su dimisión; el presidente francés, Emmanuel Macron, atraviesa problemas con un Parlamento en el que no tiene mayoría, y el canciller alemán, Olaf Scholz, muestra signos de debilidad. Italia se sumerge de forma cíclica en una crisis de gobierno. La inestabilidad tiene muchos padres: el sistema bicameral perfecto, el transfuguismo o una acrobática capacidad de llegar a acuerdos imposibles. Desde la fundación de la República, con el Ejecutivo de Alcide De Gasperi en 1946, el país ha tenido 67 gobiernos distintos. La crisis que abrió Mario Draghi el pasado miércoles presentando su dimisión es la tercera de la legislatura, pero su trascendencia internacional la aleja sustancialmente de las anteriores.
África se queda en fuera de juego: el eslabón más débil vuelve a sufrir (El País)
La pandemia y la guerra de Ucrania han agravado los problemas estructurales de África, llevando de nuevo al continente a la casilla de salida. Hace una década, África se había convertido en el continente de la esperanza. Los sangrientos conflictos de los años noventa parecían cosa del pasado; la economía mejoraba con una tasa de crecimiento del 5%; las materias primas fluían para cubrir la demanda de países como China, Turquía, India o Brasil, y, a cambio, las inversiones regresaban a África para modernizar infraestructuras y sectores productivos. Grandes potencias regionales como Nigeria, Sudáfrica o los países del Magreb tiraban del carro de una región llamada a grandes gestas. Sin embargo, aquel afrooptimismo que se extendió por el imaginario colectivo se dio de bruces con una realidad tozuda: el crecimiento no redujo la pobreza, las brasas de los conflictos se reavivaron, el cambio climático asomó su rostro y, finalmente, las sacudidas de la covid-19 y la guerra en Ucrania revelaron la enorme fragilidad de un continente maniatado por su dependencia. “Todo aquel crecimiento no era inclusivo”, asegura el economista Demba Moussa Dembélé, presidente del Instituto Africano de Investigación y Cooperación por una África con Desarrollo Endógeno.