20230226

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Domingo 26 de febrero de 2023
Núm 1387/2023
Año XXXVI

(Des)prestigiar a la empresa (por Isabel Busto, presidenta de Confebask, El Correo)

"No corren buenos tiempos para la empresa. En buena parte del discurso político y social parece haberse instalado un reproche ampliamente compartido. En un contexto como el actual, los beneficios empresariales (ahora en boca de todos por los resultados de las grandes compañías) se presentan como algo reprobable e inaceptable para el conjunto de la sociedad.Y se escuchan frases de líderes políticos apelando a que el beneficio empresarial no sea el único objetivo de la actividad económica, como si, de hecho, así fuera.Por el camino, algunos se ‘olvidan’ de varias cosas básicas: la empresa es la principal creadora de riqueza colectiva y, de largo, la principal contribuyente al estado del bienestar gracias a la actividad que genera, el empleo que contrata y los impuestos que paga. Gracias a su aportación mayoritaria disfrutamos, entre otras cosas, de una sanidad y una educación universales y gratuitas, además de todo tipo de servicios de cobertura para que los más desfavorecidos no se queden atrás. En segundo lugar, la empresa, cuanto más gana, más impuestos paga. Nuestro sistema fiscal ya es progresivo desde hace muchos años y está bien que así sea. Siempre hemos defendido y nos sentimos orgullosos de nuestra aportación a la sociedad en la que vivimos. Otra cosa es que haya que mantener un equilibrio para que la fiscalidad no ahogue la necesaria actividad empresarial. Podremos discrepar en cómo hacerlo, pero no en la necesidad de contribuir al bienestar de todos...A más y mejor empresa, más y mejor empleo, más y mejor bienestar social.Y por ese orden. Una ecuación evidente que, sin embargo, se relega al margen de buena parte de los discursos políticos y de muchos de los titulares de los medios de comunicación. Siempre insistimos en la necesidad de prestigiar socialmente la labor de la empresa y de las personas que forman parte de ella, liderándola y trabajando juntos, porque es la única manera de mejorar. Pero no se escucha. Hay mucho ruido de fondo. Esperemos que cese pronto y que recuperemos el orgullo de tener el tejido empresarial que tenemos..."

Una ‘fabrika’ para entrenar a los directivos (El País)

Fabrika no es una fábrica en sentido estricto. Es un “centro de alto rendimiento” para empresas, según la denominación que han elegido sus impulsores. No es una suerte de escuela de negocios a la que directivos y trabajadores acuden a aprender técnicas de gestión empresarial. Es una pista de entrenamiento para directivos y trabajadores donde se ejercitan habilidades para “transformar la cultura de las organizaciones”, afirma su director, Juan Mancisidor (Irún, Gipuzkoa, 45 años). Fabrika, una iniciativa de la patronal guipuzcoana Adegi, abrió una sede en San Sebastián a mediados de enero tras una inversión de seis millones de euros: “Nuestra propuesta consiste en que cuanto mejor están las personas [de una empresa], mejores son los resultados. Y eso hay que trabajarlo y entrenarlo”. La teoría en la que se basa Fabrika parte de que en las empresas, por lo general, se trabaja mucho en la mejora del producto y de los procesos de fabricación, pero se pasa por alto la pieza clave del negocio: las personas. Mancisidor explica que la transformación de los equipos pasa por “favorecer el crecimiento de las personas, porque son el motor de la actividad y el elemento indispensable para lograr los objetivos. Es un círculo mágico, y eso se consigue entrenando principios como la confianza, la participación, el liderazgo…, lo que redunda en el bienestar del grupo”. Fabrika arrancó en enero de 2021 coyunturalmente en las instalaciones de Adegi, cuando puso en marcha el denominado “método fabrika”, inspirado en el proceso de cambio hacia una “nueva cultura empresarial” que la patronal impulsó en 2014.

"Euskadi está inmersa en un gran proceso de transformación" (por Arantxa Tapia, El Correo)

"La transición tecnológica-digital, la energético-climática y la socialsanitaria no son exclusivas de nuestro país. Son transiciones que se están dando en todo el mundo y en las que Euskadi tiene que dar pasos adelante y posicionarse entre los países más avanzados. La partida se está jugando a nivel global. Europa ha sido superada por EEUU y Asia en tecnología y digitalización. En cuanto a la gestión de la energía, las tensiones propias del continente se han visto agudizadas tras la invasión de Rusia a Ucrania, hace ya un año. Euskadi no es ajena a ninguna de estas problemáticas, pero además sumamos la realidad demográfica –al igual que en el resto de Europa– que está tensionando los equipos de personas necesarias tanto en el tejido generador de economía y riqueza, como en los equipos de trabajadores y trabajadoras de servicios de bienestar, como son los servicios sanitarios y sociales. Hablamos, en definitiva, de que nos falta talento. Hoy trabajamos en la estrategia Basque Talent, que nos permita dar un salto cualitativo en acciones de generación, retención y captación de esas personas que necesitamos en todos los ámbitos socio-económicos. El tejido económico y empresarial de Euskadi ha hecho un recorrido firme y serio durante estas últimas décadas, apostando por la innovación –Europa nos reconoce como un polo de innovación– y por la colaboración público-privada. Esta trayectoria, esta economía basada en el modelo industrial nos permite gestionar, por tercer año consecutivo, un plan de ayudas a PYMEs que con más de 80 programas y 600 millones va a acompañar a las empresas en la creación de empleo de calidad y el mantenimiento de la competitividad de la economía vasca, que se ha mantenido dinámica pese a todas las dificultades..."

Empresas en mejora permanente (El Correo)

Gestamp, Amaia Gorostiza, AVS y Mikrobiomik han sido las entidades galardonadas este año con los premios Euskadi Avanza. Como destacó Enrique deYbarra, presidente de El Correo, en su presentación, los cuatro premiados representan «el gusto por el trabajo bien hecho» y «han buscado la mejora permanente desarrollando una vocación de servicio público apoyados en la innovación y la competitividad atendiendo a las necesidades de sus clientes y mercados». Son esos elementos comunes a los cuatro premiados lo que les ha hecho merecedores de este reconocimiento, en un contexto que tal y como reconoció el director territorial de la zona norte del Banco Sabadell, Ignacio Navarro, «no es fácil», aunque «la economía se está comportando algo mejor de lo que parecía hace unos meses» y se hace necesaria «una apuesta de los empresarios» en la que las «entidades financieras debemos jugar un rol clave porque es nuestra razón de ser».

Kutxabank ganó 331 millones de euros el pasado año, un 53% más que en 2021 (El Correo, Diario Vasco)

Kutxabank siguió el pasado año una tendencia similar a la del conjunto del sistema financiero español, con una mejora sustancial de sus resultados, que le permitió alcanzar un beneficio de 330,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 53% en comparación con el ejercicio anterior. Es, tras la del Sabadell, la segunda evolución más positiva entre los grandes bancos y supera con creces el 38% de aumento del beneficio de BBVA; el 29,7% de CaixaBank y el 18% del Santander. Todo fue mejor para el banco el pasado año ya que mejoraron los ingresos y las provisiones para insolvencias se moderaron, al tiempo que la entidad contuvo sus gastos de funcionamiento que tan solo crecieron el 1,4%, muy por debajo de la inflación. Kutxabank va a recurrir ante los tribunales el nuevo impuesto a la banca y también ha optado por participar en la batalla del relato y contrarrestar la idea impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez –con el respaldo de otros grupos políticos, como el PNV– de que hay beneficios extraordinarios en el sector financiero. Así, han recordado que no solo el beneficio del banco el pasado año no alcanza el coste de capital, sino que ni siquiera ha superado el conseguido en 2019 –352 millones–, justo antes de la pandemia. Más aún, han destacado que los ingresos por el margen de intereses ni siquiera alcanzan todavía los que tenían en 2012, el año de la fusión de las cajas vascas. Son aún un tercio inferiores. El banco tendrá que pagar este año 55 millones de euros del gravamen especial por sus ingresos de 2022. 

Protesta de los delegados sindicales ante la dirección (El Correo, Diario vasco)

Una veintena de delegados sindicales se concentraron ayer a las puertas del palacio de congresos Kursaal de San Sebastián, donde Kutxabank celebró la convención anual de directivos, a la que también asistieron los miembros del consejo de administración y los presidentes de las tres fundaciones accionistas, BBK, Vital y Kutxa. La protesta está relacionada con la negociación de la mejora de las condiciones salariales para este año, aunque formalmente los sindicatos han señalado que, al igual que la jornada de huelga protagonizada este viernes y que tuvo un seguimiento masivo por parte de la plantilla, está vinculada a unas condiciones de trabajo que califican como «de excesiva presión». En el momento en que los directivos entraban en el Kursaal los manifestantes corearon lemas como «el banco más solvente agota a la gente», en una clara alusión al exceso de trabajo al que, estiman, les somete la dirección para mejorar el rendimiento económico de la entidad. Kutxabank anunció la pasada semana su decisión unilateral de mejorar las condiciones pactadas en el convenio vigente para este año –1,5% de subida salarial–, con un «complemento revalorizable» equivalente a otro 3,75% del salario mensual, para situar la subida en el 5,25%. Con ello los aumentos salariales de la plantilla del grupo Kutxabank se alinean con los que los sindicatos han pactado en Madrid con las patronales de banca y de las antiguas cajas de ahorros. También ha anunciado la incorporación de 75 empleados con contrato indefinido en el primer semestre de este año.

Las jubilaciones anticipadas se duplicaron en diciembre en Euskadi al subir las pensiones (El Correo)

Las jubilaciones anticipadas batieron récords el pasado mes de diciembre, después de que se confirmara la subida del 8,5% de las pensiones. En Euskadi se produjeron 2.482 y en toda España 35.500, en ambos casos duplicando las cifras de 2021. La incertidumbre sobre la segunda parte de la reforma de Escrivá ayudó a muchos ciudadanos a tomar la decisión. Miles de vascos sacaron la calculadora a final de año y llegaron a la misma conclusión: la subida histórica del 8,5% aplicada a las pensiones, fruto de la ley que vuelve a vincularlas al IPC, ha provocado que muchos trabajadores decidan adelantar su retiro del mercado laboral, justo lo contrario de lo que buscan todos las reformas aprobadas. En concreto, solo en diciembre se registraron 2.482 nuevas altas en Euskadi, un número que multiplica por 2,4 la del año anterior y que constituye un récord. Hay que tener en cuenta, además, que esta cifra no incluye a los que son despedidos por las empresas, pasan al paro dos años y luego se jubilan. No fue un fenómeno exclusivo de Euskadi sino que, lógicamente, se reprodujo en toda España. En diciembre accedieron a la jubilación 35.500 trabajadores, una cifra que duplica con creces las altas del mismo mes de 2021. La avalancha se concentró en la recta final del ejercicio, cuando los datos de noviembre –referencia para el cálculo– confirmaron que la inflación promedio de 2022 se disparaba hasta el 8,5%. Por esas fechas el Ejecutivo zanjó totalmente el intenso debate sobre si, ante semejante escalada del IPC, era adecuado cumplir con la primera parte de la reforma de las pensiones aprobada a finales de 2021, por la que se volvía a vincular las pensiones con la inflación. La medida suponía una carga brutal para el sistema, pero la coalición PSOE Podemos garantizó que no había marcha atrás.

Miles de personas protestan en Euskadi contra el "deterioro" de Osakidetza (El Correo, El Correo Araba, Diario Vasco)

Miles de personas se manifestaron ayer por las calles de las tres capitales vascas para reclamar al Gobierno vasco que «frene el deterioro de Osakidetza». Entre los asistentes había muchos sanitarios, pero también una gran cantidad de gente de a pie de diferentes edades que cada día recibe la atención de estos profesionales cuando acuden a un hospital o a su centro de salud. Con su presencia querían mostrar su enfado por la situación que atraviesa la sanidad vasca. Algo que los usuarios perciben en el aumento de las listas de espera quirúrgicas o en el incremento del tiempo que deben aguardar para ser atendidos por su médico de familia. En resumen, los asistentes reclamaban «una atención sanitaria de calidad». «Hemos venido porque Osakidetza está a día de hoy hecha unos zorros, tanto desde el punto de vista del usuario como del trabajador. Se están jubilando muchos profesionales y no hay relevo para ocupar esos puestos. A esto se suma que gran parte de la plantilla no es fija, por lo que hay mucha movilidad de profesionales en los equipos y esto repercute en el deterioro del servicio». Por su parte, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, aseguró ayer que «nunca se ha invertido tanto en la sanidad pública vasca como ahora». Su departamento hizo llegar estas declaraciones coincidiendo con el inicio de las manifestaciones multitudinarias convocadas en las tres capitales vascas por los sindicatos para exigir más medios y plantilla. Las centrales denunciaron «el desmantelamiento» de Osakidetza, algo que Sagardui aseguró que «no es cierto». En un vídeo distribuido por el Gobierno vasco, la consejera sostuvo que «no hay ni un solo caso, ni un solo servicio de titularidad del departamento que se haya privatizado». La responsable de Salud subrayó que «los nuevos recursos» que se están impulsando «son todos públicos». E insistió en que «nunca se ha invertido tanto en Sanidad». «Hemos incrementado el presupuesto un 43% en diez años», pasando de 3.200 millones a 4.600. Para 2023, el gasto por habitante supera por primera vez los 2.000 euros y llega a los 2.114.

Contratar una empleada del hogar cuesta este año a las familias 133 euros más al mes (El Correo)

Tener una empleada del hogar a tiempo completo para cuidar de los niños o mayores y hacer las labores de casa se ha convertido hoy en día en un lujo tal, que este colectivo se ha reducido hasta mínimos de la última década y apenas se lo pueden permitir 250.000 familias españolas, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). La fuerte subida que ha experimentado el salario mínimo interprofesional (SMI) en los últimos años y el nuevo marco normativo que aplica a este sector desde el pasado mes de octubre, que ha elevado significativamente sus cotizaciones, ha encarecido su coste en 133 euros al mes, 1.600 euros al año en 2023, cuantía que se duplica con creces, hasta los 4.000 euros, si se compara con el gasto que suponía hace un lustro. Concretamente, contratar a una doméstica por una jornada de ocho horas diarias, algo que muchos hogares hacen para atender al cuidado de los niños o de una persona mayor o dependiente, supone ya un desembolso mensual de 1.537 euros al mes, aunque de esta nómina el empleador puede descontar si quiere la cuota a la Seguridad Social que corresponde a la trabajadora y que este año se sitúa en los 80 euros. Significa esto que en 2023 las familias se gastarán casi 18.500 euros por este servicio que para muchos supone una necesidad, 9.400 euros si la tienen solo a media jornada. El sueldo de una empleada del hogar pasará en 2023, al igual que el resto de los cerca de 2,5 millones de trabajadores que cobran el salario mínimo, de 1.000 euros a 1.080 euros repartidos en 14 pagas (1.260 euros en 12 mensualidades), tras la reciente subida del 8% aprobada por el Gobierno. Esto supone un coste adicional de 1.120 euros al año. Pero a este alza de la remuneración legal más baja en España (que es la que habitualmente se paga a este colectivo) hay que sumar el encarecimiento de las cotizaciones que se paga por tener a una doméstica, ya que al aumento de la base mínima derivada del alza del SMI hay que sumar el nuevo sistema de cotización que rige en este sector desde el pasado mes de octubre y el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) que entró en vigor en enero para pagar las pensiones de la generación del ‘baby boom’.

«Se cocina una posible ampliación del Puerto en Lezo» (Diario Vasco)

Joakin Telleria (San Sebastián, 1958) preside la Autoridad Portuaria de Pasaia (APP) desde octubre de 2020. Hombre de mar y aficionado al buceo deportivo, este licenciado en Empresariales por la UPV y funcionario de carrera desde 1985, se muestra optimista sobre el futuro de la infraestructura, y resalta la necesidad de ampliar las instalaciones. También aboga por las concesiones de los muelles y compromete inversiones millonarias. "El puerto es un organismo público que depende de Puertos del Estado. Lo único es que la designación del presidente la hace el Gobierno Vasco. La APP, en el fondo, es un facilitador. Diseñamos y gestionamos los espacios para que los operadores logísticos puedan disponer de ellos. Nosotros no traemos o llevamos productos.–¿Cuáles son los grandes nombres del puerto de Pasaia?–Básicamente son cuatro: Algeposa, Sobrinos de Manuel Cámara, UECC-Noatum y Toro & Betolaza. Y un poco más pequeño, Artaza. Y también se encuentran los técnico-naúticos, que son los prácticos, los remolcadores, los amarradores y los estibadores.–¿Qué balance hace de 2022?–No podemos decir que ha ido magnífico, pues ha habido una bajada del 6%, pero desde antes del Covid hemos mejorado un 3%..."

La diplomacia del hidrógeno (El Mundo)

España quiere ser uno de los líderes mundiales del hidrógeno y en el sector energético se cree que está bien posicionada para conseguirlo, aunque aún hay mucho camino por recorrer. Además, ni siquiera se puede utilizar la clásica analogía de la carrera de fondo, ya que hay tantos obstáculos que se parece más a una de vallas. Son barreras que suponen un trabajo diplomático constante, porque todo el mundo quiere estar en el podio cuando acabe una competición que ni siquiera ha terminado de definir sus reglas: nadie sabe todavía qué hidrógeno será finalmente renovable. A esto hay que sumar que hay cierto desconocimiento alrededor de la que parece ser la fuente energética del futuro. De momento, aún no hay capacidad de producción a gran escala y menos aún de forma rentable. Pero, dado que la electricidad necesaria para ello puede ser ‘gratis’ –más allá de la inversión y el mantenimiento, el viento y el sol no tienen coste– y que es un vector energético que permite almacenar la electricidad sobrante, genera interés. «Sobre el hidrógeno ahora mismo, en general, hay una burbuja terrible», concede Millán García-Tola, director global de hidrógeno verde de Iberdrola. Esto, claro, no quiere decir que no sea útil, sino que hay que entender cuál es esa utilidad. «La gente dice que va a ser la panacea del futuro y va a ser la panacea, pero de la descarbonización del futuro», añade. García-Tola lo ilustra de forma sencilla: «Se comenta mucho que el hidrógeno verde es la navaja suiza energética, pero en realidad es un sacacorchos buenísimo». «Hay que descarbonizar el transporte, pues si puedes hacerlo con baterías, no lo hagas con hidrógeno, porque es mucho más ineficiente y siempre va a ser más caro», coincide, bajo condición de anonimato, una fuente del sector. En cualquier caso, más allá de los usos, hay mucho por definir y mucha diplomacia por hacer. En España hay decenas de proyectos y de zonas que aspiran a ser la sede española del hidrógeno. 

“Nos preocupa el impacto de los tipos sobre la economía” (El País)

Entrevista con Francesco Starace, consejero delegado de Enel y vicepresidente de Endesa. "Nos acostumbramos muy rápidamente a las cosas, pero seguimos pagando un 100% más por el gas de lo que pagábamos antes. No es normal. 2023 va a ser muy importante: hemos logrado pasar bien este invierno; tenemos los depósitos bastante llenos; y podemos pensar que sí se puede enfrentar el próximo invierno también. Pero en 2022 siguió llegando gas ruso. Ahora no. Y creo que es importante que en los próximos cuatro meses, de marzo a junio, todos los acuerdos que se alcanzaron con Argelia, Qatar o Congo se concreten en barcos. Si eso pasa, y gracias a las renovables y al menor consumo, creo que se puede decir que podemos lograr este milagro una vez más...Prolongar diez años la vida de una central nuclear es, también, un ejercicio de inversión para garantizar que pueda seguir funcionando con seguridad. En el caso de España, claramente las plantas no son tan viejas, por eso el potencial de aumentar su vida está ahí...Ahora que están todos los números fuera, no tenemos dudas de quién ganó y quién no. Pero este impuesto, sobre los ingresos, no cumple con ese objetivo. No es una tasa sobre los beneficios extraordinarios.- Pero, ¿entiende entonces que es el momento de que las energéticas arrimen el hombro?- Energéticas, en general, es una palabra muy amplia. Las petroleras han ganado muchísimo, pero el sector eléctrico no..."

El Mobile se vuelve más teórico (El País)

El Mobile World Congress (MWC23) de Barcelona comienza mañana con menos fulgor que en otras ediciones. Tras la pandemia, el mayor evento tecnológico del mundo ha dejado de ser el escaparate de los estrenos de smartphones y otros dispositivos electrónicos que atraían la atención de medios y consumidores de todo el mundo. La feria se ha vuelto más teórica, y en esta edición los focos no estarán puestos en los móviles plegables o los cargadores ultrarrápidos, sino en debates de altura como las aplicaciones prácticas y la rentabilización del metaverso, la evolución de la telefonía móvil del 5G al 6G, la industria 4.0 o la financiación de las redes de telecomunicaciones por los grandes gigantes estadounidenses de internet como Google, Facebook o Netflix. La Fira Gran Via, donde se celebra el congreso, espera congregar hasta el 2 de marzo 2.000 expositores y 80.000 visitantes, 20.000 más que en la pasada edición, pero un 26% menos que en la de 2019, la última antes de la pandemia, y que recibió 109.000 asistentes. John Hoffman, el consejero delegado de GSMA —la asociación de operadores que organiza el MWC—, confía en que la edición de 2023 genere un impacto económico por encima de los 350 millones de euros en la ciudad de Barcelona, superior a los 240 millones que aportó en 2022 el evento en la capital catalana y su zona de influencia, pero nuevamente inferior a los 473 millones que conllevó en 2019, lo que supone un 26% menos.

La hora de la verdad para la carne falsa (El País)

Las proteínas vegetales no despegan, pero muchos analistas creen que son la antesala de la mayor revolución alimentaria de la historia. En 2020, con el confinamiento, las ventas de las firmas californianas Impossible Foods o Beyond Meat, que comercializan estos productos, aumentaron el 45%. La mayor disrupción, aventuraron los profetas de Silicon Valley, de la historia de la industria alimentaria. Bill Gates respaldó, en su momento, a ambas compañías (sus inversiones sumaron 183 millones de dólares) aunque no hubieran lanzado ninguna hamburguesa al mercado. La ambición se servía fría. Iban a poner patas arriba el sector mundial de la carne. Pat Brown, un bioquímico de la Universidad de Stanford, fundador (2011) de Impossible, comentó en 2015 en una charla TED: “Sé que parece una locura sustituir una industria mundial como la ganadera, muy arraigada y que mueve un billón de dólares al año, pero hay que hacerlo”. Cuatro años después, amenazaba en The New Yorker al sector porcino y del pollo. “¡Sois los siguientes! Quebraréis aún más rápido”. La intentona golpista fue un fracaso. Las acciones de Beyond cayeron un 78% el año pasado, su capitalización bursátil pasó de un máximo de 14.000 millones de dólares a cerca de 1.000 millones, e Impossible, una firma privada, despidió en octubre pasado al 6% de la plantilla. El objetivo ahora, sostienen, es centrarse en “el canal de I+D”. ¿Otro nuevo fiasco de los profetas tecnológicos de la bahía de San Francisco? En contra de los números y las preferencias actuales del consumidor, grandes consultoras como BCG, McKinsey o AT Kearney aún creen en el negocio. Aunque jamás un sector había dependido tanto de lo imprevisible. 

El nuevo proteccionismo (por Raymond Torres, El País)

"Las tensiones geopolíticas exacerbadas por la guerra en Ucrania, el shock energético y más recientemente el giro de política comercial operado por EE UU se conjugan para hacer rotar el eje de la globalización en una dirección preocupante para la Unión Europea, al menos de momento. Si bien la sacudida está siendo de menor intensidad en España, la tendencia general es la misma que la que recorre el resto del continente europeo. Es un hecho que los intercambios de la UE con el exterior se han desequilibrado abruptamente, hasta el punto de generar números rojos en la balanza por cuenta corriente por primera vez desde la crisis de 2008. Uno de los principales factores es la aparición de un déficit con EE UU, algo inédito desde que existen registros y que sin duda obedece al auge de las compras de gas licuado norteamericano. Por otra parte, el abultado desequilibrio de los intercambios con el gigante asiático se ha mantenido prácticamente intacto, de modo que el bloque europeo emerge como el más afectado por la policrisis global. De manera similar, debería preocupar que Europa esté perdiendo terreno en términos de inversión directa extranjera, es decir, de inyección de fondos externos en el tejido productivo, descontando los flujos de capital financiero. En los dos últimos años, la UE recibió el 12,4% de la inversión directa extranjera mundial, casi la mitad que antes de la pandemia. Mientras tanto, EE UU y China han escalado en el ranking de receptores, ocupando prácticamente todo lo perdido por Europa..."

La guerra dinamita la economía al desbocar los precios, la energía y la incertidumbre (El Correo)

La guerra económica ha puesto encima de la mesa una realidad completamente distinta a la que se vivía hace un año. Ha destronado todos los pilares de la economía que sale cara: está desbocada en precios, con costes energéticos elevados, intereses al alza y deuda cara. Pero, sobre todo, ha impregnado la incertidumbre en todas las variables posible, incluso en las que no han defraudado, como el empleo. Si hay una estadística que haya protagonizado el año es la inflación y el Índice de Precios al Consumo (IPC). Hasta finales de 2021 estaban aparcados, pero poco a poco los precios empezaron a subir y todos los españoles empezaban a notarlo en sus bolsillos. Y el estallido de la guerra no hizo más que empeorar la situación. Pero poco a poco fue extendiéndose como una balsa de aceite a los alimentos por la subida de precios de los fertilizantes, la energía, el transporte y el cereal que faltaba de Ucrania. Al final, la tasa subyacente –más estructural y difícil de aplacar–. España registraba una inflación del 0,5% en enero de 2021. Un año después, escaló al 7,6%, con la subyacente en el 3%. Y ahora se encuentra en el 5,9% —subyacente al 7,5%– aunque tocó un pico en julio del 10,8%. Hay que retrotraerse a los años 80 para encontrar registros parecidos.

Sin incentivos en el horizonte para negociar la paz (El Mundo)

El problema es que el final no está cerca. La gran explosión geopolítica que Putin detonó hace un año aún no ha terminado y su onda expansiva sigue cambiando a diario las rutas comerciales, la política energética, los bloques de influencia, los presupuestos militares de decenas de países y una visión del mundo que ha quedado obsoleta a golpe de misil. Todas las guerras terminan, o bien porque uno de los contendientes se impone al otro o porque ambos se agotan en el esfuerzo. Con la invasión de Ucrania no ha sucedido ni lo uno ni lo otro. Rusia cree que puede conseguir sus objetivos iniciales de la invasión, es decir, tumbar al Gobierno Zelenski para colocar en su lugar a una marioneta de Moscú, además de ampliar los territorios anexionados ilegalmente. Aunque el desempeño del Kremlin en la guerra ha estado plagado de errores y ha sufrido bajas de unos 200.000 militares y pérdidas materiales enormes (y la gran mayoría, irreparables a corto plazo), Rusia no ha sido totalmente vencida. El presidente ruso, Vladimir Putin, en su idea de conflicto «existencial», ha puesto la economía del país al servicio de una guerra larga, conocedor de que si este enfrentamiento que él mismo ha generado se pierde, no va a resultar existencial para Rusia pero sí para su régimen. En cuanto a Ucrania, estamos ante un caso similar. Kiev cree que está en disposición de poder liberar más territorio antes de sentarse en la mesa de negociaciones.

Solo el 1% de los 4.700 ciberdelitos que se denuncian al año en Gipuzkoa se esclarecen (Diario Vasco)

El cibercrimen es la actividad delincuencial que más se ha disparado en los últimos años en todo el planeta. La red es un nuevo escenario sin límites físicos donde delinquir es más fácil y conlleva menos riesgo gracias al anonimato y a los avances tecnológicos, que en este caso juegan en favor de los criminales. Su rastro se mueve tan rápidamente que es casi imposible de seguir, y la burocracia y las trabas que ponen algunos países y empresas tecnológicas no hacen sino obstaculizar la labor policial. Eso se traduce en un número ínfimo de delitos esclarecidos. En Gipuzkoa, apenas el 1,35% de los casos que se denuncian logran resolverse. No es una cifra limitada al territorio, sino replicada de forma global. Según datos de la Fiscalía General del Estado, solo el 2% de los delitos cometidos a través de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) se esclarecen. En Euskadi el porcentaje es el 2,24%, según los últimos datos del portal estadístico de criminalidad del Ministerio del Interior. En números absolutos esa cifra negra resulta aún más ilustrativa del escaso éxito que tienen las investigaciones en esta materia. En 2021 (último año del que se disponen datos) se denunciaron en Gipuzkoa 4.792 delitos informáticos, de los cuales tan solo 65 se resolvieron. En Euskadi 16.798 delitos, con un balance de 377 esclarecidos. Son cifras muy similares a las que se registraban hace cinco años, si bien el número de delitos se ha duplicado desde entonces. «Se aprecia una tendencia decreciente en las posibilidades de éxito de la investigación de estos delitos», confirma Jorge Bermúdez, portavoz de la Fiscalía de Gipuzkoa adscrito al Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado. Las razones que explican esta realidad son muchas, pero la principal es que la tecnología avanza en favor del delincuente.