20230527

Un escenario de «aterrizaje suave, de recesión suave» es probable a medio plazo, quizás en los primeros compases o a lo largo de 2024. Es la conclusión que expuso ayer el director general de Norbolsa, Manuel Martín-Muñio, durante una conferencia pronunciada en la Cámara de Comercio de Bilbao. Martín-Muñio, que repasó los últimos indicadores del sector financiero, advirtió también de que hay un buen número de interrogantes en el escenario –el techo de gasto de EE UU o la invasión de Ucrania, los dos más evidentes– cuya evolución puede descalabrar cualquier estimación. Esa recesión que él vislumbra para el próximo año sería «técnica o poco más». Esto es, dos trimestres consecutivos de evolución negativa del PIB, algo que ya se ha registrado de forma oficial en Alemania al cierre del primer trimestre. Los antecedentes inmediatos y también algunos indicadores adelantados ya apuntan hacia una ligera corrección de algunos desequilibrios que hace apenas un año hacían temer un revés económico más serio. En ese contexto, el director general de Norbolsa, sociedad controlada por Kutxabank, apuntó su creencia de que los tipos de interés están ya acercándose a su techo en Europa –aunque apostó por dos nuevas subidas de la mano del Banco Central Europeo– lo que haría que el euríbor, la principal referencia de los créditos hipotecarios, se estabilice en torno al 4%. En esta línea se mostró convencido de que los niveles actuales de tipos de interés se van a mantener más tiempo del que algunos analistas han pronosticado –descartó una relajación a finales de año–, ya que cree que se van a prolongar las tensiones inflacionistas.

El 40,9% de la población trabajadora de Euskadi ha actualizado sus convenios en el primer cuatrimestre del año, según recoge el informe elaborado para los meses de marzo y abril por el Consejo de Relaciones Laborales (CRL). La institución destacó que se trata de uno de los porcentajes más altos de los últimos años y que el incremento salarial medio en los acuerdos vigentes está en el 3,57%. El presidente del CRL, Tomás Arrieta, avanzó el jueves que la subida salarial de los convenios firmados en Euskadi solo en el mes de abril fue 5,7%, un 0,7% más que la media nacional. El informe relativo a los meses de marzo y abril de este año refleja que en un entorno «marcado por el repunte de inflación», que creció anualmente el 4,1% el pasado mes, la tasa de paro vasca se situó durante el primer trimestre en el 8,7%, mientras que la afiliación a la Seguridad Social alcanzó «máximos históricos». En total, ésta llegó hasta los 997.243 afiliados de media durante el mes de abril. La cifra del 40,9% de trabajadores que han actualizado sus convenios este 2023 representa uno de los porcentajes «más altos de los últimos años», según el CRL, cuando se compara con las personas que se encontraban en la misma situación en abril de ejercicios pasados. En todo caso, la renovación de convenios durante el cuatrimestre afecta al 13,9% de la población trabajadora, un porcentaje que no incluye a la población trabajadora amparada por acuerdos logrados y pendientes de registro y publicación, como los de la industria siderometalúrgica y hostelería en Gipuzkoa, o los del transporte de viajeros por carretera, ayuda a domicilio y residencias en Bizkaia.

La negociación del convenio de Michelin da otra vuelta de tuerca. Después de la concentración del pasado 18 de mayo y la «última» propuesta remitida este martes por la dirección española de la multinacional –con el anuncio de un aumento de salario del 12% en cuatro ejercicios–, los sindicatos ELA, LAB, CGT y ESK decidieron ayer dar el paso de convocar huelgas en la planta de Vitoria. Así lo acordaron estas cuatro centrales después de haber mantenido una reunión por la mañana con todo el comité de la factoría alavesa, en la que se rechazó la convocatoria conjunta de estas jornadas de paros. CC OO, sindicato mayoritario, y UGT ya emitieron sendas valoraciones positivas sobre la última propuesta de la empresa, que además de los aumentos incluía cláusulas ligadas a la evolución del IPC. Sin embargo, y a pesar de haber rechazado las huelgas planteadas ayer, estas dos centrales aún no tienen una decisión tomada sobre si estampar o no su firma sobre la última oferta de la dirección de Michelin. El reparto de las subidas salariales propuestas por la multinacional era el siguiente: un 5% este 2023, un 3% en 2024, un 2% en 2025 y otro 2% en 2026. Una oferta que pasaba de un cómputo global del 10 al 12% junto a una cláusula que permitiría subir un 2% extra los sueldos cada dos años si el IPC superase los aumentos propuestos en las nóminas de los empleados y siempre que los resultados de Michelin lo permitan.

El sindicato LAB desveló ayer que Siemens Gamesa pretende aplicar un ERTE en su planta de Asteasu que afectaría a 154 de 190 trabajadores, y que estaría vigente hasta el 30 de septiembre, según fuentes de la central abertzale. Este sindicato, mayoritario en esta empresa, ya avanza que no aceptará este Expediente de Regulación Temporal de Empleo. La dirección de la factoría que la multinacional alemana tiene en la localidad de Tolosaldea comunicó la intención al comité de empresa el pasado día 2. Seis días después comenzó el periodo de consultas para negociar el expediente, y aunque se han celebrado tres reuniones no se ha llegado a un acuerdo. La empresa argumenta problemas de producción y organización para justificar el ERTE, diciendo que hay un descenso de carga de trabajo. LAB considera que este descenso no se da en la realidad y considera inaceptable que en una empresa «con unos beneficios enormes se quieran seguir garantizando dichos ingresos a costa de los trabajadores y trabajadoras». El sindicato entiende, en este sentido, que la compañía quiere maquillar sus cuentas para el 30 de septiembre, cuando se cierra el año fiscal en Alemania.

La de soldador es una de esas profesiones que apenas despierta hoy interés en los jóvenes, como otras muchas ligadas a los talleres y las fábricas, y que sin embargo ofrece una empleabilidad del cien por cien. Además, y por la sencilla regla de la oferta y la demanda, que acostumbra a poner muchas cosas en su sitio, los soldadores, una vez formados y con una mínima trayectoria, están recibiendo salarios más que notables. En el territorio y en toda España. Faltan profesionales, y a los buenos las empresas, literalmente, se los rifan. Prueba de ese déficit, según explican los protagonistas de este reportaje, están llegando a Euskadi cuadrillas de soldadores de países del Este de Europa o de Portugal. La primera voz autorizada para dar cuenta de la situación del oficio (más parecido al de un artesano de lo que pueda parecer) y de sus enormes posibilidades es la del ibarratarra Asier Epelde, que a sus 35 años es calderero montador y soldador en la ingeniería Kimua, de Lizartza, dedicada a las soluciones integrales de manipulación de carga llave en mano, donde trabaja como coordinador de la calderería. Epelde se formó en el Centro Integrado de Formación Profesional Tolosaldea y antes de nada resalta que como soldador «hay trabajo de sobra» y, además, «con nóminas muy buenas». «Hay trabajo de sobra», asegura, para romper una lanza en favor de una carrera que, reconoce, «no atrae demasiado a los jóvenes» pero que «te permite un trabajo estable y atractivo si eres creativo».

Las bajas laborales se han incrementado hasta niveles récord desde que existen registros, en 2007. La prevalencia de las incapacidades temporales por contingencias comunes subieron a 43,26 por 1.000 trabajadores. Patronal y sindicatos han expresado, en su acuerdo salarial, su “preocupación” por esta tendencia. Los expertos señalan como algunas de las causas el atasco en las listas de espera sanitarias y la fortaleza del empleo, así como el envejecimiento de la población. El capítulo VII del acuerdo salarial, que suscribieron hace dos semanas empresarios y sindicatos, arranca con la siguiente frase: “Las organizaciones empresariales y sindicales firmantes de este acuerdo manifestamos nuestra preocupación por los indicadores de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes”. Es una declaración de mucho calado, especialmente desde la parte sindical. Es un reconocimiento de que el aumento en las bajas laborales por enfermedades comunes está generando problemas. Ningún otro de los cuatro anteriores AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva) incluía una sentencia así. El de 2015 fue el único que mencionaba las incapacidades temporales, pero no expresaba preocupación por ellas. Los datos de la Seguridad Social confirman que en los últimos años están creciendo las bajas laborales, impulsadas a niveles inéditos desde que hay registros consolidados, es decir, desde 2007. La prevalencia media de las incapacidades temporales por contingencias comunes por cada 1.000 asalariados —el indicador más certero, según los expertos— alcanzó en 2022 un récord de 43,26, por encima de 2019 (34,1) y más del doble que en 2012, cuando este indicador marcó mínimos. Desde entonces ha ido creciendo, acelerado por la pandemia.

El gasto en pensiones acumula cada mes un histórico coste empujado por el aumento del número de perceptores de las prestaciones y, sobre todo este año, por el incremento del 8,5% en la cuantía de las mismas aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Así, este mes de mayo, el Estado ha inyectado al País Vasco un total de 846,4 millones de euros para costear las 571.710 pensiones contributivas pagadas en Euskadi. Una cantidad que sumada a la de los cuatro meses anteriores supone acumular en lo que va de año 7.600 millones de euros abonados en pensiones, 720 millones más que en el mismo periodo de 2022, lo que representa un incremento del 10,4%. Así se desprende de los datos publicados ayer por el Ministerio de Seguridad Social, que cifró este gasto en el último año para el conjunto de España en el 11,7% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional. Trasladado a Euskadi, el porcentaje es bastante mayor, ya que la proyección del gasto mensual de las pensiones vascas se elevaría este año hasta un total de más de 10.145 millones, lo que supone más del 14% del PIB vasco. En las cuantías de las prestaciones, los vascos siguen percibiendo una media un 23% superior a la nacional, con 1.480 euros frente a los 1.195 del conjunto de España. La prestación en Euskadi recoge un incremento del 9,6% respecto al mismo periodo del pasado año. Es en la pensión de jubilación donde esta diferencia se acentúa más, ya que los jubilados vascos perciben una media de 1.680 euros, frente a los 1.375 que representa el pago medio en el conjunto del país.

El euríbor hace un año no llegaba al 1% y ayer cerró la cotización rozando el 4%. Supone encarecer la hipoteca media en Euskadi, que supera los 150.000 euros, en unos 350 euros al mes y no hay mejor disuasor para retrasar la compra de una vivienda. Son datos que corroboró ayer la estadística publicada por el INE sobre la firma de hipotecas en el País Vasco. La suscripción de estas pólizas cayó en marzo un 14,1% y registra la peor racha desde la pandemia. Según el Instituto Nacional de Estadística, en Euskadi se firmaron en marzo 1.908 hipotecas para vivienda, 314 menos que un año antes. En cinco meses, el País Vasco acumula ya cuatro con cifras negativas y evidencia un cambio de escenario en el sector de la vivienda, que en 2022 registró el mejor año de la última década con más de 23.000 créditos para la adquisición de un hogar firmados. La curva comenzó a marcar el punto de inflexión en noviembre pasado, con un descenso del 5,25%, mucho más acusado en diciembre con un 21,8% que fue continuado con nuevas caídas en febrero (6%) y el 14,1% del pasado marzo. En el conjunto del primer trimestre, el descenso es algo menor, un 5%, con 288 viviendas compradas que en el mismo periodo del año pasado. También cede algo el precio de la hipoteca media en Euskadi. En marzo fue de 159.200 euros, que se alejan de los 170.000 de diciembre, los 167.000 del pasado octubre o los 160.600 de enero. Un dato que evidencia que el precio de la vivienda, en lenta escalada con el ‘boom’ de las compras tras el confinamiento, podría estar frenando algo ante el enfriamiento del mercado. En cualquier caso, Euskadi sigue soportando una de las hipotecas medias más gravosas del país. La media de los créditos de vivienda solicitados el pasado marzo en la comunidad autónoma ascendió a 159.216 euros, solo por detrás de la de Madrid (217.216), Cataluña (162.427) o Baleares (268.305) con un impacto del turismo muy distorsionador del mercado.

El fantasma de la crisis de 2008, muy vivo aún en el recuerdo colectivo por los impagos y desahucios de vivienda, sigue sin aparecer. La amenaza es palpable desde hace ya casi un año, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó la subida de tipos de interés para luchar contra la inflación. Unas alzas que han sido muy abruptas, lo que pone en apuros a las familias vulnerables con deudas bancarias. Las entidades realizan un seguimiento exhaustivo de la morosidad, aunque la tasa está sorprendiendo a todos: en marzo volvió a bajar, al 3,51%, su mínimo desde diciembre de 2008, según publicó ayer el Banco de España. Se trata de unos niveles históricamente bajos. Por ejemplo, en la parte final de la Gran Recesión llegó al 13,62% (diciembre de 2013). La mora ha sido tradicionalmente uno de los mejores termómetros y sistemas de alerta sobre la llegada de las crisis económicas. Si la actividad se enfría, crecen los impagos. Pero la morosidad sigue a raya. Los expertos hacen referencia a otra clave para este nivel de impagos tan reducido: la fortaleza del mercado laboral. “Los hogares suelen asumir las cargas financieras mientras mantengan su puesto de trabajo. Incluso cuando los ingresos laborales se reducen, por ejemplo, como consecuencia de la inflación. La pérdida de empleo es lo que incrementa con fuerza la probabilidad de impago”, argumenta Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas. La hipoteca es lo último que se deja de abonar y solo se desatienden los pagos cuando se pierde el puesto de trabajo.

Entrevista con Gonzalo Gortázar, Consejero delegado de CaixaBank. "La mejora que se está produciendo en la crisis de la cadena de suministros y energética debería contribuir a una caída fuerte de la inflación nominal en la segunda mitad del año. Nuestros economistas esperan un crecimiento del PIB en España del 2% en 2023 y algo inferior para 2024. En este entorno, lo razonable es que los tipos de interés oscilen entre el 3,25% y el 4%. Con este escenario base, en mi opinión no deberíamos ver un deterioro significativo de la calidad crediticia y los márgenes del negocio se mantendrán en unos niveles adecuados, con lo que 2024 debería ser un año positivo. Dicho esto, estamos preparados también para un empeoramiento de la situación...Todavía hay mucho recorrido para una mejora en la valoración bursátil si con los tipos de interés actuales, o algo más altos, la eurozona consigue controlar la inflación sin entrar en una situación recesiva. O si en un escenario algo peor, los bancos demuestran que pueden resistir sin un empeoramiento acusado de la calidad crediticia manteniendo un buen nivel de actividad..."

Tras un 2022 convulso con precios disparados en el sector energético, la tendencia en 2023 está siendo de vuelta a la normalidad. Esto tiene una repercusión directa en el IPC y se suaviza la inflación a medida que lo hacen el gas y el petróleo. No obstante, la inflación subyacente, que obvia en su cálculo a la energía y los alimentos no elaborados, pone el foco en otro problema: aunque se sortee esta crisis, el encarecimiento del coste de la vida ya está arraigado. Además, en el horizonte aparece un verano que suele tensionar el sector energético. Poco después de la invasión, el barril de petróleo Brent alcanzó su máximo en este periodo –y el precio más alto desde 2008–, casi 130 dólares. Ahora está a 77 dólares, una caída del 40%. El gas, que oscilaba en el mercado ibérico del gas, Mibgas, entre los 50 y los 100 euros por MWh pasó en unos días a 224,3 euros y llegó a marcar 22503, pero ahora está en 24,4 euros. El gas se beneficiódel miedo al desabastecimiento que hizo que Bruselas pidiese a los países de la Unión Europea que llenasen sus reservas. «Los almacenamientos están muy llenos, bastante más llenos de lo que nos habíamos imaginado que podrían estar en estas fechas», contextualiza Raúl Yunta, experto en el sector y presidente de Mibgas. Además, eólica y fotovoltaica han estado produciendo electricidad a gran ritmo en unos meses en los que el parque nuclear francés también se ha recuperado, por lo que la situación es muy distinta a la del verano pasado, cuando se usó más gas para generación eléctrica que nunca. 

Expertos de las empresas Arteche, Giroa-Veolia, Abora Solar y Ozasan debatieron sobre los desafíos a los que se enfrenta el sector: incorporar talento joven y femenino, y crear sinergias con las instituciones. Uno de los primeros desafíos que se pusieron sobre la mesa fue el de los recursos humanos. Es decir, la necesidad de encontrar y formar a profesionales con los conocimientos necesarios y específicos en materia de renovables. Porque, por ejemplo, tal y como indicó Roberto Pac, hoy en día el reto de empresas como la suya es «encontrar instaladores». Una realidad que se extiende a otras áreas del sector. «No hay suficientes profesionales especializados, y eso se está convirtiendo en un problema inminente», reconoció Yarza. Un rompecabezas que, como auguró Fernando Bermejillo, «será un problema a largo plazo», por eso es importante «empezar ahora a buscar soluciones para luego no ir a rebufo», añadió el managing director de Ozasan. Y esa importante tarea pasa por «la necesidad de crear una Formación Profesional específica en el sector de las renovables», añadió Cristina Rioja. Sin olvidar el talento femenino. Porque pese a que, como señaló Roberto Pac, «en la parte de fabricación alrededor del 40% de las profesionales son mujeres, algo impensable hace 10 años», hoy en día aún se llega tarde a captar a las mujeres para este tipo de profesiones. 

El sector de las telecomunicaciones ha vivido una fuerte sacudida en las últimas semanas, tras los anuncios de Vodafone y BT para la puesta en marcha de fuertes ajustes de plantilla. Desde principios de año, los anuncios de ajustes de plantilla en el sector en Europa superan las 70.000 personas. En cualquier caso, según fuentes del sector, los grandes grupos ya llevan años reduciendo su fuerza laboral, en paralelo con el empeoramiento de las cuentas derivado del endurecimiento de la competencia. De los últimos movimientos, el mayor ajuste es el anunciado por BT, que afectará a 55.000 personas, el 42% de la plantilla total (incluyendo proveedores), hasta el final de la década. Según el CEO de la compañía, Philip Jansen, una vez concluyan los despliegues de fibra y 5G, se necesitarán 10.000 ingenieros menos para operar las redes digitales. Según el analista de Bloomberg, Chris Hughes, las nuevas redes son más eficientes y necesitan menos costes de mantenimiento que el cobre. “Esto explica 25.000 de los recortes”, dijo. Además, BT advirtió de que la implantación de tecnologías de automatización e inteligencia artificial sustituirá a otras 10.000 personas. A su vez, Vodafone comunicó la salida de 11.000 personas para los próximos tres años, en torno al 11% de su plantilla global. La compañía, que ha confirmado como CEO a Margherita Della Valle, recortó su previsión de generación de caja para este ejercicio hasta 3.300 millones de euros, por debajo de las estimaciones del mercado, tras presentar una reducción de los beneficios operativos del 1%, también por debajo de las previsiones. 

La locura desatada en el mercado por las perspectivas de la inteligencia artificial (IA) empieza a inquietar a los consejos de administración de muchas empresas y a los comités de inversión de diversos fondos, ante el temor a que puedan estar perdiéndose un tren importante y transformador al que deben subirse. Como en los años de la burbuja, ese debate no solo se vive en el ámbito de las firmas de la industria tecnológica, sino también en compañías de múltiples sectores que –igual que antes del año 2000 se lanzaban a invertir en Internet o en redes de telecomunicaciones aunque estuvieran en negocios alejados–, ahora se preguntan cómo acceder a la última tecnología. Como apuntaba Deutsche Bank en un reciente informe, la IA es una de esas innovaciones genéricas (como la máquina de vapor o la electricidad) que afectará a todas las empresas. Según Goldman Sachs, las ventas anuales de productos ligados a la IA generativa (capaz de crear contenidos) pueden llegar a los 150.000 millones de dólares anuales (140.000 millones de euros), lo que implicará un enorme salto sobre un mercado de software que ahora mueve 695.000 millones de dólares anuales. De momento, son las empresas tecnológicas y los fondos especializados los que aspiran a ganar esta batalla y para ello están posicionándose con inversiones orgánicas y adquisiciones. Goldman señala a Microsoft, Alphabet (matriz de Google), Nvidia, Amazon, Intuit, Salesforce, Meta (antigua Facebook) y Adobe como probables ganadores de esa tarta. “Al adoptar la IA generativa en su cartera de productos, estas compañías pueden definir la forma en que la industria evoluciona. Estas empresas están muy bien posicionadas para fortalecer sus barreras competitivas al beneficiarse de los grandes volúmenes de datos de los que disponen”.

China no quiere quedarse atrás en el dominio de la inteligencia artificial y del sector vital de los chips semiconductores, dos de las patas clave de la carrera tecnológica global y una de las fuentes de tensión geopolítica con Estados Unidos. Consciente de que la pujanza económica y militar del futuro gravitan en buena medida sobre estos dos campos, Pekín busca redoblar su apuesta por el desarrollo de soluciones nacionales en un momento en que Washington trata de limitar el acceso a tecnología puntera que permita al gigante asiático producir microchips de alta gama. Con inversiones millonarias y directrices claras por parte del presidente del país, Xi Jinping, de alcanzar la “autosuficiencia” en ciencia y tecnología, para China el camino pasa en parte por la puesta en marcha de ecosistemas abiertos que promuevan el desarrollo a mayor velocidad y logren acelerar el ritmo al que se cierra la brecha con Occidente. “En comparación con los países desarrollados, todavía existe una brecha” en distintos elementos que permiten el desarrollo de la IA, reconocía ayer Mei Jianping, del departamento de Alta Tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología, durante una ponencia dedicada a esta materia en el foro tecnológico Zhongguancun. En el macroevento, organizado estos días en el barrio tecnológico homónimo ubicado a las afueras de Pekín, la inteligencia artificial (IA) es un asunto central. El ponente Mei animó a “intercambiar ideas” y a que todos los actores contribuyeran para colocar “la nueva generación de IA de China” y la industria científica y tecnológica del país a la par con el resto del mundo.

Es cuestión de horas que el presidente de EEUU, Joe Biden, y el portavoz de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, anuncien un acuerdo para elevar el techo de deuda del país y evitar así la suspensión de pagos de la mayor economía del mundo, prevista inicialmente para el 1 de junio si el Congreso no iniciaba su tramitación como muy tarde este lunes, que en Estados Unidos es festivo y los congresistas están de vacaciones. Por eso, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, amplió ayer el plazo hasta el 5 de junio. Tras dos semanas de encuentros infructuosos, con cada partido enrocado en sus posiciones, a última hora del jueves se produjo el primer avance esperanzador, cuando demócratas y republicanos pactaron que no habría default, independientemente de las diferencias. Ayer por la mañana, los negociadores confirmaron que ya había un marco de entendimiento común sobre el que trabajar. Biden estaría dispuesto a aceptar importantes recortes en su presupuesto, pero sin renunciar a ninguna de sus políticas estrella en materia social; mientras, los conservadores conseguirían su anhelado ahorro en las cuentas públicas, aunque sin llegar a los niveles que deseaban para nivelar el déficit público.

Si Occidente suministra a Kiev armas nucleares, el jefe adjunto del Consejo de Seguridad ruso y presidente del país entre 2008 y 2012, Dmitri Medvédev, advirtió ayer que su país respondería con un ataque atómico de carácter «preventivo» contra Ucrania. Así lo aseguró al grupo de periodistas que le acompañan en su actual viaje a Vietnam. Medvédev cree que Estados Unidos va a terminar enviando a Ucrania aviones de combate F-16 y, según sus palabras, citadas por varios medios de comunicación de Moscú, «quizás también armas nucleares». En tal caso, añadió, «les llegaría un misil con carga atómica. Existen leyes de la guerra irreversibles. Si se trata de armas nucleares, será necesario lanzar un ataque preventivo». Y, a su juicio, «los aliados del régimen de Volodímir Zelenski no son plenamente conscientes de tales consecuencias, pero pueden llegarse a producir bajo ciertas condiciones». En declaraciones previas, Medvédev alertó también de que la guerra en Ucrania, desatada por el presidente Vladímir Putin el 24 de febrero de 2022, «puede alargarse y, probablemente, durar décadas (…) Se trata de una nueva realidad, de unas nuevas condiciones de vida». El exmandatario ruso opina que «habrá tres años de tregua, dos años de conflicto, y todo volverá a repetirse» mientras, según sostiene, «no sea destruida la naturaleza misma del poder nazi en Kiev».

El martes se produjo el golpe policial. A primera hora de la mañana, casi un centenar de policías nacionales y personal de la Agencia Tributaria se personaron en el pabellón. «Fue increíble. Esto se llenó de furgonetas, coches patrullas y vehículos camuflados. Había hasta un mustang», destacan trabajadores del polígono industrial. Al subir la compuerta, los investigadores cantaron bingo. Montañas de palés con cajetillas vacías y otras tantas con tabaco, entre mercancía supuestamente legal. Pero el premio gordo se escondía en una subnave levantada en medio de la estancia, posiblemente para evitar miradas indiscretas. Ocultaba una fábrica clandestina de tabaco. Horas después certificarían que se trataba de la mayor detectada en España, al menos, en los últimos seis años. Al mismo tiempo hubo otro registro en otro pabellón de Gipuzkoa supuestamente relacionado con esta trama. En el edificio de Nanclares de Oca había cuatro personas. Dos están considerados responsables del negocio fraudulento. La pareja restante serían los operarios encargados de la fabricación de cigarrillos, primero, y de las cajetillas, como producto final. El examen del inmueble superó cualquier expectativa. En total se incautaron «106 toneladas de tabaco, en formato picadura y en hoja». También había apilados decenas de palés con filtros y con cartonaje de, al menos, media docena de marcas de tabaco legal.