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Miércoles, 9 de marzo de 2022
Núm 1068/2022
Año XXXV

Tapia alerta de la «emergencia energética» mientras industrias vascas paran por la luz (El Correo)

La situación de «emergencia energética» de la que ayer alertó el Gobierno vasco por los precios de la luz, el gas y el petróleo ya está obligando a parar a industrias vascas electrointensivas, como ocurrió a finales del año pasado. Así, ArcelorMittal comunicó que había tenido que detener su planta de Olaberria, en Gipuzkoa, por el coste de la electricidad y no descarta tener que hacerlo también en Sestao, que se reactivó el pasado jueves después de tres meses con los hornos apagados. No es el único caso y otros grupos siderúrgicos están reduciendo la producción o estudian medidas similares. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, se refirió justo ayer a este riesgo de paradas en la industria electrointensiva al realizar un análisis de las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, cuyo principal impacto es la escalada de los precios energéticos hasta máximos históricos. Para Tapia, la solución pasa por medidas «extraordinarias y contundentes por parte de Europa». Y en particular se refirió a la necesidad de sacar el gas del mecanismo marginalista por el que la última tecnología, la más cara, fija el precio de toda la generación. La Comisión Europea, que ayer debatió su nuevo paquete de medidas, contempla esta posibilidad aunque no de forma muy explícita.

El coste de la energía y la falta de materias golpean a Euskadi (Diario Vasco, El Mundo)

La invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas ha desbaratado los mercados energético y de las materias primas hasta tal punto que sus efectos, traducidos en un inédito despegue de los precios, están golpeando ya a toda Europa. También a Euskadi, una economía tremendamente abierta, dependiente en buena parte de los mercados exteriores y en la que no pocas empresas entran en el apartado de las llamadas electrointensivas, a las que la subida de los precios del kilowatio está dejando fuera de juego. A eso se suma el encarecimiento de los carburantes, del que dependen desde los transportistas a los arrantzales, y de materias como el trigo o el aceite, que resultan esenciales en no pocas industrias alimentarias vascas. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, no dudó en asegurar ayer que vivimos una «emergencia energética que exige una respuesta europea unitaria, contundente y urgente, como se ha hecho con el Covid». Un mensaje ya planteado en una reciente entrevista y que responde, dijo, a «un impacto real en multitud de empresas vascas». La consejera aseguró que el Gobierno Vasco está dispuesto a «acompañar con recursos propios» a esas iniciativas comunitarias.

La industria entra en “emergencia energética” por la inflación de los costes (Cinco Días, Expansión)

Después de la alerta sanitaria mundial por el Covid-19, ahora llega a la industria la “emergencia energética”. Una nueva crisis marcada por unos costes de la electricidad y de las materias primas, sobre todo el gas, que están en precios de récord. Con unos balances tensionados y para evitar producir a pérdidas, algunas fábricas han parado de forma temporal, hasta que se vislumbre una salida al caos producido por la guerra de Ucrania. La situación no se extiende de momento a los sectores en su globalidad, sino a ciertas empresas en cada caso. La monitorización de los procesos se sigue con más atención que nunca y se toman medidas sobre la marcha. La mayor siderúrgica del mundo, ArcelorMittal, paró ayer de siete de la mañana y hasta medianoche su planta de acero común de Olaberria (Gipuzkoa), para decidir al final de la jornada sobre su reapertura. La multinacional de la familia Mittal reabrió el pasado 3 de marzo el centro de Sestao (Bizkaia) porque los precios del acero para automoción también están al alza y de momento compensa. Pero Sestao, que estuvo tres meses sin actividad, ha reabierto solo para seis días y a tres turnos por jornada.

La escasez de aceite de girasol por la guerra impacta en las conserveras vizcaínas (El Correo)

El sector conservero vasco está en alerta por las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania, su principal proveedor de aceite de girasol. De hecho, las empresas asentadas a lo largo de toda la costa, con especial importancia en Bermeo, Ondarroa, Berriatua y Markina, se juegan el 56% de su producción por la escasez de esta grasa vegetal. Para el 44% restante se utiliza el aceite de oliva. «Si seguimos así, puede que la situación se invierta, es decir, que el de oliva sea más barato que el de girasol, por lo que al final subirá el precio de la lata», coincidieron portavoces de varias firmas asentadas en Busturialdea y Lea Artibai. La preocupación es máxima y la alerta se mantiene activada. «Hay una gran incertidumbre y mucho nerviosismo por la evolución de la guerra», añadieron las mismas fuentes. Ante esta situación, la patronal, Anfaco-Cecopesca, que aglutina a 246 empresas de toda la cornisa Cantábrica incluidas las más de una treintena de firmas vascas, reclama «alternativas». Porque, advierte, existe el riesgo de que se produzca un desajuste entre la oferta y la demanda «en un plazo de tres semanas o como máximo de un mes».

La gasolina alcanza ya los 2 euros en Euskadi (El Correo)

Los carburantes están pulverizando todos sus récord en una escalada que no tiene fin. En su novena subida semanal consecutiva, el precio de la gasolina sin plomo de 98 octanos alcanzó ayer la cota de los dos euros por litro en algunas estaciones de servicio de Euskadi, en concreto, los 2,031 euros. El litro de sin plomo 95 llega a 1,923 euros en algunos surtidores vizcaínos, mientras que el gasóleo A ya se vio en los 1,949 euros en puntos de Álava y Gipuzkoa. Esos precios suponen que llenar un depósito de 55 litros de gasolina de 98 octanos hoy en día ya supera incluso los 110 euros. En el caso de la gasolina de 95 octanos ese mismo depósito puede costar hasta 105 euros, y en el del diésel aún más, hasta 107 euros. Aún sin ir a los precios máximos, la media para el litro de gasolina sin plomo de 95 está en 1,77 euros mientras que el gasóleo A alcanza los 1,693 euros. Traducido al mismo ejemplo del depósito de 55 litros, quiere decir que llenarlo de combustible de 95 octanos cuesta, de media, algo más de 97 euros, lo que supone un incremento de 24 euros en un año. En ese tiempo, el precio del litro ha saltado desde los 1,338 litros hasta los 1,77. Con el diésel la cosa no es mucho mejor. 

El Corredor Vasco del Hidrógeno, se reivindica en plena crisis como «clave contra la dependencia energética» (El Correo)

La asociación del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C) subrayó ayer que, en un contexto en el que la seguridad en el suministro energético resulta «clave», el desarrollo del hidrógeno verde tiene una relevancia «estratégica», ya que ayuda a reducir la dependencia de países productores de gas y petróleo. La asociación que encabeza José Zudaire, integrada por 73 empresas y entidades, tiene como objetivo impulsar el hidrógeno como industria energética, al considerar que este elemento resulta «esencial» para la transición hacia la neutralidad climática. Para analizar este punto, su junta se reunió ayer en Vitoria-Gasteiz con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. Los directivos les trasladaron que «hoy más que nunca, en un momento donde la descarbonización y la reducción de la dependencia en aras de una seguridad del suministro energético juegan un papel clave en la economía mundial, el impulso y desarrollo del hidrógeno verde se convierte en un actor de relevancia por razones estratégicas». Ver nota prensa Corredor Vasco del Hidrógeno

Bruselas acepta limitar el efecto del gas en los precios de la luz (Cinco Días, El País)

La Comisión Europea aprobó ayer la esperada comunicación que incluye las recomendaciones o caja de herramientas (toolbox) que pueden utilizar los países miembros para hacer frente a la escalada de los precios de la electricidad “en circunstancias excepcionales”, y que se han desbocado tras la invasión rusa de Ucrania. Además de una cierta regulación de los precios, los países pueden redistribuir los ingresos de los beneficios extras (winfall profit) derivados del efecto que el alto precio del gas tiene sobre el mercado marginalista de la electricidad (pool) y de la elevada recaudación del mercado de derechos de emisiones de CO2. El colegio de comisarios ha optado por hacer concesiones tanto a los países del sur, como España, de la que ha aceptado casi todas sus peticiones, como a los del norte y el centro de Europa, al fijar medidas sobre el sistema del gas que permita reducir en dos tercios la dependencia de Rusia. Aunque la Comisión no ha cerrado la puerta a la posibilidad de excluir del mercado mayorista la generación con gas, para evitar que contamine, como así está ocurriendo, al resto de tecnologías, tampoco la ha incluido expresamente en el toolbox presentado ayer. En él señala que “estudiará todas las opciones posibles de medidas de emergencia para limitar el efecto contagio de los precios del gas en los precios de la electricidad, como límites de precios temporales”.

Guerra energética mundial tras anunciar Estados Unidos y Reino Unido que prescinden del petróleo ruso (El Correo, El País, Cinco Días, Expansión, El Mundo)

La decisión de Joe Biden de prohibir la entrada de crudo ruso en los puertos estadounidenses era más contundente y menos dolorosa que la de los aliados europeos (700.000 barriles frente a 4.6 millones), pero de alto riesgo en año electoral. Por mucho que la guerra de Ucrania haya traído una inusual comunión con la oposición, no hay duda de que esta aprovechará el precio de la gasolina para recuperar el Congreso en noviembre. De ahí que fuera el propio Biden el que recordó ayer a los estadounidenses cuánto ha subido la gasolina desde que empezó el conflicto, 13 días antes: 70 céntimos de euro. El presidente, que ya optó por boicotear preventivamente las intenciones militares rusas anunciándolas en público antes de que se materializasen, se adelanta así a la acusación política, señalando a Putin y a su campaña militar como «la causa de que aumenten los precios en las gasolineras». No hay medias tintas. «Defender la libertad nos va a costar», advirtió. El mandatario prometió hacer todo lo que esté en su mano para minimizar el daño, lo que incluye la liberación de 16 millones de barriles de petróleo de sus reservas. A diferencia de Donald Trump, que hacía sangre con la mayor contribución de EE UU a la paz mundial, Biden defendió a los aliados europeos, que no pueden romper con el suministro ruso porque «Estados Unidos produce mucho más petróleo que todos los países europeos juntos», recordó.

La UE planea reducir su dependencia del gas ruso en dos tercios para 2023 (El Correo, El País)

La invasión rusa en Ucrania ha evidenciado la gran dependencia energética de Europa –que actualmente importa el 40% del gas de Moscú–. La UE quiere poner fin a esa relación cuanto antes y, para ello, planea aumentar sus reservas de gas hasta el 90% para octubre. Además, contempla considerar como «estratégicos» estos depósitos gasísticos, lo que obligaría a los proveedores que la UE considere «una amenaza al suministro» a vender su capacidad de almacenamiento. Esta declaración de intenciones es un claro mensaje al gigante ruso Gazprom, empresa controlada por el régimen de Putin y que cuenta con varios expedientes abiertos por su «conducta dudosa» en el mercado energético europeo. Entre otras cuestiones, este invierno, la compañía dejó sus reservas europeas a un 16% de capacidad, un nivel excesivamente bajo y que choca con el proporcionado por otros proveedores, que alcanzó de media el 44%. «No podemos cortar nuestra relación con Moscú de la noche a la mañana, dependemos demasiado del gas ruso». 

China pide a la UE «contención máxima» para evitar el «descontrol» de la crisis (El Correo, El País)

El presidente francés, Emmanuel Macron, su homólogo chino, Xi Jinping, y el canciller alemán, Olaf Scholz, abordaron ayer por videoconferencia la situación en Ucrania. Según la televisión estatal china CCTV, Xi calificó de «preocupante» la crisis bélica y pidió a los líderes europeos «contención máxima para prevenir una crisis humanitaria a gran escala». «Preocupado» por el hecho de que la guerra haya vuelto otra vez al continente, el mandatario del gigante asiático situó la prioridad en «impedir que las tensiones se recrudezcan o incluso se descontrolen». Pekín, que mantiene estrechos lazos con el Kremlin y que, a través de algunos de sus portavoces, se ha mostrado dispuesto a mediar entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, aunque sin concretar la fórmula, instó a París y Berlín a «unir esfuerzos» para apoyar la vía diplomática y «animar a ambas partes para que mantengan la inercia de las negociaciones, superen las dificultades y continúen en contacto para conseguir la paz». Además, reiteró su oferta de enviar ayuda humanitaria a Ucrania.

España se asoma al abismo de la estanflación (Expansión)

La guerra desatada por Rusia en Ucrania y la escalada de sanciones y contrasanciones entre Occidente y el gigante asiático, llegando incluso a la posibilidad de vetar las exportaciones de materias primas, está provocando una gran tensión en los precios de las commodities, lo que agravará una espiral inflacionista que ya venía produciéndose desde hace varios meses. Además, a esto hay que sumar el impacto en la actividad derivado de la falta de determinados productos clave para la industria y el lastre que la incertidumbre supone sobre la inversión. Todo ello podría atenazar desde varios frentes el crecimiento haciendo que el escenario económico se transforme en la temida estanflación; esto es, estancamiento económico con fuertes subidas de precios. Los pronósticos han quedado desfasados en cuestión de semanas, hasta el punto de que ningún analista duda de que, con todas las principales materias primas disparadas, las empresas se verán forzadas a repercutir el aumento de costes sobre sus clientes y la espiral inflacionista se va a intensificar. S &P rebajó ayer su previsión de crecimiento de España para este año, desde el 6,2% al 5,4%, informa Efe . Una subida de los precios del petróleo de 10 dólares supone una merma de 4.000 millones de euros a la balanza comercial y lamina el crecimiento en torno a 0,5 puntos del PIB, por lo que un barril de crudo 70 dólares por encima de los niveles planteados en los Presupuestos para este año puede tener un fuerte impacto en ambas variables. Pero, además, si este incremento se complementa con fuertes subida del gas y de otras materias primas, el impacto se puede multiplicar.

Los fabricantes de coches europeos ya sufren los efectos del conflicto mientras que EE UU no se inmuta (Cinco Días)

Fabricantes como Volkswagen o Renault, pero también empresas de la industria de neumáticos y de componentes para coches como Nokian o Faurecia han sufrido fuertes caídas en Bolsa desde el comienzo de la guerra. Entre los grandes fabricantes de vehículos, el más expuesto al conflicto es Renault, que se ha visto obligado a detener la actividad de su planta de Moscú por la falta de piezas, donde ensambla modelos como el Captur o el Duster. Además, también produce en el país coches Lada, a través de su empresa AvtoVaz. Según los datos ofrecidos por la compañía, Rusia es el segundo mercado en importancia para el grupo Renault, con más de 482.000 unidades vendidas en 2021, solo por detrás de Francia, donde comercializó más de 521.000 vehículos. Para la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Rusia supone el 8,9% de sus ventas en el mundo y el 7,8% de su producción, según un informe del banco de inversión UBS. “Renault es la que tiene las operaciones en Rusia más grandes con una gran incertidumbre sobre el valor de los activos. Sus acciones ya se encuentran entre las que peor desempeño tienen”, señala el estudio, que resalta que Renault ha caído en Bolsa un 30% desde la invasión. Sin embargo, las que más han notado el golpe han sido el fabricante finlandés de neumáticos Nokian y los productores franceses de componentes Valeo y Faurecia, que se han desplomado un 43%, 39% y 34%, respectivamente. Por su parte, el fabricante de coches más importante de Europa, el grupo alemán Volkswagen, ha sufrido un desplome del 22% en su valoración desde el inicio del conflicto. 

MásMóvil y Orange inician su fusión y amenazan el liderazgo de Telefónica (El Correo, Diario Vasco, El País, Cinco Días, El Mundo, Expansión)

MásMóvil y Orange han dado el primer paso oficial y en firme hacia lo que puede ser su definitiva fusión a medio plazo. Ambas compañías anunciaron ayer la firma de un acuerdo de negociación en exclusiva, cuyo objetivo sería la creación de una ‘joint venture’. Esto es, primero un periodo de aproximadamente un año sin que se produzca una efectiva integración de las sociedades, de tal forma que cada una de ellas mantendría no sólo su operativa comercial sino también su estructura societaria y sus cuentas de resultados separadas, para intentar caminar juntas a continuación. Tras esa primera etapa se crearía una sociedad conjunta, al tiempo que se establece ya un compromiso para una tercera fase, aún en el aire, en la que la compañía gala Orange está llamada a ocupar el papel de líder y se reserva la posibilidad de lanzar una oferta para tomar el control de lo que hoy es MásMóvil y, con ello, de la operadora vasca Euskaltel. La vía elegida por ambas empresas para caminar hacia la fusión es, cuando menos, original. Lo que está sobre la mesa es una especie de periodo de noviazgo, en el que las dos firmas se conocerían mejor, para progresar en su convivencia. Eso sí, ese periodo se configura ya como la antesala de un matrimonio en el que la multinacional francesa acabaría tomando el control. Y ello pese a que las actividades en España de la filial de Orange se han valorado en 8.100 millones de euros, mientras que MásMóvil alcanza un valor de 5.000 millones, tras descontar su deuda. Según fuentes cercanas a la operación, la sociedad conjunta –al 50% entre MásMóvil y Orange, tras un reparto de dividendo extraordinario para equilibrar las valoraciones– serviría como vehículo para desarrollar la primera fase de la alianza y no entrará en funcionamiento hasta el segundo trimestre de 2023.