20231122

Encuesta de Cebek sobre Coyuntura económica y Perspectivas Empresariales. "Se incrementa la percepción de dificultad y desaceleración económica en las empresas de Bizkaia. Un 38% de las empresas considera que estamos en una fase de desaceleración económica y que continuaremos así en los próximos meses, mientras que el 56% extiende que estamos en situación de normalidad en relación con lo previsto a inicio de año 2023 - La rentabilidad económica de las empresas de Bizkaia se resiente en 2023 con relación a 2022- El 58% empresas mantendrán sus inversiones previstas para 2023. Un 20% las disminuirá en función de la coyuntura adversa y un 22% las aumentará en relación con las realizadas el pasado año. Entre las inversiones previstas destacan las relativas a sistemas y desarrollos informáticos (44%) y las inversiones en maquinaria y equipos (33%) - Un 48% traslada que, aun sin problemas de acceso a su financiación, sus costes financieros han crecido sustancialmente con respecto a 2022. El acceso a la financiación bancaria y sus costes comienzan a ser un problema para las empresas- Un 72% de las empresas encuestadas mantendrá su plantilla hasta final de año 2023 y un 21% la incrementará - Las cifras de absentismo de 2023 se han mantenido en relación con las de 2022 en el 66% de las empresas y en un 25% se ha incrementado. Solamente un 9% ha reducido las cifras de absentismo con respecto al pasado año. Un 33% de las empresas encuestadas ha puesto en marcha en sus empresas acciones para reducir el absentismo - “Lo que más preocupa a las empresas son el descenso de la rentabilidad sobre sus ventas (1); los elevados costes laborales (salarios+ cotizaciones sociales(2) y la dificultad para contratar personas cualificadas(3)”. Un 59% de las empresas tiene dificultades para contratar a las personas que necesita y un 52% ha dejado de contratar por las dificultades existentes. Este es un dato y una preocupación relevante que se está manteniendo en las encuestas de Cebek en los últimos años. Un 25% de las empresas ya considera contratar a personas de otras comunidades autónomas (16%), desde países de la UE (7%) y de países de fuera de la UE (2%) . Ver nota de prensa e informe completo de Cebek

Las empresas de Bizkaia no son ajenas a los datos macroeconómicos de Europa que revelan una desaceleración reflejada también en la caída de exportaciones. Así, en la encuesta de coyuntura de este otoño realizada por la Confederación Empresarial de Bizkaia (Cebek), aflora que el 20% de las compañías se están replanteando su plan inversor fruto por la reducción de sus beneficios. Un contexto en el que, como explicó a El Correo el secretario general de la organización empresarial, Francisco Azpiazu, son la «rentabilidad, los costes y las dificultades para contratar determinados perfiles profesionales las tres principales preocupaciones». Según las respuestas de casi medio millar de firmas encuestadas, la situación empieza a notarse no solo en la rentabilidad, sino también en la cartera de pedidos. Sube seis puntos y llega al 36% el número de compañías que ha visto un descenso en sus encargos. Un hecho que ha provocado también la caída en la capacidad productiva en un 31% de los casos, cuando en abril este dato era de un 20%. La conclusión: el 35% de las empresas vizcaínas cree que sus ganancias en este año serán menores que en 2022. Una situación que compromete las inversiones, ya que el 20% de las firmas consultadas confirmó que reducirá esas acciones dirigidas en un 44% de las ocasiones a desarrollos informáticos y en un 33% a maquinaria y equipos.

Julián Lazkano y Tomás Letamendia, como fundadores hace medio siglo de la empresa Biele; la también guipuzcoana Virginia Oregui, alma mater de Geroa desde su fundación en 1996 y hasta el año pasado, cuando se jubiló; la vizcaína Ana Beobide, figura esencial en el mundo financiero y energético de las últimas décadas en Euskadi, y Juan Luis Cañas, segunda generación al frente de la bodega familiar que lleva el nombre de su padre, recibieron ayer los premios Korta de manos de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. Los galardones, los más importantes del ámbito económico y empresarial del País Vasco, recuerdan cada año la figura de Joxe Mari Korta, el que fuera presidente de la patronal guipuzcoana Adegi que fue asesinado por ETA en agosto del año 2000, y sirven para poner en valor «su humildad, su trabajo y el compromiso con la familia y la sociedad, como elementos troncales del desarrollo en el que creemos», recordó Tapia. Al acto, celebrado en el auditorio del parque empresarial y tecnológico de Miramón, en San Sebastián, acudieron más de 200 representantes de los ámbitos empresarial e institucional del País Vasco, entre los que se contaban los máximos responsables de las patronales vascas (Tamara Yagüe, por Confebask; Eduardo Junkera, por Adegi; Carolina Pérez Toledo, de la vizcaína Cebek, y Pascal Gómez, de la alavesa SEA). Tamara Yagüe destacó que el empresariado vasco «apuesta por seguir invirtiendo y creando empleo, generando los recursos necesarios para nuestro nivel de vida y bienestar».

Entrevista a los premios Korta, Julián Lazkano y Tomás Letamendia Fundadores de Biele. "Empezamos de la nada, reparando maquinaria en la zona de Azpeitia. Y luego, es la verdad, hemos tenido muy buena gente. Los socios y todos han sido gente muy preparada. Acertamos al elegir (sonríe). También gracias a la dirección de ahora (en alusión al gerente, Txomin Andonegui). Estamos en todo el mundo. Poco a poco. Nosotros siempre para adelante y con el cliente. Nunca hemos dicho que ‘no’ a nadie. Siempre que hemos empezado una línea, hemos seguido hasta el final, y con eso hemos ganado un mercado importante...Muchas veces pienso lo increíble que ha sido; cómo empezamos y ver ahora esta fábrica... Te quedas temblando. Mucho orgullo. Hemos sido valientes y nos hemos equivocado muchas veces, pero también hemos acertado otras. Nuestro lema ha sido que siempre hay que terminar la máquina bien... Claro que hay cantera, pero para estudiar o para ayudar a una empresa. Yo creo que ahora es más difícil que antes crear una empresa. Ahora tienes más competencia. Antes en esta zona había mucha más gente emprendedora. De un albañil te salía un constructor potente. Y ahora la gente vive mucho mejor o más fácil. Ocho horas y el fin de semana libre. Nosotros metíamos diez y el sábado, también...Nos hemos acomodado. ¿Tu sabes lo que es hacer ocho horitas y a la calle? Nosotros empezábamos a las siete y a las nueve de la noche nos llamaban de casa y nos decían si ponían una foto nuestra porque no nos veían. Eso es así. No es broma. El que quiera empezar, aunque tenga mejores financiaciones, tendrá que luchar. Siempre hay que luchar"

Los próximos 23 de noviembre y 13 de diciembre se celebrará en Fabrika, la quinta edición de New Culturers Gunea e Industria Eguna, respectivamente, dos iniciativas que impulsa Adegi con el fin de acercar a los estudiantes a la realidad de la empresa. En torno a 1.800 estudiantes pertenecientes a unos 30 centros de FP y Universidad, así como cerca de 70 empresas participarán en ambos eventos. El 23 de noviembre tendrá lugar el New Culturers Gunea, en el que participarán 700 alumnos y 25 empresas. Es un lugar de encuentro entre empresas que trabajan la nueva cultura de empresa y chicos y chicas que están estudiando los últimos cursos de Formación Profesional o la Universidad. La nueva cultura transforma la empresa en un proyecto compartido basado en la confianza, en definitiva, entendemos la empresa como una trainera en la que todos reman en la misma dirección. Son empresas que llevan a cabo una transición cultural que mejora las relaciones entre las personas de sus equipos. Por otra parte, el 13 de diciembre tendrá lugar otra edición del Industria Eguna, una iniciativa impulsada por Adegi con el objetivo de acercar a la juventud a la realidad de la Industria como motor económico y poner en valor su atractivo y futuro para su desarrollo profesional, promocionar los perfiles técnicos tanto de FP como de universidad e impulsar los conocimientos de ciencia y tecnología (STEM) entre las estudiantes. Está dirigido a estudiantes de cuarto de la ESO y participarán 1.100 alumnos y 45 empresas. "En Adegi estamos convencidos de la oportunidad que supone que en un momento en el que lo jóvenes tienen que elegir que camino tomar puedan conocer la realidad de las empresas industriales del territorio". 

El consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, dibujó ayer un panorama muy optimista en torno al comportamiento previsible de la compañía a medio plazo, avalado por la mejoría de resultados en los dos últimos años, el crecimiento del mercado, la entrada en nuevos segmentos de negocio y respaldado todo ello por una cartera de pedidos de 1.600 millones de euros que, matizó, «da seguridad». La compañía alavesa fabricante de tubos inoxidables sin soldadura ha marcado uno de sus retos en ampliar sus actividades, como expertos en materiales y también con la prestación de servicios de ingeniería para aportar soluciones a varios sectores industriales. La empresa tiene casi 2.300 empleados en todo el mundo, de los cuales 700 están en el País Vasco, principalmente en las dos factorías alavesas de Llodio y Amurrio. Pese a las buenas perspectiva, Esmorís recordó que «son las plantas con salarios más elevados del grupo, pese a que tenemos fábricas en países que no son precisamente de salarios bajos, como Noruega, Austria e Italia». Incluso, anticipó que el objetivo en estas plantas es reducir la producción en toneladas pero ir a productos de mayor valor añadido que permitan sostener los elevados costes laborales. También indicó que el reto para estas fabricas «es conseguir aumentar sus ventas fuera del grupo». Tubacex celebró ayer en Madrid una reunión con analistas financieros con objeto de poner en valor la recuperación que ha experimentado la empresa tras superar años muy negativos, así como actualizar el plan estratégico de la compañía. El consejero delegado anticipó que la firma va a cerrar el año con una facturación cercana a los 900 millones de euros, lo que supone un incremento en torno al 25% en comparación con 2022. El beneficio neto también crecerá, aunque sin llegar a los 57 millones de 2008, el récord histórico de la compañía.

Tubacex se vistió ayer de verde ante los inversores para lanzar su nuevo plan estratégico 2024-2027, al que ha bautizado como NT2, un juego de palabras entre «nueva transición» y «nueva Tubacex». El nombre escogido por la alta dirección del grupo que encabeza su consejero delegado, Jesús Esmoris, es una declaración de intenciones de la gran apuesta de la tubera vasca: conquistar el nuevo mundo verde, un negocio en el que ve un potencial de facturación de hasta 1.500 millones en 15 o 20 años. Para ello, la compañía valora dar entrada a nuevos socios financieros. Tubacex viene de alcanzar, dos años antes de lo previsto, los objetivos que se fijó en el plan anterior. Con esta carta de presentación, la empresa quiere convencer a los inversores de que su futuro, del que a día de hoy dependen 2.500 empleados, pasa por convertir el área Low Carbon en su joya de la corona. De hecho, prevé que esta división pase de absorber un 28% de la inversión en I+D+i (2022) a captar el 80% de esta partida ya en 2025. La meta es ambiciosa. Históricamente, la compañía ha estado muy expuesta a los vaivenes del mercado de los hidrocarburos, de hecho, a día de hoy, las áreas Oil & Gas todavía acaparan el 42% de las ventas. La compañía no esconde que el liderazgo de estos nuevos negocios vinculados a la transición energética puede pasar por sellar nuevas alianzas. No a cualquier precio. Así lo matizó Esmoris durante el Captial Markets Day que la compañía celebró este martes en Madrid, en el que afirmó que el grupo estaría dispuesto a traspasar a una participación a quien aporte valor añadido y no sólo financiación. Por ejemplo, el CEO de la empresa con sede en Llodio indicó que un punto a favor para potenciales inversores será allanar el camino hacia clientes a los que Tubacex ahora no llega. Respecto a las previsiones de crecimiento inorgánico, incidió en que buscarán operaciones corporativas «cuando tengan sentido».

Tubacex tiene garantizada la ‘paz social’ en sus plantas vascas hasta 2024, tras el acuerdo con los sindicatos que puso fin en 2021 a una huelga de 8 meses –la más larga en años en Euskadi– contra el ajuste laboral que planteó en todas sus factorías. Tras ese mal trago, la empresa no mira ahora las fábricas en Álava en sus planes de crecimiento: no va a aumentar empleo, si bien tampoco se plantea ajustar costes. El consejero delegado explicó a los inversores que las plantas vascas son las que tienen los mayores costes salariales de las 24 factorías de Tubacex en todo el mundo, “con gran diferencia”. También son centros con muy poca flexibilidad, lo que es un problema para la compañía. “En Euskadi tenemos fábricas rígidas” en las que es muy complicado tener una flexibilidad adaptada a lo que pide el mercado, comentó.

La travesía del desierto de la empresa vasca Siemens Gamesa no concluyó con la pérdida de 4.338 millones de euros en su último ejercicio, sino que va a continuar el próximo año e incluso en 2025. Para el ejercicio que finalizará en septiembre de 2024 se han previsto pérdidas adicionales de 2.000 millones de euros. El siguiente, en 2025, aún será negativo, aunque más moderado, para intentar recuperar la rentabilidad y volver a una posición de beneficios en 2026. Así lo reconocieron ayer los máximos responsables de la multinacional Siemens Energy, el grupo propietario de Gamesa, en la presentación de un plan de futuro que está lleno de incertidumbres y muy pocos hitos concretos. La escasa concreción sobre la senda de recuperación de la compañía provocó un nuevo sobresalto en Bolsa, donde primaron las órdenes de venta y las acciones perdieron casi el 8% de su valor al cierre de la jornada. El grupo alemán no ha conseguido despejar las dudas que se ciernen sobre la estabilización de Siemens Gamesa, aquejada de una compleja crisis con un duro impacto económico. Además de las pérdidas ocasionadas por algunos proyectos de parques eólicos en el norte de Europa, junto a la pérdida de rentabilidad por el aumento de costes que ha impactado en contratos firmados hace tres años con precios fijos, se ha desatado una escalada de indemnizaciones que han situado a la compañía al mismo borde de la quiebra.

Los trabajadores de la planta de Siemens Gamesa de Asteasu, que da empleo a 190 personas, siguen sumidos en la «máxima incertidumbre» sobre el futuro de la planta, toda vez que el plan estratégico que presentó ayer la matriz Siemens Energy no despeja las dudas que se ciernen sobre la factoría, al igual que sobre las otras siete plantas del grupo que están en venta en España. Tras conocerse los resultados de Siemens Energy la pasada semana, que arrojaban unas pérdidas de 4.588 millones, de los que algo más de 4.300 proceden de la filial Gamesa, los trabajadores tenían puestos los ojos en la presentación ayer del plan estratégico, que tuvo lugar en Hamburgo. Un plan que se presentó a analistas e inversores, en los que se marcó las líneas generales de actuación de la multinacional energética, pero que no entró al detalle del devenir de las plantas, ni sobre su posible venta ni sobre los ajustes que se pueden producir, tal y como temen los trabajadores. Las plantillas de las fábricas del Estado alertaron recientemente del «riesgo real de destrucción de empleo», y reclamaron a las instituciones que velen por el mantenimiento del empleo en un sector estratégico. De hecho, piden que cualquier ayuda que se pueda otorgar a la multinacional alemana esté vinculada a preservar los puestos de trabajo existentes. Siemens Energy ha solicitado ayuda financiera en forma de aval al Gobierno alemán, que ya ha confirmado que aportará 7.500 millones, y también al español por valor de 3.000 millones, así como al Ejecutivo de Dinamarca, país en el que la la firma tiene una amplia implantación industrial. En España Siemens Gamesa da empleo a 4.600 personas de las 29.000 que componen su plantilla en todo el mundo.

CAF es hoy en día dos veces más grande que Talgo en términos de capitalización bursátil y casi seis veces mayor si se comparan las cifras de negocio. Son diferencias importantes entre los dos fabricantes de trenes españoles, que quedan en un segundo plano al medirse con sus grandes rivales internacionales. El año pasado, CAF facturó 3.165 millones y Talgo se quedó en 470 millones. Alstom, el gran rival europeo, facturó 16.000 millones, mientras que la suiza Stadler superó los 3.900 millones de euros de facturación. Las magnitudes de los grupos españoles se miniaturizan si se comparan con las del gigante chino CRRC, que elevó las ventas a 28.000 millones de euros el año pasado. En el mundo del ferrocarril la escala siempre ha sido una condición importante para llegar a todos los segmentos de negocio en cualquier parte del mundo donde exista demanda de material rodante. La cartera de oportunidades del sector asciende a más de 230.000 millones de euros en todo el mundo, repartidos entre producción de trenes, señalización y sistemas. Se trata de dimensiones gigantescas que van a poner a prueba la capacidad de producción de las empresas en un momento donde, además, se están demandando productos más sofisticados desde el punto de vista medioambiental, de consumo energético y de puntas de velocidad cada vez mayores. Es la escala lo que más se justifica la integración de los dos grupos para crear un campeón nacional que contribuiría a ascender en la mayor liga de los fabricantes de trenes internacionales, por encima de Stadler y de otras firmas europeas como la polaca Pesa o la checa Skoda. “Yo planteé esa integración para crear un campeón nacional del ferrocarril”, recuerda José Blanco en su etapa como ministro de Fomento, una época (2009-2011) en la que Gobierno español se tuvo que fajar con el francés para hacerse con la victoria en el disputado concurso para construir y operar el tren de alta velocidad entre las ciudades santas de Meca y Medina (Arabia Saudí). 

El hecho de que Euskadi tenga una de las poblaciones más envejecidas y con menos nacimientos de España, junto a unos tipos de interés que se van a mantener altos, hacen que el mercado de la vivienda siga a la baja hasta 2025. Es la principal conclusión del Estudio sobre el Mercado de Hipotecario que ayer presentó Kutxabank en Bilbao. El informe, elaborado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede) para el banco vasco, señala que a final de este año se habrán firmado 20.600 hipotecas nuevas en Euskadi. La cifra supone un retroceso del 9,7% respecto al año pasado, algo menos que el 11% de ajuste previsto para el conjunto de España. Y la tendencia se mantendrá en la medida en que los tipos de interés sigan en el entorno del 4%, como está previsto al menos hasta el otoño del año que viene. Así, para 2024, la entidad prevé una nueva caída en la compra de casas del 3,5% en el País Vasco, que seguirá siendo algo menor que el descenso del 5,2% previsto para el conjunto del país. Y es que esa es una de las características del mercado inmobiliario vasco que señaló el director general de Ceprede, Julián Pérez, «una caída en el número de hipotecas más moderada», que augura también «una recuperación más rápida de las ventas». El caso es que, como explicó el director financiero de Kutxabank, Iker Arteagabeitia, «Euskadi no verá hasta 2025 un crecimiento en las compras de vivienda». La única excepción podría ser Álava con un repunte del 0,9% el año que viene, aunque insuficiente para cambiar el dato negativo del conjunto de la comunidad autónoma.

Rioja Alavesa se afianza como destino enoturístico de primerísimo nivel, capaz de seducir a los muy exigentes. Los datos indican que cada vez son más los que visitan la zona, se quedan más tiempo... y también gastan más por dormir a pierna suelta en sus alojamientos. Según el último balance turístico del Instituto vasco de Estadística, Eustat, el precio medio de una habitación de hotel allí ya alcanza los 246,15 euros. Es, y con mucha diferencia, el más alto de Euskadi. El fastuoso cinco estrellas de Marqués de Riscal diseñado por Frank Ghery (con tarifas que no bajan de los 529 euros), exclusivos alojamientos ‘boutique’ como el del Palacio de Samaniego o el Viura de Villabuena, han elevado el nivel del sector hotelero de Rioja Alavesa hasta tal punto que el ADR (este es el nombre técnico que recibe la tarifa media diaria de una habitación doble con baño en régimen de solo alojamiento) allí dobla al de Bilbao y es 100 euros superior al de San Sebastián (146,15). En el conjunto de Álava, el indicador se queda en 92,37 euros y en Vitoria cae hasta los 71,45 euros. Estos son algunos de los datos más novedosos que se desprenden del último balance turístico del Eustat, que confirman que el sector turístico alavés vive un momento, de tan dulce, inaudito. Todo son buenas noticias. Con respecto al pasado año, los hoteles de Vitoria registraron en octubre un incremento del 20,5% de pernoctaciones hasta alcanzar las 70.013. Nunca antes aquí se habían alcanzado unos datos así por estas fechas.

2033. Es el año en el que culminarán las obras del ‘supertúnel’ que acercará la alta velocidad al corazón de Bilbao. La caverna, de algo más de 6 kilómetros de longitud, conectará el trazado a la altura de Basauri con el nivel inferior de la futura estación soterrada de Abando y costará 280 millones de euros (sólo la obra civil son 226,5 millones, y el resto corresponde a vías y catenarias). Que los potenciales usuarios del TAV puedan subirse a los trenes ese mismo año en la capital vizcaína, sin embargo, no está claro e incluso parece improbable. El del recorrido subterráneo y el de la estación son «proyectos diferentes» que van a una marcha distinta. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, avanzó ayer algunas de las fechas clave para la ‘Y’ vasca tras la aprobación en el Consejo de Gobierno del convenio con Adif Alta Velocidad que permite a Lakua tomar el control de un proyecto, el del túnel, que acumula una importante demora y así «agilizar los plazos». Ese acuerdo, autorizado por el Consejo de Ministros la semana pasada, da un empujón a uno de los tramos de mayor calado de los que quedan pendientes, el que mete la alta velocidad en Bilbao. La previsión es que Euskal Trenbide Sarea (ETS) licite en los primeros meses de 2024 la redacción de los proyectos constructivos, presupuestados en 5,2 millones de euros. La empresa adjudicataria dispondrá de «24 meses» para elaborar el documento. Los trabajos, de acuerdo al «calendario» que marca el convenio, se iniciarían «a mediados o finales de 2026». 

La Comisión Europea dio ayer su visto bueno al borrador del Plan Presupuestario de España para 2024, remitido en octubre a Bruselas por el Gobierno en funciones y que se basaba en una prórroga de las Cuentas del año anterior. Pese a estar «en línea» con las recomendaciones europeas, la institución comunitaria ha reclamado al nuevo Ejecutivo que envíe un plan actualizado «lo antes posible». Bruselas advierte, además, de que España enfrenta una situación fiscal «muy difícil» –con una deuda y déficit excesivos en 2024 y 2025– y asegura que deberá analizar el impacto en las Cuentas de la continuidad de las medidas de apoyo anunciadas por el presidente Pedro Sánchez en la investidura, ya que no estaban recogidas en el documento anterior. «Claramente habrá necesidad de establecer una estrategia fiscal a medio plazo creíble», aseguran fuentes oficiales de la Comisión Europea. Más concretamente, el Ejecutivo comunitario revisará con lupa el aumento de gasto público asociado a la extensión durante varios meses de la rebaja del IVA de la cesta de la compra. El análisis de los equipos técnicos será «en profundidad», ya que, a falta de la adopción de nuevas reglas fiscales, el año que viene se volverán a abrir procedimientos de infracción a aquellos países que tengan una deuda pública por encima del 60% de su Producto Interior Bruto (PIB) y un déficit superior al 3%. «Tendremos que ver los detalles para tener más claridad, ya que esta ayuda no se ha tenido en cuenta en las proyecciones», reconocieron las mismas fuentes. Las recomendaciones de Bruselas se basan en sus previsiones económicas, según las cuales el PIB de España crecerá un 1,7% en 2024, frente al 2% que calculaba el Gobierno. 

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, no quiso desperdiciar ayer su estreno como ministra de Economía, Comercio y Empresa, en sustitución de la cartera de Asuntos Económicos y Transformación Digital que ha portado durante la última legislatura, para tratar de comenzar a reconstruir puentes con el empresariado español subrayando el hecho de que las compañías han vuelto al título de un departamento que, aseguró, siempre ha velado por ellas. “Las empresas y en particular las pymes son el corazón de nuestra economía”, destacó ante los máximos representantes de la patronal española, a los que prometió que “en la legislatura que ahora comienza” el Ejecutivo pretende “seguir escuchando” a las empresas y “construyendo relaciones de confianza y de trabajo” con ellas. Así lo destacó Calviño en la doble ceremonia de traspaso de carteras ministeriales que protagonizó en el Ministerio de Economía horas después de prometer su nuevo cargo ante el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. En primer lugar, Calviño hizo entrega al hasta ahora ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de la cartera de Transformación Digital, área que se desgaja de Economía pero que en un momento dado podría volver a unificarse bajo la batuta del ministro si la vicepresidenta sale victoriosa de su campaña para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Calviño compite con Margrethe Vestager, que ha sido vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, o el exministro de Economía italiano Daniele Franco, con quienes volverá a medir fuerzas en el Ecofin del 8 de diciembre. Su victoria obligaría a Sánchez a acometer una primera crisis de Gobierno en semanas para recomponer su equipo económico, pero Calviño no quiere marcharse sin allanar antes las deterioradas relaciones del Ejecutivo con el empresariado español.

Los responsables de los grandes bancos nacionales esperan con una “descriptible” animación la cercana convocatoria de una reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, con el objetivo de actualizar el código de buenas prácticas para cuestiones hipotecarias. Calviño anunció antes del verano que la convocaría y más recientemente lo reiteró a la espera de que se formara el nuevo Gobierno. Durante su discurso de investidura, el presidente Pedro Sánchez ya desveló la intención del Ejecutivo de elevar de 30.000 a 38.000 euros el tope de ingresos por el que las familias con hipotecas a tipos de interés variables podrían acogerse al código de buenas prácticas para ampliar la vida de dicho préstamo hasta 7 años más de lo contratado, con la consiguiente reducción de la cuota mensual, aunque ello implicaría un sobre coste. En el momento de la anterior actualización del código, desde el Gobierno se llegó a decir que se podrían beneficiar de esta medida hasta un millón de personas, cifra que fue cuestionada desde el principio tanto por los bancos como por el propio Banco de España, el organismo que mayor información tiene sobre el volumen de créditos y su distribución. La realidad se ha encargado en estos meses de darles la razón a estos últimos: las solicitudes para acogerse no llegaban a las 50.000 la última vez que se hicieron públicas las cifras y buena parte de las mismas habían sido rechazadas porque no cumplían los requisitos establecidos para poder hacerlo. De hecho, los bancos de manera voluntaria han modificado un mayor número de créditos hipotecarios a clientes con dificultades de las que lo han hecho sobre la base de las condiciones establecidas por el código. No es esta la única discrepancia que existe entre los bancos y el Gobierno. El anuncio de que el gravamen temporal va a modificarse para hacerlo permanente es otro y relevante. Con cargo a los resultados de 2022, el sector ha pagado 1.200 millones en 2023, y calculan que será superior cuando liquiden la cifra de este año el próximo mes de febrero.

El Gobierno quiere ampliar el subsidio especial del desempleo a los parados mayores de 45 años sin familia. Un subsidio aplicado a quienes hayan agotado todas las prestaciones contributivas, y que no tengan responsabilidades familiares, según dio a entender ayer Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Díaz renovó ayer su cargo, en principio, para otra legislatura, y anunció que lo primero que va a hacer en esta nueva etapa son dos cosas: “Nuestra primera medida será mejorar la protección por desempleo. Eliminamos los recortes del Partido Popular en la prestación pública contributiva de desempleo y ahora es el momento de avanzar en el nivel asistencial. Lo vamos a hacer. Vamos a empezar protegiendo a quienes más lo necesitan”. Con su referencia a los “recortes del PP en la protección por desempleo” Díaz se refirió a que el Gobierno de Mariano Rajoy (2011-2018) retrasó desde los 52 a los 55 años el derecho a cobrar el subsidio especial por desempleo. Y, en segundo lugar, a partir del séptimo mes el Gobierno del PP recortó del 70% al 50% la cuantía de la prestación. Todo ello con el objetivo de estimular a los desempleados a buscar y aceptar la primera oferta de trabajo. Hay que recordar que el comienzo de la gestión del gobierno del PP coincidió plenamente con la gran depresión de la burbuja financiera. Estalló en octubre de 2007 y acabó en 2013. Entonces el paro llegó a los 6,2 millones de desempleados, con una tasa del 27% de la población activa.

La presidenta del BCE echó ayer mano de uno de los capítulos más oscuros de la historia europea para insistir en la importancia de garantizar la estabilidad de precios. Y abogó por no sacar conclusiones precipitadas a la vista de cómo ha descendido la inflación y el precio de la energía. Ante un mercado que apuesta de manera rotunda por el final de las alzas de tipos y que insiste en poner fecha para un primer recorte, Lagarde recordó que “no es el momento de empezar a cantar victoria”. La presidenta del BCE pronunció un discurso en Berlín en un foro bajo el título La inflación mata la democracia, en el que se conmemora el centenario de la reforma cambiaria con la que la República de Weimar combatió los años de hiperinflación en Alemania. “La historia de Alemania en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial es un sorprendente recordatorio de cómo la estabilidad de precios y la democracia van de la mano. Y aunque todavía se debate la contribución relativa de la hiperinflación de los años veinte y la deflación de los años treinta, no cabe duda de que las salvajes oscilaciones de los precios erosionaron los cimientos económicos de la democracia”, recordó Lagarde. Fueron de hecho los años en los que se gestó el ascenso del nazismo y de aquel tiempo de extrema volatilidad en los precios quedó la defensa a ultranza del Bundesbank por la ortodoxia monetaria y la lucha contra la inflación.

«Nos echan, pero no nos vamos». Las ya exministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero escalaron ayer un punto más el pulso que mantienen contra Sumar y por extensión contra el PSOE al focalizar sus ataques en Pedro Sánchez, al que culparon directamente de haberlas expulsado del Gobierno. La novedad esta vez no fue el mensaje, sino su rotundidad y el lugar elegido para proclamarlo. No lo hicieron en declaraciones a los periodistas o en una carta a la militancia, como hasta ahora, sino en pleno traspaso de sus carteras ministeriales, celebrados en un inédito clima de tensión. Pero sobre todo, ambas apuntalaron la amenaza de que los cinco diputados morados que forman parte aún del grupo parlamentario de Sumar tienen el poder para condicionar la aprobación de cualquier ley de la legislatura de este Ejecutivo ya maniatado por los secesionistas. En el caso de la secretaria general de Podemos –que cedió Derechos Sociales a Pablo Bustinduy, exmiembro de la ejecutiva de su partido y cercano al errejonismo, y las competencias de Infancia y Juventud a Sira Rego, portavoz de Izquierda Unida– lo hizo con Yolanda Díaz presente en el escenario del salón Ernest Lluch de la sede del ministerio. La líder de Sumar la recibió con un beso, pero evitó aplaudir cualquier tipo de crítica al Gobierno, a su organización o al PSOE, y tampoco se sumó a la ovación que arrancó Belarra cuando recordó que Podemos se opuso, por ejemplo, al envío de armamento al frente ucraniano en los primeros compases de la invasión rusa. «Hoy es un día difícil para mí. Sánchez y el PSOE consiguen lo que no consiguieron en 2019, que es echar a Podemos del Gobierno. Esto no es solo injusto, sino que es un enorme error político», zanjó.

Los neerlandeses acuden hoy a las urnas y lo harán –por primera vez en trece años– sin la presencia de Mark Rutte como figura garante de la estabilidad política del país. Sin él, Países Bajos deberá decidir si apoya a su sucesora al frente del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), Dylan YesilgözZegerius, la que fuera ministra de Justicia durante su último Gobierno; si opta por el excomisario Frans Timmermans, candidato de los socialistas y los verdes; o si depositan su confianza en el movimiento Nuevo Contrato Social, de tendencia democristiana. Ocurra lo que ocurra en las urnas, ninguno de los partidos podrá gobernar en solitario. Esto no es ninguna novedad en Países Bajos: como ejemplo, el último Ejecutivo estaba compuesto por una coalición de cuatro partidos. En total, los votantes deberán decidir entre veintiséis papeletas diferentes y más de un millar de candidatos, entre los que abundan las caras nuevas. Entre los ya conocidos por el público neerlandés destaca la sucesora de Rutte, Yesilgöz-Zegerius, con un fuerte discurso antiinmigración y a la que las encuestas más recientes darían unos veintiséis escaños.