20230423

Iberdrola llega a su junta anual de accionistas –se celebrará en Bilbao el próximo viernes– en el mejor momento de su historia económica. A un lado están los enfrentamientos con el Gobierno por la fórmula utilizada para regular el precio del mercado diario de la electricidad y el coste de la factura del gas; el recurso en los tribunales por el gravamen que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha impuesto a las energéticas sobre la facturación de 2022 y 2023 y también un distanciamiento social, porque buena parte de la población está convencida de que las eléctricas han aprovechado la coyuntura para maximizar sus márgenes. Es quizá la época de mayor tensión institucional en torno a la empresa. Pero junto a ello está el otro lado, el de las cifras, la clave de cualquier empresa. Ahí, en la cuenta de resultados y en el balance de situación, todos son récords en estos días previos al examen anual que la legislación obliga a superar ante los accionistas. Apenas dos días antes, el miércoles, la eléctrica vasca dará a conocer los resultados del primer trimestre de 2023 y, salvo sorpresas, habrá señales de récord de beneficios, como sucedió al cierre de 2022. Un total de 4.339 millones de euros de beneficio neto, récord histórico, que permiten a la compañía eludir los alardes en torno a su ebitda, como hacen otras sociedades con menos lustre en la última línea del resultado. Y esa nueva cota de beneficios puede llegar a pesar de que el grupo tendrá que contabilizar ya el impacto del gravamen a las energéticas correspondiente al pasado año y que supera los 200 millones de euros. La empresa llega a la cita con otro récord, el de su valor en Bolsa, que esta semana pasada ha superado los 77.000 millones de euros tras mantener una senda constante de revalorización, que en su última etapa comenzó el pasado mes de octubre. Salvo un pico registrado en enero de 2021, cuando los títulos de la eléctrica alcanzaron la cotización de 12,50 euros por acción, los derechos de propiedad de la compañía nunca habían navegado como ahora en el entorno de los 12 euros.

La junta general de accionistas votará el próximo viernes una propuesta del consejo de administración para renovar, por cuatro años más, la presencia de Ignacio Galán en ese órgano de gobierno de la compañía. Es tanto como proponer que siga al frente de la eléctrica, al menos, durante ese periodo. El año 2027 vencerá el mandato para el que va a ser reelegido. Pero nadie se atreve a pronosticar cuál es su límite. Cumplirá 73 años el próximo mes de septiembre –hay presidentes con más de 85 años en las empresas cotizadas–, pero ya ha dejado claro que quiere liderar el nuevo plan de inversiones de la compañía y, con toda seguridad, marcar la pauta de un nuevo plan estratégico que se extenderá hasta 2029. Lo cierto es que el presidente de Iberdrola ha comenzado a cosechar hace apenas unos años la apuesta que hizo en 2001 cuando fue nombrado vicepresidente y asumió el papel de primer ejecutivo. La decisión de transformar Iberdrola en un líder de la generación eléctrica renovable puede sonar hoy a una operación de libro, pero hace 22 años fue considerada de alto riesgo. Es más, no pocos creyeron ver tras esa idea y el cambio del logotipo a las dos gotas de agua y la hoja verde una pura operación de cosmética. En el último año ha hecho un quiebro para soslayar las críticas de algunos fondos de inversión que exigen una mayor separación entre el gobierno corporativo, la presidencia, y la gestión ejecutiva del negocio. El nombramiento de Armando Martínez como consejero delegado ha aliviado aparentemente esa presión, aunque nadie discute quien tiene la última palabra –en buena parte de las ocasiones también la primera–, en la fijación del rumbo de la empresa. Su mejor aval son sus cifras y ahí no hay discusiones, son imbatibles.

La cultura empresarial es un factor clave para el éxito de cualquier organización. Sin embargo, en un mundo cada vez más cambiante, muchas empresas enfrentan grandes desafíos en su transición, hacia una cultura más inclusiva, colaborativa y sostenible. Es aquí donde Fabrika, el primer centro de alto rendimiento diseñado para la transición, cultura de las organizaciones, entra en juego, trabajando con los equipos y personas de los organizadores para convertirlas en un proyecto compartido basado en la confianza. Fabrika, es una iniciativa pionera de alcance internacional promovida por Adegi. "Para cambiar hay que concienciarse, capacitarse, ponerlo en práctica y sostenerlo". "Transformar las organizaciones y las personas para mejorar la sociedad". Esto no es solo una frase bonita, es el objetivo que persigue Fabrika ( a través de su método) y. como afirma su Director, Juan Mancisidor, es el sueño de todos lo que forman parte de este proyecto pionero en el mundo. "Queremos crecer y ser más competitivos poniendo a las personas en el centro". Juanjo Salegui, Director de Recursos Humanos de Bellota. "Hacer el proceso como equipo fue un regalo y conseguimos resultados increíbles", Eduardo Jauregui, Cofundador y CEO de Irisbond. "Fabrika aporta un intangible, esa aura de las empresas en las que quieres estar y por las que merece luchar". Maite Zubillaga, Directora General de Spanset.

Entrevista con vicepresidenta Nadia Calviño. Defiende tres principios, “responsabilidad fiscal, justicia social y reformas estructurales”, en un contexto de “cambio muy intenso a nivel internacional”. Calviño se niega a hablar de la brecha en Unidas Podemos, subraya el liderazgo del Partido Socialista y la idoneidad de una política económica “muy equilibrada” que espera tenga refrendo en las urnas. Respecto a la situación en Nafarroa y la CAV, habla del “alineamiento total” del Gobierno con el PSN y el PSE, y de unas relaciones “muy constructivas” con el Gobierno de Navarra y el Gobierno Vasco. "Hemos pasado una pandemia, tenemos una guerra a las puertas de Europa, la erupción de un volcán, la inflación, y ahora la sequía. Se han acumulado en un periodo muy corto de tiempo un conjunto de retos...Por el momento la inflación de los alimentos se ha estabilizado en marzo. Vamos a ver cuál es el impacto de la sequía. El sector agroalimentario es estratégico para nuestro país, el precio de los alimentos afecta muy especialmente a las rentas de las familias, y desde el primer momento hemos actuado. Además de tratar de reducir los costes (bajada del IVA, la ayuda para compensar la subida de los fertilizantes), estamos intentando compensar el impacto sobre las rentas de las familias, con la revalorización de las pensiones, subida del salario mínimo, el cheque de 200 euros, o la bajada del IRPF para las rentas de clase media. Medidas para tratar de apoyar a quienes sufren en mayor medida el impacto de la subida del precio de los alimentos, un fenómeno que se da a nuestro alrededor...El compromiso del Gobierno español con el arco atlántico es total, y con las infraestructuras ferroviarias; es nuestro modelo de movilidad sostenible. No creo que haya habido un Gobierno que haya invertido tanto en infraestructuras en esta comunidad, incluidas las de digitalización, importantísimas para llegar al 100% de la población con la banda ancha, y llegar a los territorios del Pirineo con riesgo de despoblación..."

"El Gobierno vasco, abrasado por su ardor en defensa del arraigo y contagiado por las cuitas sufridas por su homónimo central, ha decidido buscar la manera de castigar a aquellas empresas que decidan marcharse y trasladar su localización fuera de Euskadi mediante la exigencia de devolver las ayudas recibidas durante su estancia entre nosotros. No está claro si se refiere al cambio de su domicilio social, del fiscal o de sus instalaciones productivas. Pero, ¿está seguro el Gobierno de que es una buena idea? ¿Que es una actuación legal que cumple la legislación europea y no daña ningún aspecto de las libertades de circulación que constituyen el pilar de la Unión? ¿Que penalizar la salida de empresas no se convertirá en un menor atractivo para su llegada?...Vamos a ver, hay que suponer que las ayudas recibidas por todas las empresas lo han sido tras ser aprobadas por los organismos pertinentes y en base al cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley y exigidos y controlados por ellos. Lo contrario nos llevaría de bruces al mundo de la prevaricación. De tal manera que quien ha recibido algo es porque ha cumplido con la ley y si ha asumido compromisos futuros, caso frecuente, debe cumplirlos en los plazos estipulados. Pero aquí no hablamos de eso ¿no? Aquí no hablamos de exigir la devolución de unas ayudas recibidas por el hecho de no haber cumplido con las exigencias contempladas en su concesión. Hablamos de exigir su devolución como castigo a una decisión libre y posterior, que puede estar motivada por infinidad de razones que no tienen por qué ser ilegales y que están protegidas por las leyes que regulan en la Unión Europa la circulación libre de los factores de producción. Para evitarlo se pueden hacer varias cosas. Una es amenazarles con penas y castigos. Sin embargo, no veo la manera en que eso se pueda convertir en un incentivo para instalarse aquí, entre nosotros. Más bien, eso será un punto negativo, para el supuesto de que las circunstancias, de todo tipo, se den la vuelta. Un acontecimiento que no se puede obviar pues sucede con cierta frecuencia, por más que a los gobernantes de todas las latitudes les cueste considerarlo..."

Presidente, consejero delegado y fundador de BlackRock. La gestora que preside y fundó hace 35 años administra 9,09 billones de dólares (8,26 billones de euros). Si BlackRock fuera un país, sería la tercera economía del planeta, tras Estados Unidos y China.  BlackRock posee el 4,8% de Telefónica, el 5,48% de BBVA, el 5,08% del Santander, el 5,25% de Iberdrola y el 5,3% de Repsol. Solo en estas cinco compañías su inversión suma 11.376 millones. “Tras un largo periodo con tipos de interés negativos, ahora tenemos la posibilidad de obtener buenos rendimientos. Hay mejores oportunidades que hace tres años. Yo no huiría del mercado, iría hacia él”. "El riesgo bancario aún no ha desaparecido. Pero en lugar de tratarse de una crisis financiera a gran escala, estamos ante una crisis que afecta sobre todo a los bancos regionales de Estados Unidos, muy expuestos a los efectos de las subidas de los tipos de interés. Captaban depósitos a corto plazo e invertían a largo plazo. Lo que ha ocurrido deja una reflexión porque en Estados Unidos hay 4.000 bancos. ¿Necesitamos tantos? La respuesta no es solo económica, sino social porque mucha gente cree que los bancos regionales desempeñan un papel muy importante en las comunidades locales. Sin embargo, algunas de estas entidades asumieron demasiados riesgos y puede que tengan que ser liquidadas en las próximas semanas. Es un riesgo que, por ejemplo, no veo en España...Europa, históricamente, ha aplicado más el palo que la zanahoria. Ponen impuestos a todo y eso no siempre es óptimo. Los subsidios lo que van a hacer es que haya más voluntad de invertir en Estados Unidos. El problema de Europa también es la obtención de los permisos para los proyectos. Eso, y las subvenciones del IRA, van a hacer que las empresas prefieran invertir en Estados Unidos...Lo que diferencia a las buenas de las malas compañías es su cultura empresarial. “Seamos claros, la covid dañó la cultura en las empresas. Todo el mundo lo sabe”. En este sentido, el presidente de BlackRock culpa en gran medida al trabajo a distancia. “El teletrabajo no funciona. Es una de las razones por las que tenemos más inflación: la productividad se ha hundido”, subrayó. Durante su coloquio con Aitor Jauregui —actual responsable de BlackRock para Latinoamérica tras ser ascendido desde su puesto de jefe de la gestora en España—, Fink recordó que la cultura empresarial no es algo teórico. “Tiene que observarse en el comportamiento diario de todos los empleados”. En este sentido, el fundador de la mayor firma de inversión del mundo contó una anécdota: “En una ocasión visité una empresa. Tenía un edificio hermoso. Y en el vestíbulo, grabados en mármol, estaban sus principios. Empecé a leerlos, y a medida que lo hacía vi que muchos eran mentira”.

Catorce años, dos crisis financieras internacionales de las que la entidad ha salido indemne y hasta reforzada y una fusión con label cooperativo después, el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, se jubila con los deberes más que hechos. El donostiarra, que mañana cumple 64 años, dará el relevo a lo largo de este ejercicio al bilbaíno Adolfo Plaza, de 45, un hombre de la casa que atesora una brillante carrera en el ámbito financiero. El anuncio se produjo en la mañana de ayer en el Palacio del Kursaal, donde Laboral Kutxa celebró su asamblea general ordinaria, en la que junto al relevo se dio a conocer la entrada en el consejo rector del experto en materia energética y presidente del Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra, Iván Martén. Ambos (Martén y Plaza) deberán pasar el pertinente ‘examen’ de idoneidad del Banco de España, que se prolongará durante tres o cuatro meses. Inmediatamente después será esa misma junta rectora la que proponga al vizcaíno como presidente, cargo al que accederá tras un segundo examen por parte del supervisor. Los cálculos iniciales sitúan el relevo efectivo en diciembre. La designación de Plaza, acordada por unanimidad en el seno de los órganos de gobierno de Laboral Kutxa, cuenta también con todos los parabienes del universo Mondragon. Ver nota Laboral Kutxa. 

¿Es este el futuro de la medicina? «Sí, en buena medida, sí. La tendencia es ir hacia unos tratamientos cada vez más personalizados y esta máquina permite justamente eso, adecuar al máximo la terapia a las necesidades de cada persona». Víctor Guarnizo, de Tecnalia, es uno de los tres científicos que trabajan en la primera bioimpresora 3D orientada al ámbito sanitario que existe en Euskadi. Es el modelo ‘Regenhu’, «uno de las más potentes del mercado». Solo hay otras dos en España. Esta novedosa tecnología tiene unas posibilidades tan amplias como sorprendentes. Puede crear huesos, córneas, cabello, orejas, arterias…. perfectamente funcionales. «¿Y un corazón?». «Todavía no. Pero será posible dentro de diez o veinte años», aventura Denis Scaini, investigador italiano de Ikerbasque especialista en la investigación con células. Además de la creación de tejidos, la otra gran área de trabajo de esta máquina es la producción de medicinas ‘a la carta’, especialmente para niños –hacen pastillas con formas ‘amigables’ de estrellitas o de colores– y personas de avanzada edad, ya que permite introducir las dosis exactas e incluso varios medicamentos en una misma pastilla. «Ya estamos hablando con el hospital de Txagorritxu para que se puedan utilizar con pacientes», explica Víctor Guarnizo. Instalada en marzo del año pasado, forma parte del proyecto Advance Pharma Development, en el que colaboran la Universidad del País Vasco, Tecnalia y la Diputación de Álava, que invirtió 1,3 millones de euros en 2021 para situar al territorio a la vanguardia de la industria farmacéutica. Se encuentra en el primer piso del Centro de Investigación Lascaray del Campus de Álava de la UPV/EHU, muy cerca de Lehendakaritza.

Julen Maiz es el presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa, que hoy celebra su asamblea anual en el Aquarium para conmemorar el cierre de su 90 aniversario. Una pandemia, una guerra en Ucrania con el consiguiente alza de precios de las materias primas y la energía, y hasta un nuevo sistema de facturación digital. Son los tres principales retos a los que ha tenido que hacer frente el pequeño comercio del territorio. "Afortunadamente, a pesar de los cierres que se han producido en Gipuzkoa en la última década, hemos conseguido mantener estas cifras en la federación y también hemos sumado nuevos negocios con nuevos emprendedores. Podemos decir que la salud del comercio guipuzcoano es excelente. En los últimos años hemos incorporado asociaciones a la federación, como los panaderos o las peluquerías de caballeros...Hay dos grande retos a corto plazo. El más importante pasa por trabajar para que no se pierda el tejido comercial de nuestras calles. Es un reto muy amplio, ya que entran tanto factores institucionales como sociales. Además de trabajar por especializarnos y mejorar, también tenemos que sentirnos apoyados por las instituciones a nivel fiscal y de urbanismo. El otro reto lo tiene la sociedad. Todavía recuerdo cómo en la pandemia, con los negocios cerrados, echábamos de menos el comercio local. Parece que ese deseo se ha perdido o se ha diluido en el consumidor. Demandamos una coherencia en la forma de obrar respecto a nuestros hábitos de compra..."

En la última década solo se ha llegado a esa cifra en 2012, según los datos de Osalan, que son los registros oficiales, a los que se ciñe Confebask para analizar la situación de la siniestralidad laboral con motivo de la celebración el próximo viernes del Día Mundial de la Seguridad y Salud laboral. No así los sindicatos que en el ámbito de Euskadi denuncian un «subregistro» y ofrecen cifras superiores a las oficiales. Esos quince fallecimientos suponen tres más que el año anterior y cinco más que en 2019, último año prepandemia. En esta última década la cifra de muertos en el trabajo ha rondado la decena. Cabe resaltar además que catorce fueron durante la jornada laboral y uno ‘in itinere’ –desplazamientos al trabajo o por motivos laborales–. La lectura que hacen los sindicatos y Confebask en torno a la evolución de la siniestralidad laboral en Euskadi es totalmente dispar. Pello Igeregi, responsable de Negociación Colectiva de ELA, asegura que «se trata de un problema estructural de fondo. «Es un problema estructural de fondo. Ni empresas ni instituciones ponen las medidas y los medios necesarios». Amaia López Iriondo, responsable de Seguridad y Salud Laboral de Confebask, admite que el año pasado los siniestros leves y graves crecieron en Euskadi, pero los mortales descendieron durante la jornada al pasar de los 32 del ejercicio anterior a los 25. Un dato, resalta, que es menor que el de antes de la pandemia. Con todo, cree que hay que analizar la tendencia de las dos últimas décadas. Así, indica que desde el año 2000 están bajando los ratios de siniestralidad. «En ese año el índice de incidencia era de 78 accidentes por mil trabajadores y en 2022 fue de 34». En lo que respecta a los siniestros mortales, añade que se ha pasado de los 85 fallecimientos a los 25 en jornada laboral. «Se ha hecho mucho, pero hay un margen de mejora. El descenso fue muy brusco en los primeros años y ahora como estamos en índices más bajos cuesta más reducirlos, por lo que hay que aplicar medidas más específicas en cada empresa; hay que hacer una cirugía más fina y ser más creativos para mejorar los resultados». Admite que estamos en una fase de «estancamiento», pero subraya que «cada vez hay una mejor cultura preventiva en las empresas».

Raquel Sánchez Ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana responde a Urkullu y al PNV que la norma es «rigurosa» y «respeta de forma escrupulosa» el marco competencial autonómico. "La ley respeta escrupulosamente las competencias autonómicas. De hecho, parte de las mejoras introducidas en la negociación parlamentaria vienen a reforzar y clarificar precisamente este aspecto. Todo el hilo conductor de la ley se fundamenta en la colaboración y cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas. Y me gustaría destacar además que se ha trabajado durante estos meses con grupos, como es el caso de ERC y Bildu, que fijaban como esencial este tema, y que han dado su apoyo a esta ley. Son partidos poco sospechosos de no ser cuidadosos con el respeto competencial... Esta ley no solo contempla la regulación de limitación de precios del alquiler, sino otras muchas cuestiones que hay que cumplir. Las leyes se cumplen y si no, tendrán que rendir cuentas ante los tribunales. La ciudadanía deberá pedir cuentas a aquellos que les dan la espalda porque dicen que no van a aplicarla o recurrirla ya que es una ley que beneficia a la inmensa mayoría. Creo que merecen ese reproche social..."

Suben las tasas de rotación. Las compañías intentan frenar la huida de talento con más sueldo, conciliación y reconocimiento. En los departamentos de recursos humanos las cosas están que arden. El personal a la fuga no deja de aumentar y para muchas empresas esta desbandada se está convirtiendo en una auténtica pesadilla que está forzándolas a reaccionar en múltiples direcciones. Porque actualmente se quedan cortos los incrementos salariales o las medidas de flexibilidad y conciliación, los beneficios que hasta ahora desplegaban para reclutar o retener al disputado personal digital, entre el que la rotación llega hasta un elevadísimo 20% debido a la alta demanda de estos profesionales para cualquier sector. “Lo que hay ahora mismo es una guerra brutal por el talento, que provoca una gran dificultad para encontrar a la persona adecuada. Conseguir además atraerla y que luego encaje en la compañía es casi ciencia ficción”, resumía Beatriz Miguel, directora de Cultura y Talento de Segurcaixa Adeslas en el Talentday23, evento organizado por la revista Equipos & Talento, que reunió esta semana a 1.200 profesionales de recursos humanos en Madrid. Por eso no es de extrañar que hasta en compañías que exigen presencialidad, como Zara, se estén transformando. “Tenemos que comprender las nuevas exigencias de la gente. Ya no vale solo con las remuneraciones. La flexibilidad laboral (horaria, de vacaciones, de turnos…) es una de las cosas que nos están cambiando”, señalaba Begoña López-Cano, directora general de personas de Inditex.

"...El creciente déficit de nuestros intercambios tecnológicos es revelador de una debilidad estructural que, de no corregirse, pondrá en peligro el excedente del total de intercambios con el exterior. Durante los últimos años las importaciones de los bienes más representativos de la transición digital —teléfonos móviles y sus componentes, ordenadores y convertidores con electrónica de potencia— se han incrementado a un ritmo muy superior al de las ventas en el exterior. La consecuencia es que el desequilibrio digital que ya existía antes de la pandemia se ha agravado, hasta alcanzar cerca de 10.000 millones. De manera similar y tal vez más preocupante habida cuenta de nuestra ventaja comparativa en recursos renovables, nuestros intercambios de tecnología ecológica —aproximada aquí por el comercio internacional de paneles fotovoltaicos, coches eléctricos y baterías de litio— se caracterizan por un importante y creciente déficit. La brecha se ha acrecentado hasta rozar los 7.200 millones. Con todo, la balanza total de la doble transición digital y ecológica arroja un agujero de 17.200 millones, casi 7.000 millones más que en 2019..."

Desde 2019 el número uno del MIR elige Dermatología. Ha sido también la primera especialidad en llenar sus 120 plazas para formar a nuevos residentes este año. Su cupo se completó el martes, en el segundo día de elección de estos puestos para formación sanitaria especializada. La segunda ha sido, un año más, Cirugía Plástica. ¿Por qué los médicos noveles con notas más brillantes se decantan por estas dos opciones? La respuesta la dan los que han sido hasta hace unos meses sus compañeros de facultad de cursos inferiores. «Las escogen por tener una mayor calidad de vida y por cuestiones económicas. Dermatología no tiene guardias y ambas te ofrecen buenas salidas en la privada», comenta un grupo de estudiantes de segundo curso de la Facultad de Medicina de la UPV/EHU en Leioa, entre los que se encuentran Hugo Poza, Javier del Moral y Oier Venema. Julene Ibabe añade que estas ramas de la medicina, en especial ‘Derma’, «son más ‘light’ y te permiten llevar una vida más fácil». Los facultativos que las ejercen no van a tener que enfrentarse a la muerte de sus pacientes con cierta frecuencia, con el coste emocional que ello tiene. Janire Valero y Enara Piñeira, de Primero, añaden otra clave: «Las notas más altas del MIR están como predestinadas a coger esas especialidades. Si el número 1 se decanta por Medicina de Familia va a parecer que es un bicho raro». En lo que coinciden muchos de los estudiantes consultados es en que, para ellos, ejercer en la Atención Primaria no es algo que les atraiga. No está, por lo general, entre sus opciones prioritarias.