20221030

Entrevista con Isabel Busto, presidenta de Confebask. Llegó a la presidencia de Confebask a las puertas del pasado verano para sustituir a Eduardo Zubiaurre y deberá abandonarla el próximo julio, porque el carácter rotatorio del cargo impone que pase a manos de un representante de los empresarios de Bizkaia. Subdirectora general de la compañía de informática Zuchetti, Isabel Busto es una amante del dato –tendencia natural para alguien que construyó los inicios de su vida profesional en la programación de ordenadores–, huye de la especulación simplista y prefiere ver la botella medio llena antes de caer en el derrotismo de la medio vacía. "Me parece que la tensión del gobierno central con los empresarios no es buena. El Gobierno vasco es más sensible a nuestra misión. Aquí nos escuchan y hay ánimo de colaboración...Desde la empresa no entendemos el mensaje negativo que se traslada a veces... Somos parte de la solución, no el problema...Sobre una posible recesión, es tal la incertidumbre que no me atrevo a hacer pronósticos. Pero sí parece que en el último trimestre de este año y el primero de 2023 las cosas se van a poner complicadas. Lo que suceda con la energía y la inflación va a ser la clave. Si tengo que apostar, me quedo con el término desaceleración...No acabamos de creernos que falta gente, pero es una realidad. La clave está en el término ‘cualificación’. Y no me refiero a tener estudios universitarios, porque eso es un error, sino tener las actitudes y las aptitudes necesarias para un puesto concreto. El esfuerzo que hay que hacer es integrar la inmigración en nuestra sociedad y poder cualificarles si lo necesitan...Con los sindicatos estamos llegando a muchos acuerdos, esa es la realidad. Se han firmado 12 convenios sectoriales y hay otros 17 en negociación. Lo que no se puede poner en peligro es la vialidad de las empresas, porque eso pone en peligro el empleo. Habrá conflictos puntuales, seguro, pero los árboles no nos pueden impedir ver el bosque...

Continuidad de la entrevista con Isabel Busto. "– Cuando usted llegó al cargo hubo sectores empresariales que remarcaron la provisionalidad del nombramiento. Incluso hubo quien apostó por que corriese el turno para nombrar ya a alguien que estuviese cuatro años. ¿Le molestó esa situación?– No, la realidad es que no sentí eso. Y, de haberlo apreciado, no me hubiese molestado. El proceso que se siguió era normal, ordenado y previsto en los estatutos. Lo importante es que tuve el respaldo del comité ejecutivo de Confebask.– Es usted la primera mujer al frente de la patronal vasca en las casi cuatro décadas de existencia de esta organización. ¿Le gustaría que le sucediese otra mujer? – Sí, me encantaría que la próxima presidente de Confebask fuese otra mujer, no lo voy a negar. Creo que hay muchas muy válidas y con capacidad para ocupar el cargo...Lo que existe también es un elevado número de mujeres que quizá no quieren aparecer en público, pero cada persona es un mundo y es libre para adoptar ese tipo de decisiones. Hay mucha masculinización en puestos directivos, eso es un hecho, pero también lo es que hay más mujeres directivas de las que se ven. Hay mujeres a las que no les gusta la palabra empoderar, pero creo que es necesario utilizar palancas de apoyo para un momento de transición como el que vivimos.– Entonces, ¿es usted partidaria de las cuotas? – Sí, porque las transiciones tienen su ritmo y hay veces que es necesario acelerarlo. La cuota es una palanca, pero la visibilización de las mujeres que tienen responsabilidades directivas también puede ayudar..."

Entrevista con Isabel Busto, presidenta de Confebask. La donostiarra Isabel Busto, que llegó en mayo a la presidencia de Confebask tras la baja por cuestiones de salud de Eduardo Zubiaurre, defiende a capa y espada la figura del empresario y la aportación de las empresas a la sociedad; también (y sobre todo) en medio de esta crisis. La también subdirectora general de la compañía informática Zuchetti lamenta que ciertos mensajes –sobre todo del Gobierno Sánchez– sitúen a las compañías en la diana cuando, señala, están sosteniendo el empleo. Dice al Gobierno central que «las empresas somos parte de la solución, no las culpables de la crisis», y siente más «cercanía» del Ejecutivo vasco. " El empresario vasco está tratando de ser prudente en la tormenta perfecta. Hablo de costes de energía, materias primas, laborales... Cosas que aisladas no supondrían problema, pero juntas... Está siendo valiente y demostrando, como en pandemia, su compromiso con el empleo...Las pérdidas se pueden mantener un tiempo, y si la situación se alarga, está dentro de lo posible cierres. Una cosa son cierres y otra medidas traumáticas. La empresa vasca ha demostrado su compromiso con el empleo, con lo que no tememos medidas traumáticas. ¿Cierres si todo sigue así? Pues puede haber, como en otras crisis. Podemos poner el foco ahí, que lo entiendo, o en todas esas empresas que están pasando dificultades y que están haciendo un esfuerzo terrible para sobrevivir y mantener el empleo...En Euskadi yo creo que estamos logrando nuestro particular pacto de rentas. Se están firmando acuerdos, este año doce convenios sectoriales...La subida de cotizaciones es un incremento de coste que no ayuda. Es una losa. Esto puede tener un impacto en los incrementos salariales que se habían preparado para el año que viene. Si te viene este coste, a lo mejor no puedes. Euskadi tiene empresas punteras y con empleos y salarios cualificados...Afecta más a Euskadi..."

Continuidad de la entrevista con Isabel Busto. "En diez años hemos perdido 76.000 personas empleadas, y somos el segundo país más envejecido de Europa. Es un tema que ya está aquí, pues en los próximos diez años se va a jubilar la generación del ‘baby boom’, un 47% de la fuerza laboral... Por eso proponemos una estrategia de inmigración para el empleo...Vamos tarde. Tenemos que abordar esto como estrategia de país, mejor ayer que mañana. Si no cambian las cosas nos van a faltar muchísimas personas, y eso es un lastre para el crecimiento y la competitividad...Las nuevas generaciones no entienden las relaciones laborales como antes, buscan otras cosas. Tenemos que ofrecerles proyectos atractivos que encajen con su proyecto de vida. Tenemos que hacer una transformación interna. No valen las estructuras y las ideas de antes, los jóvenes buscan un propósito, en su vida y en su trabajo.– ¿Hablamos del llamado salario emocional?– Sí. Hablamos del salario emocional, que es lo que va a marcar la diferencia entre unas empresas y otras. Esto es como la pirámide de Maslow; por supuesto hay que dar buenos salarios, pero cubiertas unas necesidades las personas buscan otras cosas más allá. Buscan flexibilidad, conciliación, teletrabajo...– ¿Qué papel juega Fabrika, de Adegi, en esa carrera?– Fabrika, EkinBarri de Cebek, o Relaciones Laborales 6.0, de SEA. Todas persiguen acompañar a las empresas en esa transformación, que va a ser crítica. Y todo esto, al final, hay que ponerlo en el escaparate. Hay que venderlo..."

Repartir los 140.000 millones de euros que se asignaron a España en solo tres años con ayudas que desarrollan «un esquema totalmente nuevo no es fácil». Así lo explica el director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), Ángel de la Fuente, quien destaca además que «el sistema no ayuda con una burocracia europea exigente». Como muestra, dos ejemplos: los grandes proyectos de la industria vasca esperan el dinero desde hace dos años; y Euskadi, que prevé 3.400 millones de euros, sólo ha visto cómo se asignan apenas 240 millones. Prueba de todo ello es que, de los 33.000 millones de euros que se reservan en esas ayudas para que el Gobierno de España los dirija a proyectos estratégicos –los once PERTE que afectan a sectores clave de la industria–, comienza ahora la distribución con los primeros 877 millones que ha resuelto el PERTE del vehículo eléctrico y conectado –que se ha conocido esta semana– y los 11 millones asignados provisionalmente del PERTE dirigido a la industria farmacéutica. En la convocatoria de automoción, además, se pretendían repartir 2.975 millones, pero esta cifra se ha quedado en el 30%. De ahí que el Ejecutivo haya anunciado una segunda convocatoria para repartir el excedente en las primeras semanas de 2023. Las ayudas que Europa pactó para salir de la crisis provocada por el covid en la primera emisión de deuda conjunta de los Veintisiete tienen dos vías de reparto diferenciadas en España, que cuenta ya con 70.000 millones del Mecanismo de Resistencia y Resiliencia (MRR). De la mitad de estos fondos –algo más de 30.000 millones–, se han movilizado ya 19.609. Es la parte más paliativa, social y de apoyo a las administraciones para favorecer el gasto público dirigido a los más afectados por la crisis. De ese caudal, a Euskadi han llegado 972 millones, un 4,9%.

Si bien los recursos de Europa diseñados para los grandes proyectos empresariales no han llegado todavía a Euskadi, desde 2020 sí ha habido un flujo incesante de dinero, que hace referencia a la parte del Mecanismo de Resistencia y Resiliencia (MRR) destinado principalmente a recuperar la herida económica y social generada por la pandemia. Una vía que ha cristalizado en el País Vasco con 972 millones, de un total de 19.609 en España. En su mayoría, son ayudas que el Ejecutivo central pactó con las comunidades en las conferencias sectoriales en las que se establecieron una serie de convocatorias y asignaciones que cada gobierno autonómico gestiona en su ventanilla. El grueso se ha destinado a digitalizar la Administración, rehabilitar edificios o mejorar las políticas activas de empleo y Educación. Entre las principales líneas de actuación, destacan los 32 millones de euros que Euskadi ha dedicado al Moves III para subvencionar la compra de coches eléctricos, o las partidas con las que los municipios vascos han podido hacer frente a la renovación de sus flotas de transporte público para introducir vehículos con cero emisiones. La rehabilitación de edificios públicos y la promoción de viviendas de alquiler conforman el caudal más importante, con 262 millones de euros transferidos desde el Gobierno central al País Vasco. Otro capítulo importante son las subvenciones para las instalaciones de autoconsumo en edificios y explotaciones agroganaderas.  

La siderurgia vasca ha reducido en los nueve primeros meses del año su consumo de energía eléctrica un 11%, en comparación con el mismo periodo del año anterior. El pasado mes de septiembre, la reducción del gasto ha sido del 21,4% respecto a mismo mes del pasado ejercicio. Según recoge el último Observatorio de Coyuntura Energética, elaborado por el Ente Vasco de la Energía (EVE), el consumo de energía eléctrica en Euskadi hasta el pasado mes arroja una reducción del 2,7% en comparación con el del periodo enero-septiembre de 2021. Por sectores, la Industria ha experimentado un descenso del consumo del 5,6%, el sector Edificios ha bajado su gasto un 0,2%, el sector Doméstico lo ha hecho en un 6,7%, mientras el sector Servicios ha aumentado su consumo en un 5%. En cuanto al consumo de gas natural del País Vasco, este ha aumentado un 22% hasta septiembre, en comparación con los nueve primeros meses del pasado año. Destaca en este sentido el crecimiento de un 162% de las centrales térmicas. Por contra, el sector Servicios ha disminuido su gasto un 3,7%, el Residencial un 2,8% y la Industria un 11%. Por otro lado, el consumo de carburantes en el transporte en agosto de 2022 en Euskadi aumentó un 15,6% respecto al mismo mes de 2021.

El deseo de las direcciones de Ulma y Orona, dos de los buques insignia de la Corporación Mondragon, de abandonar la entidad matriz ha causado un gran impacto en el mundo del cooperativismo vasco y abierto una grieta en la casa madre, principal grupo empresarial vasco con 80.000 empleados. Catorce años después se puede repetir, si así lo deciden en votación los socios de las dos empresas, otra fuga de grandes dimensiones, como la protagonizada en 2008 por Irizar y Ampo. Mondragon Corporation ha sobrevivido con éxito a esas dos escisiones, o a la gran quiebra en 2013 de Fagor Electrodomésticos, pero el gigante cooperativo no oculta su inquietud ante el posible nuevo doble golpe y está dispuesta a intentar reconducirlo, según fuentes autorizadas de la compañía. Mondragon «no va a arrojar la toalla» y «trabajará» para que tanto Ulma y Orona se mantengan en su seno, según estos medios consultados. El cómo hacerlo es algo que de momento no concretan porque «oficialmente» Ulma y Orona no han trasladado a la dirección de Mondragon su deseo de abandonar la matriz, que justifican en su deseo de ganar autonomía y poder de decisión. Por ello, Mondragon desconoce «el margen de maniobra» que existe para reconducir las «desavenencias» que aducen Ulma y Orona para plantear a sus socios cooperativistas el abandono de la corporación en aras a una mayor identidad propia. La compañía que dirige Iñigo Ucín tiene claro que «es bueno para Mondragon que Ulma y Orona continúen con nosotros, y es bueno para el país, para Euskadi», sentencian las fuentes consultadas.

STARTinnova arranca de nuevo motores. Esta iniciativa pedagógica creada e impulsada por Diario Vasco y que cuenta con el patrocinio de Adegi, BIC Gipuzkoa y el Departamento de Educación del Gobierno Vasco y la colaboración de la UPV/EHU y Tknika y de empresas de nuestro territorio, capacitará a cerca de 900 estudiantes de 31 centros guipuzcoanos de Bachiller y Formación Profesional en el desarrollo de la actitud emprendedora ante la vida. Seis de estos centros, Meka, de Elgoibar; Ama Guadalupekoa, de Hondarribia; IES Pio Baroja BHI, de Irun; IES Oriarte BHI, de Lasarte-Oria; y Jakintza Ikastola y Goierri Eskola, ambos de Ordizia, se han unido a STARTinnova en esta edición del curso 2022/2023. A los participantes en Gipuzkoa hay que añadir otros 3.310, pertenecientes a centros de Formación Profesional y Bachiller de Araba, Bizkaia, Asturias, Castilla y León y Valencia. El programa, que tendrá una duración de cinco meses, cumple su undécima edición con sus objetivos fundacionales intactos: apoyar a los centros educativos en el fomento del espíritu emprendedor entre los jóvenes y contribuir a que estos desarrollen aptitudes y habilidades que les ayuden a identificar una idea y, mediante el modelo Canvas, convertirla en un proyecto real. A lo largo de los próximos meses, y tutorizados por un profesor de su centro, los alumnos participantes –en su mayoría estudiantes de 16 y 17 años– formarán grupos para trabajar sus proyectos y pondrán en práctica una serie de competencias transversales como la autonomía, la creatividad, la iniciativa y la reflexión, entre otras. Valores todos ellos, junto con la confianza en uno mismo o la toma de decisiones en entornos de riesgo, que les ayudarán a afrontar los retos que les depare el futuro, cuando se zambullan en el mercado laboral.

Aritz Guinea fue el encargado de inaugurar las charlas digitales de la presente edición del programa STARTinnova. Compartió su experiencia como emprendedor y cofundador de la empresa Wellk con los casi 900 alumnos de los 31 centros educativos guipuzcoanos participantes en STARTinnova. En Wellk tienen la misión de ayudar a aumentar los niveles de práctica deportiva y hábitos saludables mediante el uso de tecnologías innovadoras. Todo partió de su pasión por el deporte y la tecnología, por lo que la charla permitió conocer en detalle cómo puede resultar esa pasión un verdadero motor para el emprendimiento. El encuentro celebrado en el Instituto Municipal de Formación Profesional Básica de Eibar forma parte de los contenidos formativos de START-innova, iniciativa para el fomento del espíritu emprendedor entre jóvenes estudiantes. "Es muy importante saber vivir en la incertidumbre. A veces estás muy arriba, otras muy abajo, y saber manejar eso te hace más fuerte y tirar hacia adelante... Siempre digo lo mismo: la idea inicial no es ni definitiva, ni la mejor, y tenemos que ir adaptándonos. Son los clientes los que nos van a decir si la idea es buena o no y si la tenemos que adaptar..."

 Las empresas han tenido que reinventarse y hacer una fuerte apuesta en su estructura interna, para poder ser más sostenibles, rentables, innovadoras, competitivas e igualitarias. Para ello, han debido previamente identificar sus necesidades para que les permitiera dar un salto cualitativo. Nada de esto podría hacerse sin un apoyo financiero que lograse cambios tan determinantes y que tengan directamente un impacto social, económico y medioambiental. Es decir, un impacto en todo nuestro entorno. Gobierno vasco ha tendido una mano a todas las entidades, sin importar su tamaño, aumentando la cuantía de ayudas con respecto a 2021 en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) con el fin de lograr un tejido empresarial más avanzado. En total, las empresas de la Comunidad Autónoma Vasca podrán beneficiarse este 2022 de un paquete de ayudas de 150.000 euros. Concretamente, van dirigidos a financiar la implantación de la RSC mediante la elaboración de las memorias de sostenibilidad, la realización del diagnóstico de contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tanto en empresas de economía social como en aquellas que no lo sean, así como para aquellas actividades de difusión de la cultura de la Responsabilidad Social Empresarial en ámbitos públicos, empresariales y corporativos.  

La Torre Bizkaia fue inaugurada hace poco más de un mes pero los obreros están ya a punto de volver a ella. Será a lo largo del año que viene cuando se active la primera fase de ampliación, que permitirá que el BAT crezca para avanzar de los 4.000 metros cuadrados actuales a superar los 8.000. Pasará de ocupar cuatro plantas del rascacielos –de la 6 a la 9, las inferiores las tiene alquiladas la empresa Primark– a sumar otras cinco –hasta la14–. La expansión ya entraba en los planes de la Diputación, pero en ningún caso tan rápidamente. La demanda ha superado las expectativas hasta el punto de que ya hay startups y empresas a las que se les está diciendo que no hay espacio disponible. El equipo gestor del centro de emprendimiento ha tenido que establecer un sistema de cita previa para los interesados en conocer las instalaciones debido a la demanda y ya calcula que estaría en disposición de alquilar el 50% de los espacios de trabajo que se habiliten en las nuevas cinco plantas. Visto lo visto, tanto en el Gobierno foral como en PWC se ha empezado a hablar ya de la segunda fase de expansión, esa que se guardaba en un cajón «por si acaso». Un plan solo a activar si se superaban las mejores previsiones. Si, tal y como indican las proyecciones, se acaba poniendo en marcha, supondrá añadir otras dos plantas –la 15 y la 16– al centro internacional de emprendimiento en un plazo aún por concretar. Serían más de 10.000 metros cuadrados operativos y más de 1.200 ocupantes.

La falta de personal, la necesidad de conciliación familiar de los trabajadores y los altos costes energéticos de los últimos meses se han convertido en la mezcla perfecta para que muchos hosteleros de Gipuzkoa apuesten por reducir horarios. En algunos casos, los bares están cerrando incluso los domingos, una jornada hasta hace muy poco sagrada para la mayoría de hosteleros. «Estamos pagando más de luz que de renta», se lamenta un hostelero donostiarra. ‘Domingo cerrado por descanso semanal’. El aviso puede resultar chocante para los habituales del aperitivo dominical pero los cierres durante los fines de semana empiezan a ser habituales entre bares y restaurantes guipuzcoanos. ¿Las razones? Hay quienes han decidido que ya va siendo hora de conciliar los exigentes horarios de la hostelería con la vida familiar y social. Otros propietarios se han visto obligados a echar la persiana y a ajustar horarios por la dificultad para encontrar personal que esté dispuesto a trabajar cuando la mayoría descansa, y como colofón, el impacto de la crisis energética está haciendo añicos el negocio con facturas de luz y gas que en algunos casos superan a la renta mensual. Este ‘totum revolutum’ está cambiando las reglas del juego en la hostelería y si hasta hace bien poco resultaba impensable cerrar las cocinas un fin de semana, ahora son un buen puñado de locales los que se están subiendo al tren. Tal y como expuso el chef Ferran Adrià en su última charla en Donostia, «si no se humanizan los horarios en la hostelería, va a haber falta de personal».

‘Salario o conflicto’, el lema de la manifestación con que UGT y CC OO reclaman subidas salariales que recojan el impacto del IPC es toda una declaración de intenciones. Más, cuando en el conjunto de España hay cerca de mil convenios sectoriales o estatales pendientes de firma. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, insiste en que están «movilizando a todo el país» para lograr este objetivo. Desde CC OO, la secretaria confederal de Acción Sindical, Mari Cruz Vicente, subraya que gracias a este tipo de medidas es como han conseguido «incrementos salariales por encima del 6%» para hacer frente a unas subidas de precios que en 2022 superan el 8%. Desde la patronal, la representante de la CEOE en las mesas de Diálogo Social Tripartito, Olimpia del Águila, recuerda que, si se tienen en cuenta los convenios plurianuales, «más de ocho millones de trabajadores han visto actualizados sus salarios». En este choque, las centrales sindicales cuentan con el apoyo de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Son reiteradas sus declaraciones en defensa de que los salarios «tienen que subir en España». Y que la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez «está pensada para la calidad del empleo y la subida salarial». En realidad, con la inflación disparada, todos piensan que los salarios tienen que subir. El debate está en cuánto y, sobre todo, en las cláusulas de garantía salarial.

"El exiguo avance de la economía durante los meses de verano (apenas un 0,2%, frente al vigoroso 1,5% del segundo trimestre) confirma los temores de una entrada en recesión en el cierre final del año. La actividad se ha ido sustentando en buena medida en el incremento del consumo de los hogares, una situación que no podrá sostenerse mucho más tiempo en un contexto de pérdida de poder adquisitivo y de caída de la tasa de ahorro. Las dudas en torno a Alemania, Italia y el Reino Unido, tres de nuestras principales fuentes de ingresos externos, tampoco ayudan a despejar el horizonte. Y el entorno global, con una guerra a las puertas de Europa, es de una incertidumbre radical. La OMC anticipa un crecimiento del comercio mundial de apenas un 1% en 2023, uno de los peores registros exceptuando el de la pandemia. Eso en superficie, porque si bien las señales de debilitamiento son claras, también aparece una cierta capacidad de resistencia. En contra de lo que sucedía en anteriores recesiones, el mercado laboral está jugando un papel estabilizador. El empleo se desacelera, pero de manera acompasada con la economía que contrasta con el aumento vertiginoso del paro de anteriores periodos de debilitamiento: el número de horas trabajadas se redujo ligeramente, pese a lo cual la ocupación todavía repuntó un 1%. Y si el paro aumenta, en términos de EPA, es porque se incorporan más personas en el mercado laboral, sobre todo jóvenes..."

China y Rusia lideran un bloque de regímenes que se distancia del modelo capitalista liberal. Es la mayor deflagración desde hace décadas. La batalla económica entre las democracias liberales y las autocracias. Todas las contiendas terminan con la rendición o el vasallaje. En tierras económicas de nadie, algunas autocracias, pese a la falta de libertades individuales y la plutocracia, han prosperado. Las cuatro décadas de enorme crecimiento de China demuestran que el desarrollo no necesita una democracia. “Resulta fácil encontrar países autocráticos que durante su historia lograron resultados económicos impresionantes. Pero pensar que las autocracias son más propensas al éxito que las democracias resulta un error”, valora Raian Divanbeigi, economista del Banco Mundial. Quizá sea cierto. Sin embargo, el choque es real. “Ya se está produciendo. Solo hay que analizar el deterioro de las relaciones económicas entre las naciones occidentales, por un lado, y Rusia y China, de otro”, advierte el analista económico Martin Wolf. “Aunque la verdadera pregunta es si las democracias liberales continuarán siendo democracias liberales. Es lo que más me preocupa”, matiza.

El sueño del propietario de Facebook de liderar el desarrollo de experiencias en espacios virtuales se convierte en una pesadilla, con sus acciones desplomándose un 70%. Los expertos creen no obstante que no hay marcha atrás: el modelo está verde, pero la tecnología ha llegado para quedarse. La premisa de que la industria –y más en el caso de las tecnológicas– tiene que estar primero dispuesta a invertir grandes sumas de dinero antes de lograr beneficios sustanciosos está poniendo a prueba las costuras del imperio de Mark Zuckerberg, creador del universo Facebook y propietario de WhatsApp e Instagram, cuyo día a día se ha convertido en un descenso a los infiernos desde que en octubre de 2021 hizo pública la conversión de su matriz en Meta y su empeño de hacer del metaverso, entornos virtuales inmersivos, la nueva revolución. 

El Ministerio de Defensa ruso anunció ayer la suspensión del acuerdo que se alcanzó el 22 de julio en Estambul bajo la mediación de la ONU y que ha permitido que barcos mercantes pudieran exportar cereales ucranianos desde Odessa y otros puertos del mar Negro. La causa esgrimida por Moscú ha sido el «ataque terrorista» con drones llevado a cabo en la madrugada de ayer contra navíos de su flota que estaban amarrados en la base de Sebastopol. «La parte rusa suspende su participación en los acuerdos para la exportación de productos agrícolas desde los puertos ucranianos», reza el comunicado del Ministerio de Defensa. El texto señala que la decisión se adopta por «el acto terrorista llevado a cabo el 29 de octubre por el régimen de Kiev con la participación de especialistas británicos contra barcos de la Flota del Mar Negro y embarcaciones civiles involucradas en garantizar la seguridad del corredor marítimo» para el transporte del grano. La nota precisa que el ataque comenzó a las 4.20, hora local, con la utilización de «nueve vehículos aéreos no tripulados, así como con siete drones marinos autónomos». Se asegura que «todos los objetivos aéreos fueron alcanzados y eliminados». 

La primera fiesta de Halloween en Corea del Sur desde el inicio de la pandemia del covid, en 2020, se acabó convirtiendo en una de las mayores tragedias del país asiático. Una estampida humana ocurrida durante la celebración en un barrio de la capital, Seúl, cuyo origen aún se estaba investigando anoche, acabó con la vida de al menos 149 personas que perecieron aplastadas por una avalancha multitudinaria. Un suceso que también dejó más de 150 heridos, según el último balance oficial del departamento de bomberos de la ciudad. Las autoridades advirtieron, no obstante, que la cifra de fallecidos aún podría aumentar por el estado de gravedad de algunos de los heridos. Por su parte, fuentes sanitarias informaron de que la mayoría de los fallecidos eran jóvenes de entorno a los 20 años de edad y que también había ciudadanos extranjeros entre las víctimas, aunque anoche se desconocía aún de qué nacionalidades. El fatal siniestro tuvo lugar en el popular barrio de Itaewon de la capital surcoreana, donde miles de personas se habían concentrado en sus estrechas calles para celebrar Halloween, según precisaron las autoridades. El barrio, que colinda con una base militar estadounidense, se convierte en el punto más concurrido para celebrar las fiestas de Halloween en Seúl.