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Euskadi ha superado con nota el año de la crisis de Ucrania y la locura de los precios. El empleo y la actividad han aguantado el tirón en un 2022 en el que la primavera nos hizo temer lo peor y que se enderezó en el último tramo. Con la vista puesta en la inflación, que todo lo condiciona, afrontamos un 2023 marcado a fuego por la incertidumbre. Nueve voces autorizadas analizan para DV la situación y las perspectivas de futuro y confían en seguir esquivando la recesión. Arantxa Tapia: «La recesión está descartada; la economía vasca es muy resiliente». Rosa Carabel, CEO de Eroski: «Se criminaliza a nuestro sector acusándole de subir precios». Jose Ramón Fdez de Barrena, presidente Grupo Uvesco: «La bajada del IVA tendrá efecto inmediato en los precios». José Pérez Berdud Presidente de AFM: «Cerramos 2022 con pedidos, y el próximo año habrá actividad». Joseba Madariaga, director de estudios de Laboral Kutxa: «Con permiso de la guerra, Euskadi crecerá un 1% en 2023». 

Fuentes de Hacienda y agentes económicos en Euskadi dan por hecho que 2023 será un año en el que afrontar esta tarea, con permiso de los resultados electorales y de cómo se dibujen los gobiernos forales vascos. Además, la situación de las arcas forales tampoco ha apretado con urgencias a las administraciones. A pesar de las dificultades, la recaudación en este 2022 está previsto que se incremente un 7,2%, hasta un nuevo récord de 17.109 millones de euros. Y en 2021 subió un 14,4%, hasta los 15.963 millones. Registros históricos que permitieron atesorar al Gobierno vasco a comienzos de este año un remanente de más de 1.800 millones de euros. En este tiempo, las administraciones vascas han optado por actuaciones quirúrgicas en función de las necesidades de cada momento. Medidas como aplazamientos en los pagos, deducciones específicas para los sectores más castigados o la suspensión de retenciones para empresas y autónomos han sido recursos habituales. Siempre en un contexto en el que, como señalan fuentes del Ejecutivo, «se garanticen unos ingresos que permitan desarrollar unas políticas que aseguren servicios públicos de calidad». Una exigencia que presidirá cualquier cambio fiscal. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha defendido la conveniencia de contar con ese «colchón» al que recurrir para paliar los efectos de la crisis. De hecho, 2023 comenzará con una deflactación del 2% en todos los tramos del IRPF. Un mecanismo tributario que pretende acomodar el pago de impuestos al incremento del coste de la vida. No es una bajada del tipo impositivo, pero sí aligera el pago a Hacienda. Además, se mantiene un bono fiscal de 200 euros en este impuesto para las rentas menores de 30.000 euros y que se va reduciendo progresivamente hasta las personas que generan ingresos por 35.000. En conjunto, supondrá un alivio fiscal para los vascos de unos 250 millones. Desde Confebask, su director general, Eduardo Aréchaga, señala que esperan un «análisis sereno» que llega con los compromisos internacionales para no bajar del 15% como tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades. 

La inflación ha seguido descendiendo en el último mes del año y ha cerrado el ejercicio en el 5,8%, un punto porcentual menos que en noviembre y por debajo de la que registró al fin de 2021 (6,5%), según el indicador adelantado publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y eso que este año llegó a registrar en los meses de verano tasas de dos dígitos, rozando el 11%. Sin embargo, desde agosto, el IPC ha ido descendiendo de forma continuada recortando cinco puntos porcentuales en cinco meses. Así, la actual tasa del 5,8% es la más baja desde noviembre de 2021. El descenso en el diciembre que hoy acaba es debido a que los precios de la electricidad han subido menos que en el mismo mes de 2021 y a que los carburantes han registrado un descenso mayor que el del año pasado. En sentido contrario destacan el vestido y calzado, cuyos precios disminuyen pero menos que en diciembre de 2021, y el aumento del tabaco y los alimentos elaborados. A pesar de esta reducción en el índice general, la inflación subyacente (la que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos) aumenta seis décimas, hasta el 6,9% en tasa anual. Se trata de su nivel más alto al cierre de un año desde 1992, cuando se situó en el 6,8%. La subyacente no había estado por encima del índice general desde febrero de 2021, aunque entonces los niveles eran muy inferiores a los de ahora.

Con pérdidas medias de un 15% en la renta variable, las empresas vascas que acuden a los parqués para financiarse no han podido escapar, en general, a la tendencia bajista. Y es que solo tres de las 14 compañías de Euskadi que cotizan en Bolsa han presentado ganancias. Se trata de BBVA, Iberdrola y Tubacex, así que las pérdidas desde enero acumulan una caída media del 11,6%. En cuanto al valor total de las empresas según su cotización bursátil se mantiene, en cambio, estable, gracias al volumen de Iberdrola y BBVA, que maquillan el batacazo. La eléctrica y el banco vizcaínos tienen el 80% de todos los títulos cotizados de las empresas vascas en la Bolsa española. De un total de 18,8 millones de acciones, 12,3 millones corresponden a estas entidades –6,36 millones a Iberdrola y 6,03 al BBVA–. Y ambas son, precisamente, las dos que lideran las ganancias. El BBVA, beneficiado por la normalización del negocio bancario por la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo, ha ganado un 7,03% hasta elevar el valor de su cotización en 2.231 millones de euros. Iberdrola ha subido también un 4,59% generando un incremento en su valoración de 3.053 millones. Entre las dos, unas ganancias de 5.284 millones que contrarrestan las pérdidas acumuladas por el resto de compañías, salvo Tubacex, que acusan una caída en su valor bursátil de 3.789 millones de euros. Por su parte, la constructora de tubos alavesa Tubacex lidera la subida de la cotización en porcentaje, con una revalorización del 25,7%. Una vez cerrado el conflicto laboral que sufrió el pasado año se ha beneficiado de un incremento de pedidos récord y del empuje que el sector del gas y el petróleo ha experimentado a raíz de la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. 

El Ibex-35 despide por debajo de los 8.300 puntos un ejercicio marcado por la lucha de los bancos centrales contra la inflación. No ha habido prácticamente refugio para nadie salvo, quizá, las materias primas energéticas o las mismas cuentas bancarias, donde los depósitos empiezan a atisbar algo de rentabilidad al calor de las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, los grandes protagonistas del ejercicio. Pero el saldo de la mayoría de los índices de la Bolsa es negativo a cierre de 2022. Y en un hecho casi sin precedentes, esa situación ha venido acompañada de una caída también generalizada en el precio de los bonos, con un desplome del 16% en el Bloomberg Aggregate Index, un indicador que agrupa la cotización de los bonos soberanos de las principales economías del mundo. El resumen del año es claro: pierden todos. Los arriesgados y los conservadores. Estos últimos son, de hecho, los que más han sufrido con números rojos históricos. No es para menos. Nadie podía presagiar el estallido de la guerra en Ucrania y de la crisis energética. Ni el abrupto final de las políticas monetarias expansivas para luchar contra una inflación desbocada que, por su velocidad vertiginosa, no tardó en desatar el pánico a la recesión económica. En este entorno en el que ‘incertidumbre’ ha sido la palabra estrella entre los gestores de activos, la Bolsa española ha logrado resistir con una limitada caída del 5,56% para el Ibex-35 en el acumulado del año. El selectivo despide así este insólito 2022 en 8.229 puntos –tras ceder ayer otro 1%–, lejos de los 8.713 en los que comenzó el ejercicio, pero con pérdidas mucho menos agresivas que las registradas en otros parqués de primer orden mundial. En Europa, las caídas medias superan el 10%. Pero peor ha sido el saldo final para Wall Street, que ayer puso fin a su peor año desde 2008, en pleno estallido de la crisis financiera. Las caídas superan el 10% en el Dow Jones, pero se disparan al 20% en el S&P 500 y superan el 36% en el Nasdaq, el indicador que agrupa a los grandes valores tecnológicos.

Paul Lizeaga, director general adjunto de Adegi, y Ana Boto, responsable ODS de Adegi. «Conviene conocer y valorar que la industria y la empresa de Gipuzkoa están llevando a cabo un gran esfuerzo para incrementar sus impactos positivos tanto sociales como medioambientales. Por lo que afecta al medio ambiente se están haciendo grandes avances en una transformación ecológica, entre otros, mediante planes de descarbonización, eficiencia energética y apuesta por las energías limpias. Nuestro sector empresarial ha invertido 17,5 millones de euros en mejoras ambientales de sus procesos en 2021, un 150 % más que en 2020 y 17 veces más que en 2015, cuando apenas se llegó al millón. Como refiere el propósito de Adegi, este camino junto con una transformación cultural de las empresas y organizaciones de Gipuzkoa será la única manera de seguir siendo competitivos y sostenibles de forma económica, social y medioambiental en la economía del futuro». DATOS DEL INFORME: > Las emisiones GEI muestran una clara tendencia descendente en el sector industrial. Las emisiones directas del sector industrial para el año 2020 fueron un 10 % menos que el año 2019. > El consumo final de energía en el sector industrial descendió un 12,1 % en 2020 respecto a la del año 2019. > En 2021, 116 empresas guipuzcoanas participaban en Clústeres de Economía Circular.

La sociedad Aixeindar, que conforman Iberdrola y el Entes Vasco de la Energía (EVE) dependiente del Gobierno vasco, ha iniciado trámites para abrir un parque eólico en Laminoria, el tercero que impulsa en Álava, con 8 aerogeneradores. Así consta en el anuncio publicado ayer en el Boletín Oficial del Territorio Histórico (BOTHA), donde sale a información pública, a efectos de una posible competencia, la solicitud de autorización administrativa previa para esta instalación. Supone el primer paso dentro de una larga tramitación. Afecta a superficie de los términos municipales de ArraiaMaeztu, Iruraiz-Gauna y San Millán, donde se plantean molinos capaces de generar una potencia de 40 megavatios (MW). En la zona están los Montes de Iturrieta, donde Aixeindar ya planteó un primer parque eólico que fue rechazado por su gran impacto medioambiental. Se da la circunstancia de que esos tres ayuntamientos están también afectados por la implantación de aerogeneradores en Azáceta, un proyecto que ya tiene el visto bueno ambiental de la Diputación pese al rechazo de los pueblos. Respecto al plan de Laminoria, se da un plazo de 20 días desde la publicación del anuncio para que las personas físicas o jurídicas interesadas en la implantación y explotación de dicho parque eólico puedan presentar solicitudes en competencia. Si nadie más presenta peticiones, se reconocerá el derecho preferente de Aixeindar a llevar a cabo el proyecto. El anuncio solo hace referencia a un parque eólico, sin embargo, fuentes de los promotores explicaron que la idea es hacer uno mixto, el primero del País Vasco, que generará energía procedente del viento y solar.

Con los tipos de interés al 2,5% y un escenario de subidas que se van a prolongar al menos durante nueve meses en 2023, el BCE sigue trasladando un mensaje contundente a los mercados: mientras el IPC en la zona euro no se sitúe en el 2% –y ahora está en el 10%, casi el doble del 5,8% de España– mantendrá esta política creando un nuevo contexto para el negocio financiero. Los bancos sí lo han interpretado rápido para encarecer las hipotecas, con un euríbor que cierra el año por encima del 3%. Pero no tanto para retribuir el dinero que los clientes tienen en sus cuentas corrientes ni para activar productos de depósito fijo. Esas cantidades operan en las entidades financieras sin que los ahorradores vean remuneración alguna. De hecho, los principales actores de la banca tradicional que operan en Euskadi, como Kutxabank, BBVA, Santander o Laboral Kutxa siguen sin abonar los intereses generados por los euros depositados por sus clientes. Fuentes de uno de los bancos con mayor cuota de mercado en el País Vasco han confirmado que «es cuestión de semanas que se den los primeros movimientos». Y es que, explican, el nuevo escenario de tipos empieza a evidenciar la «normalización del negocio bancario» y reconocen, además, que «nosotros ya estamos recibiendo intereses por el dinero que tenemos en depósito en el Banco Central Europeo».

Entrevista con Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social. El presidente del CES defiende afrontar la crisis actual con medidas focalizadas en los más afectados y el diálogo social como vía para tomar medidas en empleo y pensiones. "Hemos visto que, cuando una crisis económica se afronta con reglas de reparto justas de los costes, las recesiones son más cortas y la expansión es más rápida y completa. En la crisis de 2008 fueron cinco años de recesión y una destrucción de empleo y de tejido empresarial asombrosa, mientras que en 2020 la recesión no duró más allá de tres trimestres y el desempleo prácticamente no tuvo una caída dramática y casi no ha habido destrucción de tejido empresarial. Ha habido reglas de reparto justas, como los ERTE. El diálogo social y el consenso son fundamentales para adoptar decisiones que disminuyen el coste del conflicto y mejoran la colaboración en las empresas y la productividad. Desde 2020 hemos tenido más de docena y media de acuerdos por consenso muy importantes, entre ellos la reforma laboral, que ha sido una experiencia maravillosa. Todo acuerdo es un equilibrio de frustraciones mutuas, pero eso le da todo su valor. Te garantiza que no va a haber conflictos importantes y que va a haber colaboración. Esto lo refleja muy bien lo que le ha sucedido al empleo en España en estos dos años. Ha sido una de las sorpresas positivas y tiene mucho que ver con el diálogo social..."

Enrique Centelles (Estella, 78 años) es uno de los pioneros del private equity o capital riesgo en España. GED Capital, la gestora que fundó y preside, ha cumplido 25 años y administra más de 900 millones de euros. Especializada en invertir en lo que se conoce en la jerga financiera como middle-market —empresas de tamaño medio—, tiene como clientes a más de 300 inversores nacionales y extranjeros, entre los que se encuentran fondos de pensiones, fondos de fondos, aseguradoras, family offices e instituciones financieras. Entre sus participadas hay compañías como Aire, Vitro, Cubers, Cinelux o Videnze. "Lo importante es controlar el momento de salida en las empresas en las que invertimos. Nuestros fondos tienen una duración de 10 años, con una prórroga de dos años más. En la crisis de 2008 tuvimos algunos problemas para vender porque los accionistas mayoritarios tenían otros intereses. Por eso, y debido a que nuestro objetivo es maximizar el valor para nuestros inversores, ahora buscamos paquetes de control para poder plantear la salida en el momento que nos parezca mejor. Además, la estrategia de crecimiento mediante la fusión de nuestras participadas con otras empresas se puede implementar mejor cuando eres el accionista principal... Creo que el negocio del capital privado tiene futuro por la necesidad que tienen las compañías de crecer y porque cada vez hay más dinero ahorrado, y eso significa que un mayor número de instituciones apostarán por este activo. Vivimos en un mundo cada vez más global y las empresas necesitan tener masa crítica y un tamaño significativo. Si una compañía quiere internacionalizarse, debe tener musculatura financiera, buenos equipos y la tecnología apropiada. Por eso creo que esta industria, sobre todo aquellos fondos con una vocación más industrial como los nuestros, tiene un gran potencial..."

El Ministerio de Sanidad anunció anoche por medio de un comunicado que, desde hoy, en los aeropuertos españoles se someterá a los pasajeros de los vuelos con origen en China –excluye de forma expresa a los procedentes de Hong Kong– a «controles sanitarios» que «podrán consistir» en una inspección documental, visual y de temperatura y en la realización de una prueba diagnóstica de infección por covid. En caso de que esta resulte positiva, «se activarán los protocolos de comunicación y coordinación establecidos con los servicios sanitarios de las comunidades auónomas». No concreta más, a la espera de la resolución que se publique hoy en el BOE. La nota sí precisa cuál será el primer vuelo afectado por las nuevas medidas –el que llegará al aeropuerto madrileño de Barajas hoy a las seis de la tarde–, frente a la imprecisión mostrada horas antes por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, quien se limitó a apuntar que las últimas disposiciones entrarían en vigor antes del 8 de enero. Además de los «controles sanitarios» que se activarán esta tarde, a partir del próximo martes, 3 de enero, se exigirá a «todos» los pasajeros de aviones procedentes de China el Certificado Covid Digital de la UE o equivalente. El Gobierno vasco descarta nuevas medidas pero llama a intensificar la vacunación. 

El microbiólogo Guillermo Quindós no parece muy preocupado cuando habla del explosivo aumento de contagios de Covid-19 en China. Al menos, no más preocupado de lo normal. Asume que los virus que circulan por el país asiático llegarán a Euskadi. «Lo más probable es que sea una variante muy infecciosa pero que tampoco sea muy agresiva, y nuestro grado de vacunación es alto». De todas formas, dice, «las variantes que predominan allí ya están aquí». "Las vacunas que han recibido en China no son tan potentes o capaces de proteger como las que hemos recibido nosotros o porque el número de personas vacunadas es más bajo. Se empezó con mucho ímpetu pero luego ha bajado un montón. Se podría decir que ni un tercio de las personas mayores de 60 años tienen dosis de recuerdo, con lo que ahí tenemos un porcentaje importante de gente. Estamos hablando de 1.400 millones de chinos...Lo que vamos viendo hasta ahora es que lo más probable es que sean variantes cada vez más atenuadas, pero eso no quiere decir que es imposible que aparezca una variante superagresiva...Lo más probable es que sea muy infecciosa pero que tampoco sea muy agresiva y nuestro grado de vacunación es alto. El virus ya lo tenemos. Las variantes que predominan allí ya están aquí. La nueva variante del coronavirus BF.7 ya se detectó en el País Vasco en septiembre pero se dieron muy pocos casos..."