20231226

Ekainetik da ofizialki Tamara Yagüe Confebaskeko presidente. Enpleguaren indarra da berarentzat albiste nagusia, eta lankidetza publiko-pribatua indartzea gakotzat jo du 2024ra begira. Berarentzat, gako izango da Next Generation funtsak nola kudeatzen diren. "Ezin dugu euro bat bera ere galtzea onetsi Next Generation direlakoen kudeaketa hurbilagoa eta arinagoa egiten ez saiatzeagatik", dio. Gehiago Irakurri hemen. 

Mientras que el Puerto de Bilbao mantiene una trayectoria modesta en el aumento del tráfico en la última década, todo apunta a que este año las cosas serán diferentes. Hasta finales de noviembre el movimiento de mercancías en el Puerto de Bilbao había crecido el 2% en comparación con el mismo periodo de 2022 –la previsión es que cierre el ejercicio en ese mismo entorno porcentual–, frente a un descenso de los puertos líderes: el tráfico en Valencia ha caído el 3,7% y el de Algeciras, el primero del pelotón, descendía un 2,4%. En cualquier caso, los máximos responsables de la Autoridad Portuaria vizcaína aclaran que su estrategia no está en la carrera por mover más toneladas, sino en la especialización. Lo cierto es que la estadística de los últimos años no es buena en toneladas. Entre 2014 y 2022 el Puerto de Bilbao apenas ha crecido un 5,8% en el tráfico total, para pasar de 31 a 32,9 millones de toneladas. En ese mismo periodo Algeciras creció un 11,4% y Valencia –otra gran puerta de entrada y salida del comercio con el Mediterráneo y Asia– un 18,5%. Para Bilbao tampoco ha sido buena la recuperación tras la pandemia. Desde 2019 y hasta 2022 arrastraba un descenso del 8%, frente a la caída más modesta de Valencia y Algeciras, de tan solo el 2%. «Somos un puerto multidisciplinar y aunque aumentar el tráfico siempre es bueno, no nos obsesionamos. Eso significa que cuando caemos lo hacemos de forma suave y cuando crecemos también lo hacemos de forma moderada. Este año van a sufrir más las cifras de quienes dependen mucho de los contenedores. A nosotros también se nos ha caído ese tráfico, pero se compensa con el movimiento de gas, por ejemplo», apunta su presidente, Ricardo Barkala. «Un puerto está obligado a atender las necesidades de su entorno», apunta Barkala, para justificar que se hayan adoptado decisiones estratégicas no exentas de riesgo. Así, hace apenas unos meses se rechazó la idea de crear una nueva terminal de contenedores –la actual apenas está a un tercio del rendimiento potencial porque no hay más demanda–, pero se decidió dedicar el último muelle en construcción al tráfico ‘Ro-Ro’. Esto es, a mercancías que entran y salen de los barcos a bordo de remolques de camiones. Una mercancía que da menos toneladas en la estadística pero que habitualmente tiene un alto valor. «Es un tipo de tráfico que está creciendo mucho con el norte de Europa porque cada día es más evidente la falta de camioneros para hacerlo por carretera», explica.

El transporte marítimo-portuario dedicado al manejo y movimiento de vehículos es una seña de identidad del Puerto de Pasaia. La operadora noruega Noatum-UECC mueve al año aproximadamente 250.000 vehículos a una media de 12 a la hora por cada operario en la dársena guipuzcoana. En total, Pasaia ha embarcado desde su nacimiento hasta 8,5 millones de turismos. La terminal de Lezo dispone de 170.798 metros cuadrados y de un garaje de tres plantas de 90.000, con capacidad para unos 9.500 vehículos. Xavier Vázquez, director de la división Noatum Maritime Automotive, repasa la actividad del tráfico de vehículos en el puerto pasaitarra. "En el año 2005 se realiza una apuesta muy importante para incrementar la capacidad de la terminal con la construcción de un EVV (Espacio Vertical de Vehículos) de 90.000m2, con una estructura innovadora de tres cubiertas y conexión directa con buque, ferrocarril y camiones mediante rampas. En el año 2016 se refuerza la estructura societaria de la terminal mediante la sociedad conjunta de los dos accionistas (Noatum y UECC) y actualmente estamos inmersos en un proceso de adaptación, tanto a nivel de infraestructuras del puerto como a nivel operativo. Todos estos motivos, junto con la eficiente conectividad entre las fábricas y el puerto, hacen que Pasaia sea el puerto ideal para la exportación de vehículos al Norte de Europa y Reino Unido...Los puntos fuertes para el tráfico de vehículos son la flexibilidad, la agilidad y productividad junto con su buena situación geográfica y conexiones directas de ferrocarril y carretera..."

El Gobierno lo negó no una, ni dos, ni tres veces. Muchas. «En España no hay ningún problema de falta de mano de obra», proclamó en varias ocasiones la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, negando las advertencias del Banco de España, de las patronales y de los muchos anuncios de ‘Se busca personal’ que cuelgan de manera sempiterna en tiendas, restaurantes y bares. Sin embargo, el pasado mes de octubre el mismo Ejecutivo sí reconoció en sendos informes enviados a Bruselas que faltan trabajadores, aunque en este caso lo utilizaban como argumento para defender la necesidad de que vengan más inmigrantes a España. «Los flujos migratorios contribuirán de forma significativa a compensar las carencias de mano de obra del mercado laboral en España», explicaba el anterior ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en un informe sobre el gasto en pensiones enviado hace un par de meses a la Comisión Europea. Y este problema, lejos de minimizarse, se agravará en el tiempo si no se ponen soluciones, puesto que Escrivá también mostraba su preocupación porque si se mantiene la actual tasa se reducirían más de un 10% los ocupados y quedarían sin cubrir dos millones de puestos de trabajo. Por ahora, oficialmente hay algo menos de 160.000 puestos sin cubrir. Concretamente, la única estadística pública que existe es del INE y la pasada semana registró un nuevo récord de vacantes en España: 155.797 en el segundo trimestre de 2023, más del doble que hace solo seis años. Estas cifras las ponen en duda las patronales, entre otros motivos porque solo un 5% de esas vacantes se concentran en la hostelería y otro 4% en la construcción, dos de los sectores más afectados. Por el contrario, la Administración Pública concentra el 35% del total de trabajadores que faltan en España. La población española lleva creciendo en los últimos años gracias únicamente a la llegada de inmigrantes. 

Euskadi contaba al cierre del tercer trimestre del año con 18.603 personas extranjeras en desempleo, lo que supone un aumento del 1,7%respecto al segundo semestre, y 88.122 autóctonas en paro (+1,1%). De esta forma, las personas paradas autóctonas representan el 72,8% sobre el total y las personas paradas extranjeras, el 27,2% restante, según recoge el balance del mercado laboral elaborado por Lanbide y correspondiente al periodo julio-septiembre de 2023. La afiliación de los hombres extranjeros en Euskadi ha aumentado un 3,3%, mientras que la afiliación de las mujeres extranjeras se ha incrementado en un 1,9%. Por territorio histórico, el número de personas afiliadas extranjeras ha subido en todos ellos: +6,5% en Álava, +2,3% en Gipuzkoa y +1,5% en Bizkaia.

Artículo de la vicelehendakari: "Quiero reivindicar un trabajo ejemplar, no reconocido, preparado para afrontar nuevos retos, comprometido con su función, dispuesto a rastrear cada oportunidad, solucionar cada dificultad y acompañar a empresas y demandantes de empleo. Lo que nos hace falta es que todas las empresas acudan a nuestro servicio. Es una posibilidad que podía haber sido obligada. Podía haberse incorporado en la Ley de Empleo que aprobó el Congreso el pasado mes de febrero. No se hizo. No pudimos trasladarlo al texto de la ley que acaba de aprobar el Parlamento vasco. Pero que no se haya hecho obligatorio no quiere decir que no les convenga. En cada ocasión en que representantes empresariales, con lógica preocupación ante los grandes retos, señalan la falta de perfiles adecuados para lo que necesitan, siempre les recuerdo que en Lanbide hay más de 100.000 personas dispuestas a trabajar, y que, si acuden a nosotros, podemos adecuar la formación que requieren y ayudarles a encontrar esa solución. Pero que hay además otras 200.000 personas que, aunque tengan empleo, no renuncian a cambiar. Hemos dado un impulso a la comisión asesora en la que participan, junto al Departamento de Trabajo y Empleo, los de Desarrollo Económico y de Educación, la representación empresarial y la sindical que quiere hacerlo. Actualizamos allí cuáles son las necesidades y cuáles son las oportunidades, para empresas y trabajadores. Y ahora, con esta primera Ley de Empleo, es el momento de insistir: vente a Lanbide...Es una razón para cambiar esa idea de un Lanbide meramente tramitador a un Lanbide proactivo. De un Lanbide resignado a un Lanbide que quiere abrir sus puertas y salir a buscar a empresas y trabajadores y conectarles..."

Cada vez es más habitual observar en tejados de edificios, pequeñas empresas o escuelas las placas solares fotovoltaicas que van ganando espacio a las tejas rojizas. Los altos costes energéticos, la concienciación por las energías renovables, las ayudas europeas y la simplificación de los trámites han ayudado a que Gipuzkoa mantenga el ‘boom’ de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en domicilios, escuelas y compañías empresariales para producir luz de forma limpia. En el cierre de este año 2023 Gipuzkoa ha registrado un total de 569 nuevas instalaciones de este tipo. Una cifra que supone más del doble del año precedente, 2022, y que supera a la suma de las placas colocadas en el territorio en los tres años anteriores, desde 2020, año en el que apenas se registraron 64, según datos facilitados por el Ente Vasco de la Energía (EVE). Un cambio paulatino en el paisaje de nuestros tejados. Lo mismo ocurre con la potencia instalada gracias al crecimiento de esta forma de crear electricidad. El año en curso se cerrará con un total de 14.500 kilovatios de potencia instalada en Gipuzkoa, más del doble que el año pasado, cuando se instalaron 5.774 y más que la suma de los tres años anteriores. La tendencia en Euskadi es similar, con 1.919 instalaciones este año, el triple que en 2022, y 38.200 kilovatios de potencia, más que en los tres años anteriores juntos. Las instituciones, como Diputación y Gobierno Vasco, también han empujado fomentando las comunidades energéticas. La rebaja de la factura eléctrica es la principal razón que lleva a vecinos y pequeños empresarios a colocar placas en sus tejados. El EVE estima que una instalación fotovoltaica puede suponer un ahorro del 57% de la factura inicial.

La Seguridad Social registró un saldo positivo de 5.282 millones de euros en los once primeros meses del año, el equivalente al 0,4% del PIB, tras ingresar en este periodo 186.881 millones de euros, un 10% más, frente a unos gastos por valor de 181.600 millones (+9,6% interanual), según los datos publicados el viernes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este saldo positivo de la Seguridad Social, superior al superávit de 4.127 millones de euros del mismo periodo de 2022, se ha producido tras lograr el sistema hasta noviembre 141.272 millones de euros en ingresos por cotizaciones, un 10,3% más que en los once primeros meses del año pasado. Descontando los ingresos correspondientes al Mecanismo de Equidad Intergeneracional, en vigor desde el pasado 1 de enero, el incremento de las cotizaciones sociales sería del 8,3% interanual (10.666 millones más). Si se toman como referencia los datos del último ejercicio que no estuvo afectado por la pandemia, 2019, el incremento de las cotizaciones es de 27.645 millones de euros, un 24,3% más.

El Gobierno prevé aprobar mañana un real decreto ley para prorrogar algunas de las medidas que caducan el próximo 31 de diciembre para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la subida de precios, como las rebajas del IVA de los alimentos básicos. Este será el octavo paquete de medidas impulsado por el Ejecutivo para responder al impacto de la guerra en Ucrania y el incremento de precios, una movilización de recursos que, hasta ahora, asciende a unos 47.000 millones de euros. El Gobierno mantendrá la supresión durante seis meses más del IVA del 4% que se aplica a todos los alimentos de primera necesidad. Entre ellos, el pan, la harina, la leche, los quesos o los huevos, y la rebaja del 10% al 5% del aceite y la pasta, según adelantó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Dentro de los alimentos básicos que ven eliminado el IVA del 4% destacan el pan común, así como diferentes masas congeladas de pan común; también diferentes tipos de leche; los huevos y las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales, que tengan la condición de productos naturales de acuerdo con el Código Alimentario. Según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, estas rebajas fiscales han supuesto para las arcas públicas una merma de 1.573 millones de euros entre enero y noviembre de este año. Pero ésta podría no ser la única rebaja de impuestos que el Ejecutivo estudia prorrogar. Aún no está claro si las rebajas del tipo de IVA al 5% a la electricidad y el gas, madera y pellets se extenderán más allá del 31 de diciembre. Sánchez también ha avanzado que el transporte público será gratis para menores de edad, jóvenes y desempleados, aunque no se ha aclarado desde cuándo estará vigente esta medida.

Entre enero y junio del 2023, se notificaron 476.220 despidos a la Seguridad Social, lo que supone una aumento del 40% respecto al primer semestre de 2022. Así lo explicó la Asociación Nacional de Laboralistas (Asnala), que ha reunido en una jornada en Barcelona a especialistas sobre esta materia para abordar esta cuestión, donde la abogada Paula Puigmal Miranda advirtió de que “los datos son una herramienta peligrosa a la hora de comparar situaciones que, por factores legales, han dejado de ser iguales”. Como consecuencia, Paula Puigmal explicó que el hecho de que “el uso de los contratos temporales esté mucho más limitado desde la entrada en vigor de la reforma laboral, ya que implicó que todo lo que con anterioridad podía constituir una finalización del contrato temporal, en la actualidad puede quedar registrado en el sistema de la Seguridad Social como un despido”. Ante esta situación, Alexandra Lozano afirmó que para el próximo año “se esperan ajustes de plantilla a la actividad real de las empresas en base a causas objetivas económicas”,

La Justicia rechaza el despido por faltar al trabajo si el empleado, al comunicar el motivo vía WhatsApp, recibe un escueto “OK” por parte del empresario o del responsable. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León ha confirmado la improcedencia del despido de un trabajador que se ausentó de su puesto tres días. Tras comunicar que padecía una lumbalgia, el empresario le respondió “OK”, algo que para el TSJ “otorgó al trabajador la confianza suficiente en la justificación que había prestado”. El TSJ ha analizado la conversación a través de WhatsApp mantenida por el trabajador y el empresario. “Iniciada una conversación entre el actor y el representante de la empresa, éste le preguntó si todo iba bien, al no haber acudido a trabajar. El actor le indicó que tenía lumbalgia, y que al día siguiente se reincorporaba, así como que todo estaba preparado para dos eventos que tenían el fin de semana y le preguntaba por algunas compras para los mismos”, apuntan los hechos probados de la sentencia. El responsable requirió, vía WhatsApp, el parte de baja médica “para pasarla a la gestoría”, a lo que el trabajador le indicó que no había cogido baja porque su intención era haber vuelto antes, y porque la baja por lumbalgia “hubiera sido de diez días y no hubiera podido estar para los eventos del fin de semana”. Asimismo, le dijo al empresario que, por su parte, no habría problema en que le descontara los tres días. El empresario volvió a contestar “OK” y, más tarde añadió: “estupendo”. El empleado –en este caso en un restaurante– precisó que se reincorporaría esa misma tarde, que no podía coger peso, pero sí andar “bastante bien”, y que estaría “organizando y controlando el pase y la brasa”. Tres días después, la empresa comunicó el despido al trabajador. 

Los bancos tienen ya hecho el ejercicio de 2023. No queda ni una una semana para su finalización y lo que les preocupa ahora es tratar de ordenar el próximo ejercicio en el que se presentan oportunidades, pero también algunas nubes que ensombrecen el panorama. La primera de estas incertidumbres es tratar de acertar acerca de la intensidad que acabará teniendo el proceso de desaceleración de la actividad económica, porque será el marco en el que tengan que desempeñar su negocio. Existe un consenso generalizado de que 2024 será peor que 2023, pero hay diferencias sobre el alcance final. La menor fuerza del consumo y de la inversión, junto a la esperada menor pujanza del comercio exterior porque el resto del mundo también crecerá menos y porque se están reforzando las tendencias proteccionistas, son el marco en el que se moverá el negocio típico bancario. En principio, habida cuenta de que la inflación en la zona euro va cediendo, el Banco Central Europeo debería mantener los actuales tipos de interés y empezar a bajarlos de forma gradual en algún momento del año próximo, más bien en la segunda parte del mismo, aunque los mercados apuestan y presionan para que se adelanten algún trimestre. La primera consecuencia de este parón es que las cuotas de los préstamos a interés variable, la mayor parte de la cartera viva de los bancos, aunque seguirán creciendo en la primera parte de 2024, a partir del verano próximo deberían iniciar un proceso a la baja para adecuarse a esa nueva situación. Proceso más lento que el inverso y que dependerá de la intensidad de la reducción de los tipos, que se espera que sea bastante más pausada que la que ha protagonizado la subida.

Se cumplen 45 años del comienzo de las políticas de reforma y apertura, la piedra angular de lo que más adelante se bautizó en Occidente como el «milagro económico chino». En un 2023 muy convulso para la economía de la superpotencia asiática, la coincidencia de este aniversario en diciembre ha sido ideal para que la propaganda de Pekín recordara el profundo pozo de pobreza en el que se encontraba el país hace no mucho tiempo y cómo fue la explosión de crecimiento en tiempo récord. Con las puertas abiertas y la creación de las primeras zonas de libre comercio, las inversiones masivas en desarrollo las dirigió el líder reformista Deng Xiaoping, quien heredó una economía planificada maoísta en una sociedad mayoritariamente rural. En diciembre de 1978, cuando el Partido Comunista (PCCh) celebró la reunión plenaria en la que se decidió el cambio de rumbo, el PIB de China era de 149.540 millones de dólares, alrededor del 1,75% del PIB mundial. El año pasado, la economía china, que promedió un crecimiento de más de un 9% anual desde la reforma y apertura, representó un 18,6% global, con un PIB de 18 billones de dólares. Desde aquel diciembre de hace 45 años, según estimaciones del Banco Mundial, más de 800 millones de personas han salido de la pobreza extrema. La renta per cápita en el área urbana ha pasado de 343 yuanes (44 euros), a rondar los 37.000 yuanes (4.800 euros). Los canales mediáticos del PCCh tiran estos días de hemeroteca dejando de lado las tormentas actuales que amenazan con poner fin a ese «milagro» que convirtió a China en la segunda economía mundial y a ser el país que más ha contribuido al crecimiento global en los últimos años. Ahora, crisis inmobiliaria, caída de las exportaciones, gobiernos locales ahogados por las deudas, preocupante deflación, alto paro juvenil, envejecimiento de la población, desconfianza de los inversores extranjeros, represión tecnológica estadounidense...Muchos problemas se acumulan en el año que teóricamente iba a ser el de la recuperación pospandemia. Pero tres años de cierres y confinamientos, más duros y prolongados que en ninguna otra gran economía, han lastrado la locomotora china durante todo este 2023. Los estadistas de Pekín confían en que, a pesar del pesimismo general, este año se cumpla su pronóstico de un crecimiento del 5%, que no dejaría de representar la subida más baja en décadas.

La creciente dependencia de Hong Kong de China se ha convertido en una bendición con claroscuros, que plantea interrogantes sobre la perdurabilidad de su sistema. Durante décadas, Hong Kong se benefició del crecimiento de China Continental. Su economía casi se duplicó entre su cesión a China en 1997 y el inicio de la pandemia en 2020. Pero en los últimos tres años se ha visto afectada por la estricta política de “cero Covid” adoptada por el gobierno del presidente Xi Jinping, por una dura ley de seguridad nacional impuesta a raíz de las protestas y por la ralentización de la economía china posterior a la pandemia que ha arrastrado el consumo y la inversión de Hong Kong a la baja. Las expectativas de un repunte económico tras el Covid se han visto frustradas. La recuperación ha sido tan baja que el ministro de economía de Hong Kong, Paul Chan, recortó recientemente la previsión de crecimiento económico anual de la ciudad a poco más del 3%, frente al 5,5% previsto a principios de año. Además, este mes Moody’s rebajó la perspectiva de la calificación de crédito de la deuda soberana de Hong Kong, un día después de una rebaja similar de la de China, debido a los estrechos vínculos políticos, institucionales, económicos y financieros entre Hong Kong y China Continental. El creciente grado de injerencia política de Pekín en una ciudad que se supone que goza de cierto grado de autonomía política también está suscitando inquietud entre las empresas multinacionales que la consideran una puerta de entrada a China. 

Después de haber visitado a las tropas en el norte de Gaza, Benjamín Netanyahu confirmó este lunes que la guerra «está lejos de terminar». En su discurso ante el Parlamento de Israel, el primer ministro también aseguró que nunca se logrará liberar a los más de cien rehenes que aún siguen en manos de Hamás sin aplicar presión militar. «No podemos parar las hostilidades mientras no hayamos logrado la victoria contra los que atacan nuestras vidas», declaró tras conocer que los nuevos esfuerzos de Egipto por mediar para alcanzar un acuerdo entre el Estado judío y la organización extremista fracasaron. Hamás y su aliado, la Yihad Islámica, rechazan una propuesta de tres etapas para conseguir el alto al fuego permanente en el enclave y la entrega de unos 120 prisioneros palestinos a cambio de la liberación de todos los cautivos y su renuncia al poder en la Franja de Gaza. Los intermediarios pretenden fomentar un «diálogo nacional palestino» para acabar con la división entre las facciones y formar un Gobierno tecnocrático en Cisjordania y Gaza. El Cairo colocó sobre la mesa la opción de celebrar elecciones en la Franja, actualmente controlada por Hamás. De esta manera los líderes de los extremistas, Yahya Sinwar y Muhammad Deif, dejarían de ser perseguidos. En caso de ser encontrados por las Fuerzas de Defensa judías, Tel Aviv sopesaría deportarlos a Catar u otro país pese a la oposición del flanco de extrema derecha de la coalición de Netanyahu, que está en contra detener la ofensiva en Gaza y exige además que los cabecillas de Hamás sean eliminados.