20200331

Entrevista con Iñaki Garcinuño Presidente de Cebek. Defiende la postura común de este colectivo. La idea de que era posible mantener un mayor grado de actividad, respetando los protocolos para garantizar la salud y evitando que haya una segunda epidemia: la de las empresas que puedan quedar definitivamente heridas y la de los puestos de trabajo que se pueden destruir en las próximas semanas y meses. Iñaki Garcinuño, presidente de la patronal vizcaína Cebek, cree que la brecha que se ha abierto entre los empresarios y el gabinete de Pedro Sánchez «podrá repararse en el futuro». "Ni en el fondo ni en la forma. Yo defiendo, como otros muchos, que cabía un equilibrio adecuado entre salud y economía. Sin duda lo prioritario es la salud y todo lo demás es secundario. Pero teníamos ya protocolos adecuados de actuación y se podía haber mantenido una actividad mínima en la industria. Creo que la decisión ha sido excesiva". 

Entrevista con Pascal Gómez Presidente de SEA Empresas Alavesas. El presidente de SEA Empresas Alavesas, Pascal Gómez, no oculta su enfado por la improvisación del Gobierno español ni su angustia por el futuro de la provincia con la tasa de industrialización más alta de España. En este horizonte tan negro, urge a las instituciones financiación para pymes y autónomos. "Esto no es una parada controlada, esto es justo todo lo contrario, antología del descontrol. El viernes hubo Consejo de Ministros y no se dijo nada, el sábado comparece el presidente sin concretar gran cosa y finalmente el BOE se publica media hora antes de entrar en vigor. Esto no es serio, las empresas y sus trabajadores merecen un respeto.  Cantidad de compañías y sectores estratégicos de Álava, que según los borradores eran esenciales, finalmente quedaron fuera del real decreto. ¿Cuál ha sido el criterio para poner y quitar actividades dentro del concepto de esencial?"

Confebask denuncia la «enorme incompetencia e irresponsabilidad» del Gobierno central. La medida que será de obligatorio cumplimiento a partir de hoy fue recibida con durísimas críticas por parte de Confebask que a través de su presidente Eduardo Zubiaurre cargó frontalmente contra la decisión adoptada advirtiendo de las graves consecuencias que acarreará. Un cierre prácticamente total de la actividad económica aplaudida por ELA, LAB y, en menor medid, por UGT.

Dos semanas, que sean sólo dos semanas... Ha sido el mantra de la industria vasca desde el inicio del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, pero su ampliación en el calendario y su endurecimiento final para todas aquellas actividades «no esenciales» ha dado paso a otras palabras: incredulidad e indignación. Por las formas –un decreto de fin de semana sin consensuar con nadie–, por sus imprecisiones y lagunas y con un exiguo plazo para su cumplimiento. Así se recibió ayer la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez en el mapa industrial vasco.

Este sector, clave en la industria guipuzcoana, tiene muy claro que salvo algunas firmas (muy pocas), que trabajan para esos negocio con ‘bula’ de actividad, hoy todas las persianas estarán bajadas. Esa resignación viene acompañada de una preocupación no menor, puesto que la máquina-herramienta, no se puede olvidar, emplea en Euskadi a 5.963 personas de manera directa y a otras tantas de manera indirecta. Eso hace que la mera posibilidad de que el estado de alarma o el parón industrial se alarguen más allá del 9 de abril inicialmente previsto provoque verdaderos dolores de cabeza. El golpe del coronavirus llega además en un momento especialmente sensible para el negocio, después de que la incertidumbre internacional y la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China. 

La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, desplegó ayer una intensa actividad de negociación con el Ministerio de Industria con el objetivo de clarificar el decreto de paralización de las actividades no esenciales y, en la práctica, conseguir una interpretación flexible que permita mantener una parte de la producción industrial de Euskadi. El Gobierno vasco no ha ocultado en ningún momento que era partidario de sostener una «actividad industrial al ralentí», porque estima que ello es compatible con el mantenimiento de medidas de prevención de la salud y también porque cree que, de lo contrario, el daño para el empleo en el futuro puede ser irreversible. Fuentes empresariales consultadas por EL CORREO se mostraban divididas sobre la efectividad de estas negociaciones –o conversaciones aclaratorias, en la terminología que prefiere utilizar el Departamento de Desarrollo Económico–, aunque valoraban de forma muy positiva los esfuerzos del Gobierno vasco por evitar una catástrofe. 

Los ingenieros alertan del sobrecoste y la demora en proyectos vitales y aseguran que «hubiera hecho falta una semana» para un cese ordenado. José Tesán,, decano Ingenieros de Caminos: «Los tajos se encarecerán hasta un 8%, además de suponer un retraso mayor que los días no trabajados».  Salvo alguna promoción de viviendas donde los obreros se afanaban en terminar elementos estructurales que había que rematar por seguridad (tejados o vigas maestras), la construcción, que emplea a 50.000 personas en Bizkaia, se detuvo todo lo rápido que pudo.

Este colectivo tiene que abonar este mes de confinamiento más de 1.000 millones a la Seguridad Social y pide ayudas fiscales. El impacto que está teniendo la crisis del coronavirus entre los autónomos es total. Nueve de cada diez están en estos momentos parados, sin poder realizar su actividad, y medio millón desaparecerán definitivamente, según estimaciones realizadas a este periódico por Lorenzo Amor, presidente de ATA, quien denunció una vez más que el Gobierno ha dejado a este colectivo «en la cuneta» y que decenas de miles de negocios se verán abocados a echar el cierre quedándose en la «ruina absoluta».

El endurecimiento del confinamiento puede provocar una nueva avalancha de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, ya que las empresas que desde hoy hayan tenido que echar el cierre por no estar incluidas en las actividades que el Gobierno considera como esenciales en su Real Decreto podrán presentar un ERTE por fuerza mayor ante la autoridad laboral. Así lo confirman a este periódico diversos expertos consultados, puesto que existía la duda de si no les permitiría y, por tanto, el permiso retribuido se trataba en realidad de una medida sustitutoria de los expedientes.

De ser el principal sostén del Gobierno de coalición PSOEPodemos en las Cortes Generales a lamentar en público la pérdida de «confianza» en el jefe del Ejecutivo por no contar con ellos en la gestión de la crisis del coronavirus. Una decepción que no se quedará solo en lo retórico sino que se escenificará cuando el Congreso vote –tiene un mes de plazo– el decreto aprobado en la medianoche del domingo para ordenar el parón de toda la actividad económica «no esencial», del que el PNV y el Gobierno vasco discrepan profundamente en el fondo y en las formas al considerar que se ensaña de manera injusta con una comunidad industrial como Euskadi, cuyo PIB depende en buena parte de que las fábricas permanezcan abiertas, aunque sea al ralentí.

El impacto de la crisis sanitaria sobre el empleo en Euskadi va a ser más fuerte de lo estimado en un principio, ya que la cifra de desempleados se incrementará en torno a las 12.000 personas en marzo frente a febrero, 3.000 más que los cálculos que habían realizado algunas organizaciones sindicales y que las proyecciones que se podían efectuar de los datos ofrecidos por Lanbide a mediados de mes. Hasta ahora la cifra de parados se ha incrementado en 10.409 personas respecto a febrero, cuando el año pasado bajó en casi 2.000 personas. 

Daniel Lacalle (Madrid, 1967) es economista jefe de Tressis y colabora con el Partido Popular como secretario de Economía, pero puntualiza en esta entrevista telefónica que las opiniones que expone son personales. Asegura que si no hay un cambio de política económica la crisis del coronavirus aboca a la economía española a un largo estancamiento con hundimiento en 2020 y crecimiento cero en 2021. Teme el cierre de casi un millón de empresas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer de que “ya es inevitable que haya una profunda recesión en Europa en 2020” debido a la pandemia del coronavirus. Cada mes de cuarentena, el PIB anual retrocede un 3%. El director del Departamento de Europa, Poul Thomsen, dijo que, “en las principales economías de Europa, los servicios no esenciales cerrados por decreto representan cerca de un tercio de la producción. Esto quiere decir que cada mes que estos sectores siguen cerrados se traduce en una caída del 3% en el Producto Interior Bruto anual (PIB)”, afirmó el director del Departamento de Europa de la institución, Poul Thomsen. Precisamente, Italia y España, la tercera y la cuarta economía de la zona euro, están prácticamente paralizadas al ser los dos países más afectados por la pandemia.

La triple cifra mágica para el petróleo parece ser 20. El precio del crudo alcanzó ayer los 20 dólares por barril, el mínimo en casi 20 años, y lo hace ante el temor a que la demanda se desplome en cerca de 20 millones de barriles al día durante las próximas semanas, lo que amenaza con desbordar los almacenes de todo el mundo. Esto está haciendo que la cotización del petróleo se sitúe en niveles que ya han dejado de resultar rentables para la mayoría de los países exportadores y empresas del sector, lo que podría provocar una oleada de impagos. El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, alcanzó ayer los 21,8 dólares por barril, tras una caída de doble dígito. 

Las empresas energéticas anuncian cada día medidas de apoyo en la lucha contra el coronavirus. Así, Iberdrola anunció ayer que ha cerrado una primera compra de material sanitario de primera necesidad en China, valorada en 22,1 millones de euros, que entregará a la Administración a su llegada a España, prevista para la primera quincena de abril. Según indicó la compañía en una nota de prensa, ha adquirido 450 equipos de respiración, 4,6 millones de mascarillas, 120.000 buzos de protección y 20.000 gafas de protección mediante la firma de cuatro grandes contratos con sendas compañías chinas.

El País Vasco roza los 300 fallecidos en la crisis tras una jornada más esperanzadora por los 317 positivos detectados, el menor incremento de los últimos seis días. El ritmo de transmisión se ha suavizado. Ayer, los contagios diarios cayeron a la mitad con respecto al parte del domingo y se registró el menor número de infecciones en 24 horas en los últimos seis días. Se detectaron 317 más, lo que deja en 6.057 el total de casos confirmados. Hay que remontarse a hace una semana para encontrar una cifra tan baja. 

La pandemia sigue mostrando su cara más letal –812 muertos en las últimas horas–, pero las cifras confirman que el ritmo de propagación del coronavirus en España sigue cayendo, y parece que de forma consolidada. Aunque el país superó ayer, con más de 85.000 contagios, los casos registrados en China, por primera vez desde que estallara la crisis sanitaria se redujeron de forma simultánea el número de fallecidos y de infectados diarios, una noticia esperada por los epidemiólogos porque se considera señal inequívoca de que se habría superado el pico infectivo. Es más, Sanidad se atrevió a asegurar que esa ansiada cima se holló el 25 de marzo, diez días después de que comenzara a regir el estado de alarma.

El confinamiento empieza a dar resultados en Italia y se va a prolongar al menos hasta el 12 de abril, Domingo de Resurrección, según anunció ayer el Gobierno. En el día en el que cumplieron 20 jornadas encerrados en sus casas por culpa del coronavirus, los italianos recibieron ayer dos buenas noticias: se produjeron incrementos mínimos, de alrededor del 1%, en el número de personas actualmente positivas por la enfermedad y en el de aquellos pacientes que necesitaban ser ingresados en las UCI de los hospitales. La pandemia supera ya los 101.000 contagiados, de los que 14.600 se han curado y casi 11.600 han fallecido. 

El presidente de EE UU, Donald Trump, extendió este domingo hasta el día 30 de abril las directrices del distanciamiento social, es decir, permanecer en casa y evitar reuniones para atajar la propagación del coronavirus. Su intención era que el país volviera a la normalidad el 12 de abril, pero el número de casos aumenta. El pico de contagios y muertes por el brote aún tardará en llegar y los expertos en salud de la Casa Blanca ya calculan que se registrarán millones de casos y entre 100.000 y 200.000 fallecidos. “Lo peor que nos podría pasar es que [levantemos las restricciones] demasiado pronto y de repente regrese”, explicó Trump. 

Osakidetza se suma al proyecto mundial que busca definir hasta qué punto cura o protege una transfusión rica en anticuerpos de Covid-19. Cinco hospitales españoles participan en un ensayo internacional que busca un fármaco eficaz en pacientes críticos. La consejera de Sanidad, Nekane Murga, confirmó ayer que Osakidetza ha puesto en marcha una investigación que permitirá determinar hasta qué punto cura o protege contra la enfermedad una transfusión de plasma sanguíneo rico en anticuerpos de coronavirus. En los últimos días, hospitales de distintas ciudades del mundo, Madrid y Nueva York entre otras, habían anunciado ya el comienzo de estudios de este tipo. Euskadi se suma así al esfuerzo internacional por conocer cuanto antes y de un modo riguroso todo lo que resulta válido contra la patología.