20220904

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Domingo, 4 de septiembre de 2022
Núm 1217/2022
Año XXXV

«No vemos un escenario de restricciones en el gas, sino de ahorro para ayudar a Europa» (El Correo, Diario Vasco)

El cierre del gasoducto ruso que abastece al centro de Europa no provocará restricciones en España. Tampoco hay peligro de que falle el suministro y «estamos claramente mejor que Francia o Alemania porque tenemos las fuentes más diversificadas», defiende la ministra Maroto en una entrevista, en la que también ensalza al sector vasco de la automoción. " Tenemos que plantearnos todos los escenarios, aunque estamos claramente mejor que Francia o Alemania porque, gracias a las renovables, tenemos las fuentes energéticas más diversificadas. Contamos además con un elemento diferencial como es la red de regasificación, concentramos el 30% de Europa. No contemplamos un escenario de restricciones, sino uno en el que el ahorro puede ayudarnos a ser solidarios con Europa para exportarlo. Tenemos garantizado el suministro con nuestros proveedores, lo cual nos da bastante tranquilidad. Pero insisto, tenemos que tener todos los escenarios contemplados...Mañana tenemos una reunión importante con las empresas electrointensivas y la siderurgia. Tenemos que proteger a las empresas y lo venimos haciendo con medidas de hasta 480 millones como el incremento en las subvenciones de CO2, o la moratoria en el impuesto de generación eléctrica del 7% que afecta a la industria electrointensiva. Ahora estamos abordando nuevos instrumentos de protección... Quiero valorar la importante participación de empresas vascas en el PERTE de Automoción, además de los proyectos de compañías como Irizar, centrado en autobuses eléctricos, o el de SAPA. En estos momentos las empresas podían haberse quedado al margen de una iniciativa que es necesaria para garantizar su futuro. Es un momento de oportunidad y las empresas vascas han sabido aprovecharlo. Espero que esos proyectos vascos refuercen incluso la inversión a la que pueden optar..."

La ministra se ofrece a intervenir para mejorar el clima laboral en Euskadi (El Correo, Diario Vasco)

La mayoría de analistas económicos, sobre todo la representación empresarial, señalan la conflictividad laboral como un problema de competitividad para Euskadi. De hecho, el 40% de las huelgas convocadas en España en los últimos años han tenido lugar en el País Vasco. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, destaca que «es muy importante en estos momentos garantizar un clima laboral que se base en la confianza, en los acuerdos». Insiste en que desde el Gobierno central «podemos ayudar» y recuerda que es «una ministra que se implica mucho en crisis industriales cuando hay que negociar convenios». La responsable de la cartera de Industria del Gobierno de Pedro Sánchez participó en varias asambleas de la crisis del Metal en Cádiz y también se remangó en el caso del Grupo Siro, cerrando un acuerdo sobre seis fábricas y 1.700 empleados. Maroto insiste en que «el diálogo siempre es la mejor herramienta para llegar a una solución». También valora la importancia del acuerdo alcanzado recientemente en Mercedes que, aunque no ha contado con el respaldo de ELA y LAB, sí ha logrado el voto favorable de la mayoría de los trabajadores. Para la responsable de Industria, el convenio de la fábrica alavesa es trascendental al dar estabilidad a la empresa. 

La UE teme una escalada del precio del gas y busca cómo frenarla (El Correo, Diario Vasco)

La decisión de Moscú de cerrar el grifo que inyectaba gas a Europa no parece haber resultado una sorpresa para los socios comunitarios, a pesar del impacto que tiene la interrupción ‘sine die’ del suministro a través del gasoducto Nord Stream I. Los líderes europeos se pronunciaron ayer tras la decisión de Gazprom de cortar la provisión gasista por una fuga detectada y que, a su juicio, le impide trabajar con normalidad. Y lo hicieron expresando su profundo enfado con Rusia, que ha pasado de ser considerado socio prioritario a poco fiable, y acusando a Vladímir Putin de usar la energía como arma de guerra. En el horizonte, el temor –casi la certeza– a una nueva escalada en los precios del gas. Desde antes del verano, Europa había asumido que Moscú podía tomar esta decisión en cualquier momento y ante cualquier eventualidad. A mediados de junio, el Nord Stream I ya estuvo paralizado diez días por mantenimiento. Se reabrió, pero a cuentagotas y en una proporción mínima con respecto a su capacidad total, transportando solo un 20% de lo que puede. El episodio se ha repetido mes y medio después. Tras tres días de parada técnica, la reapertura, prevista para la madrugada de este sábado, fue suspendida de forma indefinida por la fuga. No parece que, por ahora, el gas ruso llegue al centro y el este de Europa a través de esta infraestructura.

La intervención comunitaria del mercado, aún más cerca (El Correo)

Ninguna economía europea puede aguantar mucho tiempo con el coste de generar electricidad por encima de los 600 euros/Mwh, el precio que ha llegado a alcanzar el mercado en agosto. La consolidación de estos niveles haría cenizas cualquier actividad industrial, empresarial y social por el elevado coste que conlleva, a pesar de las diferencias en las tarifas reguladas o libres de cada país. A la vista de que el problema se extendía, las voces institucionales llamando a la intervención del mercado se han ido sucediendo en las últimas semanas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido imponer un techo al precio del gas ruso como medida de intervención urgente del mercado eléctrico para contener la factura de la luz, aparte de abordar una reforma a medio plazo para desacoplar el precio gasista del de la electricidad. Entre las herramientas para frenar la escalada de precios de la luz, además de ese desacople, se ha apuntado al rediseño del mercado eléctrico. Todo ello, junto a una apuesta por «inversiones masivas» en energías renovables. El próximo viernes 9 de septiembre será clave en esta compleja coyuntura. Será el día en que se reunirán los ministros energéticos de la Unión Europea en Bruselas para plantear la fórmula inicial alternativa de intervención de mercado.

Alemania recurre a Noruega ante su primer invierno sin gas ruso (El País)

Alemania lleva meses prevenida y reduciendo a marchas forzadas su enorme dependencia de Rusia. El país está preparado, aseguran las autoridades, que sin embargo piden a los ciudadanos y las empresas un mayor esfuerzo de ahorro. La decisión de Gazprom, la gasista estatal rusa, de no reabrir el gasoducto tras una parada técnica de tres días, se produjo el viernes horas después de que el G-7 anunciara la imposición de un precio máximo al petróleo ruso para reducir los ingresos con los que Vladímir Putin financia la guerra en Ucrania. Tanto Bruselas como Berlín lo interpretan como una represalia, que responde también a los planes de la UE para restringir los visados para los ciudadanos rusos. Y aún hay otro elemento clave: Alemania informó esta semana de que el llenado de sus depósitos para el invierno va a mejor ritmo del esperado: ya están al 84,5%. Moscú ha visto la oportunidad de golpear ahora para evitar que las reservas europeas sigan mejorando antes de que lleguen los meses fríos, apuntó una alta fuente comunitaria. “Ahora estamos mucho mejor preparados que hace unos meses”, aseguró un portavoz gubernamental. Berlín ha tenido claro desde el inicio de la invasión que Putin iba a usar la energía como arma contra Europa. Gazprom redujo la capacidad del Nord Stream al 40% en junio y al 20% en julio. Pese a ello, Berlín ha seguido llenando sus depósitos. La clave ha sido la diversificación. De depender en un 55% de las importaciones rusas en febrero ha pasado al 26% a finales de junio. La mayor parte del gas natural que recibe llega ahora de Noruega, Países Bajos y Bélgica. 

"Estamos en guardia, preparados para tomar cualquier decisión si las cosas se ponen feas" (Diario Vasco)

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, asegura que los datos económicos en Euskadi «son buenos», pero reconoce que nadie es capaz de ver una certidumbre más allá del corto plazo. «Si las cosas se ponen feas», el portavoz del Ejecutivo vasco y consejero de Cultura y Política Lingüística explica que «la principal instrucción» que tienen todos en el Gobierno Vasco, en las diputaciones y en los ayuntamientos «es la de estar muy atentos a todo lo que sucede alrededor y proponer las medidas que hagan falta» para hacer frente a la crisis energética y económica que nadie se atreve a aventurar cuándo ni cómo llegará. "En lo que tiene que ver con el mundo empresarial, nadie es capaz de ver una certidumbre más allá de tres o cuatro meses, pero lo cierto es que tampoco nadie sabe qué puede suceder o qué no. Estamos todos en guardia, poniéndonos en lo peor y preparándonos para tomar cualquier decisión que haya que tomar si las cosas se ponen feas. Pero es casi una actitud obligada para prepararnos, no porque tengamos datos de que la situación vaya a empeorar de forma notable, porque no lo sabemos...Vamos a ver qué sucede en los próximos meses pero los datos que tenemos de creación de empleo son buenos en los todos los sectores de actividad. Nuestras empresas siguen produciendo mucho y exportando, hay muchas actividades económicas que no pueden hacer frente a la demanda que tienen porque hay muchísimos pedidos y trabajo. No nos pilla en el peor momento, vamos a ver cómo se presenta la situación y cómo la abordamos..."

Los malos augurios y los hechos (por Raymond Torres, El País)

"A la persistente crisis energética y geopolítica se añade un entorno monetario cada vez menos amable, especialmente para los países más endeudados: el repunte de la prima de riesgo de Italia en un contexto político incierto acabará poniendo a prueba el escudo anticrisis del BCE. Y, por si fuera poco, las tres principales economías del planeta que son EE UU, China y, sobre todo, Alemania están amenazadas por la recesión. Debemos, por tanto, prepararnos para una fuerte sacudida. Pero sin descuidar los puntos de resistencia. En primer lugar, el retorno del turismo está aportando un balón de oxígeno providencial, de modo que la economía española podría ser una de las pocas en Europa que estén todavía registrando un crecimiento honorable. Los europeos gastan en viajes y ocio buena parte de la liquidez acumulada en los últimos dos años...Por otra parte, la reconfiguración de las cadenas de suministro ofrece oportunidades a nuestro aparato productivo, como evidencia el dinamismo de las exportaciones...Incluso la inflación, principal enemigo, podría haber tocado techo. Algunos de los cuellos de botella que han presionado los precios se están diluyendo...La energía es el principal escollo... A partir de un cierto umbral, el incremento de los precios se percibe como un fenómeno global, lo que incita a una espiral de reivindicaciones en aras a recuperar la pérdida de poder adquisitivo. Nadie sabe con seguridad dónde se sitúa ese umbral, pero es probable que cuanto más se prolongue el episodio de IPC a doble dígito, mayor sea la probabilidad de que se desencadene una espiral inflacionaria. La tendencia actual no es buena: más de la mitad de los componentes del IPC crecen a un ritmo superior al 6%...Con todo, una fuerte desaceleración de nuestra economía —y no una recesión— es todavía el escenario más probable."

La cuesta de enero se adelanta a septiembre (El País)

La vuelta al trabajo y al cole vendrán marcadas por una espiral de alzas de precios en otoño, desde las hipotecas y la luz hasta la cesta de la compra. Los precios de bienes y servicios suelen actualizarse periódicamente a comienzos de cada año. Pero la espiral inflacionista que asola a toda Europa, con una incidencia aún mayor en España, está provocando que se adelanten las subidas. La cuesta de enero puede avanzarse este año, con una larga cuesta de septiembre. Va a ser una de las vueltas al trabajo y al cole más caras, en un contexto en el que muchos bienes básicos y de uso cotidiano llevan meses al alza, erosionando el poder adquisitivo. “Lo hemos notado en todo”, resume con resignación Ángela Gómez, de 38 años, higienista dental en paro de Madrid. “Parece que nos está llegando la crisis”. Los servicios y bienes relacionados con la energía y la alimentación son los que más van a pesar en septiembre. María Jesús Fernández, analista de Funcas y profesora de la Uned, considera posible que la inflación haya tocado techo o esté a punto de hacerlo, pero prevé que se mantenga en niveles altos durante meses.

Más sacrificios para vencer la inflación (El País)

La lucha contra la inflación, que ha alcanzado cotas desconocidas en 40 años en buena parte de las economías desarrolladas, traerá más dolor y una nueva época de sacrificios para familias y empresas. La espiral de subidas de tipos en la que están inmersos los bancos centrales, que no dejan de avisar de que vienen más curvas, se antoja insuficiente para frenar la escalada de precios. Porque esta vez la fortaleza del mercado y el apetito por el gasto son solo parte de los causantes de este zarpazo. Están también la crisis energética, la guerra en Ucrania o los problemas en las cadenas de suministro. Y los banqueros centrales no tienen armas para eso. “El error que cometieron fue no actuar el año pasado, cuando se convencieron de que la inflación era un problema transitorio. Y ahora van a pagar el precio”, dice el analista Desmond Lachmand. “Bueno, no: nosotros vamos a pagar el precio”. “Dolor”, “sacrificio”, “fin de la abundancia”. Para la economía de carne y hueso no hay mejor indicador adelantado de una crisis que la moralina que empieza a impregnar la retórica económica. Los analistas miran tradicionalmente los datos de pedidos industriales, de tráfico de mercancías o la confianza del consumidor, entre otros baremos, para percibir las primeras señales de que algo va mal. Suelen ser significativos. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió la semana pasada de que se avecinaba “un poco de dolor” para familias y empresas. La consejera del Banco Central Europeo, la alemana Isabel Schnabel, apuntó a la probable necesidad de “sacrificios”. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, había anunciado un día antes “el fin de la abundancia”. No está claro cuán grave será el declive, pero a un lado y otro del Atlántico el indicador infalible del lenguaje ha avisado: vienen curvas.

La UE se replantea su futuro tras la guerra (El Correo)

En los últimos dos años la Unión Europea (UE) se ha enfrentado a sus dos mayores crisis desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La pandemia del coronavirus, primero, y la guerra en Ucrania, después, han llevado a que Europa se replantee sus fundamentos más básicos, como los Tratados de Lisboa, y se han abierto debates para acercar al bloque a otros países afines con la creación de una comunidad política internacional. La división entre los países europeos y la llegada de un invierno complicado anticipan un debate duro entre los Veintisiete. Las opiniones de que hace falta una reforma en profundidad de los tratados europeos va ganando peso entre las capitales. Y es que, si algo han demostrado las recientes crisis, es que se necesita una UE capaz de reaccionar con agilidad. Según numerosos países, eso solo puede lograrse a través de la eliminación del veto de los Estados miembro en el Consejo Europeo. El Parlamento Europeo ya pidió en junio, a través de una resolución, la celebración de una convención para reformar los Tratados. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también se ha mostrado partidaria de que las decisiones por unanimidad dentro del Consejo Europeo solo se reserven para casos muy específicos.

Reino Unido, atrapado en su propio laberinto político y económico (El Mundo, El País)

Por cuarta vez en seis años, Downing Street cambia de inquilino. Desde el voto a favor del Brexit, el Reino Unido está atrapado en su propio laberinto político y económico, agravado por la parálisis de dos meses por la carrera por el liderazgo conservador en el verano del descontento. La breve, trepidante y frustrante era de Boris Johnson toca a su fin y su probable heredera Liz Truss tendrá que hacer frente al desafío de los nubarrones económicos, el independentismo escocés y la amenaza de una guerra comercial con la UE por cuenta del Protocolo de Irlanda y en pleno conflicto en Ucrania. El país tiene el doble reto de encontrarse a sí mismo y de hallar finalmente su papel en el mundo en medio de las incesantes turbulencias. Los números empiezan entre tanto a pasar factura. El Reino Unido será en el 2023 el país con menor crecimiento del G7 (0,5%). La inflación se disparará previsiblemente el próximo año al 14%, muy por encima de la media europea. El aumento del PIB per capita desde el 2015 se ha quedo en un 10%, frente al 24% de Alemania o el 17% de España. «La economía británica se va a ver afectada más rápidamente y más profundamente que el resto de los países ricos», vaticina el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, que advierte del shock que experimentará el poder adquisitivo de los británicos los próximos meses. Ante la falta de acción del Gobierno zombie de Boris Johnson, las administraciones locales están poniendo en marcha planes de contingencia que incluyen la habilitación de bibliotecas y museos como «refugios de calor» para hacer frente a la pobreza energética este invierno.

Arrancan las obras del primer tramo del TAV Vitoria-Burgos (El Correo)

Dos meses después de la adjudicación, el proyecto comienza a tomar forma. El tramo del TAV que conectará la red de Alta Velocidad de la meseta con la ‘Y’ vasca o, lo que es lo mismo, Burgos con Vitoria, se está ya gestando en el entorno de Iruña de Oca. Los trabajos de desbroce y los primeros movimientos de tierra para trazar esta plataforma clave de 3,6 kilómetros entre la capital alavesa y el concejo de Víllodas son una realidad desde hace días. Aunque todavía queda un año para que la infraestructura quede completada. Ese es, al menos, el cronograma marcado por Adif a la empresa Construcciones Sánchez Domínguez Sando, que el pasado junio fue seleccionada para ejecutar la obra por un importe de 27,5 millones de euros. El tramo de la plataforma está diseñado para doble vía de ancho estándar. Y su punto inicial se localiza en la parte oriental de Víllodas, en la margen izquierda del río Zadorra. La futura línea de Alta Velocidad transcurrirá inicialmente al este de la actual red convencional Madrid-Hendaya para, a continuación, cruzar sobre una pérgola que la lleva al lado oeste de la actual infraestructura. Luego se separará para generar un espacio con la superficie suficiente para desarrollar en él la futura terminal intermodal de Júndiz. 

Jóvenes devorados por las criptomonedas (El Correo)

La adicción a invertir en productos de riesgo se abre paso y causa estragos entre los más inexpertos. Eventos como el celebrado en Madrid hace una semana prometen dinero fácil, pero para quien no reprime su impulsividad pueden desatar un infierno. El evento madrileño ha coincidido con la eclosión de un fenómeno, el de la adicción a las criptomonedas, que los expertos detectaron antes de la pandemia pero que en los últimos meses ha avanzado a un ritmo galopante. Es evidente que no todo el que invierte en activos digitales tiene un problema, pero ganar mucho, rápido y de forma fácil –o la posibilidad de lograrlo– entraña un potencial adictivo muy elevado. «Afecta a todas las edades, como corresponde a una actividad que se puede llevar a cabo ‘online’ y para la que basta un móvil», advierte Consuelo Tomás, psicóloga directora del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones. «Así como en la crisis de 2008 muchos adultos se engancharon a la Bolsa, ahora hay una franja de edad, entre 18 y 23 años, que está irrumpiendo con fuerza. Chavales que en algunos casos venían de las apuestas deportivas –y en los que se está produciendo un desplazamiento de su adicción– y otros sin antecedentes de juego que están empezando a invertir de manera compulsiva. Y lo están haciendo sin ningún tipo de conocimientos financieros, buscando unas ganancias inmediatas, ajenos a que estas divisas digitales tienen un componente de azar y no dejan de ser una apuesta».

El verano se extiende cinco meses (El Correo)

Agosto nos deja con sensación de sofoco. Este año más de lo habitual. En todas las comunidades autónomas se han registrado récords por altas temperaturas y España ha estado 42 días bajo situación de ola de calor, algo sin precedentes. Anteriormente, el récord de jornadas bajo condiciones de esta clase correspondía a 2015, cuando se registraron 29 días. Además, «si tomamos como referencial el conjunto de las olas de calor de la última década, vemos que duplican el número a las que se producían en las décadas anteriores», afirma Rubén del Campo, técnico de meteorología y portavoz de la AEMET. Se trataría del verano con la temperatura media más alta desde, por lo menos, 1916. «Eso no quiere decir que la estación estival de 1915 fuese más cálida que la actual, sino que, con los estudios realizados, lo que podemos afirmar es que no hay precedentes de un verano tan cálido como el de este 2022 en los últimos 106 años, como mínimo», aclara del Campo. Mientras, Doñana se ha quedado sin agua. La laguna de Santa Olalla, la más grande del Parque Natural de Doñana y la última que ha mantenido agua en agosto, «ha terminado por secarse» y en estos días «ha quedado reducida a un pequeño charco en el centro, donde ya no acuden las aves acuáticas», según ha alertado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además de los efectos de la sequía, desde el CSIC agregan que las lagunas peridunares están afectadas principalmente por las captaciones de agua de la población de Matalascañas, que en verano aumenta su consumo exponencialmente con la llegada de decenas de miles de turistas y que hace que la población pase de unos pocos miles de habitantes a unas 100.000 personas. A ello hay que añadir la explotación de los acuíferos por parte de la agricultura intensiva.