20200418

«Lo importante era arrancar esta semana y tratar de normalizar la actividad económica y empresarial durante las próximas», señalaba ayer Francisco Javier Azpiazu, secretario general de la patronal vizcaína Cebek, al respecto de los resultados obtenidos en la quinta encuesta que esta organización viene realizando semanalmente desde que se desató la crisis del coronavirus. Y a tenor de las respuestas dadas por las 429 empresas participantes –representativas de la industria (el 40%), los servicios (50%) y el comercio (10%), y de todos los tamaños–, el arranque se puede decir que ha sido bastante positivo, a pesar de tratarse de una semana tradicionalmente atípica en el calendario laboral vasco y con el día festivo del pasado lunes. Piden más ayudas y menos impuestos para dotarse de la liquidez necesaria a fin de superar la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. 

A pesar de que la actividad empresarial en Álava se ha empezado a retomar esta semana, el impacto de la crisis del coronavirus viene ya de lejos –un mes largo– y siete de cada diez compañías alavesas acusan caídas en la facturación por encima del 50%, según los datos recogidos por la patronal SEA en una encuesta entre 250 compañías de seis sectores. El hostelero es el que más está sufriendo este parón por la pandemia y la práctica totalidad de negocios está en ERTE. En cambio, entre las industrias esta medida de suspensión temporal de empleo entre sus trabajadores la aplica el 36%. Las consecuencias del Covid-19 se notan también en la falta de suministros y materias primas –lo acusan el 54% de las empresas alavesas– y en la dificultad para encontrar los equipos de protección individual (EPIs) necesarios, un problema para tres de cada cuatro firmas consultadas.

La pandemia se ha convertido en una torpedo en la línea de flotación de prácticamente todos los sectores productivos La máquina-herramienta no podía ser una excepción y el panorama es preocupante. Tanto es así que la AFM, la asociación que acoge a las empresas del sector, advirtió ayer en un comunicado que «nuestra industria está trabajando a ritmos muy por debajo de los mínimos necesarios para poder subsistir en el corto-medio plazo». Como dato relativamente positivo cabe subrayar que las plantillas están casi al completo. Los ERTE afectan por ahora a menos del 10% de los efectivos del sector, y son en general por causas productivas. La asociación indica que en ningún caso se prevén despidos.

El descenso en la producción «es un dato preocupante», reconocen en la patronal alavesa SEA, «no solo para Mercedes sino también por las consecuencias que tiene para toda su red de proveedores», tanto los que trabajan en las propias instalaciones de Avenida de los Huetos como los externos que suministran piezas, recambios u otro tipo de servicios a la multinacional. La organización empresarial espera que en la segunda mitad del año, cuando quizá la actividad industrial –sobre todo en el sector de la automoción– empiece a tener cierta normalidad, «haya una corrección y se puedan recuperar las unidades perdidas». Con este panorama desde la Cámara de Comercio e Industria insistían ayer «con firmeza» en la necesidad de que «las empresas puedan retornar a la actividad cuanto antes» y el caso de Mercedes todavía tiene más relevancia por los puestos de trabajo que dependen de ella –la cifra de indirectos se elevaría a 30.000–.

La mayoría de la plantilla de CAF, la principal empresa del territorio, con más de 3.000 empleados entre sus plantas de Beasain e Irun, retomará su actividad este lunes después de que parara la producción el pasado 16 de marzo, nada más decretarse el estado de alarma. Según señala la sección sindical de LAB, que ostenta la mayoría, fue la propia plantilla la que instó a esta parada y posteriormente alcanzó un acuerdo con la dirección para implementar una serie de medidas y evitar la presentación de un ERTE. Esa vuelta a la actividad se hará de acuerdo a unos criterios consensuados con el comité de empresa. 

Tras la oleada de protestas e indignación por la forma de tramitación –por orden de llegada de las peticiones– y la escasez de recursos, que obligó al propio servicio vasco de empleo a una inusual petición pública de disculpas, el lehendakari anunció ayer nuevas medidas de apoyo para este colectivo profesional, particularmente castigado por el cierre que conlleva el estado de alarma. «Vamos a crear una nueva partida de 30 millones de euros en ayudas a autónomos y micropymes», dijo, sin referirse a lo sucedido con Lanbide ni aportar más detalles. Emplazó a los próximos días para ofrecer concreciones en torno a las ayudas.

Tras llevar más de un mes con sus negocios cerrados por imperativo del decreto de alarma, miles de autónomos percibieron ayer la prestación extraordinaria por cese de actividad aprobada por el Gobierno central. Una ayuda que aliviará mínimamente la falta de ingresos de un sector muy castigado y que espera como agua de mayo otras medidas por parte de de la administración central –exención de cotizaciones– y la vasca, como la aprobada por Lanbide y que se ha revelado muy exigua. En el caso de Euskadi, son 28.957 los beneficiarios de la prestación estatal, el 91,2% de todos los que lo han reclamado, ya que a otros 2.791 se les ha denegado la solicitud. Con todo, los emprendedores vascos que vieron ayer recompensada en una pequeña parte la pérdida de sus ingresos con esa prestación suponen el 44,5% de todos los autónomos que se han visto afectados por el cierre. 

El Parlamento vasco pidió ayer una moratoria «general» de impuestos para el comercio, la hostelería y el turismo para intentar mitigar el impacto de la crisis que está provocando el coronavirus. Fue, sobre todo, un gesto simbólico y político, porque se trata de una proposición no de ley que no es de obligado cumplimiento y porque gran parte de las medidas solicitadas ya han sido aprobadas en las últimas semanas por las diputaciones.

El Ejecutivo comienza a dar las primeras pistas de cómo será la vuelta a la normalidad cuando amaine la pandemia. «Estamos trabajando en dos fases para la desescalada, una para el verano y otra para finales de año», avanzó ayer la responsable de Trabajo, Yolanda Díaz. La ministra confirmó que el proceso de reincorporación de los diferentes sectores será «paulatino» y que en su Departamento manejan dos tiempos. El primero será hasta junio y abarcará los sectores productivos. Las grandes empresas y los bancos ya han confirmado que la vuelta al trabajo será «gradual». El segundo se alargará hasta finales de año y afectará al turismo, a la cultura y al ocio, así como en la navegación aérea y marítima, actualmente paralizados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor. Díaz reconoció que estos sectores tendrán «enormes dificultades» para reanudar su actividad. 

El lehendakari pedirá al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, que se activen, «con carácter prioritario, varias medidas de descompresión social y económica» en cuanto finalice la actual prórroga del estado de alarma, a partir del 26 de abril. Entre ellas, la salida de los niños a la calle, la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, «con estrictas medidas de seguridad y de distanciamiento físico», un protocolo específico para el ámbito de la Educación, así como organizar la vuelta progresiva a la Administración pública. Con el objetivo de «favorecer las condiciones necesarias» para activar el ‘Plan de transición a la nueva normalidad’, el Gobierno vasco contempla «un periodo», matizó Urkullu, en el que se generalizará el uso de mascarillas, por lo que hará todo lo posible para incrementar su adquisición a través de diferentes vías.

La crisis económica producida por la pandemia del coronavirus está provocando una hecatombe empresarial y, en consecuencia, del empleo. El Gobierno declaró el estado de alarma, con el confinamiento de la población, el pasado 14 de marzo y en sólo quince días la destrucción del tejido productivo fue un desastre sin precedentes en un espacio tan corto de tiempo. Así, en tan breve espacio de tiempo, desaparecieron 90.650 empresas y 792.497 empleos. En el primer caso, el número de compañías pasó de 2.894.419 en febrero, a 2.803.769, en marzo. En el caso de la ocupación, el número de trabajadores, pasó de 16,1 millones, en el segundo mes del año, a 15,3 millones, al terminar el primer trimestre, según informó ayer Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa.

Díaz especificó que su departamento está estudiando medidas para proteger la actividad y el empleo, sobre todo para los trabajadores afectados por la segunda fase –todo lo relacionado directamente con el turismo, la hostelería y el ocio–, en los que desarrollan su actividad más de cinco millones de personas, indicó. En el caso de estas actividades, ya se sabe “que van a tener enormes dificultades”, dijo la ministra. Por ello, su equipo está trabajando con los agentes sociales y los portavoces de los grupos parlamentarios en “cómo pautar las medidas para dar también amortiguación social a este proceso”. Concretamente, Díaz retomó la idea de cómo continuar con los ERTE por fuerza mayor en esos sectores que “a día de hoy y hasta dentro de muchos meses van a continuar sin actividad”. “Estamos trabajando para que ese sector, que es muy importante para el país, no quede desprotegido y no caiga”

La dirección de Seat comunicó este viernes al comité de empresa el inicio de la negociación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas organizativas, que afectará a unos 11.000 trabajadores y se aplicará en el momento en el que se reinicie la actividad en los centros de producción. Las condiciones serán las mismas que las del actual por razón de fuerza mayor Martorell podría volver a producir el 27 de abril. 

Repsol, la primera petrolera española, está en las grandes petroleras europeas que forman parte de la lista de incursiones bursátiles que ha realizado en las últimas semanas la entidad Public Investment Fund (PIF), fondo soberano de Arabia Saudí. Distintas fuentes financieras confirman este movimiento, adelantado por Financial Times. Hace unos días, salió a la luz que Arabia Saudí había aprovechado el desplome de la cotización de grandes petroleras europeas para adquirir diversas participaciones por un total de unos 1.000 millones de dólares (algo más de 900 millones de euros). Repsol, cuyo primer ejecutivo es Josu Jon Imaz, acumula una caída del 45% en Bolsa en lo que va de año, aunque ayer las acciones remontaron con fuerza y rebotaron más del 4%. El fondo soberano saudí gestiona cerca de 300.000 millones de dólares en activos. 

El PIB chino cayó en el primer trimestre del año un 6,8%. Se trata del primer retroceso en casi medio siglo, provocado por la parálisis en la actividad fruto del coronavirus. Semejante racha atestigua tanto el vertiginoso desarrollo del país en las últimas décadas como la dimensión del revés. China no menguaba desde 1976, un año aciago en el que a los estertores de la Revolución Cultural se sumaron la muerte de Mao Zedong; líder de la República Popular desde su fundación en 1949, la de su primer ministro Zhou Enlai y al menos otro cuarto de millón de personas por el devastador terremoto de Tangshan. Su economía se contrajo entonces un 1,6%. Ahora, el coronavirus amenaza con convertir su progresiva desaceleración en una recesión fulminante. “El dato de PIB es malo, pero esperado”, apunta Alicia GarcíaHerrero, economista jefa para Asia-Pacífico del banco holandés Na- tixis.

Muchos dudaban de la veracidad de las estadísticas oficiales. Y tenían razón. China ha revisado los números y ayer reconoció que, solo en Wuhan, perdieron la vida 1.290 personas más de las contabilizadas oficialmente hasta ahora. Eso supone un incremento del 50% que deja el total de muertos por coronavirus en la ciudad en 3.869. La actualización ha causado sorpresa en Occidente y alimentado las dudas expresadas por diferentes líderes políticos sobre la transparencia de las informaciones difundidas por el gigante asiático. ¿Por qué se ha hecho? Según las autoridades chinas, porque este estudio antes no había sido posible en medio del caos provocado por la pandemia y por «respeto» a cada vida perdida. Sin embargo, dirigentes como el francés Emmanuel Macron o el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ya han cuestionado la fiabilidad de la evolucion de la epidemia tal y como la ha contado Pekín.

El descuadre de los datos de contagiados, curados y fallecidos por coronavirus ha obligado al Ministerio de Sanidad a corregir la serie histórica. Esta decisión significa que los datos facilitados hasta ahora en los informes diarios dejarán de ser válidos cuando se publiquen los nuevos, algo que sucederá “en los próximos días”, aseguró ayer Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. A la confusión han contribuido los cambios en la metodología con la que se contabilizan los casos en las comunidades, especialmente en Cataluña. El sistema contabiliza 585 fallecimientos en las últimas 24 horas pero la cifra no se puede comparar con la del día anterior. 

El ministro federal de Sanidad, Jens Spahn, hizo ayer un balance positivo de la lucha contra el coronavirus en Alemania. «El brote se encuentra, a día de hoy, de nuevo bajo control», dijo Spahn en rueda de prensa junto al presidente del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler. El «frenazo total» por el que apostaron los gobiernos de Berlín y los 16 Estados federados ha sido un éxito, añadió Spahn, quien subrayó que desde el 12 de abril el número de personas sanadas supera diariamente al de nuevos contagiados. El buen desarrollo de los acontecimientos hace que carezca ya de sentido mantener 10.000 de esas camas libres de manera permanente para urgencias hospitalarias y el ministro señaló que los centros médicos recuperarán la normalidad paso a paso a partir de mayo para poder empezar a realizar todas las intervenciones quirúrgicas que se han visto retrasadas por la epidemia.

El pasado miércoles, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aseguraba que Euskadi ya había pasado «lo peor de la pandemia». Un mensaje alentador y muy esperado fruto de la fase de estabilización en la que ha entrado el virus. Esta tendencia positiva no solo se observa en los datos de contagios, que, pese a algún repunte, se mantienen en valores similares desde hace una semana. Eso sí, sin bajar de los 200 casos diarios. Sin embargo, otro de los parámetros que indican que el Covid19 efectivamente se ha contenido en la CAV es la situación sanitaria. Es decir, en el número de ingresos y pacientes graves que precisan de ventilación mecánica en la UCI. Los últimos datos son esperanzadores y, aunque aún queda camino, suponen un paso de gigante para superar esta guerra epidemiológica.

Las máquinas que surtirán a toda España con 10 millones de mascarillas al mes fabricadas en Bizkaia aterrizaron ayer en la base militar de Torrejón de Ardoz con varias horas de retraso por los controles en las escalas internacionales. El avión tomó tierra en la base madrileña por orden del Ministerio de Defensa cargado con material sanitario y cuatro máquinas para producir las protecciones. Una de ellas se quedará en el Centro de Farmacia de Defensa de Burgos. Las otras tres, propiedad de la empresa Bexen Medical de Hernani, que pertenece a la cooperativa Oiarso del Grupo Mondragón, serán instaladas finalmente en Etxebarria. Iban a montarse en las dependencias de la firma Cikautxo, en Markina, pero se ha optado por trasladarlas a una nave que ya fue utilizada por esta empresa en el municipio vecino.